domingo, 22 de enero de 2023

Viuda Negra

Y hete aque hoy nos ponemos con la película de Marvel a la que le pilló el Confinamiento de COVID y se tuvo que posponer más de un año para que pudiéramos verla. Y además, ya venía con cierto retraso, porque la idea original era haber presentado esta película un puñado de meses antes, pero por las cosas que pasan, se pospuso un poco y luego se pospuso a lo bestia. Al final fue la segunda o tercera película potente que se estrenó tras la pandemia, con un estreno casi consecutivo en Disney+. Entre que en nada la tenías en casa y que la gente no estaba para ir mucho al cine, pues pasó sin pena ni gloria por las grandes salas.

En aquel momento Viuda Negra era casi el único personaje gordo del MCU sin ningún tipo de proyecto individual (junto a Ojo de Halcón), y encima, tras la muerte del personaje en Endgame, no iba a prodigarse mucho más en la gran pantalla. Pero como esto es Marvel, las muertes nunca son para siempre y un tiempo después tenemos la película sobre el personaje, proyecto que sirve además para despedir a Scarlett Johansson del papel, que ya nos ha acompañado un buen puñado de películas.

El recurso para que Viuda Negra pueda protagonizar su película es situarla anteriormente en el tiempo. Si vimos Civil War, hay un espacio de tiempo en que Natasha está “desaparecida” haciendo sus cosas. Es ahí donde empieza la película (tras un pequeño flashback de la infancia de la protagonista), en que no sólo conocemos la infancia de nuestra querida asesina, sino que nos enteramos de que existe una organización súper secreta de Viudas Negras selectivamente distribuidas por el mundo con el objetivo de influir en el devenir del planeta. Por estas cosas que pasan, Natasha se verá obligada a reunirse con su antigua familia, necesitada de su ayuda para acabar con el malo maloso de turno que controla el negocio de las Viudas.



Y aunque su infancia se sitúe más allá de la Guerra Fría (no así en el trasfondo original), a Marvel no le importa mucho hacer ver que los soviéticos siguen más o menos vivos y espiando al Mundo Libre (las fechas de El Soldado de Invierno tampoco cuadran, pero tampoco es mucho problema ^^). Así, tenemos a Guerrero Rojo, una suerte de Capitán América soviético venido a menos, una científica con muchos secretos y una hermana pequeña muy celosa del éxito de la Vengadora. Como debe ser, en un primer momento están a sus cosas y luego se pondrán a colaborar para detener a El Supervisor (malo muy desaprovechado) y la organización de Viudas. Como he comentado, me hace mucha gracia un planteamiento tan EEUU vs Soviets en estos días, deliciosamente anacrónico (o no).

Lo que sí tenemos es una ejecución de lo más procedimental con todo lo que podríamos esperar en una película Marvel Canónica. Tiene sus cabriolas argumentales, chistecitos aquí y allá, un poco de pirotecnia, actores conocidos pasándoselo en grande y una traca final tan espectacular como rutinaria. Cate Shortland ha cogido el manual de las películas del género y lo sigue sin estridencias, urdiendo una trama aceptablemente coherente, lo adereza con acción fluida y un poco de chascarrillos sobre una familia des-unida, todo muy académico.


Cero errores y apenas ninguna innovación. La acción funciona, siendo todo lo espectacular que uno puede pedir a personajes sin súper poderes, los chistes funcionan aceptablemente y luego la trama pasa por todos los lugares comunes. Lo único más destacable es que los “buenos”, en realidad son un poco asesinitos, por lo que se permiten hacer cositas más feas que el Capitán América o el Spiderman de turno no haría (uy, que malotes).

De entre los actores, David Harbour y Scarlett Johansson cumplen sin estridencias. Rachel Weisz aporta un tono de intranquila excentricidad con su papel de científica soviética pasadísima de rosca, mientras que Florence Pugh da la réplica con un empaque sorprendente como hermana pequeña algo celosa. Quizás lo que me agrada más es lo bien que funcionan todos juntos como familia disfuncional que no se soporta pero que, de alguna  manera algo retorcida, se aprecian.

