jueves, 21 de abril de 2022

Los primarcas (VV. AA.)

Libro XX de la herejía, que hacía tiempo que no se pasaba ninguno (y creo que van a tardar mucho en volver a pasarse por aquí ^^). Ya se habían convertido en una tradición, porque conociéndome, aunque fueran malos iban a caer. 


 Título: Los Primarcas

Autor: VV. AA.

Título original: The Primarchs

Traducción: Juan Pascual Martínez

“Creados a imagen y semejanza del Emperador, los Primarcas se creyeron los príncipes del Universo durante mucho tiempo. Dirigieron a las legiones de Marines Espaciales en una gloriosa conquista de la galaxia, y ningún enemigo del Imperio fue capaz de resistírseles. Pero incluso en el seno de una hermandad tan legendaria, las semillas de la discordia han sido sembradas hace tiempo, mucho antes de que el traicionero Señor dela Guerra Horus, proclamase su gran herejía. Esta antología contiene cuatro novelas cortas, cada una de ellas centrada en alguno de los guerreros y caudillos más poderosos que la Humanidad jamás haya conocido: Fulgrim, Ferrus Manus, Lion El’Jonson y los primarcas gemelos, Alpharius y Omegón.”

Aquí lo que tenemos es un grupito de pequeños relatos que giran en torno a los Primarcas de los Marines Espaciales, sin llegar por ello hacer una novela completa, simplemente contando una historia corta de unas 70 páginas. Siendo como es la Herejía una trama compleja con mil escenarios de acción, me gusta la idea de añadir compendios de relatos. Ayuda a poner luz a multitud de ángulos del conflicto rápidamente, tal como se había hecho en XX.

Vamos a hacer un pequeño resumen de cada uno de ellos:


El reflejo agrietado de Graham McNeill. Después de la estupenda Fulgrim, llega este pequeño relato que sirve de continuación, mostrando hasta donde ha llegado la exquisita corrupción del antaño más perfecto de los ejércitos.  En este caso se centra en las andanzas del experto espadachín Lucius el Sempiterno, tan dedicado a perfeccionar su arte con la espada que no ha prestado atención al resto de perversiones en las que sus compañeros se han sumergido. Reflexionando sobre su concepto de perfección, se cuestiona a su modo si la deriva de sus camaradas en la búsqueda de una perfección alejada de los conceptos marciales (estética, sensitiva…) es lo idóneo para el futuro de la Legión. Así, a modo de nexo de unión entre extenuantes entrenamientos y combates letales, tenemos ciertas reflexiones éticas sobre los objetivos en la vida y la necesidad de adaptarlos a los de aquellos que te rodean. Quizás es porque vengo de La batalla del Colmillo, pero el subidón que me ha dado el relato es inesperado. McNeill consigue en pocas páginas que un simple duelo MOLE mucho más que una batalla megaépica con toda la cacharrería implicada. Recuperamos a todos los personajes molones que habíamos visto en las primeras novelas de la colección, como Fabius o Loken y, sobretodo, al propio Fulgrim, uno de los hallazgos más espectaculares de toda la Herejía de Horus. Quizás tiene el debe de que debes tener muy frescas Fulgrim y sus novelas derivadas, pero El reflejo agrietado constituye 90 páginas de un retorcimiento inusitado, que descoloca, fascina y te deja con ganas de más, como deben ser este tipo de cosas. Nota: 9

A continuación, nos encontramos con un relato algo más corto titulado Hazaña de hierro, de Nick Kyme. Aquí nos centramos en los Manos de Hierro, que se prodigan poco por estos lares. Conoceremos sus vicisitudes para asaltar un mundo dominado por los Eldars, mientras el resto de Legiones critican veladamente su falta de avances. Se profundiza en la personalidad de Ferrus Manus, al que ya habíamos conocido algo acomplejado ante la superioridad que Fulgrim demostraba ante él. Sin embargo, no sabíamos de su amargura de saberse el menos dotado de sus hermanos. Sus poderes divinos le convierten en un guerrero imbatible excepto para su familia, a los que sabe que nunca podrá igualar pese a todos sus esfuerzos, generando frustración como sólo un semi-dios puede sufrir. Me agrada comprobar como consiguen darle una personalidad a medio camino entre el amor por la herrería de Vulkan y la férrea practicidad de Perturabo. No obstante, la acción no pasa de funcional, relato falto de ritmo y sin otros personajes desarrollados que el propio primarca. Nick Kyme no es de los mejores escritores y se nota. Nota : 4


