Esta película causó un buen revuelo en su momento, aunque no se puede negar que es una buena película.
ARGUMENTO: Camino es una niña de once años que se está abriendo al mundo: empieza a tener un poco de autonomia, primer amor… Pero todo se verá truncado cuando le sea diagnosticada una enfermedad terminal. No obstante, con una fuerza inusitada, convierte sus últimos meses de vida en un grito a la experiencia de vivir.
La película es un dramón de pañuelo, ya que durante las 2h que dura, lo que vas a seguir es el progresivo avance de la enfermedad de Camino y su posterior agonía hasta su muerte. Son dos horas que pasan en un suspiro, pero son lacrimógenas y duras. Es una película para ver con calma y disfrutar de un trabajo muy bien hecho, no precisamente para divertirse o echar unas risas.
De fondo, (o delante) está el hecho que la familia de Camino pertenece al Opus Dei, una organización católica con unas creencias muy firmes. Este hecho está presente en toda la película, pero lo trataré más abajo.
ACTORES: Simplemente magníficos, sorprende enormemente la actuación de Nerea Camacho, esta niña consigue superar fabulosamente la difícil tarea de dar vida a Camino, con una viveza, un optimismo y una verosimilitud sorprendentes. Una mirada que supone un grito de esperanza y alegría, que convence que el vivir merece ser aprovechado. Como madre, ferviente religiosa, con una fuerza en la mirada aterradora, Carme Elías construye también un personaje sorprendentemente realista y descorazonador. Manuel Venancio, el padre, nos muestra a un hombre totalmente superado por los acontecimientos, no es capaz de tomar iniciativa, ni de hacer otra cosa que intentar querer a su hija lo más posible y procurar que ella esté lo mejor posible. Otro personaje maravillosamente realista y impecable. Tres actuaciones magistrales y sorprendentes, acompañadas de un elenco de actores que no le va a la zaga. Lola Casamayor y Pepe Ocio consiguen hacer de sus personajes (la tía de Camino y el cura de la familia) unos monstruos sin sentimientos, duros y inmunes al sufrimiento. La película requería una actuación sólida pero medida y el elenco actoral lo consigue. Sólo algunos de los niños tienen actuaciones algo más planas, que quizás, viendo el nivel general de la película, destacan más de lo habitual.
GUIÓN: La película nos cuenta una historia bien construida, ordenada, con gran fuerza y un desarrollo más que correcto. No deja cabos sueltos y consigue llegar al alma con facilidad. Sorprende en Fesser, normalmente acostumbrado a comedias facilotas, un dramón tan lacrimógeno como este. La historia es magistral, el ritmo está bien ajustado y a nosotros no nos queda sino contemplar como la enfermedad de Camino va destruyendo progresivamente la armonía de la familia, llevándola a un sendero de dolor y desesperación.
Por otro lado, se puede criticar que Fesser abusa a veces de las escenas efectistas, como las operaciones de Camino o las últimas escenas con el padre de la niña, para causar un mayor impacto emocional. Podríamos considerar que tampoco eran necesarias.
Asimismo, las escenas oníricas con las que Camino intenta hacer más soportable su vida a mi me resultaron correctas y necesarias, ya que así consigue transmitir con más viveza si cabe las ganas de vivir y de disfrutar de lo que ofrece la vida que tiene Camino; lo encuentro precioso. No obstante, sé de muchos a los que les parecen estúpidas y excesivas.
También está la crítica que vemos durante toda la película al Opus Dei. La radiografía que vemos de los Opusianos (¿es correcto nombrarlos así?) es bastante cruel. Tanto la tía como el cura de la familia son retratados como seres repulsivos, tan absorbidos por su creencia hacia Dios y unas enormes dosis de soberbia y menosprecio rayando en lo obsceno; mientras tanto, la hermana y la madre de Camino son seres más normales, muy devotos, pero muy humanos. Para cualquier persona que no tenga un nivel de devoción similar, su manera de ser parece extrema y, al coger protagonismo los dos monstruos, normal que se montara una buena polémica. En mi opinión, Fesser busca que se arme, no tanto para criticar al Opus (que no lo critica en realidad, todos las escenas en referencia a ello son “realistas”, aunque a muchos les indigne), sino para armar un poco de revuelo y hacerse publicidad fácilmente.
DIRECTOR: Hasta ahora Fesser había hecho simples comedias, y este dramón, del que es totalmente responsable (también es el guionista) supone un giro copernicano a su filmografía. Y si ha de parir películas como esta, que los haga a menudo. La película está muy bien realizada, dirigida firmemente, buscando emocionar y llegar al espectador (con algunos excesos). Toda la parte onírica de la película recuerda que Fesser es muy bueno en el aspecto visual (Puedes decir que P.Tinto es una película mala, pero visualmente está muy trabajada, por ejemplo).
Un trabajo muy bueno para hacer una de las mejores películas españolas de los últimos tiempos.
La historia está basada en hechos reales (así lo indica la propia película) y está dedicada a Alexia, hija menor de una familia del Opus que está en proceso de beatificación por morir en aras de santidad. Como la mayoría de películas basadas en hechos reales, no intenta ser biográfica. Fesser cambió lo que le interesó, creó, quitó, modificó (en fin, hizó lo que quisó) para hacer la película, que tampoco se acerca mucho a la historia real.
. La familia se ha indignado con el trato a la historia de su hija (muy cambiado) y muchos critican a Fesser la gran cantidad de cambios que ha realizado y la califican de tramposa y mala.
Para empezar nadie está obligado a conocer una historia real. Lo que faltaba ya es que cada vez que te dispusieras a ver una película tener que indagar primero en el google para conocer el hecho y luego enjuiciar según lo fidedigna o lo tramposa que resulte. Eso, si te ha marcado la peli, se hace después. Pero nada cambiará ya lo que te transmitió en el momento. Fesser dice que su personaje no es Alexia; es Camino, inspirado, eso sí, en un tanto por ciento muy elevado en la primera chica. De hecho hay dedicatoria. Trato de ponerme en el pellejo de los familiares, y sí, puede que indigne. De hecho si tuviera que escribir en la página de la chica (que la tiene) mis palabras serían otras. Pero estoy escribiendo una crítica sobre cine. La película "Camino", la cual vi desde la ignorancia, me sorprendió para bien (con todos los respetos que merecen los familiares) y así la valoro, como película que es.
Tampoco hace falta, por según lo que leí, que venga Fesser a convencerme de si la religión ó la fe extrema es barbaridad o no. Yo, como cualquier persona, tengo mi propio criterio bien formado ante tal asunto. El que disfruta con el cine, no tiene que valorar según "el mensaje" que lance. Aquí no se trata de lavar cerebros. Ni me gusta eso de calificar a una película de propaganda, panfleto ni leches. Es una propuesta; una trama. Punto. Ya todos estamos muy mayorcitos para saber diferenciar. Se trata de seguir un cuento aceptando la ficticia verdad dentro del universo en el que se mueve.
Y en eso, Fesser hace una gran película. 135 minutos intensos y emotivos.
Nota: 8
Nota Filmaffinity: 7.3
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