martes, 10 de diciembre de 2019

Secretos de familia


A estas alturas no vamos a sorprendernos de la fama que tienen las películas de Antena3 de domingo tarde. Su calidad es bien conocida, con cierto regodeo por parte de la cadena a la hora de buscarlas y programarlas. En el fondo, tienen su público y es justo lo que demanda. Es lo que se va a ver cuándo se va a casa de los suegros y adivinad quién es una fan de este género, considerándolo ideal para echarse una siesta relajada.

En este caso, tenemos a un par de adolescentes (10-12 años) cuya madre es asesinada brutalmente. Una de ellas queda traumatizada mientras que la otra apenas se inmuta por la tragedia. Años después, una accede a hacer de vientre de alquiler para la otra, pero a medida que avanza el embarazo, aparecen fantasmas del pasado y las cosas se empiezan a complicar…

Secretos de familia no lleva a engaños. Desde un primer momento no hay por dónde coger la película. La fama y la reputación de las películas de Antena3 está bien justificada.

La lógica salta por la ventana nada más empezar la película, dando lugar a una trama escabrosa en la que nada guarda mucho sentido. Sus unidimensionales personajes acumulan incoherencias y reacciones que no vienen a cuento que tampoco es que hagan grandes favores al guión. Hay un malo maloso (que tampoco nos enteramos muy bien de por qué lo es) que quiere hacer la vida imposible a la protagonista y luego la pantalla se llena de burricidades y otras estupideces de lo más tremebundo un poco porque patata.

El elenco actoral bastante hace con salir dignamente de un guión horrendo. Un trabajo hecho con profesionalidad, sin dejar de tener en cuenta el tipo de proyecto que tienen entre manos. En ese sentido, quizás se trata del mejor aspecto de la película.

No es algo a felicitar en exceso, pues el resto de aspectos se acercan peligrosamente a la vergüenza ajena. La puesta en escena es modesta incluso para los cánones de los telefilms, rodada en su totalidad en escenarios de IKEA de usar y tirar, con una fotografía (en HD) desconcertantemente iluminada. A la que investigamos un poco, comprobaremos que se trata de un telefilm canadiense de una cadena secundaria, por lo que el presupuesto será probablemente ridículo.



De la misma manera, la música es completamente funcional, siguiendo todos los tópicos para acompañar lo que ocurre y remarcar machaconamente todos los CHAN CHAN rompedores de cada giro de guión incongruente. La cadena tampoco se ha dejado mucho dinero al contratar actores de doblaje, con entonaciones raras y sincronizaciones no del todo bien puestas (Apuesto que se ha hecho sin acceso a las imágenes y sin repasar mucho, casi del tirón).

No es la primera película de este tipo que reseño. De hecho, estas propuestas suelen ser proyectos modestos (siendo amables) que mantienen cierta dignidad. Se saben modestas y de relleno y no intentan ir más allá. Secretos de familia destaca para mal incluso dentro de este género. No hay apenas aspectos salvables, quedándose en un culebrón insulso que juega a ser tremebundo sin conseguirlo.

Nota: 1
Nota filmaffinity: 3.4

No hay comentarios:

Publicar un comentario