El mayor inconveniente para la cinta es que el Supervisor interpretado por Olga Kurylenko es un antagonista muy desdibujado. A ver, los frikis sabemos de quién se trata y qué sabe hacer, pero en la película no se enseñan apenas los poderes ni se percibe como una amenaza real. Desde un primer momento sabes que es el malo físico con el que la Viuda Negra tendrá la batalla final ultraviolenta y ya.


Está claro que podría haberse hecho mejor si hubiera ganas, pero Viuda Negra es una película realizada por un comité, un proyecto emprendido porque hay un hueco de fechas que cubrir y un compromiso con Scarlett Johansson que cumplir. No es que tenga mucho que explicar ni trascendencia en el conjunto de las cosas, más allá a presentar a Yelena (Viuda Negra II en los cómics) y empezar a preparar el terreno para la serie de Ojo de Halcón y la película de los Thunderbolts.

A pesar de tratarse de una película digestiva, se nota que la maquinaria Marvel está perfectamente engrasada e incluso propuestas rutinarias como ésta cumplen con todo lo que se esperaría de Marvel: acción, chascarrillos y una aventurilla entretenida. Decimos así adiós a Scarlett Johansson en el MCU (por ahora), que buena diversión nos ha dado.

Nota: 5

Nota filmaffinity: 5.6 

viernes, 20 de enero de 2023

Absolutamente todo

Estaba yo intentando reponerme de la resaca cuando me acordé de que tenía que hacer la reseña de esta película, vista una mañana tonta de resaca en que quería ponerme a ver algo que no me diera demasiados quebraderos de cabeza. Una comedia, algo de los Monty Python y Simon Pegg en la portada, pues pa’lante y sin mirar.

Por una carambola del destino, unos extraterrestres omnipotentes deciden darle poderes a un perdedor bastante mezquino y sentarse a ver qué pasa. Nuestro panoli protagonista, gozando de unas capacidades casi divinas, pondrá patas arriba su vecindario con resultados obviamente desastrosos, pero que, de alguna manera, le acabarán sirviendo para ligar con la chica guapísima de turno.

Y bueno, una vez vista, hay que reconocer que la película me dio lo que le pedía: entretenerme sin pensar. Se puede destacar algún chiste bien conseguido y poco más. Si bien la premisa inicial tiene su punto, lo hemos visto desarrollado con más acierto en otras películas (Como Dios). La excusa argumental da lugar a un puñado de chascarrillos de resultado bastante irregular, dando lugar a una película muy tontorrona y fácil de seguir. No tiene ninguna complicación y además dura muy poquito, por lo que se ve sin molestar en ningún momento.

 

Más allá de todos los chistes en torno al perro del protagonista, que funcionan con ingenio, el resto de chistes se hacen los gamberretes mientras se mantienen blanquitos y agradables. Se fuerza mucho el juego en que el protagonista, siendo consciente de que puede hacer verdaderas maldades, se contenta con ser traviesito e, incluso en sus momentos más “oscuros”, se mueve con un candor que mantiene la película en una propuesta para todos los públicos.

Los protagonistas, Simon Pegg, Kate Beckinsale y Sanjeev Bhaskar, son bien conscientes de la tontería de película que tienen en danza por lo que tampoco se esfuerzan mucho, mientras que los papeles más secundarios son encarnados con menos ganas aún, llegando a actuaciones algo vergonzosas en algunos momentos. Ah, ¿y los Monty Python dónde andan? Pues apenas se les ve y se les oye un poco más. Su participación no dista mucho de hacer el mínimo esfuerzo para poder decir que están allí. Sorprende que tras las cámaras este Terry Jones, que ha demostrado poder hacer comedias muchísimo más inspiradas en el pasado.

Sin embargo, hay que reconocer que la película entra con una ligereza muy de agradecer. Aun en su esperpento, sabe ser lo suficientemente simple como para ofrecer un poquito de diversión sin aristas ni complejidades. Justo un día que no quería comerme la cabeza, pude entretenerme con algo menos de 90 minutos que ver con una leve sonrisita. Sus limitaciones son las que son – grandes y destacadas – pero en su modestia, se acaba haciendo simpática.

