lunes, 7 de febrero de 2022

La hija del clérigo (George Orwell)

Éste es uno de esos títulos que aparecen por casa, que nadie los ha llamado ni queda claro de dónde ha salido, pero una vez están allí, pues algo de cariño quizás habrá que darle.

Título: La hija del clérigo

Autor: George Orwell

Título original: A Clergyman’s Daughter

Traducción: Miguel Temprano García

“Ambientada en los años treinta, La hija del clérigo es una de las novelas menos conocidas de Orwell, pero, sin duda, una de las mejores. Cuenta el duro día a día de la hija de un clérigo, maltratada y condenada a servir de criada hasta que un brusco cambio la lleva inesperadamente a Londres, donde descubrirá una vida totalmente distinta, exiliada incluso de su memoria. Retrato de la Inglaterra de la Gran Depresión, esta novela es una de las obras esenciales del realismo inglés de principios del siglo XX.”

La hija del clérigo se sabe a sí misma como una novela menor, pero no por ello está falta de calidad. Orwell la escribió con el objetivo de denunciar las dificultades con las que vivía la gente “normal” de la época, retratando con realismo muchos sectores de la sociedad inglesa que normalmente quedan fuera del foco típico.

El personaje principal es Dorothy Hare, la hija del clérigo. Gracias a su cargo, puede pasear por todo el pueblo, lo que Orwell aprovecha para contar cómo es la vida rural de un publecito cualquiera del interior de Inglaterra, relatándote las miserias del día a día que todos van teniendo en mayor o menor grado. Muestra la pobreza, las estrecheces y los variados problemas de las familias, incluso en aquellas más pudientes, que no se libran de pasar estrecheces. Posteriormente, cambia de tercio y se lleva a Dorothy a pasear por media Inglaterra, simplemente como excusa para tratar todos los temas que le rondaban por aquel momento a Orwell. Así, tenemos críticas a la enseñanza privada típica de Inglaterra (con poco control por parte de las autoridades), el trato que se da al diferente y, quizás lo que más me ha gustado, el proceso de pérdida de la fe religiosa en una sociedad tan devota como es la de los pequeños pueblos ingleses.

Dorothy se comporta inicialmente como una buena chica de pueblo, abnegada y bondadosa, con el orgulloso deber de ayudar a todo el que lo necesite a su alrededor, pero una vez Orwell necesita ponerla a pasear, le quita cualquier rastro de personalidad y se convierte en un títere sin voluntad que da vueltas por un buen puñado de lugares a la espera de que alguien (el autor) decida que toca otra mudanza.

El resto de personajes van apareciendo y desapareciendo de la historia según conviene a la trama, definiéndose en apenas un par de líneas y sin mucha más personalidad que el tópico. Su Padre es un avaro párroco que vive embutido en la nostalgia de un tiempo en que los religiosos tenían más privilegios, tiranizando la vida de su hija y metiendo bronca a sus parroquianos, a los que no entiende. El Sr. Warburton es su contrapunto en la novela, un bon vivant para el que la religión no tiene ningún sentido y que, al no tener ninguna referencia moral, se permite tomar aquello que le apetece (metiéndose aquí con el ricachón que pasa de los demás). No se trata de alguien malvado, pues no hay rastro de crueldad o malevolencia en sus actos, simplemente, puro hedonismo  que le lleva incluso a intentar una violación sin ser muy consciente de que eso está mal.

Finalmente, el otro personaje con importancia es la profesora de la escuela privada londinense, en este caso una arpía demonizada con todos los males imaginables y alguno más. Contando cada céntimo, echando broncas gratuitas y exigiendo  un sistema de escolarización que le garantiza ingresos con el mínimo esfuerzo (y produciendo mujeres ignorantes en todos y cada uno de los aspectos de la vida). El esfuerzo de Orwell para criticar este tipo de escolarización llega a niveles caricaturescos en algunos momentos.

 

Cómo ya os habréis dado cuenta, La hija del clérigo se mueve en el realismo / costumbrismo al que le añade cierta crítica social. Dividida en una serie de actos muy diferentes entre sí, sufre de tener una trama supeditada a los temas a tratar, con lo que la cohesión no está demasiado presente. Además, como necesita mover a la protagonista de un sitio a otro una vez ha acabado de contar lo que tocaba en cada lugar, ha de buscar una excusa argumental para ello, y a veces no sabe muy bien cómo hacerlo, con algunas salidas, que bueno, porque te pilla de buenas y no se lo vas a tener muy en cuenta…

En muchos aspectos, recuerda sobremanera el estilo de las películas de Ken Loach, pero situado en el período de entreguerras. Sin embargo, más allá de que el propio tema pueda interesar (o no) al lector, adolece de una trama tan floja que cuesta seguir interesado en el devenir de la protagonista. No  presenta una prosa difícil ni se hace pesado de leer, pero a medida que avanzan las páginas te deja la sensación de que van pasando cosas, pero uno sólo puede acabar diciendo “¿Y qué?”.

Visto un poco desde los ojos de hoy, se nota que se trata de un libro de 1935. A Orwell le interesan otras cosas aparte del feminismo y, aunque te remarca que las mujeres lo tienen peor en esta vida, no se centra precisamente en ello. De una manera clara, no es su guerra, ya que prefiere denunciar toda la clase social en sí. Muchas escenas se habrían planteado de manera diferente si se hubiera escrito hoy día, sin duda.


La hija del clérigo explica muy bien cómo era la vida para el común de los mortales durante el período de entreguerras, consiguiendo que te hierva la sangre con los abusos de los poderosos, de una manera similar a Los santos inocentes. En ese sentido, el libro funciona con estilo. Sin embargo, ni la estructura narrativa ni la descripción de sus personajes destaca por su profundidad. Además, tiene el peor problema que puede tener un libro de este estilo: es aburrido.

 

Nota: 5

Nota Goodreads: 3.51/5 

No hay comentarios:

Publicar un comentario