lunes, 30 de diciembre de 2019

La senda del Guerrero (Gav Thorpe)


Este libro llevaba pululando por casa desde hace un puñado de años. En este caso se trata de los pocos libros de la franquicia dedicados a los Éldar. ¡Cómo le ha costado siempre a la Black Library salirse del Imperio de la Humanidad!

Título: La senda del Guerrero
Autor: Gav Thorpe
Título original: Path of the Warrior
Traducción: Juan Pascual Martínez

“Los eldars son una raza Antigua y misteriosa. Cada uno de sus miembros dedica su vida a una senda que guiará sus actos y decidirá su destino. Korlandril abandona la Senda de la Paz y se adentra en la Senda del Guerrero para iniciarse en el arte de la muerte y de la destrucción. Elige el aspecto guerrero del escorpión asesino para convertirse en un adepto mortífero e inmisericorde en el arte del combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, cuanto más se adentra en esa senda, más cerca está de perder su propia identidad y de convertirse en un avatar de la guerra.”

Para los profanos, lo primero que habría que contar es que los Éldar son el equivalente los elfos del mundo de Warhammer 40k. Siguen todos los tópicos de la elficidad tolkeniana pero traspasada al milenio siniestro. Antaño dominaron la galaxia, pero un cataclismo acabó con su Imperio y ahora los remanentes sobreviven en planetas móviles intentando reconstruir algo parecido a una vida. La maldición de Slaanesh (uno de los dioses del Caos) persigue sus almas, por lo que su sistema de creencias ha variado para sobrellevar los traumas que esto les causa.

Así pues, a lo largo del libro seguiremos la vida de Korlandril y visitaremos todos los rincones del Mundo-Astronave de Alaitoc. Primero con el protagonista como artista, veremos cómo vive el pueblo, la gente normal. Después, en un pequeño paso como Vengador, se nos contará el concepto de “La Senda” de los Éldar y, finalmente, cuando Korlandril pasa a ser un Escorpión Asesino, veremos las peculiaridades de los ejércitos Éldar. Quizás es en la descripción de este mundo donde encontramos los mayores valores del libro. Gav Thorpe logra que este mundo no-humano sea reconocible y verosímil para nosotros. Adapta el trasfondo existente a su manera para que el funcionamiento de Alaitoc sea creíble, para que tenga lógica y podamos disfrutar recorriendo todos sus secretos. Añade un montón de cosas nuevas muy interesantes al trasfondo y, además, se las arregla para mantener la coherencia con el Universo del WH40k.


El protagonista es el (inicialmente) escultor Korlandril que, la verdad, es un poco imbécil (siendo amables). Inicialmente es un pomposo estirado incapaz deber más allá de sus propias narices, centrado en sus problemas y sus traumitas, ignora a aquellos que le rodean, a pesar de los desesperados intentos de éstos para pedir su ayuda. Una vez empieza a recorrer la Senda del Guerrero, aprende a estar en paz consigo mismo, pero poco a poco va perdiendo más de si mismo, acercándose a un autómata en el que su mente es sustituida por la amalgama de los espíritus de los guerreros del pasado que atan su esencia a la suya. Cuando sea consciente de que está dejando de ser él, empezará una fútil lucha para salvar su vida.

A su alrededor van circulando una serie de personajes que entran y salen de su vida sin dejar mucha impronta. Apenas meros nombres con los que articular la historia, sin demasiada personalidad ni características destacables.

Una de las características típicas de la mayoría de novelas de Marines Espaciales estriba en estar protagonizadas por el más “humano” de los soldados, muchas veces alguien que destaca por su empatía y su capacidad para pensar “a nuestra manera”, alejada de lo que debería ser un Marine canónico (lo que le suele ocasionar ciertos problemas que sirven de excusa argumental para la historia). Este efecto responde a la necesidad de tener un personaje con el que empatizar, con el que desear conocer qué le depara el destino y avanzar en su historia. Esta adaptación no se produce en este libro, pues Korlandril es un personaje bastante irritante durante gran parte de la novela, respondiendo a la perfección al concepto de “Éldar” que siempre se ha vendido en el trasfondo. Korlandril es un Éldar con todo lo que ello implica, sin rebajar. Thorpe refleja su inhumanidad y la diferente escala de valores que ambos manejamos. Es un trabajo bien hecho, no lo dudamos, pero se hace algo pesado a la que necesites que la vida del protagonista te importe un poco.

 
El libro también sufre de una gran falta de ritmo. Vamos saltando de aquí para allá sin tener una trama que una los puntos. En muchos casos da la impresión de que la historia no es más que una mera excusa para que hagamos turismo por Alaitoc, tocando cada una de sus regiones. Además, tampoco se nos cuentan los motivos por los que hay toñas. Llaman a Korlandril a pegarse en un sitio, a pegarse en otro y tal, pero no sabemos qué ocurre. Las escenas de acción se viven de una manera muy diferente a como estamos acostumbrados con Abnett o McNeill. Mientras que éstos escriben escenas de batalla llenas de viveza y emoción, Thorpe las hace mecánicas y crudas, en muchos casos muy faltas de emoción. Muy Éldar, todo hay que decirlo.

Por otro lado, Thorpe escribe con un estilo muy ligero, agradable de leer. Es muy original a la hora de recrear el Mundo-Astronave, con todas sus particularidades bien encontradas. Las páginas pasan con facilidad aunque la historia no te importe un pepino y me gusta el juego que hace para mostrarnos las visiones y las múltiples personalidades que va sufriendo el protagonista. Al final el libro llega a hacerse aburrido, pero hay que reconocer que tiene sus puntos interesantes.

Aunque el final es cerrado, me acabo de enterar que se trata de una trilogía. Ante la sorpresa, me he informado y resulta que los otros dos libros siguen “la senda” de los dos mejores amigos de Korlandril, siendo uno un Vagabundo y otra una Vidente.

Alaitoc es un mundo que da gusto visitar, y el desarrollo del trasfondo está bien realizado. Por otro lado, hacía tiempo que un libro de Warhammer no conseguía aburrirme. Y eso es algo muy malo para una propuesta de la franquicia.

Nota: 4
Nota goodreads: 3.59/5

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