sábado, 3 de septiembre de 2022

El círculo Octogonus (Richard Harris)

Libro leído como parte de la Cesta’13 (número 58). Por mi parte, ni me hubiera acercado.

Título: El Círculo Octogonus

Autor: Peter Harris

“Roma, invierno de 1939, el papa Pío XI, que ha lanzado débiles ataques contra el régimen de Hitler, se está muriendo. El Vaticano se agita ante la elección de su sucesor y en el mundo, que ya puede seguir las incidencias del cónclave a través de la radio, hay gran expectación por conocer el nombre del nuevo pontífice.

El Sicherheitsdienst – el servicio secreto nazi- ha puesto en marcha una operación con un siniestro y secreto propósito. Para conseguir su objetivo, los agentes de Hitler dispondrán de más de una tonelada de lingotes de oro.

La Santa Alianza –nombre tras el que se esconden los servicios secretos vaticanos- se moviliza y, ante la emergencia, recurre a una fraternidad secreta, el Circulo Octogonus, cuya fundación se atribuye a una enigmática mujer, Olimpia Maidalchini, y que siempre ha aparecido en los momentos de dificultad para la Iglesia. El Vaticano niega su existencia, pero en los pasillos de los palacios pontificios se rumorea acerca del Círculo Octogonus, siempre en voz baja.

Niccola Storzi, jesuita que ejerce la docencia en el Teutonicum de Roma, no dará crédito al contenido de un pergamino atado con una cinta roja, que identifica los mensajes de Octogonus y que, muy a su pesar, lo llevará a descubrir inquietantes secretos, que jamás hubiese deseado conocer.”

Y no me hubiera acercado porque hace un puñado de años, en plena fiebre Dan Brown, me leí El Enigma Vivaldi, una suerte de imitación del estilo que fracasaba en la mayoría de cosas que intentaba. A pesar de que por alguna razón está decentemente considerado en algunos círculos, me parecía un libro flojo, que intentaba ser peliculero y se acercaba peligrosamente a la vergüenza ajena. Creía que lo tenía reseñado, pero parece que se me pasó.

Tras leer El Círculo Octogonus, debo decir que éste es todavía peor. En vez de ser un Dan Brown wannabe, aquí se pone a imitar (mal) el estilo de espías de Ken Follet, como un David Ferrer cualquiera.

Partimos de que el desarrollo de personajes es nulo en una obra de 500 páginas. Hay unos buenos y unos malos, los curas son buenos y los nazis malos (parece fácil). Pero luego cualquier acción es intercambiable entre uno y otro. Que sí, los nazis matan gente y los otros no, pero casi que ahí queda toda distinción entre personajes. Obviamente, no me voy a poner a decir nada sobre ellos, porque tampoco hay nada que decir.

El libro se haya divido en dos partes muy diferenciadas en trama. Cada una de ellas trata dos vicisitudes que le ocurren a nuestro heroico sacerdote que se metido en un follón que le sobrepasa. Lástima que luego no se preocupe mucho de cerrar las tramas o de darle un sentido al desenlace más allá de que se acaban las páginas dedicadas a ello. No cuento sobre la teleportación de personajes en función del guión, los errores históricos de situar a un personaje  real en una fecha u otra, además de cambiar ciudades o líneas ferroviarias de lugar. Errores todos ellos “perdonables” sin duda en una obra que se vende como verídica y documentada.

Muchos de estos defectos son mínimamente solventables si el argumento general fuera interesante o tuviera un mínimo de ritmo. Pero es que no llega ni a eso. La historia es predecible, se ha contado mil veces y no ofrece nada nuevo ni emocionante en ningún momento. Además, se pierde en un par de requiebros completamente innecesarios que hubieran supuesto 100 páginas menos sin que notáramos la diferencia.

Quizás lo más destacable es el punto de vista tan profundamente católico del autor. Se hace raro que se refleje de una manera TAN clara, pues parece que según que maldades o acciones son directamente inconcebibles, quedando totalmente fuera del prisma de opciones porque, al ser católicos, es algo que no se hace, directamente. Se nota mucho cuando cualquier personaje plantea sus opciones, o comenta sobre las reacciones a lo que ocurre. Esa manera de escandalizarse por parte de personajes supuestamente curtidos es inusual.

 En fin, Peter Harris es un autor al que pensaba evitar por la ínfima calidad de su libro más famoso, pero como éste estaba en la cesta, había que ir a por él. En resumen, que, si puedo evitarlo, no vuelvo a perder más mi tiempo con este autor. No sé si lo ganará, pero un firme candidato a peor libro leído este año.

 

Nota: 1

Nota goodreads: 3.12/5 

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