Reconozco que hice a mi pareja ver Perdida
un poco a traición, sin avisar antes de qué iba (más allá del director).
Al dia siguiente insistió en responder con otra película de estas confusas –aunque
yo no la conocía de nada-
Basada en un relato corto de Stephen King nos cuenta las desventuras de un
autor de cuentos alcohólico, un poco drogata y algo loco (vamos, casi que de él
mismo) que, cuando su vida afectiva está acabando de desmoronarse, es
perseguido por un paleto sureño que le reclama la autoría del cuento
que le hizo famoso. Al principio el escritor se niega a ceder al chantaje, pero
no sabe a quién está provocando y el terror que desatará al negarse a aceptar
los “requerimientos” de su chantajista.
El toque especial de King se nota desde el primer momento. El protagonista
es un inadaptado social con una personalidad que recuerda demasiado al propio
autor, desborda autocompasión y cae continuamente en el alcoholismo para
soportar su día a día. Una vez producida la aparición inesperada que rompe la
precaria calma en que vive, la frontera de la realidad y lo sobrenatural, del
temor y la paranoia se rompe y ya nada –y todo- es lo que parece. Manteniéndose
siempre en un agudísimo filo, con un tono a medio caballo entre el terror y el thriller,
el estilo es puro King, de eso no hay duda.
Sin embargo, el film no se explicaría sin la presencia de Johnny Depp. La película descansa
en sus hombros de manera absoluta, además de ser el productor de la misma (yo me lo guiso yo me lo como). En una suerte de trasunto del propio King,
su personaje es patético, absurdo, con la incoherencia propia de aquellos que
la han cagado demasiadas veces y no pueden evitar dejarse llevar por sus
excentricidades. Su trabajo es notable y es él quien separa la película del
ambiente de telefilm barato del que está impregnada. Lástima que el resto del
elenco no acompañe, especialmente una Maria Bello que parece estar pensando en
otra cosa cada vez que aparece en pantalla, rompiendo más de una vez el clímax
de la escena.
Esta película bebe un poco de dos aguas, como si su director no supiera
bien hacia donde dirigirse, si hacia el thriller o al película de terror y
acaba metiendo un poco de todo. Se introducen elementos de un género para dar
paso a elementos de otro sin buscar ningún tipo de sinergia o de combinación
positiva entre ellos. Incluso se molestan en algunas escenas, especialmente en un desenlace donde David Koepp se mete gratuitamente en un fregado de tres
pares de narices (que consigue resolver bien, por suerte para la película)
totalmente innecesario. La composición es muy funcional, debida a un presupuesto
mínimo que la ficha de Depp se come casi entero. Por ello la factura es la
propia de un telefilm barato. Justita y apañada, pero usada con imaginación
para generar una atmósfera inquietante y bastante lograda, dispuesta para
desazonarte en unos clímax apañadicos entre tanta modestia.
En cierto modo acaba recordando a los relatos de terror de finales del XIX,
basados mucho más en un ambiente inquietante y sobre qué se te enseña y qué se
te esconde antes que en monstruos terroríficos o súper-asesinos carniceros.
Sin embargo, esta modestia no sólo es patente en su precaria muestra en
escena, sino también en las incongruencias de un guión que quiere jugar a ser
más listo que nadie, metiéndote un par de trampitas en el camino pero que luego no
contiene más que unas pocas frases inspiradas y un ritmo parsimonioso que no invita a entrar en la película. La premisa, aunque trillada, suele
ser eficaz, pero su desarrollo no acaba de aprovecharla provocando incluso un
par de bajones de ritmo peligrosos para la atención. El brío se recobra en los
minutos finales, captando aceptablemente tu interés para que te intrigues sobre
cuál es el final que ha escogido el autor, de las tres-cuatro soluciones que existen
en el manual.
Ventana secreta cae dentro del saco de películas sin rastro de virtuosismo
pero que están realizadas con corrección en su modestia. Johnny Depp y una
atmósfera inquietante son los aspectos más destacables de un thirller correcto
que consigue captar tu atención y entretenerte 90 minutos. Película funcional
para una tarde de sábado si no tiene nada mejor que hacer.
Nota: 4
Nota filmaffinity: 6.2
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