Nota: 4

Nota filmaffinity: 4.8 

miércoles, 18 de enero de 2023

ZigZag (José Carlos Somoza)

Hoy nos ponemos con un tochete que constituye el libro Nº 59 de la Cesta’13. Intrigado por el resumen de la contraportada, procedí a leerla con intriga.

Título: ZigZag

Autor: José Carlos Somoza

“Elisa Robledo, joven profesora de física teórica, guarda un secreto terrible. Un secreto que se remonta a diez años atrás, pero que no ha dejado de atormentarla desde entonces. Hasta esa mañana, cuando comprende que tendrá que huir para salvar su vida y que necesitaría la ayuda de su único amigo, un colega de su departamento.

Junto a él, Elisa comenzará a recordar las claves de lo sucedido cuando era alumna del prestigioso científico David Blanes, cuyos análisis, basados en la <<teoría de cuerdas>>, quizás harían posible contemplar el pasado de la humanidad, convertirla en testigo de la crucifixión de Cristo o vislumbrar la Tierra en pleno período Jurásico, pero acabaron ofreciendo un resultado insospechado y escalofriante.

Ahora, años después, Elisa intentará evitar el peligro letal que se cierne sobre ella y todos los que estuvieron relacionados con aquellos experimentos. Un peligro fruto de una implacable persecución…”

Y bueno, ha sido un viaje bastante extraño por una novela que se adentra decididamente en el terror malsano, con gran cantidad de momentos de los que dejan mal cuerpo y te hacen dudar sobre las ganas de querer seguir leyendo. Quizás es que no estoy acostumbrado a este género, pero realmente me ha impresionado en bastantes páginas. Desde aquí ya avisamos que los estómagos sensibles pueden verse afectados.

El mayor defecto que le puede encontrar, que ha llegado incluso a molestarme, es que todo el mundo está calentísimo con la protagonista. Todos le tiran fichas como si no hubiera un mañana y no dejan de repetir lo buena que está y las ganas que tienen de hacer cosas turbias con ella. Como tropo es algo que cansa y te hace poner los ojos en blanco un buen puñado de veces. Vale que luego se las arregla para dar una explicación argumental al hecho (sí, lo hace, si le compras la explicación, claro), pero ¡buf! Se hace cansino.

Así pues, a lo largo de las páginas se va manteniendo una historia en tres momentos temporales en que se te va relatando el desarrollo de una investigación científica que salió muy mal. La propia protagonista tiene recuerdos residuales sobre lo que ocurrió en el pasado, más allá de que fueron realmente tremebundos y, por ello, arrastra los traumas que arrastra. Pronto nos enteraremos que se trató de unos experimentos que permitían salir de la realidad y del tiempo, explorando qué pudiera haber ahí fuera. Y claro, estas cosas no siempre salen como uno quiere. Las influencias lovecraftianas se mezclan con las de Alien en un desarrollo de las páginas que no siempre va donde uno espera, especialmente ante una trama quizás excesivamente liada.

Somoza se esfuerza en vender una cientificidad muy resultona, trabajando mucho para que todo suene lógico y correcto, tal como hace Michael Chrichton en sus novelas. Hay mucha matemática, mucha física cuántica y teorías de cuerdas, pero el libro sabe enganchar y generar sus buenas dosis de terror. Las explicaciones pseudocientíficas (aunque haya que hacerse un poco el tonto a veces) están muy bien pensadas y justificadas dentro de la lógica que plantea. Si bien a veces se le va un poco la castaña, me encantan esos momentos en que se juntan todos los súper científicos y cada uno enumera sus teorías y elucubraciones sobre lo que está ocurriendo, fallando casi todas las veces ^^.

Siendo deudor de la influencia de Chrichton, encontramos también un similar tratamiento de personajes, destacando todos por su pedantería, sus grandes conocimientos científicos y su tendencia a soltar chapas bien grandotas sobre una gran variedad de temas.

