sábado, 30 de mayo de 2020

Men in Black International


Y una vez más no llegaba una secuela/reinicio de una saga muerta y enterrada que nadie había pedido y que nadie deseaba. Supongo que para ver si alguna vez vuelve a sonar la flauta del Planeta de los Simios, Hollywood se dedica a estas cosas durante los últimos años. Así pues, volvieron los Hombres de Negro, ésta vez sin Will Smith.

Han pasado muchos años y los agentes J y K se han retirado hace tiempo, adquiriendo un estatus legendario. Pero la agencia de los Hombres de Negro sigue existiendo, gestionando la vida de los extraterrestres en nuestro planeta, además de salvar a la humanidad de su extinción semanal. La recién llegada H, una joven que siempre ha soñado con las galaxias, ve en exitoso y guapísimo agente M una oportunidad de medrar en la organización. Aunque él no parece muy receptivo, las circunstancias les harán sospechar la existencia de un topo que pone en peligro el futuro del planeta.

Supongo que el principal motivo para resucitar la franquicia es el abrumador éxito de la película Thor: Ragnarok, en la que la misma pareja actoral destilaba una estupenda química que hacía fluir estupendamente los gags y las escenas de acción. Los estudios querrían dar un nuevo taquillazo repitiendo fórmula, con lo que cogieron una historia más o menos peregrina, le añaden el toque de nostalgia que aporta resucitar una saga del pasado, lo aderezan con algunas bromis modernas y viejunas, agitan un poco la coctelera y a ver si se sacaban un éxito sin comerse mucho la cabeza.

Así pues, tenemos un guión pre-diseñado, en el que se ha seguido el manual del marketing sobre el tema y localización de cada chiste, los giritos se han situado en el segundo que marcan los cánones y la trama sigue un desarrollo perfectamente predecible que no te pilla en ningún momento por sorpresa. Como ocurre últimamente, se busca la excusa argumental para que los protas paseen por medio mundo, tengan unas escenitas de acción rechulonas y se peguen toñas a lo grande en una confrontación final. El mayor problema es que nada tiene una especial gracia, siguiendo los cánones de lo esperable de una manera decepcionantemente genérica, con su traidor estándar, sus chascarrillos a la moda y una mega lucha que tampoco es para tanto ni te acuerdas de porqué se tiene que producir.


No negaremos que Chris Hemsworth y Tessa Thompson trabajan bien juntos. Se nota que se lo pasan bien rodando la película y eso se transmite en pantalla. Tienen su toque para la comedia, como ya vimos en Thor y en Cazafantasmas y, además, Chris Hemsworth tiene unos pectorales espectaculares que luce con ganas, lo que siempre es un extra. Esto no salva que el guión no proporcione un mínimo de desarrollo a ningún personaje, dejándolos solos antes la palestra. Q y J tenían más chicha con la que trabajar, aparte de su savoir faire. En cuanto a los secundarios, Liam Neeson no puede evitar las ganas de coger la chequera y salir corriendo de allí mientras que el resto (incluyendo una Emma Thompson muy desaprovechada) se comportan como maniquíes parlantes que hacen sus cositas.

El director, F. Gary Gary es un veterano de las propuestas de acción llenas de brío (Fast&Furious 8, por ejemplo), lo que se nota en las funcionales escenas de acción, complementadas por unos efectos especiales resultones que cumplen con la papeleta. Ninguna escena queda mal, pero tampoco destaca por su espectacularidad. Sabe aprovechar la imaginería que ya conocemos para, por lo menos, tener buenos diseños en pantalla, recuperando la banda sonora de la primera película (la mejor de las tres) para dar un poco de lustre. Sin embargo, no parece estar interesado en que la película tenga brío, haciendo que se detenga en varios momentos, con los consiguientes baches de ritmo y problemas de empaque a la hora de enlazar la poco consistente trama.


Como no puede ser de otra manera, los chistes abundan, en su mayoría muy tontitos y facilones. Yo me he reído bastante con bastantes de ellos, especialmente los que buscan momentos de complicidad entre los dos protagonistas. No obstante, Peoncín ha sido un personaje Jar Jar durante toda la película, que pocas ganas de que interviniera, por Dio.

A pesar de sus enormes fallos, la película no aburre. Sabe moverte entre cabriolas de aquí para allá y, de vez en cuando, alguno de sus chascarrillos funciona. A las malas, Chris Hemsworth está buenorro y luce palmito, que siempre se agradece. Sin embargo, esto sabe a poco para ser una película de los Hombres de Negro. ¿Hacía falta resucitar la franquicia para hacer esto? Está por debajo de cualquiera de las películas de Will Smith en casi todos los aspectos. Incluso en sus peores entregas, sabían ser tremendamente simpáticas. Como suele decirse, ¿era necesario? ¿A algún ejecutivo de despacho se le ocurrió mirar el informe de algún asesor para saber si iba a ser rentable?



Vi la película con muchas ganas de disfrutarla, de que fuera simplemente decente, porque es una franquicia a la que tengo cariño, pero no lo he conseguido del todo. A pesar de que entretiene y maneja algunos chistes buenos, su insulso guión le impide ser nada más, necesitándose de la química de la pareja protagonista para ser un simple disfrute veraniego que ver y olvidar. Teniendo en cuenta el presupuesto manejado, no costaba tanto dar pie a una propuesta más digna. Le falta, bueno, todo lo que hizo grande a la saga: buen humor, alguna gamberrada, ganas de sorprender…

Nota: 3
Nota filmaffinity: 4.6

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