martes, 23 de abril de 2013

Yo, también


Película que se centra en el problema del síndrome de down y como los demás percibimos a estas personas y sus problemas que van más allá de su discapacidad y que son debidos a una incomprensión social incluida la de sus seres más cercanos.



Daniel es el primer europeo con Síndrome de Down que ha conseguido licenciarse. Al empezar a trabajar y demostrar con orgullo que lo puede hacer tan bien como cualquier otro, conoce a Laura, de la que se enamora. Evidentemente -si no, no habría película- Daniel deberá luchar contra muchos de los prejuicios de Laura antes de obtener su atención.

Desde el principio, Yo, también pisa terreno minado. Las películas que tienen como protagonista a algún tipo de discapacitado intentando superar sus limitaciones (lo que solemos llamar "historias de superación personal") corren siempre el riesgo de caer en la sensiblería o la lágrima fácil. Por suerte, el tratamiento que se da al tema es muy realista, aunque no se libra de tópicos argumentales y situaciones gastadas.

ACTORES: Si la película se sostiene por algo, es por el correcto trabajo actoral de Lola Dueñas y de Pablo Pineda. A pesar de que el guión les da unos personajes muy desdibujados, consiguen componer un buen dúo con agradable química. Son capaces de sacar dos personajes verosímiles y sostienen una película que de otra manera se acercaría al desastre. Premiados justamente con Goya a mejor actriz y nominación a actor revelación. El resto de actores… bueno, aparecen en pantalla.

DIRECTOR: Pastor y Naharro debutan en el largo con esta película. Parecen buscar una dirección hiperrealista, pero luego plantean situaciones absurdas, con un ritmo muy irregular e incómodo. La puesta en escena es sorprendentemente deficiente en algunos momentos y el film en sí está muy mal montado. Por poner un ejemplo: entiendo que está de moda mover la cámara como si tuvieras el baile de San Vito, pero en una escena dónde se supone que los personajes se están declarando de un modo más o menos solemne, es feo que la cámara tiemble como loca mientras se cambia más de cinco veces de plano en el plazo de una sola frase…
Acaba convirtiéndose en un documental (malo) sobre la vida con síndrome de Down. Demasiado defecto e impostura para mi gusto.

GUIÓN: No sé muy bien por dónde empezar. A pesar de que el tema puede dar pie a un buen desarrollo, los personajes son de papel de fumar. La historia parece dar muy poco de sí y por momentos se vuelve reiterativa y alargada, incluso con una subtrama metida con calzador ahí en medio. Diálogos con poco sentido, situaciones absurdas, exceso de maniqueismo… Aun intentando ver la película con buenos ojos, el desarrollo es altamente deficiente. Además, el desenlace es un poco… ¿Horrendo?

El abuso de tópicos y el buenismo generalizado confluyen con una trama nimia y una dirección deficiente. Por suerte, la gran química entre los dos protagonistas consigue hacer digerible su visionado.

Nota: 2
Nota filmaffinity: 6.5

Se llevó el Goya a mejor actriz (muy merecido por saber sacar tanto donde no hay NADA) y mejor música. Se llevó la nominación a actor novel (muy bien Pablo Pineda) y a director novel (que no entiendo, salvo que sea por el tema tratado).

sábado, 20 de abril de 2013

Pacto Sangriento (Dan Abnett)


Aunque sea un poco en desorden, sigo con la saga de los Fantasmas de Gaunt -creo que algún día tendré reseñados todos los libros -. La mejor saga de la franquicia destaca por su lenguaje ameno, su ritmo ágil, sus adrenalíticas tramas y su adecuada acción. Aunque ya empieza a mostrar signos de agotamiento, sigue siendo muy recomendable. A ver pues, como está la 11º parte de la saga (que ya son!)

Título: Pacto Sangriento
Autor: Dan Abnett
Título original: Blood Pact

“En la retaguardia de la Cruzada de los Mundos de Sabbat, el Primero y Único de Tanith aguarda su siguiente destino. Sin embargo, la llegada de un prisionero enemigo para ser interrogado atrapa al comisario Gaunt en una complicada y mortífera red de intrigas. ¿En quién puede confiar? ¿Por qué es tan valioso el prisionero? El destino de la cruzada depende de estas preguntas, y Gaunt debe encontrar las respuestas antes de ser eliminado.”