La protagonista es la joven Elisa Robledo, estudiante de doctorado en física, que siempre ha tenido que luchar entre la imagen que proyecta su prodigiosa inteligencia y su exuberante cuerpo, siempre dando la impresión equivocada de las cosas. A primera vista parece una persona normal con “manías”, pero pronto veremos una serie de traumas que la convierten en un personaje más interesante que el inicialmente perfilado. Este descubrimiento se convierte en uno de los motores de la trama, aumentando las ganas de vicio en la lectura.

A su alrededor hay un puñado de científicos de no mucha profundidad, destacando quizás David Blanes y Víctor Lopera. El primero es el típico científico no muy cercano a la realidad para el que la ciencia y la investigación lo son todo y no se detendrá ante nada y ante nadie para poner luz ante los interrogantes que se amontonan frente a él. El segundo es un físico torpón y apocado, enamoradísimo hasta las trancas de Elisa, se ha metido en un follón que le viene muy grande, pero como está tan caliente, no puede evitar verse arrastrado por la trama. Aunque estudioso, es de un nivel inferior al resto de sus compañeros, por lo que hace las veces del “lector” a la hora de interrogar a los científicos y permitirles exponer sus puntos de vista.

Los secretos, las cosas que no se cuentan y algo que está cazando a los investigadores constituyen los engranajes de un thriller muy bien parido en el que las páginas pasan rápido. Aunque a veces se pierde en vericuetos innecesarios, en conjunto entra con una facilidad inesperada frente a su longitud. La escritura de Somoza es frenética, incómoda, atmosférica y oscura, con toneladas de mala leche. A su manera, resulta ideal para sumergirse y perder el sentido de la realidad en un viaje sólo para ávidos de emociones fuertes.

Le puedo echar en cara que el desenlace tira por el lado fácil. Si bien es satisfactorio y cierra con acierto el follón multiversal en el que se ha metido, se podrían haber hecho muchas más pajas mentales con los melones que abre, pero bueno, a mí me ha valido. Quizás no a todos, claro.

Así, ¿qué tenemos? Un muy viciante thriller de ciencia-ficción que a veces se vuelve algo brutote. Permite pasar páginas como nada, aportando mucha ciencia en sus páginas en una longitud quizás algo sobredimensionada, pero no por ello menos vibrante. Un par de características (¿defectos?) lastran el conjunto, pero no por ello deja de ser una lectura satisfactoria.

Nota: 7

Nota goodreads: 3.72/5 

domingo, 15 de enero de 2023

Ritos funerarios (Hannah Kent)

Este libro se leyó como parte de un Burrín organizado por Alies86 (gracias).

Título: Ritos funerarios

Autor: Hannah Kent

Título original: Burial Rites

Traducción: Laura Vidal

“Basada en la historia real de la última mujer decapitada en Islandia, acusada del brutal asesinato de dos hombres, Ritos funerarios es una novela de suspense y de pasiones íntimas con el trasfondo del paisaje helado de la Islandia del siglo XIX. Agnes, mientras espera la hora de su ejecución, es confinada en la granja de un matrimonio y de sus dos hijas. Horrorizada, la familia ni siquiera quiere hablar con ella. Tan solo el joven ayudante de un pastor intenta comprenderla y salvar su alma. A medida que sus conversaciones progresan y el invierno deja su huella, el dilema se fianza: ¿fue Agnes culpable o no de los terribles hechos de que la acusan?”

A pesar de lo que puede parecer, Ritos funerarios no es (ni intenta ser) una historia de detectives. Después de todo, sabes rápido que ella es culpable de los asesinatos por los que ha sido condenada. En cambio, se centra en tener una excelente construcción de personajes y, sobretodo, en mostrar con gran realismo la vida en la Islandia del siglo XIX, que no es nada fácil. Es una historia sobre una mujer que afronta una muerte inminente, una mujer con una última oportunidad de contar su verdad, y Kent captura la desesperación, soledad y desesperación de Agnes con una claridad estremecedora. La acción del libro viene jalonada por interludios en que Agnes habla consigo misma, constituyendo las secciones más vívidas del libro, derramándose en un torrente de dolor psicológico y sorprendente imaginería. Por si fuera poco, los duros inviernos de Islandia y la vida en una granja de la época se muestran con verosimilitud, con especial atención a la prevalencia de los olores y los aromas desagradables.


