lunes, 31 de octubre de 2011

Margin Call


Margin Call (o margen de riesgo en castellano) es una película que nos sitúa en una agencia de inversiones los días previos al gran crack de la economía que sucedió en 2008. En ningún momento intenta dar una imagen global de los acontecimientos. Se centra en una parte de los mismos, se centra en los momentos previos al petardazo que supone la quiebra de Lehman Brothers. Pues es esto lo que nos cuenta la película: una quiebra. Descubierto el agujero contable por parte de un par de “novatos” -que sólo cobran 250k al año-, el argumento se centra en mostrar las distintas actitudes de todos los jefes y ejecutivos, que de una manera jodidamente rápida empiezan a maniobrar bajo el lógico pero poco ético sistema de “pásale el marrón a otro”. Lo que importa es sacar toda la pasta posible antes de hundirse, poco importa si eso pasa por intoxicar todo el sistema y reventarlo hasta provocar un colapso financiero.

Es decir, la película no se centra en problemas económicos ni teorías financieras. De hecho, la parte financiera se desliza de puntillas: Básicamente, alguien ha metido la pata hasta el fondo y… La manera de funcionar durante los últimos 10 años ha dejado de existir. A partir de ahí, la trama se centra en las reacciones de los 8 personajes: los dos novatos, el jefecillo intermedio sin escrúpulos, el exejecutivo despedido y resentido con ganas de desquitarse, el jefe de sección con un mínimo sentido del deber, los dos tiburones que mandan en la empresa y, finalmente, el Big Boss que lleva años disfrutando de sus millones. Como en una obra de teatro filmada, contemplamos sus reacciones, sus miedos y su manera de afrontar la destrucción de su mundo, un mundo para el que han sacrificado todo asomo de humanidad con tal de ganar más dinero.

ACTORES: A primera vista, sorprende un elenco de actores tan sólido para lo que parece una obra menor, pero el serio y concienzudo trabajo de todos los actores es tremendamente consistente. Irons cuaja la que quizás sea la mejor actuación que le he visto. Spacey es tan bueno como siempre. Baker, Badgley y Moore construyen personajes asombrosamente deshumanizados y despiadados. Finalmente, hay que destacar los sorprendentes trabajos de Bettany y Quinto, de los cuales no esperaba que fueran a estar a la altura de lo que se les exigía, y menos que lo hicieran tan bien. Destaco a Paul Bettany, que quizás compone el papel más cínico e impío de todos, demostrando al mismo tiempo que no es más que un ser humano desgraciado al que no hay nada que le importe.  La película es una obra de actores que están perfectamente a la altura.

DIRECTOR: ¿Chandor? ¿Quién es este joven guionista y director? Con un simple un corto (Despacito) y es capaz con apenas 4 millones de presupuesto de convencer a LionGates y a las vacas sagradas de Spacey y Irons para rodar un guión suyo sobre el "comienzo" de la penúltima crisis que nos azota. Misterios de una industria esclerotizada que es capaz de lo mejor y a menudo de lo peor. El montaje se encuentra lleno de primeros planos, reuniones donde la tensión es palpable y ambientes agobiantes en el interior de los mastodónticos edificios donde se decide el futuro de la economía mundial. Maneja hábilmente la cámara entre el vértigo, las prisas y los sudores fríos de los personajes.

GUIÓN: En ningún momento entra a explicar los motivos económicos que producen el colapso. Esto hace que sea mucho más fácil de seguir para los legos en la materia que otros trabajos similares. Sin embargo, también provoca que queden muchas cosas en el tintero y haya muchas ideas apenas esbozadas de las que se le podría haber sacado mucha más punta. Hay que destacar un gran dominio de los tiempos y el discurrir de la trama, que va avanzando sin prisa, pero sin pausa, dando tiempo a que los hechos se aposenten y se pueda seguir sin esfuerzo. La construcción de los personajes es magnífica: todos son sorprendentemente humanos a pesar de vivir en un ambiente tan deshumanizado. Todos han renunciado a la felicidad, los amigos o el amor con tal de progresar en un ambiente malsano e intoxicado dónde lo único que importa es ascender y añadir ceros a tu cuenta corriente.

No obstante, se le puede echar en cara con justicia que la película en ningún momento toma un tono de denuncia o crítica explícitas para narrar los hechos. El filmado es frío y desapasionado, sin intentar transmitir emoción ni empatía. Es responsabilidad del espectador estar atento en todo momento a lo que ocurre, siguiendo a unos personajes con los que no se puede identificar en unas situaciones que, evidentemente, le dejan indiferente. A pesar de sus diálogos inteligentes, esta crónica de las veinticuatro horas anteriores al colapso está orquestada más bien como un telefilm, necesitando de un contexto concreto para cobrar sentido y que fácilmente puede provocar la desafección del espectador.

A lo largo de la misma, va dejando caer una serie de frasecitas e ideas que, cual migajas de Pulgarcito, se pueden ir siguiendo -requiere cierta atención- y que muestran las incoherencias del mundo desarrollado en el que vivimos. Encontraría entre ellas unos cuantos momentos magníficos que pueden pasar desapercibidos:


- Cuando Will explica que, a pesar de cobrar 2.5M al año, apenas puede disponer de 125k para vivir, mientras que el resto se le va… en otras cosas.
- Los dos poderosos diálogos en los coches, entre Peter y Seth primero y luego entre Will y Seth. “¿Ácaso toda esta gente tiene idea de lo que se le viene encima? + Si te estás preguntando eso, es que no comprendes en qué trabajas…”. Son dos momentos en que parece que los personajes van a dejar salir la ética y la decencia, evitando el seguro desastre aunque signifique su obvia ruina personal, pero todos van transigiendo ante la necesidad de rescatar todo el dinero posible. Curiosamente, no es por avaricia, sino que es por miedo y terror, pues están individualmente tan endeudados que, simplemente, necesitan ese dinero con desesperación.
- La escena del lavabo entre Seth y Jared, junto a la de Sam y Peter en la entrada. En ellas, los dos novatos son perfectamente conscientes de que van a ser despedidos. Están tristes y necesitados de apoyo, pero lo único que encuentran a su lado es a un jefe al que lo único que le importa es su propio trasero y que contempla, indiferente -me encanta Simon Baker ahí- la desesperación de su empleado.
- El diálogo casi final entre Sam y Tuld, en el que dejan claro que no les importa mandar el mundo a la mierda, siempre y cuando ellos salgan bien parados de ello.
- El detalle de que, excepto los dos jefazos, ninguno de ellos es economista. Todos son ingenieros y científicos cualificadísimos y deben rebajar el tecnicismo de su discurso para hablar con los economistas y explicarles que ha pasado (cosa que enlaza con una de las ideas de Michael Moore sobre los desmanes que la falta de educación pública ha provocado en EEUU).
- La inmensa soledad en la que viven todos. ¿Acaso alguno tiene algún tipo de vida fuera del trabajo? La película deja bien claro que no.