Después de dejar por terminada la historia por tercera vez, la editorial ha presionado a Abnett para que vuelva a abrir la saga y parece que hay programado hasta el tomo 15. Por ahora, podemos disfrutar del 11, que nos sitúa en la retaguardia, dónde los Fantasmas pueden -por fín- descansar un poco (leed Sólo en la muerte para más información).

La antaño gloriosa Balhaut, primera gran victoria de la Cruzada, se ha convertido en un “Marina d’Or” para que los soldados descansen y en un lugar de peregrinaje obligatorio para todos los implicados en la cruzada. Fue precisamente allí donde empezó la gloriosa carrera de Gaunt, ya que fue decisivo en la victoria, superando incluso a los Marines Espaciales presentes. El misticismo con el que el pueblo llano eleva esta batalla y la figura de Gaunt ha llegado a cotas inesperadas. Él se ha convertido en una leyenda viva, cosa que no parece llevar muy bien.
El descanso que en un primer momento la tropa agradeció -y más después de una campaña especialmente dura- está pasando factura a los Fantasmas. Mientras que Gaunt se ha acostumbrado a la buena vida, engordado visiblemente, el resto de los Fantasmas se aburren. No son capaces adaptarse a la tranquila vida de descanso,  sufren gran cantidad de transtornos de excombatientes y, después de tanto tiempo en tensión máxima, necesitan continuamente de válvulas de escape para vivir con los traumas del pasado. Esto inevitablemente, les llevará a meterse en líos.

Abnett se toma el inicio con un poco de calma mientras te muestra como los Fantasmas no consiguen adaptarse, recreando con mucha corrección los traumas de los veteranos de guerra.  
La aparición del misterioso prisionero sirve de punto de partida para una historia simple de acción, donde Gaunt se convierte en una peligrosa presa al acecho de los dos mejores cazadores del Sistema: la Inquisición y sus propios Fantasmas.
Recordemos de las entregas anteriores que las autoridades aún no acaban de confiar de Gaunt desde su estancia en Gedeon. Por ahora, los Fantasmas han conseguido librarse y demostrar que son leales, pero no todos se fían.  En estas casualidades que pasan en la vida, justo cuando va a empezar el interrogatorio por parte del Comisariado -con Gaunt presente-, aparece la Inquisición y reclama al prisionero. A continuación, un ataque terrorista obliga a Gaunt a huir para salvar la vida al prisionero y poder interrogarle. Evidentemente, la Inquisición no dudará en tacharle de traidor y buscar su captura. No olvidemos que el estilo de la Inquisición suele ser el de disparar primero y luego volver a disparar -por si acaso- antes de preguntar. Los Fantasmas, al ser leales a Gaunt, lo buscarán para protegerlo, aunque eso significa condenarse a ojos del Imperio -¡malo, malo!-.

En comparación con otros libros en los que la historia bélica tiene mucha importancia, la trama es muy simple y funcional, sirviendo de introducción a un nuevo arco -quizás el último- argumental. Abnett no se complica la vida y opta por una simple historia de persecuciones que no te deja respirar hasta que acabas el libro. Muchas reminiscencias a El Fugitivo pero ambientado en el sombrío mundo de Wh40k y con el toque de acción que sabe dar Abnett.

Alejándose de la historia coral que siempre se había cultivado en esta saga, el protagonismo recae de manera casi absoluta en el Comisario Ibram Gaunt. Éste no ha cedido un ápice en su rectitud y su sentido del deber, pero que, tras salir de las puertas de la muerte, empieza a hacer balance de su vida y de las cosas que podrían haber sido -con la revelación de un par de secretos con mucha chicha-. Justo cuando empieza a creer que se está haciendo demasiado viejo para esto, se ve envuelto en un malentendido en el que deberá luchar sin descanso para salvar el pellejo.

Aunque el estilo coral de la saga se pierde un poco, Abnett no se olvida de dar mucha personalidad y entereza al resto de personajes que salen. En esta entrega, Gaunt es acompañado de Wes Maggs, el único soldado de los últimos refuerzos que ha conseguido entrar en las escuadras de exploradores. Es todo un charlatán, un especialista en decir lo más inapropiado en el momento más inoportuno. Por estar en el lugar equivocado, se ve obligado a huir con Gaunt, obligándole a elegir entre la lealtad al Trono o hacia su Coronel.

