Ante un biopic -mira que tienden a no gustarme- uno
esperaría que se siguiera el esquema típico: Inicios de la
“estrella”, subida a la fama, descenso a los infiernos provocado por sus
excesos y algún tipo de redención. Ésta suele ser la manera clásica de realizarlos. No
obstante, éste es diferente, pues se centra justamente en los años que van
antes del momento en que Cocó Channel da el paso de convertirse en modista. Es
decir, acaba justo cuando las demás comienzan.
Lo que cuenta la película es el origen de Cocó, desde su
infancia en un orfanato hasta que se convierte en la amante de un barón, decidiendo dar el salto al estrellato de la moda. Del orfanato pasa a un cabaret,
donde triunfa al tener una cara bonita, talento y cierta originalidad en su
actuación. Allí, un noble terrateniente se fija en ella y decide incorporarla a
su harén. A pesar de que su independencia y orgullo le impiden aceptar inicialmente, acaba
decidiendo que allí vivirá sin ningún agobio y pasa a ser su amante. Una vez
convertida en una mujer florero, se entretiene haciendo arreglos y trajes a las
mujeres de su entorno, que triunfan debido a su rupturismo y modernidad.
En un principio, tenía entendido que Channel fue una figura
muy polémica en su época, ya que rompía con casi todas las normas establecidas
del comportamiento femenino: fumaba, llevaba pantalones, no se interesaba
demasiado por joyas ni amoríos y tenía ambiciones que no pasaban por la cama de
un hombre. Lo más parecido a una polémica por ello en la película es un simple
comentario “mira, está fumando” hecho con una sonrisa en los labios, como quién
ve algo curioso. Nada más. Solamente en el momento en que dice querer dedicarse
profesionalmente a diseñar encontramos un poco de reticiencia, pues su entorno
no entiende como alguien puede querer trabajar, con lo cansado que es y lo
divertido que es ir de orgía en orgía.
ACTORES: Audrey Tautou parece haberse convertido -tras la radicalmente
diferente Amèlie- en la mayor
estrella internacional de Francia y, en una película que ensalza una personalidad
femenina francesa, parecía obligada su presencia. Su trabajo es impecable,
realizando una interpretación acertada, aunque sin lucimientos gratuitos ni
escenas especialmente complicadas. En cuanto a los secundarios, Poelvoorde se
aleja de sus papeles cómicos pero no pasa de ser un mero tótem, al igual que
Nivola, que parece más una escultura de cera que un ser humano.
DIRECTOR: Fontaine ha realizado la película con autentico
mimo. Hay un trabajo enorme de elección de escenarios, multitud de exteriores,
un vestuario y una fotografía trabajadísimos y un ritmo pausado pero constante
que acompaña durante toda la película. Es evidente que pone mucho esfuerzo en realizar una película
totalmente armoniosa e idílica. Sin embargo, no logra despertar el más mínimo
interés en el espectador. Hay bastantes escenas muy destacables visualmente,
como la fiesta de disfraces en palacio con Channel vestida de hombre o el baile
en París con Channel como la única que viste de negro, pero que no arregla la
gravísima pobreza mental de los personajes.
GUIÓN: La estructura del guión está muy bien pensada y
realizada. La película discurre sin altibajos, contiene multitud de diálogos
con cierta profundidad, que invitan a la reflexión y un desarrollo
perfectamente redondo y bien hilvanado. Sin embargo, parece que la manía de hacer una
película de cada personalidad de nuestra sociedad deriva siempre en una propuesta
insulsa, sosa y hueca. Los personajes, supuestamente interesantes y atractivos,
no hacen otra cosa que caer mal y ser repulsivamente pijos e insoportables -no
niego que la realidad pueda estar bien representada, eso lo desconozco- y la
presencia de unos actores de cartón-piedra no hace sino realzar la sensación de
desapego que provocan.
Además, cuando parece que la película va a empezar y por
fin, Channel se decide a empezar su aventura como modista, se acaba el film. Por otro lado, no hay apenas más que un par de pobres
referencias a esa ruptura social que provocó, aunque quizás eso vendría luego y no lo vemos en la película.
Digamos que la película explica muy, pero que muy bien una
historia que no tiene el más mínimo interés para el común de los mortales. Y es
que quienes busquen en el film descubrir los fabulosos secretos de uno de los
grandes pilares de la moda del siglo XX -y posteriores, qué duda cabe-,
quedarán frustrados ante lo que se dibuja como un aburrido perfil de la
creadora que termina exactamente donde comienza el glamour de
la pasarela. Un aburrimiento muy bonito, pero un aburrimiento al fin y al cabo.
Nota: 5
Nota filmaffinity: 5.7
Tiene dos nominaciones a Óscar: vestuario y fotografía. Que
una película francesa (ergo no anglosajona) consiga esto, ya tiene su mérito.
¡Ay si el resto de cosas hubieran estado tan bien hechas!
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