Así pues, la protagonista absoluta es la condenada a muerte Agnes Magnusdottir, una mujer de carácter que no lo ha tenido fácil en la vida. A lo largo del libro se nos explica cómo ha llegado a su situación, haciendo que comprendamos el porqué de sus decisiones. Aterrada ante lo que la espera, debe seguir viviendo unos meses en una granja ajena, deseando y mostrando resistencia a establecer lazos afectivos que pronto se verán truncados definitivamente. Es un retrato de la desolación y la desesperanza, obligada a despertarse cada día sin tener mucha idea de las razones para seguir viviendo.

El único que la escucha y muestra interés en comprenderla es el reverendo Thorvadur Jónsson (Tóti). Se trata de un joven sacerdote, recién ordenado, que afronta con ella su primer trabajo de responsabilidad. Joven, ingenuo y lleno de optimismo, trata infructuosamente de llevar consuelo al alma de una mujer a la que en principio teme, luego respeta y, finalmente, ama. Apiadado de su situación intenta buscar la manera de aligerar la situación de una mujer más allá de toda salvación.

Y como he comentado, Agnes está viviendo en una granja. Ésta está regentada por Jon Jonsson, este amantísimo padre de familia se tiene que comer el marrón de acoger a una asesina en su hogar durante unos meses. Serio y trabajador, es bien consciente de su deber, pero no puede evitar pensar en sus hijas y se debate entre tratar a Agnes como una trabajadora más (con matices) o una paria a la que tener recluida.

Lauga, la mujer de la familia rechaza siquiera considerar su existencia, mientras que las hijas Magret y Steina le ofrecen su compasión e intentan hacer de su vida algo más soportable, medio fascinadas, medio escandalizadas por el pasado de una mujer capaz de hacer la cantidad de maldades que dicen los rumores.

Lo que más me ha sorprendido en el desarrollo de su argumento es que en ningún momento se cuestiona la culpabilidad (o no) de Agnes. Ella es culpable y no hay dudas sobre ello. Sin embargo, a medida que avanzan las páginas, ésta nos cuenta su historia y vamos conociendo todos los hechos que la llevaran a acabar con dos vidas. No quedan dudas sobre sus actos y que merece un castigo, pero ¿es la pena de muerte un castigo adecuado? Ritos funerarios discurre con acierto sobre el tema del arrepentimiento y la búsqueda de consuelo ante los errores de la vida, además de reflejar con acierto el terror ante una muerte anunciada que se ve cada día más cerca.

Pero no es el único tanto del libro. Ritos funerarios es un libro bellamente escrito. Capta con talento la atmósfera de la isla, impregnando de tristeza y desolación cada página. Nos sumerge en un detallismo histórico sin por ello descuidar el peso narrativo o caer en falsedades obvias. Se hace patente el cuidado que se ha prestado en la representación de las condiciones de Agnes, en reconstruir los hechos probados sobre Islandia y sobre la vida de sus pobladores. Aunque es obvio que Kent ha inventado algunos hechos, estos casan sin ambages en el contexto del tiempo, resultando en una historia que respeta sus orígenes.

Se hace curioso leer una novela de una autora australiana que muestra un amor y un respeto tan grande por Islandia. Es obvio que hay una gran historia detrás, pues Hannah Kent se enamoró de la gélida isla en un viaje de intercambio cuando apenas era una adolescente, fascinada ante el recuerdo de la última ejecutada en el lugar. Años después, ya habiendo acabado sus estudios, dedicó años y años en una intensa investigación de los archivos locales, examinando fuentes primarias y trazando todos los pasos de Agnes desde su nacimiento hasta su lugar de descanso. Kent llamó al resultado una “biografía especulativa”, a medio camino entre la realidad y la ficción, componiendo su oscura carta de amor a Islandia.