El siguiente relato es El León, de Gav Thorpe. Con ese nombre y con Thorpe en la pluma, es fácil concluir que se centra en el primarca Lion’El Johnson. En el anterior compendio de relatos habíamos visto su encontronazo con Konrad Curze y este relato continúa justo después de los hechos allí relatados. Tras la revelación de la Herejía, Johnson no sabe de quién fiarse, si de Horus que ha dado un golpe de Estado, de Guilliman que está aprovechando la falta del Emperador para usurpar su poder… Entremedias descubre un artefacto secreto del Adeptus Mechanichus que no puede permitir que caiga en malas manos, malas manos que, obviamente, serán todas excepto las suyas… Thorpe incide con notable gracia a la hora de desarrollar la paranoia y la letalidad de Johnson, un primarca a quién no debes subestimar, sin por ello olvidar su absoluta falta de confianza en nadie que no sean él mismo y el Emperador. Buena acción, una trama entretenida y además se permite el lujo de dar explicación al origen de los adeptos de los Ángeles Oscuros. Nota: 7

Finalmente, el compendio acaba con La serpiente interior, de Rob Sanders, un relato sobre la Legión Alfa, experta en espionaje, con una historia repleta de trepidante acción al más puro estilo de James Bond. La Legión ha descubierto que tienen un traidor entre sus filas y no dudarán en tomar las medidas necesarias para eliminarlo. Si bien no se ahonda en la personalidad de ninguno de los primarcas, sí se reafirma el estado de psicosis en el que viven los de la Legión Alfa. 90 páginas de relato que no te dejan descansar, en el que nada es lo que parece y confunde no saber dónde están las lealtades. Si bien puede ser poco warhammero en el tono, es de los que hubieran pedido un desarrollo más largo y no apenas un relato alargado. Nota: 8


Con una calidad general muy superior a los anteriores compendios de relatos que habíamos tenido en la franquicia, adolece del problema habitual de no desarrollar una historia concreta. Estos episodios inconexos ayudan a poder echar un vistazo rápido al retablo de sucesos de la Herejía. Dentro de su obvia irregularidad tenemos historias que no aportan apenas nada, pero otras podrían ser merecedores de una novela entera en vez de una pincelada. A ver cómo continúa el percal, pero hemos llegado a un momento en que la trama general de la Herejía se empieza a dispersar y se nos deberían narrar hechos de veinte escenarios bélicos diferentes. Fácilmente podemos tener diez libros de hechos tangenciales sin desarrollo de la historia principal, pero bueno, quedan 30 libros (o más) para acabar la colección, por lo que no espero avances rápidos de la historia.

Al final, se trata de un tomo satisfactorio a pesar de su obvia irregularidad. Los relatos cortos harán las delicias de los fans de la saga, con sus buenas dosis de acción y desarrollo del trasfondo. Evidentemente, si no son los capítulos que interesan al lector, o éste no está por la labor de empaparse de los veinte libros anteriores, pues mejor que no se entretenga con Los Primarcas.

 

Nota: 7

Nota goodreads: 3.63/5

 

jueves, 14 de abril de 2022

Una historia de violencia

Primera escena: un virtuoso plano secuencia que nos anuncia el tono de la película. En aparicencia, todo parece calmado, simple, tranquilo; en el fondo, todo es sombrío, secreto, violento. Somos arrastrados inmediatamente por los retos de uno de los films más apreciados de David Cronenberg, conocedor de los problemas y las enfermedades, explorador de nuestros fantasmas y nuestros miedos, un cineasta mayor, un virtuoso en lo que hace.

Su estilo es particularmente notable en esta adaptación de un cómic poco reconocible en la gran pantalla. Más allá del planteamiento del argumento, la mano del director toma el mando y se apropia de este thriller, soberbiamente clásico y elegante en la forma, pero furiosamente retorcido en el fondo. Pero bueno, no os fieis de su título. La violencia en cuestión surge raramente, aunque cuando lo hace, es de la que no se olvida. Tenemos aquí una mezcla de géneros con base en el “neo-noir” que es capaz de llevarte por un viaje inesperado.

Tom Stall vive en Millbrook, un pequeño pueblecito de EEUU sin nada de especial, donde nunca ocurre nada. Tiene un restaurante donde su amabilidad y su sentido del humor hacen maravillas. En cuanto a su vida familiar, parece la ideal: adora a su mujer Edie como el primer día, juntos forman una pareja ideal que, además, tiene dos hijos encantadores. Jack, un chaval solitario que está entrando en la pubertad, y Sarah, una niña de apenas 6 años. Jack no está muy cómodo consigo mismo, cargando una ristra de inseguridades que le convierten en un objetivo de las burlas del colegio. Su padre, un prodigio de modestia y paciencia, no es el mejor del que obtener consejos violentos. Vemos con facilidad que es Edie quién lleva la voz cantante en la casa, con un Tom que vive dejándose llevar sin ser capaz de acabar nunca con una mosca, completamente inofensivo.