Se trata de una película muy interesante que narra unos hechos muy concretos. No critica ni ofrece responsables, aunque indica que hay algo que no se ha hecho bien. Eso sí, una pequeña advertencia, que nadie busque tensión al límite, un ritmo trepidante ni nada parecido. Margin Call es una película sesuda, que necesita mucho de la atención del espectador para apreciar sus diálogos, dónde reside la gran esencia de esta película.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.5



martes, 25 de octubre de 2011

Devastación -Preludio al Cataclismo (Christie Golden)


Título: Devastación - Preludio al Cataclismo
Autor: Christie Golden
Título original: The Shattering - Prelude to Cataclysm

“Thrall, el sabio chamán y jefe de guerra de la Horda, ha percibido que se ha producido un perturbador cambio en el mundo...
Hace mucho tiempo, los destructivos elementales de Azeroth devastaron este mundo hasta que los benevolentes titanes los aprisionaron en el Plano Elemental. Sin embargo, a pesar de la intervención de los Titanes, muchos de estos elementales lograron regresar a Azeroth tiempo después. A lo largo de los siglos, los chamanes como Thrall han estado en comunión con esos espíritus y, con suma paciencia y dedicación, han aprendido a apaciguar las llamar de esos infiernos devastadores, y llevar la lluvia a tierras arrasadas por el sol, así como a controlar y mitigar la perversa influencia de los elementales sobre el mundo de Azeroth.
Pero ahora, Thrall ha descubierto que los elementales ya no responden a las invocaciones de los chamanes. El vínculo que compartían con esos espíritus se ha debilitado y quebrado, como si la misma Azeroth estuviera sometida a una gran presión. Mientras Thrall intenta averiguar qué aflige a los desconcertados elementos, también tiene que enfrentarse al precario futuro que aguarda a su pueblo, ya que cada vez cuentan con menos víveres y suministros de toda clase, mientras aumentan, día a día, los problemas con sus vecinos, los elfos de la noche.
Entretanto, el rey Varian Wrynn de Ventormenta medita emprender acciones violentas para poner punto final a la creciente tensión entre la Alianza y la Horda, una solución muy agresiva que amenaza con alienarlo de aquellos a los que más estima, incluso de su hijo, Anduin. El indeciso joven príncipe busca su propio camino en la vida, pero al hacerlo, se arriesga a acabar enredado en la maraña de inestabilidad política que está empujando al mundo al borde del abismo.”

Este mega-resumen espera en la contraportada, preludio de (ejem) acción sin límites y una historia épica en la que se decide el destino del mundo. Nada más lejos de la realidad, pues esa historia épica queda para el videojuego para el que este libro hace de precuela.

Lo primero que debo reconocer es que no me he leído otros libros de la franquicia del WOW (World of Warcraft), así que no puedo comparar la calidad del libro dentro de su línea, pero habiendo leído libros de otros videojuegos y de sagas como la de Warhammer, puedo suponer que debería ir por un estilo. Si nos basamos en esta premisa, se trata de un libro algo flojote.

Expliquémonos:
Básicamente encontramos tres tramas a lo largo de la historia. En la primera, Thrall es consciente de lo mal que va el mundo y decide abandonar su puesto de gobierno -dejando a un impulsivo y temerario joven Garrosh al mando- e ir en busca de su maestro para que le enseñe qué ocurre.
Mientras tanto, Anduin, el príncipe de los humanos, está entrando en la edad del pavo y no encuentra su lugar en el mundo. Además, su padre se avergüenza de él, ya que no parece que vaya a seguir los pasos de su padre como famoso guerrero. Para que se curta y se convierta en “todo un hombre” decide mandarlo una temporada con Magni Barbabronce, rey de los enanos en la ciudad subterránea de Forjaz. Allí conocerá muchos aspectos de la cultura enana y vivirá en directo la muerte de Magni y la aparición inesperada de su hija Moira, que reclama el poder tras muchos años de ausencia -y sin mucha idea de gobernar-.
Finalmente, la llegada al poder de Garrosh, mucho más impulsivo y violento que su predecesor, provoca bastante inestabilidad en la Horda. La líder de los Tótem Siniestro, una de las tribus secundarias Tauren aprovechará el momento para matar al líder de los Tauren y así intentar conseguir el poder.

La primera de las historias destaca por lo floja que es. No tiene la más mínima gracia ni interés. Además de un Thrall mucho más desubicado y confuso de lo que se esperaría en un personaje como él, la trama no tiene ningún aspecto que contribuya a darle interés a la cosa. La historia de Anduin puede pecar de excesivamente oportuna -todo pasa muy fácilmente y en el sitio correcto-, pero está bastante mejor. Aparte de una buena exposición del modo de vida enánico, las dosis de política ficción están aceptablemente realizadas, aunque el disturbio final es quizás precipitado. De igual manera, la historia de los tauren peca de lo mismo, todo encaja y pasa demasiado oportunamente, pero sigue teniendo su gracia.

Evidentemente, al ser una novela autoconclusiva que debe dejarlo todo preparado para que “las cosas” sucedan en el videojuego, no puede hacer que pasen muchas cosas, ya que entonces quitas protagonismo a lo que vendrá después. Quizás ahí reside la falta de enjundia de los hechos Devastadores que se supone que van a ocurrir y hace que la novela sea algo más flojita de lo esperado. Además, el haberme (casi) pasado el juego provoca que ya sepa como acaba la novela, lo que le resta aún más gracia.

Otra cosa rimportante es el hecho de que las escenas de acción pasan muy rápidamente, sin apenas explicar qué ocurre, como si a la autora le molestaran -aunque sean necesarias- y quisiera pasar rápidamente a otra parte más descriptiva. Siendo el libro de un videojuego de acción -bueno, más o menos-, uno esperaría encontrarse cierta cantidad de acción de calidad, pero no es el caso, transcurren con una precipitación excesiva, siendo muy superadas por las de cualquier libro de Warhammer.

No obstante, es de agradecer que sea un libro que se lee bastante fácilmente -menos la parte de Thrall, que llega a ser cargante en algunos momentos- con un estilo es fácil y rápido. Me ha chocado el hecho de que orcos, enanos y taurens se llamen a sí mismos “personas” o “hombres” cuando no son humanos, curiosamente, esto ocurre solamente en algunos capítulos, como si hubiera habido dos traductores ocupados en ello y sólo uno hubiera traducido de esta manera.

