Hace poco que me he mudado y estrenado un nuevo trabajo,
un par de cosillas un poco estresantes. Como me apetecía leer algo ligerito
para desengrasar y la mayoría de cajas aún no han llegado, me he puesto a
rebuscar entre los libros de mi e-book hasta que apareció un compendio de los
relatos completos de Solomon Kane. Debo reconocer que de este personaje no
tenía más referencias que una película horrible y el consuelo de estar escritos
por Robert E. Howard, el creador de Conan, pero como cumplía los requisitos de
entretenimiento que le pedía, me tiré de cabeza.
Título: Las extrañas aventuras de Solomon Kane
Autor: Robert E. Howard
Título original: Solomon Kane
“La serie
de Solomon Kane puede
considerarse una confluencia de géneros como el histórico, la aventura, la
narrativa de piratas, el folletín y el terror, en ocasiones de corte bastante
gótico. Solomon Kane es un sombrío puritano de los tiempos de Isabel I de
Inglaterra –justiciero misterioso, solitario y de métodos expeditivos–, y a lo
largo de un puñado de cuentos vive sus tenebrosas aventuras por Europa y África
(un continente inexplorado, lleno de ciudades perdidas, caníbales, y horrores
sin cuento). Lo sobrenatural –desde espectros a razas vampíricas– no sólo está
presente en estos relatos, sino que a menudo forma parte fundamental de sus
tramas. Las extrañas aventuras de Solomon Kane reúnen los ocho únicos relatos de este personaje publicados, en vida
de Howard, por la revista Weird Tales,
respetando su escritura original y lejos de los arreglos que sufrieron en
ediciones posteriores. La edición se completa con La sombra del buitre, relato protagonizado por Sonia la Roja, que se desarrolla en Viena, durante el
sitio de Soliman el Magnífico.
Primera sorpresa: yo esperaba una ambientación completamente
fantástica, como en Conan o Kull, pero las Aventuras de Solomon Kane se ubican
en nuestra Tierra (ejem). Las huellas del camino llevan a Solomon Kane a
lugares tan diversos como Inglaterra, Turquía, el Caribe o la jungla africana,
según las necesidades o la imaginación del momento. Curiosamente, ninguno de
los relatos tiene relación con el siguiente o muestra la más mínima
interconexión más allá de estar protagonizados por el mismo justiciero. Un
tópico andante que hemos visto repetido (copiado quizás de aquí) en un puñado
de historias, el del vagabundo que va de pueblo en pueblo arreglando
injusticias de la manera más bruta allá por donde pasa. Ya sea buscado por
crímenes que no ha cometido, comido por los remordimientos de un pasado que
intenta olvidar a golpe de espada, o como un solitario cow-boy más rápido que
su sombra, el esquema es siempre el mismo: nuestro protagonista llega a un
pueblo, se mete donde no le llaman, el malo hace maldades y Kane acaba con él.
Puede parecer repetitivo, pero cada capítulo de esta
(ejem) serie es muy diferente del anterior. Hay historias de piratas llenas de
acción y realismo, otras se ubican en tierras ignotas, donde las aventuras se
tornan exóticas y están impregnadas de magia ancestral, mientras que las
últimas beben del terror lovecraftiano para gozo de los amantes de los pantanos
lúgubres y los poderes primigenios. Con tanta variedad de planteamientos, cada
relato se torna único y distintivo, por lo que su lectura se mantiene fresca y
emocionante. No sé si es que era justo lo que necesitaba leer en este momento, pero
no esperaba pasármelo tan en grande como lo he hecho.
Howard no pasará a la historia por su estilismo en la
escritura. Al contrario, su estilo es tosco, impulsivamente directo. Cada
descripción contiene detalles de brutalidad y acción desmedida, en el que no es
extraño encontrar muerte y destrucción. Sus relatos están rellenos de emociones
fuertes y, sobretodo, una extraña pátina de atemporalidad que crea un Universo
fascinante en el que sumergirse. Puede que en este caso se trate de nuestra
Tierra, pero no parece sino un lugar en el que vivir terroríficas aventuras
folletinescas que devorar y disfrutar, una invitación a dejar aflorar la
imaginación y profundizar en un mundo en el que cualquier cosa es posible.
Después de leer este libro, me he sorprendido de la
inmensa influencia que ha tenido dentro de la franquicia de WHFantasy. Es asombroso
cuánto beben de estas historias. El desarrollo de las escaramuzas, la simpleza
de unos personajes que no por ello dejan de funcionar, las escenas llenas de
salvajismo y las muertes gratuitas que he leído en esos libros parecen todas extraídas
de las apenas 150 páginas de Solomon Kane. Impresionante e inesperado.
Hace no mucho me leí el Esaú Cairn, escrito diez años
antes que el primero de estos relatos.
Al compararlos, se hace fácil observar la evolución que se produce, con
un Howard mucho más maduro y consciente del tipo de narración que quiere
realizar. Cada historia tiene empaque por sí misma, centrándose más en la
aventura que en la superhombría y el retorno a la naturaleza primaria de la era
Hibórea. En conjunto, los relatos de Kane están mejor escritos y son mucho más
disfrutables.
A fin de cuentas, es un libro que provee de diversión y
acción a raudales. Como esa hamburguesa gigantesca o esa bacanal de comida sin
sutilezas que de vez en cuando apetece meterse entre pecho y espalda, este
libro florece como una estupenda excusa con la que perderse durante unas
cuantas tardes. Si no eres de corazón sensible… ¿a qué esperas para conocer las
salvajes aventuras de Solomon Kane?
Nota: 7
Nota anobii: 3.66/5
No hay comentarios:
Publicar un comentario