Pero un día, dos extranjeros –justo tras la famosa secuencia de obertura- entran en el restaurante; dos atracadores impulsivos que vienen a llevarse el dinero de la caja y no dudan a amenazar a los clientes y los empleados del lugar. Frente al peligro y la brutalidad, nuestro hombre tranquilo reacciona por puro instinto. Y con una precisión asombrosa, con una rapidez sorprendente, desarma y abate a los dos malhechores. Todos los testigos de la escena se asombran por la reacción de Tom, incluso él mismo, podríamos decir. De todos modos, un cuchillo clavado en el pie le manda al hospital.

A la salida, es recibido por una marabunta de periodistas que le han proclamado el nuevo héroe del pueblo norteamericano. Como siempre ocurre, la televisión hace correr la noticia por todo el país. En cuanto la familia de Tom Stall parece poder recuperar un asomo de normalidad, un tal Carl Fogarty aparece de ninguna parte. Con él, uno empieza a atisbar un pasado oscuro de Tom, que resurge, rompiendo el equilibrio que había caracterizado su vida hasta entonces.

La irrupción de la violencia y sus consecuencias dentro de un mundo calmado y sereno; las reacciones imprevistas que esta violencia tiene por efecto, tanto para los individuos como para la sociedad por completo; la identidad puesta en entredicho y, con ella, los fundamentos de las vidas paralelas; la transmisión de los valores y la herencia… temas que, de un modo u otro, caracterizan la obra de Cronenberg y que nutren este thriller en apariencia simple, pero verdaderamente tenebroso. Reflexiones pues, que no son baladí, espléndidamente integradas en un cuento macabro de lo más escalofriante.

Cronenberg adapta libremente un cómic para realizar una estupenda radiografía de la violencia y sus consecuencias, mostrando porqué puede alguien querer ser violento y dejando bien patente sus efectos. Muestra aquí una contención inusual en su cine, habitualmente más asquerosillo. Sin embargo, no impide que tengamos un ambiente que se hace malsano sin necesidad de acudir a explicaciones sobrenaturales. Una vez se rompe la calma que sostiene a la sociedad “normal”, se abre un velo en el que la sordidez campan a sus anchas y cualquier cosa es posible. En cierto modo, me recuerda a Terciopelo Azul, sólo que aquí envuelta en una historia de honor y venganza, donde los demonios de la culpa acechan desde cualquier esquina y las decisiones (los errores y aciertos) del pasado se vienen a cobrar factura. Desde un primer momento deja la sensación de que todo va a salir mal, porque, después de todo, estos follones nunca acaban bien.

Resulta curioso comprobar que la cantidad de violencia no es excesivamente grande. Casi todo el metraje es un “se va a liar”, hasta que por fin estalla en unos arrebatos de violencia que cortan el hipo, con una visceralidad impactante que se ve muy pocas veces en pantalla, bien capaz de pegarte al asiento. Además, como ya vienes predispuesto por la atmósfera, se clavan bien en la retina, mostrando lo mucho que se puede acongojar al personal sin necesidad de sustos facilones.

Todo esto no saldría adelante si no es por la espectacular actuación de sus dos protagonistas. Viggo Mortensen en uno de sus mejores papeles, aterrador a pesar de su contención y su aparente afabilidad, y un William Hurt que se sale como malvado amoral que está de vuelta de todo, que ordena acabar con vidas ajenas con la facilidad que otros apagan una vela. Este último borda su papel, culminando con un monólogo final sobre la utilidad de la violencia en la sociedad que es toda una exhibición.

Probablemente la película de Cronenberg que parece menos de Cronenberg, pero también una de las que mejor es capaz de impactar utilizando menos adornos. La primera media hora puede costar un poco, hasta que se sitúa la historia, pero esta mezcla de thriller y relato de terror es bien capaz de atraparte y dejarte hecho un pingajo 90 minutos después. Estupendísima e impactante. Como suele ocurrir con el canadiense, no apto para corazones sensibles.

Nota: 9

Nota filmaffinity: 7.1

 

Doble nominación al Oscar para la película: Mejor guión adaptado y mejor actor secundario (William Hurt), sin suerte en los premios finales en un año bastante flojete (para Brokeback Mountain y George Clooney -Syriana-, respectivamente). 

sábado, 9 de abril de 2022

A lo largo del Amazonas (W. H. G. Kingston)

Otro de estos libros leídos gracias a que es parte de la Cesta’13 (Libro Nº 55) al que sino, no hubiera dado una oportunidad. Lo dicho, así leo cosas diferentes, seguro.

