Ya hacía unos días que no ponia nada... me acabé esta pequeña sorpresa! (yo al menos no lo conocía y me ha gustado)
Título: La ciudad del Gran Rey
Autor: Oscar Esquivias
“Burgos, agosto de 1936. Un público numeroso ha acudido a la catedral de Burgos para despedir a la expedición militar que, bajo la dirección del comandante Paisán y el canónigo Herrera, pretende viajar al Purgatorio. Lo que parecía una locura se convierte en realidad y un grupo de hombres consigue cruzar los límites del mundo. La llamada Ciudad del Gran Rey es un lugar amenazante, al tiempo familiar y extraño, en el que los expedicionarios tratarán de sobrevivir y de vencer su miedo.”
La novela nos sitúa en en un Burgos gótico, catártico, desnortado. Vamos, que no tiene Norte ni Sur, porque las calles se remueven, las almas se desdentan y hay mucho dolor alcantarillado. Es el purgatorio, parece, un lugar que es el mismo donde uno ha vivido, pero con las cortinas sangrando.
La expedición va en busca del General Sanjurjo, que debía comandar las fuerzas Nacionales, pero muere en un viaje aéreo justo antes del alzamiento. La intención es encontrarle y traerle de vuelta al mundo de los vivos para que dirija las tropas. No obstante el peligro continuo que corren los expedicionarios hace que la misión se convierta pronto en una lucha por la supervivencia.
El autor demuestra una fértil imaginación al crear este twisted versión de Burgos. Con una frondosa y poderosa capacidad de crear cosas nuevas y sorprender con nuevas imágenes, el libro destaca por si vívido Retrato de los habitantes del Purgatorio, cada cual mas histriónico, demente y peligroso. En un tono similar a las descripciones de Pratchett o Gaiman, pero sin ningún rastro de humor, convertido en pura crudeza, la descripción de la ciudad es sumamente poderosa.
No obstante, cuando se trata de los personajes vivos, la cosa queda algo más deslavazada, ya que, en su abundancia, no queda más remedio que dejarlos como personajes tópico sobre los que desarrollar la obra. Ninguno de ellos destaca por su carisma ni puede eregirse en protagonista. Todos aparecen un cierto tiempo (no muy grande), siendo mucho más protagonista Burgos que los hombres que la habitan.
En el apartado narrativo, Esquivias utiliza una narración voluntaria y abrumadoramente fragmentada. Decenas de hechos ocurren a la vez en muchos sitios diferentes y el autor nos lo narra de una manera absolutamente fragmentada, con apenas un párrafo para cada personaje. Algunas tienen impacto en la trama, otros son parajes de esta ciudad Burgosgórica (Burgos+Fantasmagórico=Burgosgórico) y luego pequeñas piezas sencillamente maravillosas que no sé qué son: como pequeños cuentos sobre el Burgos real El caso es que entre esos cuentos hay algunas piezas tan (Cortázar, un poco; otro poco Cela) deliciosas...
Aquí una muestra:
Pero cómo es posible que todos los días, en una ciudad sitiada y en guerra, se siga cociendo pan? Pues se hace, tierno y oloroso. Su aroma cruza la calle como una bandera blanca.
Un poema (del siglo XXIV):
darling> - lo teletrasportador de molekulas tubo un phayo i perdi lo poya lo pija lo minga lo phalo lo chorra!!! en la trabesia ÖEG Korporation abrio un espediente >>se ban a kagar $$$ me proporcionaron esto inplante MODERRRNO> - - >>>lo probamos?
Otra pieza:
El poema más hermoso que se ha escrito en nuestra lengua tiene un solo verso y dice así: Tengo catorce años.
Toda esta fragmentación es un ejercicio de estilo que convierte la narración en abrumadoramente confusa y dispersa. Presenta el problema de un exceso de hechos sin un hilo común y, sobretodo al inicio, la acción queda muy dispersa, sin pasar nada importante durante mucho rato, lo que lo hace bastante confuso y a veces un poco pesado. Luego al final, como ya quedan menos personajes vivos, la acción se desata en un vendaval hasta su fín.
Toda la última parte se produce dentro de la catedral de Burgos (perfectamente descrita), durante un bombardeo militar. Es de felicitar cómo el autor consigue transmitir la tensión del hecho que la catedral se está derrumbando mientras los protagonistas se esconden en ella. Unas 40 últimas páginas de tensión muy bien realizadas.
Una novela casi desconocida (no he encontrado ninguna página que la tuviera con puntuación ni nada similar), con un autor con una imaginación desmedida que la hace mágica, casí onírica en algunos momentos. No obstante, la poca presencia de los “personajes” y su narración tan profusamente confusa pueden hacer perder el interés a más de uno.
Una novela original, inesperada y muy diferente a lo normal, pero para coger con calma, que no es fácil de digerir.
Nota: 7
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