Otro de los personajes desarrollados es la sargento Tona Criid. A lo largo de los libros ha demostrando ser una soldado muy válida y ha ido ascendiendo en el escalafón. Su reciente viudedad la ha afectado más de lo que esperaba y ahora es incapaz de soportar la inactividad. Todo junto ha sido demasiado para ella y le ha acabado volviéndose adicta a los pasteles -de todo tipo-, lo que afecta seriamente a su rendimiento y su eficacia. Abnett consigue que la adicción de Criid sea creíble, pudiendo contemplar cómo se odia y se avergüenza de sí misma cada vez que tiene una recaída. Acaba coincidiendo con Gaunt en su huida y éste tendrá sus dudas para confiar en ella, ya que no sabe hasta qué punto le afectan sus problemas.

El prisionero es Mabbon Etogaur, un general traidor de Gedeon al que Gaunt se enfrentó en el pasado. Es lo más parecido a un reverso tenebroso de Gaunt. Ambos comparten una rectitud y una ética similar, pero Etogaur es mucho más ambicioso y despiadado. Gaunt lo odia por ser un traidor, pero debe salvarle por el bien de la Cruzada y se horroriza al ver en Etogaur lo que él hubiera podido ser en otras circunstancias.

A pesar de que se trata de volver a reabrir la saga de una manera innecesaria, ésta vuelve con fuerza en una novela fácil de leer y entretenida con ganas. El lenguaje es el esperable de Abnett, directo y ágil, con personajes bien construidos y escenas de acción bien coreografiadas. Su simplicidad y su ritmo hacen que las páginas pasen como nada. Le falta la complejidad de las intrigas de las entregas previas, pero es material de calidad para cualquiera que haya disfrutado de las diez partes anteriores -que valen la pena-.

Nota: 7
Nota anobii: 4/5

domingo, 14 de abril de 2013

Historias de Londres (Enric González)


Con tanto viaje que me pego últimamente, vami hermano y decide que un libro de viajes será lo que más me va a gustar. Como suelo fiarme de su opinión, empiezo el libro.

Título: Historias de Londres
Autor: Enric González

“En Historias de Londres Entric González nos cuenta los curiosos avatares que le llevaron hasta la capital de Inglaterra y la inextricable relación que trabó con ella de inmediato. Tomando como pretexto los pequeños acontecimientos de la vida cotidiana (los chismorreos de los vecinos, los plácidos paseos, la tensión de los desplazamientos, el trabajo y las enfermedades, las horas de entretenimiento gracias a los más variados espectáculos), el autor nos va desgranando e iluminando algunos rincones afamados y recónditos de la ciudad para mostrarnos la miseria y la grandeza de la sanidad, la economía, la arquitectura, la cultura o el fútbol. Un relato fascinante de alguien que, mientras estuvo allí, se sintió como un pez en el agua y que siempre piensa en volver.”

Se nota que el libro está escrito con cariño. Enric Goznález fue corresponsal de El País en Londres durante largos años y, periódicamente, escribía columnas sobre la ciudad para el semanal. Anécdotas históricas, experiencias vividas y curiosidades sobre la gran urbe están incluidas en este pequeño compendio que se convierte en una pequeña gran oda a Londres.

Evidentemente, es una obra cortita, de pequeños capítulos de 2-3 páginas -que corresponden a una columna-, que se puede leer fácilmente en intermedios y descansos entre otros libros, o como lectura ligera para descansar la mente. Al ser tan breves y tratar de temas tan curiosos, el libro entra muy bien, tiene su gracia para leer poquito a poquito. Además, el estilo de Enric González te lleva agradablemente de paseo por la geografía y la historia de Londres, de sus curiosidades y de sus casualidades que la hacen única.

La recomendaría sobre todo para alguien que ha pasado un tiempo -como es mi caso- viviendo por esas calles, respirando su ambiente y paseando  entre esos palacios repletos de historia. Saber poner todas las anécdotas en su contexto, poder visualizar las pequeñas placitas o los recónditos rincones de los que habla… son detalles que hacen gracia y permiten apreciar más el cariño que impregnan las páginas.
También puede servir como aperitivo para todo aquel turista que quiera visitar la ciudad y empezar a “ambientarse” un poco.

Es un libro cortito y muy recomendable. Puede servir de lectura ligera para desengrasar un poco la mente, aunque será fuente de bellos recuerdos y jugosas anécdotas para todos aquellos que, como el autor, están enamorados de la City.