En cuanto a los personajes, hay que destacar dos:

Garrosh Grito Infernal: Recién nombrado jefe supremo de la Horda, es temerario e impulsivo, reacio a pensar las cosas dos veces y con cierto gusto por la sangre y la matanza. Sin embargo, eso no implica que sea alguien que desprecie el honor y la justicia, pues son dos cosas que tiene en cuenta. Además, a pesar de lo que se podría esperar, no está sediento de gloria sino que quiere ser un buen líder y hacer lo mejor por la Horda -al menos lo que él cree que es lo mejor-.

Anduin Wrynn: Es un niño que está aprendiendo lo que es el mundo. Sabe que tendrá que gobernar Ventormenta en un futuro y quiere hacerlo lo mejor posible, aunque le falta mucha experiencia. Curioso y abierto de miras, aún tiene en la buena fe de los demás, lo cual puede jugar malas pasadas a veces. Me ha gustado la manera que tiene de enfocar los problemas y, sobretodo, cómo se da cuenta de que no será lo que su padre quiere que él sea, pues no vale para ello, pero no por eso deja de esforzarse y mejorar para hacer lo que debe hacer y buscar su camino en la vida.

El resto de personajes, ya sea porque tienen un papel muy secundario en el libro, tienen protagonismo en otros libros -sobretodo-  o su historia es más simple que el mecanismo de un botijo, apenas intervienen más que para decir algunas frases. 

¿La novela es entretenida? Si. Pero no es nada del otro mundo. Si has jugado al videojuego te explica lo que sucede justo antes del mismo y te permite disfrutar más del mismo, pero es totalmente prescindible.

Nota: 3
Nota amazon: 4.45/5 (apenas 8 votos)

sábado, 22 de octubre de 2011

El amor en los tiempos del cólera


El Amor en los tiempos del cólera es una adaptación de la famosa novela de García-Márquez. Debo decir que no se lo bien que estará adaptada, pues no he leído la novela original, así que no entraré en eso.



La película nos muestra a unos jóvenes Florentino y Ferminia que se enamoran con ese amor loco de la juventud, jurándose amor eterno e incondicional. La familia de Ferminia, recién llegada a la riqueza, no ve con buenos ojos la relación de su hija con un simple empleado de telégrafos, por lo que separan a la joven pareja. Pero ni la distancia ni el tiempo hacen que el amor de Florentino, intenso y imperecedero, se apague. Empezará para él una vida de sufrimiento mientras lamenta su amor ausente, esperando paciente el momento en que Ferminia será suya.

El argumento parece ser una historia de amor sobrecogedora, con situaciones al límite y momentos de un romanticismo (no babiosil) espectaculares, vamos una película inolvidable. Lástima que un director inepto no le sepa sacar el más mínimo de jugo a la cosa.

ACTORES: En lo que se refiere al elenco actoral de la película, Bardem se esfuerza y hace un papel bastante más que digno. Sin embargo, da la sensación de que actúa un poco a tientas, sin que el director tenga idea de cómo deba comportarse, mezclando momentos histriónicos con otros demasiado apáticos. Del resto de actores… Ugalde da más risa que otra cosa -¿y eso es un zagal enamorado? Ni emporrado es más ridículo-, igual Mezzogiorno. Por lo menos Bratt -a quién algunos conoceréis de Dexter- hace ver que se esfuerza un poco, que si no Bardem se quedaba solo. Además, el maquillaje es ciertamente curioso, no hay más que ver como Ferminia tiene la misma cara con 18 años que con 70, sólo cambia (un poco) el peinado, ni una arruga oiga!

DIRECTOR: Primero vamos a destacar lo bueno. La fotografía, los escenarios y el vestuario son preciosos. La recreación de Cartagena de Indias, con todos sus decorados, sus trajes y los paisajes es magnífica. Ahí hay que felicitar al encargado de hacer ese trabajo. Luego llega Newell, que no estoy seguro que se haya leído el libro -tal como trata la historia- y te junta escenas innecesarias, con un par de grotesquerías, unos actores que no saben muy bien que hacer, un par de líneas bien bonitas, un desarrollo de la historia pésimo y unos paisajes fabulosos. Pues claro, el conjunto queda descompensado. Se supone que el director debe dotar a la película de un trasunto romántico y trágico, como buena historia de amor desesperado, pero el resultado es indolente e insustancial. No hay el más mínimo asomo de la magia que pide la historia en ningún momento del metraje.

GUIÓN: Cierto es que lo peor de la película es el guión. Aunque se supone que la  película debe de tener un cierto argumento lógico y seguirlo -durante algunos momentos podemos hacer el esfuerzo de creérnoslo-, el film no tiene ningún tipo de ritmo ni fuerza. La propia película no tiene ninguna capacidad de llamar la atención y el director tampoco parece esforzarse demasiado en otorgársela. Si coges un buen argumento -hay mimbres para ello- y lo desarrollas de una manera totalmente anodina e insulsa, y encima luego se lo das a un director bastante incompetente, pues te sale una película mala.

Lo que más me llama la atención es el dispendio realizado para generar esos escenarios tan trabajados y esa fotografía tan lograda para luego hacer un bodrio de película así. Me quedo con la sensación de que podría haberse hecho mucho mejor de lo que se ha hecho. Conclusión: me voy a leer el libro.

Nota: 5 (a pesar de que la película es mala, no puedo suspender un trabajo técnico tan bien hecho, no se lo merece. Si te gusta apreciar la dirección artística, el film puede ser aprovechable).
Nota filmaffinity: 5.5

miércoles, 19 de octubre de 2011

World of the dead (The Zombie diaries 2)


Y ahora viene la tercera (y última) película  del maratón de zombies: World of the dead (The zombie diaries 2)

The zombie diaries es una película muy mala de zombies de hará 4-5 años que tiene la particularidad que está rodada con cámara subjetiva. Vamos, es The Blair Witch Project pero con zombies por medio. Confusa, mala, mareante… Es sorprendente que encima se hayan atrevido a rodar una segunda parte. ¿Será mejor que la primera?

Lo bueno que tiene es que no es estrictamente necesario ver la primera para entender la segunda. Han pasado unos meses tras el inicio de la invasión zombie y prácticamente todo el Reino Unido está bajo el dominio de los no-muertos. Sólo un pequeño reducto de militares resiste el asedio de la horda de zombies. Entre ellos, hay un aficionado al cine al que le gusta grabar todo lo que ocurre y a través de sus ojos veremos todos los sucesos de la película. Nada más empezar y por alguna extraña razón que se desconoce (ejem), la puerta de seguridad del campamento queda abierta y los zombies pueden entrar, por lo que los militares se ven obligados a  huir y poco a poco serán atacados por una interminable cantidad de zombies.

