Y después de tanto
tiempo, de disfrutar Cazador
de Almas y Cosechador
de Sangre, la trilogía de los Amos de la Noche llega a su fin con Acechante de vacío.
Título: Acechante
del Vacío
Autor: Aaron Dembski-Bowden
Título original:
Void Stalker
Traducción: Sergio
Nuñez Cabrera
“Los
cazadores son ahora los cazados. Los Amos de la Noche huyen a las oscuras
fronteras del Imperio para escapar de sus infatigables hostigadores, los eldars
del mundo astronave Ultwhé. Sus esfuerzos los llevan al mundo carroña de
Tsagualsa, donde murió su primarca y su legión quedó hecha añicos. Será ahí
donde la historia se repita: letales asesinos acecharán en las sombras y los
Amos de la Noche se verán obligados a luchas en una batalla que están
destinados a perder.”
Como muchas otras
veces, el resumen de la contraportada no nos explica realmente de qué va el
libro. Habíamos dejado a los Amos de la Noche en una situación algo
desesperada. Si bien son unos traidores que quieren tocar las narices al
Imperio, no están por la labor de adorar (en principio) a los Dioses Oscuros.
Talos, que en la entrega anterior consiguió el liderazgo de la partida de
guerra afronta, con mucha amargura, los últimos días de su gente. Cada vez con
menos efectivos, sin capacidad para tener nuevos reclutas ni obtener
suministros, contempla su desaparición como un efecto inevitable del tiempo. Se
prepara, pues, para lanzar su canto del cisne en una batalla final que dejará
bien claro que van a vender cara su piel.
Y, ¡oh, qué final!
Un desenlace espectacular como la copa de un pino. Esta última campaña refleja
con admirable acierto el carácter cenizo y pesimista que acompaña a la Legión
desde su fundación. La acción está a la altura de los mejores párrafos de la
franquicia, sorprendiendo al emocionar pese a que ninguno de los dos bandos se
presta precisamente a caer bien.
Se puede dividir la
acción en tres partes bien diferenciadas:
En la primera, se
nos muestra la sociedad humana que lucha por sobrevivir en un planeta agreste
al que nunca nadie quiso ir. La gente, con más resignación que optimismo, hace
lo que puede para tirar adelante y mejorar la vida de los que tiene alrededor.
Hasta que llegan los Amos de la Noche y te recuerdan claramente porqué son los
malos. Y es que nunca te han dejado de recordar que son unos verdaderos
malnacidos, pero Demski-Bowden lo borda aquí, dándote unas bofetadas de
realidad que no se esperan en un producto de este estilo.
Una vez conquistado
el planeta y exterminada a la población, los Amos de la Noche se preparan para afrontar
la llegada de los Éldar. Saben que tienen que venir y que van a atizar con
todo. Pero ellos son los Amos de la Noche y se van a quedar a gusto. Durante 80
páginas seremos testigos de la organización de una trampa brutal que deja claro
qué ocurre cuando suben las apuestas. Nadie es capaz de aguantar un órdago como
estos Marines. Es que vas salivando mientras imaginas lo que les espera.
Y luego, el destrozo
final. Lo tiene todo: un ritmo vivísimo que no te deja descansar, acción
brutal, combates desesperados, giros bien encontrados, brizas de esperanza
machacada y unas últimas páginas con toneladas de mala leche. Dentro de lo que
son las emociones fuertes, de primera, oiga.
No en vano,
Demski-Bowden es uno de los mejores escritores de la Black Library y no se
cansa de demostrarlo a cada libro suyo. Las páginas se devoran en una trama que
se desarrolla con acierto, trasladando el trasfondo con “realismo”, sintiéndose
bien las emociones y el papel de cada personaje, junto con la burricidad de las
batallas desmedidas.
A lo largo de los
tres libros hemos conocido a Talos
y sus secuaces. Hemos visto como los que a priori parecían ser meros nombres
con dos tonterías para diferenciarlos han acabado teniendo un desarrollo
concienzudo, con un arco de personaje que avanza a lo largo de toda la saga y
culmina en las últimas páginas. A su manera, tienen su personalidad, su
carisma, reflejándose como son seres malvados porque son malvados, porque
quieren ser malvados y disfrutan siéndolo, sin que por ello sean malos de
opereta ni almas torturadas “porque el mundo les hizo así". De ninguna
manera puedes simpatizar con los Amos de la Noche, no hay manera de perdonar su
maldad y, aunque sean los protagonistas, no pueden ser “buenos chicos” de
ninguna manera. Pero, a pesar de ello, muchas veces me encontraba sumergido con
ahínco en su historia y deseando que a este rebaño de malnacidos le salieran
las cosas bien por una vez.
Acechante
del vacío ha sido un placer con todas las letras. La
conclusión de esta trilogía sabe quedarse a medio camino entre la novela bélica
y la historia de terror, cogiendo lo bueno de ambos géneros y ninguno de sus
defectos (se hace obvio recordar Aliens).
Las escenas de acción complementan la personalidad de sus protagonistas, el
ritmo no para y las toñas son de espanto. Muy equilibrada en todos sus
aspectos, sabe proveer de todas las emociones fuertes que un fan de la
franquicia requiere, culminando en un final apoteósico un viaje que me ha
dejado sin aliento en más de un momento. Sin duda, mi trilogía favorita de la
Black Library (y mira que he leído un puñado).
Nota: 9
Nota goodreads: 4.46/5
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