Nota: 7
Nota anobii: 4/5

martes, 9 de abril de 2013

Las vidas posibles de Mr. Nobody


¡Vaya película más curiosa que me han hecho ver estos días! Es realmente… diferente. Por decirlo de alguna manera, es una auténtica fumada que, de alguna manera, es capaz de guardar un sentido coherente. ¿Qué pasa cuando acaba una película y cuesta saber si te ha gustado o no? En este caso, la respuesta podría ser: hay una línea muy fina entre la genialidad y la tomadura de pelo. 



Nemo Nobody tiene 120 años. La humanidad ha avanzado y ha esquivado la mortalidad. Nadie muere en ese mundo, menos Nemo. Él es el último mortal sobre la faz de la Tierra y, en su lecho de muerte recuerda no sólo su vida sino también todas las vidas posibles que pudiera haber tenido. Decisiones diferentes en momentos puntuales conllevan rumbos diferentes que nos son enseñados de manera simultánea.

La propuesta es personalísima y muy particular. Todo un ejercicio de estilo en que se fragmenta la estructura narrativa de una manera bastante confusa y tramposa. De golpe, somos testigos de todas las vidas posibles para Nemo, entremezcladas y explicadas con continuos flashbacks que obligan a estar atento para no perder el sentido de lo que ocurre. Puede ser que no te enteres de nada, que te preguntes que puede haber fumado el director, o que la mandes a tomar viento, pero es de estas películas que no dejan indiferente. Eso hay que reconocérselo.

ACTORES: El protagonismo corre absolutamente a cargo de un Jared Leto que no deja de poner cara de empanado durante toda la película. Es verdad que es lo que pide el personaje, pero estar protagonizada por un sosete de este calibre le quita algo de gracia. En general, el resto del elenco cumple sin problemas. Todos trabajan con corrección en una película que, realmente, no es que exija demasiado a ninguno de los actores.

DIRECTOR: Aquí sí que hay que reconocer el mérito. La película empieza con un despliegue visual y narrativo deslumbrante y desconcertante. La realidad salta por los aires y el director pasa continuamente de un plano de realidad a otro provocando un aturdimiento hipnótico, a medio camino entre el placer y la confusión. Van Dormael consigue que la película mute cada cinco minutos dándole otro enfoque, ritmo y sentido. Por momentos demasiado caótico, todo acaba finalmente encajando de alguna manera -no estoy muy seguro de si deliberada-. El juego que se consigue con las diferentes realidades tiene su gracia, aunque sea bastante difícil de seguir. Es verdad que se puede hacer muy incómoda por momentos y exige que el espectador busque seguir atento entre el despiporre de variables y posibilidades. No es una película fácil para ver, y tanta confusión sin explicación puede expulsar a muchos.
El mayor problema que le he encontrado es que los paralelismos con Los amantes del Círculo Polar -de un planteamiento y un desarrollo fragmentado similar, aunque menos alucinógeno- son demasiado similares. Y claro, comparando… Medem me gusta más.

GUIÓN: Diría que Mr. Nobody es un mero instrumento de sugestión. La realidad y el sentido salen pronto por los aires en un guión que juega -y bastante bien- con el efecto mariposa, la teoría de cuerdas y la existencia de diversos planos de realidad ¿simultáneos? Es de estas películas que a la que empiezan, te quedas con cara de alucinado y piensas “Que demonios se han fumado…” Mientras organiza una batalla campal en la mente del espectador, los elementos dispares con los que trata se embrollan sin aparente significado. Por suerte, a medida que parece complicarse todo más, el mismo Mr. Nobody ofrece las soluciones desde su atalaya mortal del futuro. Liosa y fascinante, el conjunto tiene su gracia.

¿Cuántas realidades diferentes se acaban presentando? Jugando con los “Y si…”, el destino y una buena galería de momentos preciosistas, se crea una película muy sugerente e intrigante. La película es un gran juego repleto de trampas. Digo esto porque me parece que el director juega con el espectador, pero no un poco no, juega con nosotros como le da la gana. Como ejercicio de estilo es indudable, pero un poco más de ritmo, unos cuantos recortes y unas piezas que engranasen mejor,  se habría disfrutado más.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.2