La verdad es que es una película que no tiene nada destacable. La actuación de los diferentes actores es muy pobre, aunque hay que reconocer que lo único que deben hacer es limitarse a correr y poner cara de asustados todo el rato. El uso de cámara subjetiva es muy mareante, especialmente en las escenas nocturnas (casi todas), en la que sólo se puede ver lo que apunta la linterna, que va de lado a lado de la pantalla. Por otro lado, en los pocos momentos en que la cámara se centra, la película peca de gratuitamente violenta, cosa que siempre molesta mucho cuando el gore no es rutina en la película El guión es muy plano y no es más que una sucesión de escenas en las que poco a poco van habiendo bajas y quedan menos humanos que comer, con un par de flashbacks al inicio de la invasión que ni explican nada y sólo contribuyen a liarte un poco más -yo me quedé con una sensación de "y ahora me explicarán los flashbacks esos... eh, pues no"-. Además, la falta de lógica y coherencia en muchas de las acciones es cuanto menos chocante.
Un par de cuestiones respecto a esto último: una vez que en la película has demostrado que los zombies mueren con un disparo en la cabeza, yo entendería que un soldado armado con un fusil es capaz de disparar fácilmente a la cabeza de un objetivo que se mueve lentamente a una distancia de 5-6 metros. Sin embargo, esto  no ocurre en prácticamente ningún momento, en los que parece más fácil acertar a objetivos lejanos que los cercanos.
Por otro lado, si tus compañeros están siendo atacados por zombies y tú también eres un soldado, ¿por qué sigues grabando y no disparas?

Ni como cinta de terror cutre de zombies funciona, ya que apenas hay un par de escenas de tensión dignas de su nombre, en el resto, se está demasiado mareado como para agobiar lo más mínimo.

Nota: 1
Nota filmaffinity: 3.2

martes, 18 de octubre de 2011

Dead Heads


Ahora viene Dead Heads, la segunda película vista en el maratón de Zombies de Sitges.

Mike es un inseguro y atolondrado joven (que me recuerda mucho a Leonard Hoftstafer) que se despierta tras un accidente de tráfico con un gran dolor de cabeza. Aunque no lo sabe, se ha convertido en un zombie, un zombie algo diferente de lo habitual, pues es capaz de razonar y no tiene (mucha) hambre de cerebros. Poco después, se encuentra con Brent, otro zombie como él, que le enseña todo lo que puede hacer ahora que está muerto y le explica las ventajas de la no-vida, especialmente siendo los únicos zombies pensantes del mundo. El hallazgo de un anillo de compromiso recordará a Mike que iba a pedirle a su novia en matrimonio, cosa que piensa hacer a pesar de que la muerte los separe. A causa de ello, emprenden un alocado viaje a través de Estados Unidos mientras son perseguidos un grupo de cazadores de zombies sin mucho seso.

Esta delirante y divertida comedia parodia con bastante gracia todos los tópicos del cine de zombies, combinándolos con un esquema de road-movie romántica. Unos personajes muy simpáticos nos guían por una agradable comedia hecha con dos duros, mucha imaginación y muchas ganas de pasarlo bien. Recuerda en mucho a la magnífica “Zombies party” aunque sin llegar a ese demente punto paródico de ésta última.

ACTORES: Son todos actores bastante desconocidos y su trabajo es bastante cuestionable. Sin embargo, en una película tan simpática e ida de olla como ésta, cumplen con lo que se les pide, abusando de histrionismo en algunos momentos, rayando la demencia en otros. Saben ser simpáticos y divertidos, que en esta película es realmente lo que importa.

DIRECTOR: Los debutantes hermanos Pierce realizan una película divertida y bien pensada. Con un espíritu bastante gamberro, nos cuentan una historia muy absurda y simple pero que seguro nos arranca unas cuantas sonrisas. No se complican la vida para enlazar un gag tras otro mediante una historia que aporta un mínimo de sentido a lo que va ocurriendo.

GUIÓN: El guión es sumamente absurdo y delirante, esta road movie está pensada para divertir y, a pesar de tener bastante poco sentido, el ritmo no decae ni se hace aburrido. A pesar del tema, apenas hay chistes escabrosos y el único gag sexual está bien introducido y no canta de ninguna manera (lo cual es de agradecer). El desarrollo de la trama, aunque mínimo, es correcto y sirve de sostén para un montón de tonterías de humor descacharrante y divertido.

Presencia de buenos chistes y abuso de tópicos para firmar una película simpática a medio camino entre la serie Z y una road-movie romántica “seria”. Su falta de pretensiones la hace más agradable y divertida.

Nota: 5
Nota filmaffinity: 5.3

lunes, 17 de octubre de 2011

Exit humanity


En esta visita (muy agradable) a Sitges en pleno festival aproveché para asistir a la Maratón de cine de Zombies que hubo el viernes noche, entre unos cuantos cortos y una serie, se proyectaron tres películas. He aquí la primera de ellas: Exit Humanity.

La historia nos sitúa en el viejo oeste, apenas acabada la guerra de secesión. Cuando el veterano de guerra Edward Young regresa a su hogar, lo encuentra devastado. ¿Qué ha ocurrido? Una epidemia zombie se ha desatado y amenaza con asolar Estados Unidos. Tras la muerte de su hijo, decide emprender un viaje hacia el lugar favorito de su hijo, donde enterrará sus cenizas. Durante la expedición, se encontrará con gran cantidad de zombies y otros supervivientes aún humanos que, llevados al límite por la situación tan extrema en que se encuentran, han perdido todo asomo de civilización, diferenciándose bien poco de los zombies sin cerebro que hay por los campos.

Hay que reconocer que la propuesta es original, pues no me suena haber visto muchas películas de zombies ambientadas en el Oeste, y menos aún películas relativamente reflexivas, con poca acción, que hacen un gran hincapié en la pérdida de humanidad de aquellos que sobreviven y se ven obligados a matar zombie tras zombie en un frenesí de destrucción.

ACTORES: Dee Wallace es el protagonista absoluto de la acción, con el resto de secundarios reducidos a meros títeres que apenas sueltan un par de frases. Poco a poco vamos contemplando la devastación interior que sufre el protagonista, unido al dolor provocado por la pérdida de sus seres queridos. Es de reconocer que el actor consigue construir a un personaje creíble que viaja destruyendo zombies en busca de redención. Para mi gusto, una agradable sorpresa.

