Título (igual en el original): Duma Key
Autor: Stephen King (2008)
“Edgar Freemantle pierde el brazo en un terrible accidente que también le retuerce la mente y la memoria para dejarle lleno de rabia, y solo rabia. Su matrimonio, que le dio dos hijas maravillosas, se ha roto y Edgar quisiera no haber sobrevivido a las graves heridas que le produjo el accidente. Quiere huir. Su psicólogo, el doctor Kamen, le propone que empiece una nueva vida.
Edgar alquila una casa en Duma Key, un terreno de la costa de Florida. Allí comienza a dibujar. En la playa entabla amistad con Wireman, otro hombre a quien le cuesta hablar de sus heridas, y con la anciana Elizabeth Eastlake.
Entonces descubre en sí mismo un talento artístico extraordinariamente peligroso. Muchos de sus cuadros contienen un poder que ni él sabe controlar. A medida que se van descubriendo los fantasmas de la infancide Elizabeth, el poder destructivo de los cuadros se convierte en algo realmente devastador”
La historia es parecida a la de muchos otros libros de King: alrededor de una persona relativamente normal empiezan a suceder una serie de hechos inexplicables e inquitantes. A partir de ahí, lo que parece una bucólica vida se va convirtiendo en un enfermizo mundo de pesadilla.
El libro empieza con unas espectaculares cien páginas en las que te sitúa la historia: el accidente, el traslado a Duma Key y el descubrimiento de su arte. A partir de ahí, King se deleita preparando minuciosamente el escenario: La trama se desarrolla, el arte empieza a hacerse cada vez mas peligroso y, obviamente, lo siniestro y lo oscuro hace aparición. Ello conduce a un final algo trillado, que cualquier otro autor probablemente estropearía, pero King consigue mantener la tensión hasta el final.
Los personajes son pocos y relativamente simples. A pesar de que King nos los retrata muy bien como seres torturados, no dejan de ser relativamente planos, sin mucha gracia.
Pero si algo se debe destacar es que la trama está muy bien construida. A pesar de haber leído libros muy similares a éste. King se lo toma con mas calma de lo normal al desarrollar la trama y demuestra su maestría en el saber hacer inquietante cualquier escena, por inocua que parezca. Un buen nivel de tensión en todo momento, con un gran crescendo al final en el que quizás se echan en falta mas explicaciones (aunque bueno, King nunca las da).
En resumen, un buen libro de la factoría King.
A pesar de que me ha gustado mucho y he disfrutado leyéndolo, no puedo evitar quedarme con la sensación de haber leído un libro más de King, sin aportar nada nuevo (cosa que baja la nota).
Nota: 7
Nota Amazon: 8.29
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