Llegan las 5:50 del 11 de febrero de 2092; Nemo muere y el universo empieza a converger... una vez más. Todo vuelve hacia atrás, las enfermeras se van, Nemo "resucita" y vuelta a empezar; aunque haya que esperar 300 millones de años (150 hasta el Big Bang y el rebote de nuevo). Como por el pasotismo del ángel, aún tiene en su cerebro todo lo sucedido y lo por suceder se mete en un proceso de prueba/error en cada vida vivida; no tiene posibilidad de cambiar lo decidido en la misma vida, pero sí en una posterior: padre/madre, no me baño con idiotas/no sé nadar, me voy con la moto y me la pego/llego 2 segundos tarde y me lío con la rubia... en todas las opciones acaba más o menos muerto antes de hora, hasta que en una de ellas Anna le da la fecha exacta del colapso del mundo; entonces su única preocupación es llegar vivo a esa fecha.
Lo que le cuenta al periodista son algo así como 3000/4000 millones de años: de 9 a 12 viajes de ida y vuelta del Big Bang al Big Crunch y viceversa hasta que da con su vida ideal (aunque las variables en principio son 4 - madre/padre y las tres novias - hay varias bifurcaciones en algunas de ellas que contribuyen a liar la cosa, lo que, junto con el viejo narrador que mezcla las churras con las merinas (cosas de la edad) y pone dos o más vidas en el mismo tiempo, genera una confusión bastante descomunal.

sábado, 6 de abril de 2013

Liquidación final (Petros Márkaris)


Desde el lab me han prestado esta curiosa novela negra. No es de lo mejorcito, pero hay que reconocerle un humor bastante ácido y una ambientación muy inusual bien conseguida.

Título: Liquidación final
Autor: Petros Márkaris
Título original: Pereosi (Terminación)

“Mientras los griegos ricos se las ingenian para no pagar impuestos, los griegos empobrecidos por la crisis sólo pueden indignarse ante el escandaloso fraude fiscal o desesperarse ante el empeoramiento de la situación. Sin embargo, un hombre ha decidido pasar a la acción y tomarse la justicia por su mano. Con cartas de amenaza y armas anticuadas, se dispone a ajustar cuentas. Entretanto, en la Atenas al borde de la quiebra, todo está patas arriba, excepto el Departamento de Homicidios. No hay crímenes, sólo rutina y burocracia. Cuando encuentran el cadáver de la primera víctima que se cobra ese peculiar justiciero, el comisario Kostas Jaritos casi siente alivio. Su jefe le ha hablado de un posible ascenso, pero de momento le han recortado el sueldo y su hija Katerina piensa en emigrar porque no encuentra trabajo. Y él tiene que atrapar a un asesino que realiza una obra <providencial> aplaudida por muchos ciudadanos.”

Si, el planteamiento es así de particular. El asesino se dedica a buscar a ricos defraudadores y darles una semana de margen para liquidar sus deudas con Hacienda o él… los liquida. La reacción de los policías es de estupor y se transforma en terror cuando este peculiar asesino se convierte en un héroe, al ser capaz de castigar a esos ricachones que se ríen de los demás, defraudando, recibiendo sobres, privatizando hospitales, apuntándose a EREs sin invitación… -no sé de qué me suena todo esto-.
Una parte maligna de uno tiene ganas de que un asesino así aparezca por nuestro país, pero como reza el propio libro: “Se desaconseja cualquier imitación de los hechos narrados en esta novela”. Just in case. El asesino tiene muy mala leche y saca un par de momentos que sientan bastante bien.

El otro detalle singular de la novela -y de la saga a la que pertenece- es la de estar situado en la Grecia actual. Esa Grecia rescatada y hundida en la miseria que hemos visto en las noticias y que está al borde de una guerra civil. Es lo más destacable del libro, ya que pone cara a los efectos de los recortes desmedidos y a la desesperación del pueblo, con sucesos que estoy seguro son bastante reales.
El personaje principal, el Comisario Kostas Jaritos es un personaje muy cercano y creíble. Tanto él como su familia son buenas personas que intentan sobrevivir en una Grecia que se desmorona. Su situación es muy cercana y reconocible y es difícil no identificarse con ellos.

Eso si, la novela en sí es muy simple y está pensada para ser un entretenimiento ligero. La investigación es muy tópica y el caso sigue su curso con corrección pero sin apenas otra emoción que la gracia y la mala hostia del asesino -que tiene su punto-. No obstante, está bien entrelazada con la situación de la actual Grecia, dándote muchas razones de sus problemas mientras se realiza la investigación.