DIRECTOR: Geddes afronta su segunda película de terror buscando un tono más reflexivo y pausado, centrándose mucho más en la destrucción interior del personaje principal que en la acción mata zombies. El trabajo técnico es inesperadamente bueno y conseguido en una película de estas características. Tanto la fotografía como el vestuario están muy bien realizados y contribuyen mucho a dar fuerza a un prometedor y sugerente inicio, dando un plus de calidad a la película. Además, Geddes es suficientemente inteligente como para evitar las escenas complicadas y, en los pocos momentos en los que pasan muchas cosas delante de la cámara, toma prestados algunos trucos para salir del paso con un mínimo de decencia.
No obstante, la estructura narrativa -Geddes también hace el guión- está organizada en forma de capítulos -con su entrada y todo-. La elección es desafortunada pues éstos son demasiado inconexos entre sí y la introducción de los mismos es más bien torpe, obligando a realizar un esfuerzo -cosa difícil a las dos de la mañana- para intuir que puede haber ocurrido durante las elipsis, con altas posibilidades de perder el hilo en el proceso. A pesar de que el inicio tiene fuerza y resulta ligeramente estimulante, hacia mitad de metraje, la película va perdiendo fuerza y acaba en un final bastante absurdo e insulso al que el director no es capaz de insulfar apenas consistencia.

GUIÓN: La película se halla dividida en capítulos, como si de un libro se tratara. Empezando con un prólogo totalmente desligado e inconexo con la película -un pegote-, lo que es una propuesta interesante y bien pensada en su metraje inicial se ve lastrada por un desarrollo muy irregular. La abundancia de incoherencias y sucesos extraños a partir del capítulo V destroza lo que podría haber sido una buena película, pues desde el momento que intenta dar una explicación lógica a la aparición de los zombies, la película pierde el rumbo y va dando bandazos sin mucho sentido hasta su desenlace. Momentos bien conseguidos -la muerte del hijo del protagonista- contrastan con otros ciertamente grotescos -el reclutamiento del ejército zombie- que le quitan toda la gracia a la película.

Durante sus cuarenta minutos iniciales -a pesar de su división en capítulos y su prólogo- la película es original, fresca y atractiva, incluso para no aficionados al género. Pero a mitad de película el autor pierde la idea de lo que quiere contar y empieza a apelotonar situaciones más bien incoherentes, llegando a un final muy flojo que deja con mal sabor de boca.
Se agradece encontrar una propuesta tan diferente -y más en un casi debutante-, sin embargo, el director peca de falta de calidad a la hora de rematar lo que es un buen y prometedor inicio, cosa que desluce mucho el resultado.

Nota: 3
Nota filmaffinity: 4.7

domingo, 16 de octubre de 2011

Ilión II: La rebelión (Dan Simmons)


Título: Ilión II: La rebelión
Autor: Dan Simmons
Título original: Ilium

“La historia del asedio de Troya (Ilión), reconstruida en un lejano futuro: los dioses son post-humanos que disponen de una divina tecnología cuántica, el monte Olimpo está en Marte y los nuevos robots moravecs, de más allá del cinturón de asteroides se interesan por la inusitada actividad que se observa en el planeta rojo.
Mientras tanto, los últimos humanos de la Tierra viven una insulsa vida de eloi bajo la atenta vigilancia y supervisión de unos misteriosos Voynix de origen desconocido.”

Después del gran sabor de boca que me había dejado la primera parte de la saga, era casi obvio que la segunda parte (de 4) iba a caer pronto.

Como ya comenté en la reseña de la primera parte, se trata de un libro único partido en dos, con lo que el final del libro anterior no era un final al uso, si no que quedaba todo truncado, partido en medio de la acción. Por ello, éste empieza en medio de la acción, a fondo y dejando sin aliento desde la primera página.

En Troya, Hockenberry empezaba a darse cuenta de que las cosas se empezaban a salir del camino marcado por la Ilíada. Las cosas empeoran y se salen de madre del todo, pues Hockenberry se ve obligado a intervenir en el curso de los acontecimientos, provocando que la línea temporal se rompa del todo y que, a partir de allí, se cancelen todas las apuestas, y entonces cualquier cosa puede (y va a) suceder.
Los moravecs habían conseguido llegar a Marte pero una vez cerca del monte Olimpo, son capturados por Apolo. A partir de ese momento, tendrán que centrar sus esfuerzos en escapar de los palacios de Zeus…
Finalmente, los humanos de la tierra se han encontrado a Odiseo y deciden dividirse: Ada volverá a su casa con Odiseo para mostrar al mundo la mentira en la que viven, mientras que Daeman y Harman volarán hacia la estación espacial de la Tierra, dónde habitan los dioses -según las creencias del momento- y allí afrontarán horrores que nunca hubieran imaginado.

En esta segunda parte Simmons sigue mezclando con maestría diversos géneros literarios, pues encontramos épica futurista en la guerra de Troya y novela de aventuras exóticas con los moravecs, mientras que la novela ética de los humanos se transforma en una historia de terror que te deja sin aliento a cada página.
Simmons en ningún momento renuncia a sus momentazos peliculeros, buscando y consiguiendo páginas y páginas de situaciones espectaculares que te obligan a seguir leyendo. Las tres tramas separadas empiezan a hilarse -aunque pareciera imposible- y a relacionarse poco a poco entre ellas, como dirigiéndose hacia un punto en común que aún no llega.

Lo que es curioso es que la trama más floja de la primera parte se transforma en una apasionante historia de terror llena de tensión y que, junto a la espectacularidad de la fabulosa trama Troyana, provoca que la historia de los moravecs pierda algo de interés frente a las otras dos aunque siga siendo entretenida y divertida,.

En cuanto a los personajes, al tratarse del mismo libro que la parte anterior, apenas tiene personajes nuevos. No obstante, algunos ya existentes empiezan a evolucionar, siendo aún más interesantes.

Thomas Hockenberry: Nuestro socarrón intelectual que tantas perlas nos había dejado como locutor deja de ser poco a poco un mero espectador y se ve obligado a actuar. Esto provoca que sus narraciones pierdan objetividad y podamos comprobar como un tímido, cobardica y más bien patoso profesor de universidad se ve obligado a aprender -a las malas- cómo debe ser un héroe de la época. Reconozco que le he cogido cariño al ver la cantidad de veces que, aterrado, no le queda otra que sacar valor donde no tiene y seguir haciendo lo que hace.

Daeman: El guaperas egoísta de la Tierra también se ve obligado a transformarse en la estación espacial. No sólo descubrirá lo que es el miedo y el dolor, si no que también se verá obligado a luchar por su vida de una manera que nunca hubiera imaginando. Estos hechos provocan un endurecimiento de su carácter, consiguiendo que el personaje madure y evolucione de una manera muy coherente e interesante, contribuyendo a construir un personaje mucho más atractivo.

Próspero, padre de los diez mil hijos: Próspero es (fue) un Dios que habitó en la Tierra, surgido a partir de la evolución de la logosfera (Internet) que consiguió tener consciencia de si mismo y tener un ávatar físico. Ahora no es más que el eco grabado de la sombra de una sombra. Antaño todo poderoso, sabio y compasivo, ha perdido todo su poder y su capacidad de acción, encerrado en su estación espacial, siendo un simple holograma omnisciente consumido por los remordimientos que no puede hacer nada para detener a su hijo más querido, Calibán.