No es un libro fácil de leer ni un thriller, es un drama sobre una situación desesperada. Encontramos aquí hechos desagradables, un ambiente gélidamente desolador y una historia triste. Este excelente retrato de un lugar y de un momento contiene personajes bellamente descritos, sentimientos perfectamente transmitidos y una historia que puede no ser entretenida, pero sin duda sabe ser emotiva. Fácilmente puede obligarte a sacar el pañuelo a la que te pille un día delicado. Una obra de orfebrería de las que da gusto encontrar.

Nota: 9

Nota goodreads: 4.02/5 

viernes, 13 de enero de 2023

Recomendaciones (o no) de Mt de 2022: Series

 


Finalmente, nos plantamos en el repaso de las series que realizo cada año. Este 2022 me he pegado un vicio sólo comparable al del encierro, con 532 capítulos de series vistos de una cuarentena de títulos diferentes (41). Sin embargo, para esta sección de recomendaciones me limito solamente a aquellas de las que he visto el último capítulo y,  por tanto, le puedo dar carpetazo (o algo así).

A diferencia de otros años en que todas las series que acababa aparecían en las recomendaciones porque apenas llegaba a las tres requeridas, este año he acabado 8 series,  con lo que puedo permitirme escoger cuáles destacar especialmente.

Buscando un pequeño comentario de cada una, he disfrutado con la fresca aunque irregular Glow y sus mujeres de la lucha libre, un acercamiento inusual del Universo con StarWars: Visions, alucinado con las fumadas que se pegan las historias de Mechas de Mazinger Z Edición Impacto, transitado por las prometedoras y fallidas Raisedby Wolves y The Seven Deadly Sins, además de también quedar confundido por el thriller informático de Primero bésame.

Pero bueno, vamos a las destacadas.


Empiezo por una estupenda miniserie de HBO que ya tiene un puñado de años, de sus primeras joyas cuando empezaba a ser un canal reputado por su calidad. Con mucha menos fama que sus hermanas mayores, Generation Kill sigue las andanzas de una unidad de reconocimiento de los Marines durante la Segunda Invasión de Irak. Aunque tiene su parte de acción la serie se centra principalmente en todo lo que ocurre cuando no están combatiendo, sirviendo de retrato certero de el día a día de un soldado. Se aleja radicalmente de heroísmos o demonizaciones, buscando la verosimilitud y la falibilidad de un sistema, como bien sabe hacer el gran David Simon.

La segunda serie a destacar es una de las que lo petó hace unos añetes, que un servidor ha visto – como siempre – con un par de años de retraso. Anna Taylor-Joy, el ajedrez y las empanadas en la recreación ficticia de la rutilante estrella de las 64 casillas Beth Harmon en una miniserie que sabe quedarse a medio camino entre el thriller, los deportes y la comedia,. Gambito de dama selecciona lo mejor de cada casa para darte un puñado de capítulos para cortarte el aliento mientras se mueven las piezas. Un mimo en todos los aspectos para una propuesta que arrasó en los premios de su año de forma más que merecida.

Finalmente, perdemos cualquier asomo de criterio con una propuesta para los más pequeños que, sin embargo, desborda simpatía y buen hacer. Anfibilandia  es una serie de tres temporadas de Disney+ con aventuras de primera para toda la familia. Este isekan de ranitas tiene a unos protagonistas que se hacen querer con ganas, toneladas de imaginación para repartir y una estupenda mezcla entre capítulos autoconclusivos y trama inesperadamente profunda que hacen que su visionado sea un disfrute. Si tienes un churumbel con el que sentarte a ver la televisión, aquí tienes un entretenimiento con el que pasar muchas tardes.

 

Tres series no muy largas, que no tienen apenas que ver entre ellas, y de tres plataformas diferentes. Para que os quejéis de opciones. Y bueno, eso es todo por las recomendaciones de este año. Espero que lo hayáis disfrutado y nos sigamos leyendo durante este 2023.

miércoles, 11 de enero de 2023

Recomendaciones (o no) de Mt de 2022: Películas

 

Hoy viene la segunda sección de las recomendaciones, que a la postre es la que más páginas y páginas ocupa. Hablamos de las películas que he ido viendo a lo largo del año. Han sido 65, entre las que puedo decir que he escogido bien, dado el disfrute que me han proporcionado a lo largo de este año.

