Y
una vez más no llegaba una secuela/reinicio de una saga muerta y enterrada que
nadie había pedido y que nadie deseaba. Supongo que para ver si alguna vez
vuelve a sonar la flauta del Planeta de los Simios, Hollywood se dedica a estas
cosas durante los últimos años. Así pues, volvieron los Hombres de
Negro, ésta vez sin Will Smith.
Han
pasado muchos años y los agentes J y K se han retirado hace tiempo, adquiriendo
un estatus legendario. Pero la agencia de los Hombres de Negro sigue
existiendo, gestionando la vida de los extraterrestres en nuestro planeta,
además de salvar a la humanidad de su extinción semanal. La recién llegada H,
una joven que siempre ha soñado con las galaxias, ve en exitoso y guapísimo
agente M una oportunidad de medrar en la organización. Aunque él no parece muy
receptivo, las circunstancias les harán sospechar la existencia de un topo que
pone en peligro el futuro del planeta.
Supongo
que el principal motivo para resucitar la franquicia es el abrumador éxito de
la película Thor: Ragnarok,
en la que la misma pareja actoral destilaba una estupenda química que hacía
fluir estupendamente los gags y las escenas de acción. Los estudios querrían
dar un nuevo taquillazo repitiendo fórmula, con lo que cogieron una historia
más o menos peregrina, le añaden el toque de nostalgia que aporta resucitar una
saga del pasado, lo aderezan con algunas bromis modernas y viejunas, agitan un
poco la coctelera y a ver si se sacaban un éxito sin comerse mucho la cabeza.
Así
pues, tenemos un guión pre-diseñado, en el que se ha seguido el manual del marketing
sobre el tema y localización de cada chiste, los giritos se han situado en el
segundo que marcan los cánones y la trama sigue un desarrollo perfectamente
predecible que no te pilla en ningún momento por sorpresa. Como ocurre
últimamente, se busca la excusa argumental para que los protas paseen por medio
mundo, tengan unas escenitas de acción rechulonas y se peguen toñas a lo grande
en una confrontación final. El mayor problema es que nada tiene una especial
gracia, siguiendo los cánones de lo esperable de una manera decepcionantemente
genérica, con su traidor estándar, sus chascarrillos a la moda y una mega lucha
que tampoco es para tanto ni te acuerdas de porqué se tiene que producir.
No
negaremos que Chris Hemsworth y Tessa Thompson trabajan bien juntos. Se nota
que se lo pasan bien rodando la película y eso se transmite en pantalla. Tienen
su toque para la comedia, como ya vimos en Thor
y en Cazafantasmas
y, además, Chris Hemsworth tiene unos pectorales espectaculares que luce con
ganas, lo que siempre es un extra. Esto no salva que el guión no proporcione un
mínimo de desarrollo a ningún personaje, dejándolos solos antes la palestra. Q
y J tenían más chicha con la que trabajar, aparte de su savoir faire. En cuanto a los secundarios, Liam Neeson no puede
evitar las ganas de coger la chequera y salir corriendo de allí mientras que el
resto (incluyendo una Emma Thompson muy desaprovechada) se comportan como
maniquíes parlantes que hacen sus cositas.
El
director, F. Gary Gary es un veterano de las propuestas de acción llenas de
brío (Fast&Furious
8, por ejemplo), lo que se nota en las funcionales escenas de acción,
complementadas por unos efectos especiales resultones que cumplen con la
papeleta. Ninguna escena queda mal, pero tampoco destaca por su
espectacularidad. Sabe aprovechar la imaginería que ya conocemos para, por lo
menos, tener buenos diseños en pantalla, recuperando la banda sonora de la
primera película (la mejor de las tres) para dar un poco de lustre. Sin
embargo, no parece estar interesado en que la película tenga brío, haciendo que
se detenga en varios momentos, con los consiguientes baches de ritmo y
problemas de empaque a la hora de enlazar la poco consistente trama.
Como no puede ser de otra manera, los chistes abundan, en su mayoría muy tontitos y facilones. Yo me he reído bastante con bastantes de ellos, especialmente los que buscan momentos de complicidad entre los dos protagonistas. No obstante, Peoncín ha sido un personaje Jar Jar durante toda la película, que pocas ganas de que interviniera, por Dio.
A
pesar de sus enormes fallos, la película no aburre. Sabe moverte entre
cabriolas de aquí para allá y, de vez en cuando, alguno de sus chascarrillos
funciona. A las malas, Chris Hemsworth está buenorro y luce palmito, que
siempre se agradece. Sin embargo, esto sabe a poco para ser una película de los
Hombres de Negro. ¿Hacía falta
resucitar la franquicia para hacer esto? Está por debajo de cualquiera de las
películas de Will Smith en casi todos los aspectos. Incluso en sus peores
entregas, sabían ser tremendamente simpáticas. Como suele decirse, ¿era
necesario? ¿A algún ejecutivo de despacho se le ocurrió mirar el informe de
algún asesor para saber si iba a ser rentable?
Vi
la película con muchas ganas de disfrutarla, de que fuera simplemente decente,
porque es una franquicia a la que tengo cariño, pero no lo he conseguido del
todo. A pesar de que entretiene y maneja algunos chistes buenos, su insulso
guión le impide ser nada más, necesitándose de la química de la pareja
protagonista para ser un simple disfrute veraniego que ver y olvidar. Teniendo
en cuenta el presupuesto manejado, no costaba tanto dar pie a una propuesta más
digna. Le falta, bueno, todo lo que hizo grande a la saga: buen humor, alguna
gamberrada, ganas de sorprender…
Nota:
3
Nota
filmaffinity: 4.6
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