Ideal para tardes tontas o viajes en avión dónde no tienes otra cosa que hacer. Es un librito agradable  que se lee rápido que resulta curioso por su inusual ambientación y por lo reconocible y cercano de la situación.

Nota: 5
Nota anobii: 4.5/5



jueves, 4 de abril de 2013

Sabrina

Para descansar un poquito durante las vacaciones, siempre es agradable un dulcecito de uno de los grandes como es Billy Wilder. Volver a sus películas de vez en cuando supone un reencuentro con la elegancia y el buen hacer.

Estamos en plenos años 50. Los Larabee son una de las famílias más importantes de la industria de EEUU. Sabrina es la hija del chofer de la familia. Es joven, inocente y lleva toda la vida perdidamente enamorada de David Larabee, que la ignora -como hija de criados que es- y no repara en su existencia excepto para burlarse de ella. Sabrina es enviada a París para que se forme en la mejor escuela de cocina del mundo y vuelve a casa de los Larabee convertida en una mujer sofisticada y seductora, a la última moda y que rápidamente llamará la atención de los dos hermanos Larabee, tanto del hedonista David como del serio y formal Lynus.

Sabrina no es otra cosa que la comedia romántica más simple imaginable, pero rodada a la perfección. Destila elegancia, buen hacer, personajes carismáticos, buenos diálogos en una adaptación de una historia tan vista y manida como la de la Cenicienta. Plantó muchas semillas y si ha creado tanta escuela… por algo será, ¿no?

ACTORES: Tener a tres pesos pesados como Bogart, Hepburn y Holden dándolo todo en sus papeles es simplemente delicioso. Añaden un plus de carisma y verosimilitud a sus personajes que casi te lo hacen todo solo. El duelo interpretativo entre los dos seductores es cáusticamente magnífico y Hepburn simplemente resplandece y seduce a todos con una insultante naturalidad que desmorona. Personajes simples y bien construidos que estos fantásticos actores convierten en definitivamente carismáticos.

DIRECTOR: Sólo Wilder puede conseguir que  un triángulo entre el guapo y seductor Holden, el pequeñajo, tieso e incansable fumador Bogart y la hermosa joven ciega de amor por uno por otro, por otro por uno...resulte divertido y encantador
Es sorprendente como una historia tan manida y simple es guiada con tal maestría narrativa. Luces, signos, ambientación, elipsis, ángulos de cámara, manejo del espacio-tiempo, todo está cuidado para embellecer una historia tonta que se convierte en encantadora y eterna.
Una vez vuelve de París, Sabrina lleva un vestuario magnífico que -junto a su carisma- se convierte en el paradigma de la sofisticación. Este continuo cuidado de todos y cada uno de los vestidos que se ven en la película -diseñados por Givenchy- fueron merecidamente premiados con un Oscar®.

GUIÓN: Wilder convierte a La Cenicienta en un cuento de hadas de final feliz y formalmente tan tópico como previsible, pero en medio se desarrolla un guión ingenioso, de diálogos bien encontrados, con momentos memorables de comedia sofisticada, loca y romántica (un grupo de secretarias saltando junto a Holden sobre un plástico irrompible bajo la mirada de Bogart, por ejemplo). El desarrollo es correctísimo y ha sido imitado posteriormente hasta la saciedad. Cumple todos y cada uno de los tópicos esperables y es obvia y exageradamente previsible, pero Wilder le da el toque necesario para convertirlo en encantador.
Me resulta curiosa la distinción que se hace entre las clases -no olvidemos que ocurre en los años 50- y el hecho de que después de tanto sufrimiento y burla, Sabrina siga enamorada de David al volver de París. El carácter de los personajes ha quedado un poco desfasado para los cánones actuales, pero su solidez, sus brillantes diálogos y el trabajo actoral solventan el problema.

Si, realmente me sorprende que una historia tan tonta y previsible pueda entrar tan bien pero bueno, la mano de Wilder se nota… y mucho.

Y por cierto… QUE BELLEZÓN AUDREY HEPBURN!! Como no enamorarse de ella en un papel así…

Nota: 8
Nota filmaffinity: 7.5


Además del Oscar® por su espectacular vestuario, la película estuvo nominada a Actor, Actor de reparto, Actriz, Director y Guión. No triunfó en una ceremonia dominada por la eterna La ley del Silencio.