Mientras que en los libros faltaba quizás material para escoger, aquí ha dolido dejar según qué propuestas fuera. Pero bueno, como siempre, recuerdo que lo que importa para aparecer en mis recomendaciones es que la haya visto // reseñado este año, sin importar de cuándo son.  En los libros, los recomendados compartían el hecho de ser obras de ciencia-ficción. Aquí las tres comparten el hecho de ser películas de animación, aunque se trata de propuestas muy diferentes entre ellas realizadas con técnicas que no tienen nada que ver.

LAS MEJORES

Empezamos con una película surgida a raíz del estupendo repaso que le pegamos a Satoshi Kon. Casi cualquiera de sus películas podría haber aparecido por aquí, pero entre todas he seleccionado Paprika. Esta precursora de Origen, es un anime desbordante de imaginación sobre los sueños y su capacidad para influir en el mundo real. Con una duración perfectamente afinada, supone 90 minutos de maravilla en la que la frontera entre realidad y sueño se funde de la manera más bella. Paprika es una fantástica película que pide ser vista una y otra vez para apreciar todo el mimo y toda la belleza de la que se ha impregnado cada fotograma. Eso, que la veáis.

 

Nos vamos ahora a una propuesta radicalmente diferente, anclada en la realidad y el trabajo artesanal. En Wolfwalkers tenemos un delicioso cuento sobre invasiones inglesas, niños-lobo y la mitología irlandesa. El trabajo de orfebrería que se marcan Moore y Stewart deslumbra en una puesta en escena que lleva al límite las influencias de los frescos góticos. El virtuosismo de cada fotograma –  una obra de arte en sí mismos – se suma a un inteligente uso de la pantalla partida para agilizar la acción, jugando con mucha gracia con diferentes estilos en función del lugar geográfico dónde se desarrolla la acción. Una joyita que ver en familia, pues todas las edades encontrarán motivos para maravillarse, sonreír, estremecerse y emocionarse. Además, el glorioso final feliz es de los que dejan algo calentito en el alma y alegría para todos los espíritus.

 

Finalmente, nos alejamos de la solemnidad y nos arrojamos al locurón de Los Mitchell contralas máquinas. En medio de un apocalipsis robótico en que Siri quiere dominar el mundo, esta familia disfuncional tendrá que hacer frente a todas sus diferencias para salvar a la humanidad (o algo así). Su animación de CGI luce espléndidamente, dando vida a una comedia de aventuras para toda la familia que constituye un continuo hallazgo de momentazos delante de la pantalla. Los chistacos inesperados aparecen por todos lados: Siri como malvada, los furbys, los robots renegados, el momento Tarantino, los videos de youtube….Ah, bueno, y el desenlace, con un ataque final tan estúpido como maravilloso. Un descacharre de película oiga.

Los Mitchell contra las máquinas es un verdadero gozo en que todo funciona a la perfección, presto a dar diversión a lo grande, una historia muy bien contada, personajes diseñados con mimo y toneladas de sorpresas agradables.

Y luego está MONCHI, claro. El mejor chiste del año. No hay más que discutir.

LA PEOR

Ya desde el momento en que se vio esta película, sabía que estaba ante una firme candidata a ocupar este puesto, como así ha sido. Fuga de cerebros tiene como único aspecto positivo que se atreve a hacer chistes sobre muchas cosas que nadie en su sano juicio se atrevería a hacer. Tanta incorrección política consigue tres o cuatro momentos límite que te dejan ojiplático. Luego, esta comedia universitaria de alumnos salidos que la lían en el campus mientras intentan ligarse a la rubia guapa de turno “goza” de un guión lleno de estupideces, un elenco actoral que sólo piensa en la chequera y muy poca gracia. Básicamente, es mala en (casi) todos los sentidos que yo quisiera valorar. Así que bueno,  poco más que decir. 


lunes, 9 de enero de 2023

Recomendaciones (o no) de Mt de 2022: Libros



¡Buenos días a todos!

