viernes, 3 de noviembre de 2023

Mr Link - El origen perdido

Centrémonos hoy en una propuesta con menos trascendencia, más presta a disfrutarse sin tonterías. Nos centramos en una película que me dolió perderme en su paso por los cines. Laika es uno de los estudios con los que mejor me lo paso, pero este film llegó en un mal momento, así que no pude ir en las reducidas dos semanitas que duró antes de desaparecer. Finalmente, llegó su turno de dedicarle un ratito de tiempo, así que nos ponemos con ella y recupero un poco el cariño que le profeso al estudio.

Así que, situémonos, estamos a finales del Siglo XIX, en una de tantas sociedades de exploradores de Inglaterra, donde unos estirados ricachones se dedican a presumir de sus conquistas, sus cacerías y de cómo el hombre blanco se impone ante cualquier adversidad. Pareciera que todos son felices en este lugar, pero no. Entre ellos, hay una oveja negra, un explorador que no vive para sojuzgar y presumir, sino que goza descubriendo lo indómito, poseído por el espíritu del pionero, presto a dejarse maravillar ante las novedades que el mundo le tiene preparado. Un alma tan cándida no es bien recibida en el lugar, tolerada como si de un bufón se tratara. Con el objetivo de demostrar su valía, marcha a la búsqueda del Big Foot, y no sólo lo encontrará, sino que lo traerá a Inglaterra, escandalizando a todas las almas bienpensantes de la organización.

Mr. Link me deja la sensación de que me han ofrecido una aventura muy diferente a lo que esperaba. Los primeros minutos dan lugar a pensar a que el fulcro de la película es la captura del Big Foot. Pronto vemos que no, dirigiéndose hacia una comedia de pez fuera del agua, abusando de errores culturales y chistes a costa de la vergüenza ajena. Sin embargo, se abandona rápido esta premisa con un giro argumental más que inesperado (que no voy a revelar) que lanza la película hacia la aventura, chascarrillos de slapstick y un poquito de moraleja sobre la importancia de focalizar tus esfuerzos en lo que eres bueno o en lo que disfrutas haciendo.

Todo este mejunje no excesivamente bien equilibrado se envuelve en un paquetito la mar de mono, muy deudor del característico estilo de Laika. La trabajada imaginería denota un bello trabajo artesanal repleto de buen gusto. No obstante, el diseño no llega a las altísimas cotas de calidad que hemos disfrutado anteriormente en películas del mismo estudio como Kuro y las cuerdas mágicas. Sin querer dar a entender que falle en este sentido (ni por asomo), su colorismo festivo es disfrutón no deslumbra como sabemos que son capaces.

Otra de las características propias del Estudio Laika es que en sus proyectos prima más la forma que el fondo, encontrando aquí uno de sus ejemplos característicos. Mr. Link adolece de no tener apenas ninguna escena para recordar ni despide un especial carisma. Desarrolla su trama con cierta originalidad, intentando sorprender con sus quiebros y cambios de género. Contiene un subtexto muy claro sobre la aceptación de las diferencias entre unos y otros, además de una bonita exaltación de la amistad, pero el tratamiento es ligero, sin querer ahondar en ello, no sea que distraiga de las acrobacias que se ven en pantalla. Sus pocas pretensiones no impiden que Mr. Link se vea con agrado, deslizándose sin esfuerzo durante los reducidos (hoy en día) noventa minutos que dura (créditos incluidos). La trama no tiene tropos molestos sus giritos pueden descolocar agradablemente a más de uno, lo que le añade cierta gracia. Despide un aroma confortable, siendo una película con la que pasar una tarde sin exigencias, a pesar de que deja la sensación de que debería ser mejor de lo que acaba siendo.

A los mandos está un veterano de la casa, Chris Butler. Normalmente guionista, ya tuvo su estreno en la dirección con Paranorman (una película algo olvidada, pero reivindicable en su modesta irregularidad). No firma aquí su trabajo más inspirado, fallando al dotar de alma a las bonitas imágenes que estamos viendo. Sin contener errores importantes, simplemente, es incapaz de hacerse carismática más allá de su particular imaginería.

Como suele ser también habitual en la casa, Mr. Link recibió su correspondiente nominación a los Oscars de animación. Y también, como es habitual, se fue de vacío. En este caso, como probablemente la peor de las nominadas en un año no especialmente inspirado que ganó Toy Story 4.



Mr. Link ofrece aventuras para toda la familia, con el añadido del característico estilo de Laika en la puesta en escena y algún girito inesperado que sienta la mar de bien. Tan agradable de ver como fácil de olvidar, entiendo que pasara relativamente desapercibida. Dado el cariño que le tengo al estudio, me da un poco de penita que no les quedara tan bien como nos gusta disfrutar con este estudio.

 

Nota: 5

Nota filmaffinity: 6.2 

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