miércoles, 23 de febrero de 2022

Fuego y sangre (George R. R. Martin)

No sé cuánto tiempo llevo esperando el sexto libro de Juego de Tronos. Mientras tanto, hemos tenido una serie y un par de enciclopedias que han distraído la obra de George R. R. Martin, que no parece muy presto a ponerse a trabajar para acabar su saga. En un enésimo intento de marear la perdiz, va y publicó otro tochamen de 900 páginas que funcionaba a modo de precuela de lo ocurrido en las Tierras de Poniente, que nos seguían dejando con ganas de una conclusión. Sin embargo, somos unos yonquis de estas cosas y no podemos evitar leerlo.

Título: Fuego y sangre

Autor: George R. R. Martin

Título original: Fire and Blood

Traducción: Lucía Tapia

“El nuevo libro de George R.R. Martin narra la fascinante historia de los Targaryen, la dinastía que reinó en Poniente trescientos años antes del inicio de «Canción de hielo y fuego», la saga que inspiró la serie de HBO: Juego de tronos.

Siglos antes de que tuvieran lugar los acontecimientos que se relatan en «Canción de hielo y fuego», la casa Targaryen, la única dinastía de señores dragón que sobrevivió a la Maldición de Valyria, se asentó en la isla de Rocadragón.

Aquí tenemos el primero de los dos volúmenes en el que el autor de Juego de tronos nos cuenta, con todo lujo de detalles, la historia de tan fascinante familia: empezando por Aegon I Targaryen, creador del icónico Trono de Hierro, y seguido por el resto de las generaciones de Targaryens que lucharon con fiereza por conservar el poder, y el trono, hasta la llegada de la guerra civil que casi acaba con ellos.

¿Qué pasó realmente durante la Danza de dragones? ¿Por qué era tan peligroso acercarse a Valyria después de la Maldición? ¿Cómo era Poniente cuando los dragones dominaban los cielos? Estas, y otras muchas, son las preguntas a las que responde esta monumental crónica, narrada por un culto maestre de la Ciudadela, que anticipa el ya conocido universo de George R.R. Martin.”

¿Qué esperamos que nos dé Martin? Una conclusión. ¿Nos da eso? Ni por asomo, pues nos entrega la primera parte de una nueva saga, en este caso ambientada unos 200 años antes de los libros que le han hecho famoso. La decepción es obvia y grande. Pero bueno, una vez soportado este escollo y padecido un nuevo disgusto, ¿nos ha traído mandanga de la buena.

Parece que Martin conoce bien a sus fans y sabe cómo mantenerlos ávidos de más. Aquí ni siquiera nos da una trama desgarradora ni personajes carismáticos. Fuego y Sangre es un libro de historia. Así como suena. Nos “transcribe” el tratado de un maestre de las Tierras de Poniente en que se contara cómo fue la unificación de los Siete Reinos bajo el yugo de los Targaryen. Es decir, no es una novela, no hay un argumento, no hay “personajes”. Como si estuviéramos leyendo las Crónicas de los Césares de Plutarco, o cualquier libro de historia moderna, se nos narran hechos, nacimientos, muertes y reinados.

Se va a la época en que se forjan las leyendas, la llegada de los Targaryen. A lo largo de los libros de Juego de Tronos hemos visto que los personajes se refieren a ella con la deferencia de los mitos, cuando todo era más glorioso y se creaba “historia” paso, constituyendo las sagas que constituyen su Reino y, también a veces, historias de tiempos tan pasados que apenas tienen importancia.

Y el trabajo que se hace es concienzudo para que nos podamos creer que se trata de un ensayo sobre el pasado. El “maestre” de la crónica nombra sus fuentes con numeras citas a pie de página, a veces pone fragmentos literales de un libro u otro (que sólo existen en las Tierras de Poniente, claro), reflexiona sobre la verosimilitud del relato de unos hechos que se narran en una u otra fuente primaria de la época. A veces, el autor (que, no olvidemos, “no es” Martin) se permite elaborar juicios de valor sobre la actuación de unos y otros y, a veces, se ve obligado a elucubrar qué pudo haber ocurrido o comenta, fastidiado, que la única referencia sobre unos hechos son las poco fiables memorias de un bufón borracho. Realmente, se realiza un esfuerzo porque esto pueda pasar por un ensayo histórico “real” con las dificultades de remontarse 200 años en el pasado y reconstruir la forja de una nación. Me sorprende lo bien que está “inventado” este tratado, es como leer un libro real de historia, a pesar de que se trate de una tierra ficticia e imaginada.

Es obvio que no es necesario hablar de personajes o trama. A veces hay diálogos, pero siempre se nos indica que se trata de transcripciones o de adaptaciones de aquello que “se sabe” que ocurrió.

Los reyes suben y caen, los dragones nacen y mueren, pasa el tiempo y la vida sigue igual. 200 años de luchas palaciegas, guerras y destrucción, que devoramos porque nos gustan estas mierdas y no podemos evitar querer saber más de las Tierras de Poniente. Eso, o tiras el libro por la ventana, claro. Porque habrá muchos a los que este libro les puede descolocar. Si ya tienes un lector enfadado porque no vienen los libros y encima les endosas una cosa tan rara como ésta, pues habrá mucho rebotado. Está claro que es un libro que polariza las opiniones y entiendo perfectamente el porqué de ello.

Quizás no es lo que deseaba, está claro que no lo necesitaba, pero es tan mi mierda que no puedo sino quererlo. Un libro de historia ficticia que se ha devorado con ganas.

Que puede ser que a ti te parezca un peñazo: no hay argumento, no hay trama, sólo la vida (inventada), que avanza.

 

Nota: 8

Nota goodreads: 3.87/5 

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