Esta película sale
de un encargo de Netflix a los Hermanos Coen para que hicieran una serie, con
una libertad casi absoluta. Por estas cosas que pasan el proyecto no llegó a
buen puerto, pero a partir de los retales, se decidió que una película
episódica sí era viable y aquí la tenemos. Los Coen encantados de hacer lo que
les dé la gana y Netflix con una película de relumbrón.
Así pues, tenemos 6
pequeños cortos totalmente independientes que transcurren en el Viejo Oeste.
Aunque cada uno es de su padre y de su madre, tienen en común que tratan de la
muerte, siempre repentina, injusta (o no) y un poco brutota.
La
balada de Buster Scruggs que da título a la película es
un pequeño musical loquísimo que recuerda a los cortos de Looney Tunes, a pesar
de estar rodado en imagen real. En él, Tim Blake Nelson interpreta al mejor
duelista del oeste, avezado cantante de country, que viaja de pueblo en pueblo
en busca de aventuras.
Posteriormente viene
Entre algodones,
aquí, un cachondísimo James Franco interpreta a un atracador de bancos muy
pagado de sí mismo, seguro de que con su labia y su talento podrá salir de
cualquier entuerto. O no, claro.
El
mantenido
es
una historia muy malrollera en que un desesperado Liam Neeson se aprovecha de
un tullido con habilidades de orador para crear un espectáculo sin igual en el
Oeste. Se odian, pero se saben necesarios, aunque las fricciones son capaces de
arruinar cualquier relación. Se trata del corto más perturbador, tanto en su
desarrollo como en el desenlace, de los que no se esperan.
A continuación viene
mi favorito, El
cañón del oro, en que un Tom Waits interpreta a un
buscador de oro que cree haber encontrado un filón en las montañas. Sin apenas
diálogos y con una fotografía espectacular, supone un bellísimo descenso a la
locura en que nada es lo que parece.
En quinta posición
está La mujer
desconcertada, en que tenemos el Western más
clásico siguiendo las vicisitudes de una caravana que va a Oregon. Sin embargo,
dirigen los Coen y se guardan sorpresas cuando todos esperamos un desenlace
convencional.
Para acabar tenemos Los restos mortales,
en el que un variopinto grupo de personajes viaja en una carreta con mucha
prisa. A lo largo del recorrido iremos conociendo su pasado, mientras nos
preguntamos sobre su incierto destino. Funciona más como un pequeño cuento de
terror lovecraftiano, alejándose del tono luminoso que han tenido sus
predecesores. Se trata del menos bueno del pack, por lo que el regusto final no
es tan redondo como desearíamos, pero es igualmente aprovechable.
Como cualquier
compendio de retazos, hay mejores y peores, pero son todos disfrutables a su
modo, especialmente si casas con la particular forma de hacer películas de los
Coen. Hay un par que me hubiera gustado que fueran incluso más largos, pero ahí
está la gracia de los cortos.
Los Coen le dan una
vuelta de tuerca curiosísima al género del Western, tocando todos los palos y
los subgéneros con su particular retranca. El humor negrísimo habita cada
rincón, presto a dar (siempre) el resultado que uno no espera, incluso cuando
está esperando uno inesperado. Sorprende también cuánta diferencia hay entre
ellos, cada uno rodado con un estilo muy distintivo, pero siempre manteniendo
un estupendo sentido de la maravilla, con bellísimos paisajes, puesta en escena
muy cuidada y un gran trabajo de los colores y las luces.
Cada uno tendrá sus
favoritos, y si alguno no te gusta, el siguiente sí lo hará. Pocas veces
encontramos obras de este tipo en que todos los episodios triunfen (como Relatos
Salvajes, por ejemplo) y ésta es una de ellas. Los Oscar se acordaron
de los Coen, con nominaciones a Mejor Guión adaptado, canción y vestuario. No
se llevaron premio pero es otra muestra de que Netflix cuida cada vez más las
películas grandes con las que quiere triunfar (después de tanta película de
cuestionable calidad).
Hacía tiempo que no
veía una película nueva que no fuera de autor (como tal) ni de súper
espectáculo. Esta película requiere presupuesto, pero no desmesurado, requiere
artesanía, pero no manualidades, tiene originalidad, pero no es la base de su
motivación. En fín, después de tantas vueltas y revueltas a lo mismo, da gusto
ver que todavía se hace alguna película buena de talla media.
Nota: 8
Nota filmaffinity: 6.6
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