Algo que
todos tenemos claro es que las series españolas no pueden competir en medios
con las propuestas yanquis. Lo que se deja la HBO en uno de los capítulos de Juego de Tronos sobrepasa probablemente
el presupuesto de todas las series que hace Antena3 o Telecinco en un año. Teniendo
en cuenta esta diferencia, uno esperaría que se buscara la calidad a base de
buenos guiones. Sin embargo, éstos constituyen una excepción, apenas Crematorio, Tierra de Lobos (y la
novedosa El Ministerio del Tiempo, que
todavía no he visto) pueden presumir de tener unos guiones que te peguen
delante de la pantalla. Sin contar, claro, la que hoy nos ocupa. La chica de ayer es un rara avis incluso entre ellas, pues no
es otra cosa que un remake (¡si, en
España también se hacen!) de la estupenda Life
on Mars.
De la misma
manera, los personajes se mantienen. Un protagonista (Leonardo Sbaraglia) es
aún más palurdo y desorientado, con unos redaños morales impropios de la época,
provocando mil anacronismos. Mientras tanto, el comisario chusquero (Antonio
Garrido) es la caña, robando (todavía más) cada escena donde aparece, a medio
camino entre un Torrente y un Colombo lleno de carisma. Ambos son los que
sostienen el tinglado ante la parsimonia de un puñado de secundarios (Biel
Durán, Manuela Velasco, Manuela Vellés) que no parecen esforzarse en demasía en
sus papeles.
La decisión
de producción de condensar Life on Mars
en una sola temporada provoca que las tramas que sirven de motor para cada una
de las dos entregas de la serie de la BBC se entremezclen en un batiburrillo
(muy) confuso que aun así queda resultón, manteniendo el interés y
permitiéndose incluso cambiar el final, lo que tergiversa totalmente el sentido
de la serie -sin que por ello llegue a quedar mal-.
A grandes
rasgos (y teniendo en cuenta que no es la BBC quién monta esto), la propuesta
es más que válida para estar en el top5 de la historia de series españolas
hasta el momento. Sus guiones están bien construidos y su trama huye de la
dramedia casposa (ventajas de importar). No obstante, en la adaptación cultural
se produce un efecto de vodevil que guarda al menos una escena Serranil estúpida por capítulo,
obligándonos a torcer el gesto al recordar que This is Spain. Aunque bueno, la época que retrata tenía mucho de
esperpéntica, no lo podemos olvidar.
El mayor
problema al que se enfrenta la serie es que cualquiera que haya visto el
original podrá comparar que la propuesta hispana es mucho más chusca, con una
calidad inferior en medios y realización. Si no has visto Life on Mars, seguro que te lo pasarás bien con La chica de ayer, aunque igualmente mi
consejo sería que fueras a por la de la BBC… A menos que haya ganas de ver algo
más bizarro y más nuestro, que en eso pocos nos ganan. ^^
Nota: 6
Nota
filmaffinity: 5.6
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