Calibán, el ángel caído: Siendo el hijo de Próspero, se esperaba de él que se convirtiera en el adalid de una nueva humanidad. Sin embargo, su ansia de violencia y sangre lo convirtió en un monstruo que masacró a todo lo que tuvo a su alcance quedándose encerrado en la estación espacial, donde espera paciente… Malvado, cruel y retorcido, encuentra regocijo en la caza de su presa, con la que juega como un gato haría con un ratón, hasta que decide devorarla.

La novela sigue siendo tan brutalmente espectacular como su predecesora, manteniendo ese gusto por mezclar cosas imposibles, no sólo consiguiendo que sean coherentes, sino haciendo que sean realmente impresionantes. Las tramas siguen siendo muy adictivas y nuevos personajes se unen a los anteriores para añadir más salsa a la diversión. Además, la abundancia de momentazos brutales peliculeros sigue en danza y no baja el ritmo en ningún momento, acabando además en un clímax troyano apoteósico que es de lo más impactante que he leído en mucho tiempo.

Transcribo un par de fragmentos que me hicieron mucha gracia:

¿Qué está diciendo?, preguntó Orphu.
Os desafío dioses, bla bla bla… Y ahora invoco al caos y desato los perros de la guerra…, recitó Mahnmut.
Espera, dijo Orphu. ¿Ha usado de verdad esa cita de Shakespeare?
No, dijo Mahnmut. Estoy traduciendo libremente.
Fiuuu, dijo el ioniano. Pensé que teníamos un plagio sorprendente entre manos.

¿Quieren una receta para perder toda la autoestima? Intenten permanecer desnudos enfrentándose al Dios de Todos los Dioses que va vestido con botas altas, grebas doradas y armadura de batalla. Además de esta obvia diferencia está la cuestión de la altura. […] y Zeus mide cinco metros esta tarde. ¡La maldita puerta fue hecha para estrellas de la NBA que lleven a hombros a otras estrellas de la NBA, y Zeus ha tenido que agacharse para pasar!

En resumen, una magnífica continuación -que no lo es como tal- que acaba un fabuloso libro que mezcla géneros y tiempos con una alegría y una maestría sorprendentes. En cuanto pueda me cojo los siguientes.

Nota: 9

domingo, 9 de octubre de 2011

Dragonball: Evolution


A ver, hoy he considerado seriamente ver Dragonball: Evolution durante unos tres segundos. Si, tres segundos. Luego he reflexionado sobre lo espectacularmente horrenda que es. Es todo un ejemplo de cómo usar 100millones de $ para hacer una bazofia de película que oscila entre lo patético y lo insoportable. Lo que me pregunto ahora mismo es si cuando lo hicieron pensaban en el trabajo tan horripilantemente espantoso que estaban realizando, o creían que lo hacían bien. Esta ¿película? es un buen ejemplo de cómo tirar 100M$ a la basura y 80 minutos de la vida de un espectador. En serio, si os planteáis verla, poneos 80 minutos de nyancat. Lo aprovechareis más.

Por si lo necesitais:

Nota filmaffinity: 1.7 (tiene el dudoso honor de ser la peor película desde 1980).

sábado, 8 de octubre de 2011

De la rebeldía a la leyenda de Coco Chanel


Ante un biopic -mira que tienden a no gustarme- uno esperaría que se siguiera el esquema típico: Inicios de la “estrella”, subida a la fama, descenso a los infiernos provocado por sus excesos y algún tipo de redención. Ésta suele ser la manera clásica de realizarlos. No obstante, éste es diferente, pues se centra justamente en los años que van antes del momento en que Cocó Channel da el paso de convertirse en modista. Es decir, acaba justo cuando las demás comienzan.

Lo que cuenta la película es el origen de Cocó, desde su infancia en un orfanato hasta que se convierte en la amante de un barón, decidiendo dar el salto al estrellato de la moda. Del orfanato pasa a un cabaret, donde triunfa al tener una cara bonita, talento y cierta originalidad en su actuación. Allí, un noble terrateniente se fija en ella y decide incorporarla a su harén. A pesar de que su independencia y orgullo le impiden aceptar inicialmente, acaba decidiendo que allí vivirá sin ningún agobio y pasa a ser su amante. Una vez convertida en una mujer florero, se entretiene haciendo arreglos y trajes a las mujeres de su entorno, que triunfan debido a su rupturismo y modernidad.

En un principio, tenía entendido que Channel fue una figura muy polémica en su época, ya que rompía con casi todas las normas establecidas del comportamiento femenino: fumaba, llevaba pantalones, no se interesaba demasiado por joyas ni amoríos y tenía ambiciones que no pasaban por la cama de un hombre. Lo más parecido a una polémica por ello en la película es un simple comentario “mira, está fumando” hecho con una sonrisa en los labios, como quién ve algo curioso. Nada más. Solamente en el momento en que dice querer dedicarse profesionalmente a diseñar encontramos un poco de reticiencia, pues su entorno no entiende como alguien puede querer trabajar, con lo cansado que es y lo divertido que es ir de orgía en orgía.

ACTORES: Audrey Tautou parece haberse convertido -tras la radicalmente diferente Amèlie- en la mayor estrella internacional de Francia y, en una película que ensalza una personalidad femenina francesa, parecía obligada su presencia. Su trabajo es impecable, realizando una interpretación acertada, aunque sin lucimientos gratuitos ni escenas especialmente complicadas. En cuanto a los secundarios, Poelvoorde se aleja de sus papeles cómicos pero no pasa de ser un mero tótem, al igual que Nivola, que parece más una escultura de cera que un ser humano.

DIRECTOR: Fontaine ha realizado la película con autentico mimo. Hay un trabajo enorme de elección de escenarios, multitud de exteriores, un vestuario y una fotografía trabajadísimos y un ritmo pausado pero constante que acompaña durante toda la película. Es evidente que pone mucho esfuerzo en realizar una película totalmente armoniosa e idílica. Sin embargo, no logra despertar el más mínimo interés en el espectador. Hay bastantes escenas muy destacables visualmente, como la fiesta de disfraces en palacio con Channel vestida de hombre o el baile en París con Channel como la única que viste de negro, pero que no arregla la gravísima pobreza mental de los personajes.

