En esta, no cabe duda: Es mala, muy mala.
Alí es un preso en Guantánamo que consigue escaparse, acabando en La Habana. Allí conoce a Manuela, una bailarina de cabaret, de la que se enamorará y con la que intentará olvidar los horrores sufridos en la cárcel.
Esto es lo que se supone que cuenta la película. En realidad tienes una sucesión de flashbacks que te envían a las sesiones de tortura sufridas, entremezcladas con los bailes de Manuela y una pseudo-relación con un rico que la mantiene.
Una de estas películas que no se puede coger por ningún lado. La mínima trama es enormemente confusa. El torturado personaje principal se tira toda la película en estado de pasmo mientras la Verbeke se pasea a su alrededor. Elipsis, introspecciones interminables y paranoias mentales varias se suceden con mas bien poco sentido del orden.
Es una película de 4 actores y el único que hace algo bien en ella es la Verbeke que se dedica a bailar y desnudarse. Magro consuelo para el resto de actores, que no hacen el más mínimo esfuerzo por hacer algo con el papel que les han dado, entre plano, inexistente y estúpido.
Un guión que hace aguas por todos lados, una dirección que no tiene ni idea de qué hacer con ese guión (que él mismo ha escrito) y una película que lo mejor que tiene es que es corta.
Lo que más fastidia es que la idea de la película es original y se agradece un poco de ideas nuevas en el cine español. Pero no te metas berenjenales metafísicos-torturoides si no tienes ni idea de qué hacer con ello. Un bonito ejemplo de quiero, pero no puedo (ni por asomo). Una cosa realmente fallida.
Nota: 1
Nota filmaffinity: 3.6
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