Como cada año, como todo el mundo, llega el tiempo de hacer balance y poner un buen resumen de lo que ha sido lo mejor y peor del año en cada uno de los apartados a tener en cuenta para este blog.

Evidentemente, estas recomendaciones siguen las reglas que siempre he tenido en cuenta. Es decir, nada de decir lo mejor que haya salido en el 2022 ni cosas por el estilo. Lo que importa es cuando lo he acabado // reseñado. Si se trata de una obra de 1553 y la subo aquí este año, cuenta para este año.

Por el resto, como siempre, Libros y Películas: tres buenas y una mala. Series ACABADAS: tres buenas y algún comentario del resto.

Primero de todo, y antes de olvidarme de ello:

¡Feliz año 2023!

Y ahora, arrancamos.

 

Con los libros ha pasado una cosa curiosa este año. Mientras que he disfrutado de un buen montón de lecturas (26), no ha habido apenas entre ellas inclusiones automáticas en este post. Otros años hay peleas entre las magníficas, pero en 2022 todo ha sido “bien”, casi. Pero bueno, siempre hay algo mejor que el resto, claro. Lo que sí no ha tenido discusión ha sido la pelea por el peor libro del año. Ya cuando lo estaba leyendo, olía a ello con ansia y no he tenido sorpresas posteriores.

LOS MEJORES

El primero de los libros a destacar fue un regalo de Sant Jordi que acertó con ganas. Famoso especialmente por una serie de Netflix, esto no quitaba para que Carbono modificado nos hiciera gozar con una solidísima historia de detectives ciberpunk con influencia neo noir, que además presenta unas cuestiones éticas bien tratadas, una sociedad podrida como pocas, ultra-violencia brutal y toneladas de diversión. Su estilo directo y su mezcla de géneros lo convierten en indispensable para cualquier fan del género negro, la ciencia-ficción y la ambientación grimdark. Eso, que lo léais. Son 700 páginas que pasan como nada.

 

Para el segundo libro, seguimos con la acción brutal y la ambientación bien oscurota, acercándonos esta vez al cuadragésimo primer milenio con Acechante del Vacío, la estupenda conclusión de la trilogía de los Amos de la Noche. Este libro (y toda su saga) sigue las aventuras de un grupo de malnacidos con todas las letras. Por primera vez tenemos a los malos como protagonistas y se dedican a hacer su trabajo (y muy bien). Sabe quedarse a medio camino entre la novela bélica y la historia de terror, cogiendo lo bueno de ambos géneros y ninguno de sus defectos. Las escenas de acción complementan la personalidad de sus protagonistas, el ritmo no para y las toñas son de espanto. Muy equilibrada en todos sus aspectos, sabe proveer de todas las emociones fuertes que un fan de la franquicia requiere, culminando en un final apoteósico un viaje que me ha dejado sin aliento en más de un momento.

Finalmente, pasamos a recomendar otra trilogía de libros, llamada la de la Guadaña, que me trajo Alies a mis manos (¡gracias!). Destaco el segundo de los libros, Nimbo, como el más redondo de todos, cerrando así con otra obra de ciencia-ficción (3 de 3 este año). En este caso, una deliciosa utopía en la que se ha vencido a la Muerte, lo que ha generado la aparición de otros problemas. Con un planteamiento muy bien tirado, una construcción de mundo realmente ingeniosa, un tono optimista que se echaba en falta y toneladas de aventuras que se ofrecen en 700 paginitas (por libro) que entran como nada. Disfrute sin complejos para toda 



EL PEOR

Y si nos paramos al peor libro del año, no podemos sino destacar a El Círculo Octogonus, leído a través de la Cesta’13 (si no, no me acercaba). Este Ken Follet wannabe intenta generar tensión con una conspiración nazi para decidir al nuevo Papa, pero fracasa en una obra en la que los personajes son intercambiables (o son buenos, o son malos). Contiene numerosos errores históricos (vendiéndose como documentada) y falla al buscar un mínimo de ritmo. Finalmente, la historia es predecible, se ha contado mil veces y no ofrece nada nuevo ni emocionante en ningún momento.