Título: A lo largo del Amazonas

Autor: W. H. G. Kingston

Título original: On the banks of the Amazon

Traducción: F. de las Casas

“El héroe y sus compañeros, después de afrontar múltiples peligros a lo largo de su viaje por las Cordilleras, siguen casi el mismo camino que afrontó el galante Gonzalo Pizarro a lo largo de las riberas del Amazonas, descendiendo el peligroso río hasta el Atlántico.”

¿Y quién es W. H. G. Kingston? Resulta ser el traductor original de las novelas de Julio Verne del francés al inglés. Tras haber traducido un puñado de ellas, extrañado por la increíble cantidad de ventas que tenían, decidió ponerse a escribir por su cuenta y escribir sus propias novelas. Después de todo, si el gabacho ese vendía tanto “gracias a él” que lo traducía, seguro que Kingston podía hacerlo mejor y ganar más dinero en el proceso. Así que lo que tenemos es un sucedáneo de Verne a la inglesa, ocupado en una de esas novelas de viajes exóticos tan propias y características como Cinco semanas en globo  o Los hijos del Capitán Grant.


Es fácil ver las similitudes, pues estamos ante un ejemplo de ejército de los clones del siglo XIX, una sorpresa para los que quizás pensaran que el Xplotation es un fenómeno creado en nuestros días (¡ya existía en la Antigua Roma!).

A diferencia de lo que solía ocurrir con las historias de Verne, en la que el argumento es algo que raramente se olvida dentro del exotismo y la aventura, la historia de A lo largo del Amazonas brilla por su ausencia. Tenemos a un grupo de personajes que se han ido de aventuras casi por aburrimiento (una razón tan válida como la que da el autor) y les van pasando cositas. Por no haber, no hay ni malos. Simplemente, la selva tiene sus peligros y ahí vive gente.

El desarrollo de personajes es prácticamente nulo. Apenas se trata de nombres indistinguibles que van realizando acciones. Todos los hombres blancos están cortados por el mismo patrón, si acaso con una frase distintiva que se reitera de vez en cuando para que los distingamos. Lo mismo ocurre con las mujeres y los indios. Asimismo, la descripción de los lugares en que ocurre la acción son genéricos: un claro de la selva, un recodo del río, etc. Con que te lo nombren, ya sabes qué hay allí. Otra cosa es, curioso, con los diferentes animales que aparecen por ahí, pues cada vez que aparece un bicho nuevo, se detiene la acción para mostrarnos una “entrada de Wikipedia” con el nombre científico y un par de detalles biológicos para que aprendamos nuevas cositas sobre estas tierras tan desconocidas por los lectores –recordemos que el público objetivo es la juventud de finales del XIX-.


A lo largo del Amazonas no busca una especial coherencia, con multitud de faltas a la lógica que no parecen tener especial importancia. Por poner un ejemplo, pierden el equipaje varias veces, pero se las arreglan para tener una tetera a mano o entretenerse consultando unos manuales de ciencias naturales… unas cuantas veces. Asimismo, se nota que el libro tiene un par de siglos, tanto por el trato a los indígenas como en las relaciones hombre-mujer que se presentan.

Sin embargo, a pesar de todo este mogollón de defectos, el libro no se ha hecho aburrido. Sin especiales sobresaltos ni aspavientos innecesarios, provee de una lectura agradable, con las páginas pasando con facilidad y parsimonia. Aparte, el libro es cortito, por lo que no llega a hacerse largo. Una vez pudieras empezar a cansarte, simplemente, se acaba. Así que, ¿preparado para leer una de aventuras de otra época?

 

Nota: 4

Nota goodreads: N/A 

viernes, 1 de abril de 2022

Próxima

En una lista tonta de estas de recomendaciones, me “comandaron” esta película. Como me pinto solo en eso de meterme en embolados gratuitos, pues he aquí que acabé poniéndomela. No es que desconociera su existencia, pero reconozco que no le había prestado especial atención.

Estamos en un futuro cercano, y la humanidad prepara su primer viaje tripulado a Marte. Apenas quedan unas pocas semanas y se ha cerrado ya la escogida tripulación. Todos los integrantes están obviamente nerviosos, pero entre ellos se nos destaca a Sarah (Eva Green). Excelente profesional, esforzada y competente como la que más, también es madre divorciada con una pequeña de siete años de edad. Aquí empieza el fulcro de la trama, pues a raíz de su misión estará al menos un par de años alejada de su hija: No desea otra cosa que montarse en el cohete, pero al mismo tiempo le duele en el alma dejar a la pequeña con un ex marido bienintencionado, pero bastante desastre.