GUIÓN: La estructura del guión está muy bien pensada y realizada. La película discurre sin altibajos, contiene multitud de diálogos con cierta profundidad, que invitan a la reflexión y un desarrollo perfectamente redondo y bien hilvanado. Sin embargo, parece que la manía de hacer una película de cada personalidad de nuestra sociedad deriva siempre en una propuesta insulsa, sosa y hueca. Los personajes, supuestamente interesantes y atractivos, no hacen otra cosa que caer mal y ser repulsivamente pijos e insoportables -no niego que la realidad pueda estar bien representada, eso lo desconozco- y la presencia de unos actores de cartón-piedra no hace sino realzar la sensación de desapego que provocan.

Además, cuando parece que la película va a empezar y por fin, Channel se decide a empezar su aventura como modista, se acaba el film. Por otro lado, no hay apenas más que un par de pobres referencias a esa ruptura social que provocó, aunque quizás eso vendría luego y no lo vemos en la película.

Digamos que la película explica muy, pero que muy bien una historia que no tiene el más mínimo interés para el común de los mortales. Y es que quienes busquen en el film descubrir los fabulosos secretos de uno de los grandes pilares de la moda del siglo XX -y posteriores, qué duda cabe-, quedarán frustrados ante lo que se dibuja como un aburrido perfil de la creadora que termina exactamente donde comienza el glamour de la pasarela. Un aburrimiento muy bonito, pero un aburrimiento al fin y al cabo.

Nota: 5
Nota filmaffinity: 5.7

Tiene dos nominaciones a Óscar: vestuario y fotografía. Que una película francesa (ergo no anglosajona) consiga esto, ya tiene su mérito. ¡Ay si el resto de cosas hubieran estado tan bien hechas!

viernes, 7 de octubre de 2011

Las ovejas de Glenkill (Leonie Swann)


Título: Las ovejas de Glenkill
Autor: Leonie Swann
Título original: Glenkill (Alemán)

“En una colina cercana a la pintoresca aldea de Glennkill, un rebaño de ovejas rodea el cadáver de su pastor, que ha amanecido muerto con una pala atravesándole el pecho. ¿Quién puede haberlo asesinado? ¿Y por qué? Una vez acordada la conveniencia de investigar, las rumiantes se ponen en marcha. Por fortuna para el lector, están inusualmente preparadas, ya que el pastor les leía un rato todas las noches: algunos cuentos de hadas, muchas novelas románticas, algún tratado de enfermedades del ganado lanar e incluso parte de una novela policíaca. Sin embargo, descubrir al asesino no será tarea fácil, por lo que Miss Maple y sus espabiladas compañeras deberán hacer gala de la antigua sabiduría ovina, de sus afilados poderes de observación y de lo que aprendieron de los libros si quieren descifrar las enigmáticas claves del comportamiento de los humanos, esos seres extraños…”

Con esta inusual premisa, se empieza la lectura de una novela muy fresca y original. Se trata de una novela de intriga con mucho humor en la que los protagonistas y detectives no son humanos, sino las ovejas de un rebaño. A raíz de la muerte de su granjero, cosa que las ovejas toman como una gran afrenta, deciden usar todo su tiempo libre -aquel en el que no están pastando- en resolver quién ha sido el que ha acabado con su cuidador.

Una vez asistimos gratamente sorprendidos a la sucesión de chistosos diálogos en los que las ovejas deciden investigar la muerte de su pastor, vemos como la muerte ha trastocado la vida del bucólico pueblo de Glenkill, una pequeña aldea irlandesa “en la que nunca pasa nada”, todo el mundo se conoce y se aprecia y vive en paz y armonía. Sin embargo, a medida que avanza la trama, las ovejas empiezan a actuar de una manera más excéntrica -a ojos humanos- y empezamos a ver como en Glenkill las cosas no son lo que parecen, todos los lugareños guardan secretos y la vida no es tan apacible como podría parecer en un principio…

La autora utiliza a las ovejas como personajes en su libro, pero no cómo animales “humanos” como hizo Orwell en su granja, sino cómo ovejas de verdad, que piensan como ovejas, con sus limitaciones tanto en su manera de pensar como en las actividades que son capaces de realizar. Estas limitaciones son las que hacen la historia un tanto especial, pues las ovejas destacan por su ingenuidad y candidez: son ovejas. Son  gregarias, cobardicas, muy inocentes y totalmente desconocedoras del comportamiento humano. Su mente es simple, sin capacidad de realizar de pensamientos complejos, con una alta tendencia a la evasión -hieeerba…- y, evidentemente, con una manera de pensar muy ovejil, en que relacionan todo con su universo de ovino en que nada importa más que encontrar un buen trozo de hierba y tranquilidad para poder disfrutarla -lo que da lugar a símiles y situaciones muy graciosas-
La autora no dota de una personalidad como tal a las ovejas, considera que su actitud ovejil ya es suficiente y simplemente atorga a cada una de ellas de una cualidad para diferenciarlas del resto: una es la inteligente, otra la memoriosa, otra la que ve bien, otra la que tiene buen olfato…

Los momentos más brillantes del libro se producen cuando las ovejas son testigos de “esas cosas raras que hacen los humanos” y hacen esfuerzos para comprenderlas desde su punto de vista ovejil. Hay momentos ciertamente desternillantes, como cuando son testigos del levantamiento del cadáver o el entierro; que son situaciones que quedan totalmente fuera de su capacidad de comprensión y claro, la manera en que los interpretan es muy graciosa.

Hay que reconocer que la novela es muy fresca y original. Se lee muy cómodamente y tiene un punto chistoso en todos sus momentos que la hace muy amena,  ideal para pasar un rato divertido. No obstante, hay que reconocer que a veces a la autora se le va la mano con las historias ovejiles y hay momentos en que la investigación del asesinato queda algo olvidada mientras las ovejas se entretienen con sus paranoias sobre el sentido de la existencia ovejil y otras historias secundarias dentro del rebaño que, aunque graciosas, no ayudan a resolver el caso.

En resumen, es una novela negra ligerita explicada desde un punto de vista algo desconcertante y gracioso. Aunque la investigación es simple a más no poder, el proceso de desvelar las intrigas escondidas de ese pueblo idílico es bastante divertido. Es un entretenimiento muy sano que a veces divaga un poco demasiado sin perder gracia. Entendámonos, unas ovejas haciendo de detectives… pues tiene su qué.