De acuerdo con lo que sabía de la película (poco), yo me esperaba una película de ciencia-ficción más bien durita y seria, pero de ninguna manera hubiera podido prever que estaba ante un drama laboral desnudo y realista de escenario inesperado. Usando como ejemplo una profesión vocacional que hubiéramos podido decir que goza de gran cantidad de privilegios, comprobamos que sus problemas no nos son tan extraños.

Lo que más me ha sorprendido es el realismo que se transmite al describir la vida en un centro de investigación de élite. Yo he trabajado muchos años en ellos (jus, si hasta he estado en el que ocurre la acción) y se realiza un gran trabajo para plasmar todos los problemas y las frustraciones del investigador de primera línea. Antes que lo preguntéis, no, nunca he tenido la más mínima posibilidad de ir al espacio, mi perfil sería más el del “ex”, aunque no tengo hijos (que yo sepa). Pero sí que se retrata con descarnada crudeza todos los sacrificios y esfuerzos que se deben realizar para tocar estos techos, con todo el desgaste físico y psicológico que ello conlleva. Lo he sentido sorprendentemente cerca de lo descrito en la película.



Aunque abuse de colores desaturados, hemos de felicitar con energía a Alice Winocour por todo lo que implica a la parte técnica: la fotografía es estupenda, la documentación de los procesos es magnífica y la dirección de –especialmente- las actrices es muy meritoria, especialmente si tenemos en cuenta el no tan abultado presupuesto en que se mueve el proyecto. Mis felicitaciones.

El guión corre a cargo de la misma director, que demuestra estar muy trabajado, componiendo un metraje muy ajustado (102 minutos en los que no sobra nada), con personajes bien descritos con funciones claras dentro de la historia y un caramelito para una Eva Green que es consciente de tener un buen papel ante sus ojos. Sin embargo, no se trata de una película que destaque por su ritmo. La trama se desarrolla muchas veces a través de miradas y diálogos no contados, lo que requiere el esfuerzo del espectador para mantener el interés ante lo que ocurre. Además, la decisión de no utilizar (apenas) la música para reforzar las emociones puede provocar que muchas escenas parezcan desnudas, faltas de contenido. Entiendo que se trata de una decisión consciente, que se complementa con parca puesta en escena, que renuncia a casi cualquier tipo de decoración innecesaria.

Lo que sí hace bien la película es trabajar toda la problemática laboral que se encuentra la protagonista. Se tocan muchos palos con acierto: los problemas para estar a la altura (de lo que los demás esperan y de lo que una misma se exige), la rapidez con la que se duda de tus capacidades, el dolor de perderte la vida de tus seres queridos, la desconfianza ante las responsabilidades que debe afrontar un padre que, bueno, hace lo que puede (o no). No sólo se ve desde el punto de vista de Eva Green, sino que se tiene el ingenio para presentar los mismos problemas desde el punto de vista del astronauta estadounidense o de la propia dirección del centro espacial (que te deja a medio camino de entenderlos y darles con un ladrillo en la cabeza).

Como ya he destacado anteriormente, esta película no se sostendría si no fuera por la estupenda actuación de las dos actrices principales. Eva Green como madre sufridora y Zélie Boulant como la pequeña que no quiere alejarse de una madre a la que ya ve menos de lo que le gustaría. Trabajos ambos llenos de matices, difíciles de encarnar, pero plasmados con talento (premiados con sendos premios César) con una directora que aprovecha a la perfección todo lo que ellas le dan.

Y luego llegamos al tema del final. Quizás podrá enfadar a muchos, jugando demasiado a confundirte sobre si se va o no se va, con un desenlace que puede parecer frustrante tras haber visto los 100 minutos anteriores. Lo mejor es que no juzga las decisiones tomadas. Tanto despegar como quedarse es razonable y claro, es cuestión de comprar o no lo que acaba ocurriendo. Da para mucho debate, tanto en general como en la casuística concreta que tenemos en pantalla.

Así pues, tenemos un drama laboral con una problemática muy bien tirada, realizado por una directora que sabe lo que hace y dos actrices que destacan por su talento. Sorprende su concienzuda documentación técnica en temas que nos son precisamente del dominio público. Sin embargo, también peca de lenta y austera (contemplativa, dirían algunos), tiene un final que no deja a todos conformes y, sobretodo, es una propuesta muy diferente a lo que uno esperaría viendo su carátula.

 

Nota: 7

Nota filmaffinity: 6.2