Nota: 6
Nota amazon: 3.95/5

miércoles, 5 de octubre de 2011

No habrá paz para los malvados


Santos Trinidad -toma nombrecito que le han buscado- es un policía a ratos perdidos y un borracho la jornada entera. Y tiene malísimo ron. Y lleva pistola. Y no le importa nada. Una pésima y explosiva combinación que solo espera una pequeñísima mecha para mandarlo todo a tomar por culo, que es como él se siente, por cierto. Así que una noche cualquiera aparece en el lugar equivocado, a la peor hora de la madrugada, con el pie cambiado y la garganta seca, y se encuentra con un chulo tocahuevos y estúpido, que no distingue las señales, y confunde a Santos con un policía acabado y digno de lástima. La conmiseración de un cabrón sin escrúpulos es la chispa que colma su vaso sin fondo y prende el último cartucho de orgullo y dignidad que le quedaba. En mala hora y con fatales consecuencias. No, definitivamente, no era su noche ni la de los que se cruzaron con él. Pero el mayor problema de Santos es que un testigo de la masacre ha escapado. Si quiere salvar el pellejo, no le queda otra que encontrarlo y acabar con él. Para ello tendrá que recuperar todas sus capacidades de investigador que ya creía olvidadas e involucrarse en un caso de tráfico de drogas que  lleva cada vez a territorios más turbios.


Ante todo, hay que reconocer que estamos ante una rara avis en nuestro cine. La película es todo un ejemplo de thriller negro y amargo, de ambientes turbios y antihéroes que no tienen más remedio que dar todo de sí en busca de algo parecido a la redención. Se trata de una película que perfectamente habría podido rodar Denzel Washington o Bruce Willis pero no, es española y lo hace José Coronado (toma ya). No es una película de tiros, ni de acción, ni de actores guaperas; es una película de descenso a los infiernos, que me recuerda mucho a El fuego de la venganza, pero ubicada en los suburbios de Madrid y teniendo en cuenta que Urbizu no es Scott ni tiene su dinero, pero le da para hacer una película muy sólida en un género que se estila muy poco en nuestro cine, cosa que se agradece como agua de mayo.

ACTORES: Se trata de una película prácticamente mono-actoral, con un José Coronado que acapara toda la atención. En los primeros momentos puede pillar algo fuera de juego ver a Coronado haciendo un papel tan alejado de su galantería habitual, pero una vez acostumbrado, se come todas las escenas como nada. Personalmente, lo veo uno de los favoritos a los Goya de este año (falta ver lo que queda por salir). Lamentablemente, los secundarios son excesivamente planos y monocordes. Aunque su guión tampoco da para mucho, uno esperaría un poco más de los personajes de Juanjo Artero y Helena Miquel (Las Flores azules), muy robóticos.

Me sorprende la capacidad de Coronado de construir un personaje tan destruido y avergonzado de si mismo, pero al mismo tiempo pasado de vueltas y orgulloso. Antiguo miembro de los GEOs, supercondecorado -vamos, el equivalente castizo del típico exmarine de las pelis yanquis- venido a menos por unos sucesos en Colombia que de vez en cuando sale de los bares para ir a dormir a comisaría. La construcción de tío duro a la manera Hartigan queda bien plasmada en su manera de pedir cubatas -que se toma- y en una serie de frases lapidarias que, sorprendentemente para el cine español, son podidamente creíbles.

DIRECTOR: Después de sorprendernos con la brutalmente fresca y admirable La caja 507, Enrique Urbizu se había dedicado a sus quehaceres. Ahora, después de muchos años de silencio, nos sorprende con un thriller seco y amargo, inesperadamente sólido y desolador. Hace recaer todo el peso de la película en un Coronado de fuertes hombros, aprovechándolo y dándole cancha para que se luzca. Es de destacar como construye un film tan redondo con los pocos medios -perfectamente aprovechados- de los que dispone. Las escenas de acción son de una sobriedad destacable, recordando a las películas de Hollywood de los 70 -probablemente porque no tiene medios para hacer cosas más trabajadas-. No intenta hacer grandes alardes de fuegos artificiales y sabe dar todo lo que tiene sin dar un paso en falso; error en el que caen muchos cineastas españoles que intentan rodar a lo Hollywood sin dinero, mostrando una cutrez excesiva. La dirección está realizada con gran corrección, la gestión de los tiempos y la elección de escenas es más que correcta, haciendo lo posible por intentar sacar algo de los actores secundarios, a pesar de la penita que dan.
Tanto la escena inicial del bar de alterne, como el interrogatorio del juez son escenas muy destacables en su solidez y consistencia. Sobretodo en la primera, que transmite una sensación de “aquí se va a armar la de Dios” sin hacer nada más que pedir un cubalibre…

GUIÓN: Después de un inicio bastante rompedor y confuso, la trama se divide rápidamente en dos partes: en la primera vemos como Santos investiga quién es el posible delator y va arrasando con todos para conseguir la información, mientras tanto, se va dando cuenta de que el tío al que persigue no es precisamente un muerto de hambre. En la segunda, tenemos la investigación de una jueza que intenta saber quienes son los muertos del club de alterne, desembocando en una caso de tráfico de cocaína que esconde una trama aún más turbia. Urbizu -también guionista- consigue hilvanar hábilmente las dos tramas en las que Santos investiga a la antigua usanza -a lo bruto- y la juez, que básicamente cumple las funciones de narrador de la historia, se vale de todos los medios de la justicia.
El ritmo, aunque lento y pausado, no permite un momento de distracción, pues cada detalle es importante para el desarrollo de la película. Sin embargo, al avanzar la investigación, el guión da un giro inesperado -justificado en la historia, pero bastante inverosímil- añadiendo una vuelta de tuerca mucho más depravada y no muy creíble que no acaba de casar con el inicio de la película, sin embargo, Urbizu consigue resolverlo decentemente, dejando caer por ahí un par de comentarios respecto a la falta de colaboración entre diferentes cuerpos de investigación, que siempre trae desgracias…

¿Qué le echo en falta? Una mínima explicación de porqué Santos pasa de ser un superpolicía a ser un alcoholico, aunque fuera tirando de tópico. Viendo la película, es posible que esa elipsis sea totalmente deliberada ya que lo que importa es que ahora es un desastre de persona que se avergüenza de sí misma, pero me hubiera gustado verlo. Además, el inicio tan deliberadamente confuso me dejó un poco con la sensación de que me han escamoteado -¿de manera voluntaria?- un par de escenas, me faltaría alguna explicación de porqué Santos empieza a investigar a los colombianos. Por otro lado, el giro que pega la película, aunque justificado, puede parecer un poco patillero a muchos.

En resumen, No habrá paz para los malvados es un thriller muy sólido y muy bien realizado para ser una película española. Un Coronado en estado de gracia nos sorprende haciendo un gran papel de antihéroe yanqui a la manera castiza y nos recuerda que aquí también se puede -de vez en cuando- hacer películas de calidad. Evidentemente, con una mayor cantidad de recursos se podría haber hecho algo mejor, pero es de destacar como Urbizu aprovecha lo poco que tiene.
Es lo que se suele llamar un “thriller de oficio”, que nos llega de vez en cuando desde el cine yanqui. Simplemente, es una película que cumple con todos los tópicos del género, bien filmada, sin errores de consideración, pero sin intención de rizar el rizo ni de complicarse la vida. 

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.1