viernes, 10 de diciembre de 2021

Hulka: Ley y desorden (Charles Soule, Javier Pulido)

Y no mucho después de la última vez, se viene otra ronda de cómics, hoy vamos a hablar de la Hulka, a cargo de Charles Soule y Javier Pulido. Dos tometes la mar de divertidos con los que reírse un ratito.

Hulka nunca ha sido un personaje especialmente popular dentro de Marvel. Creada con la única excusa de tener una versión femenina del monstruo verde, se utilizó durante años como masa de músculos sin seso, sin la oportunidad de desarrollar apenas algún tipo de personalidad. Durante años, sus colecciones se publicaban a cuentagotas, apareciendo casi únicamente para que la editorial no perdiera los derechos sobre el personaje. Fue cuando llegó Dan Slott para redibujar todo lo que había sido Hulka durante años y crear a un personaje hecho y derecho, centrándose incluso en su faceta de abogada, cosa que compaginaba con el liderazgo de los Vengadores (sí, llegó a ser la jefa un tiempo). Consiguió que Hulka tuviera gracia, molara y diseñó lo que se hizo con ella en los siguientes veinte años.

La versión de Soule/Pulido se centra en su faceta de abogada, como si se convirtiera a Ally McBeal (¿Alguien se acuerda de la serie?) en una musculada mujer verde de más de dos metros de altura. A pesar de tener una duración similar, no desarrolla una historia larga concreta como sí hicieron El Soldado de Inverno o La última cacería de Kraven, sino que se dedica a ofrecer diferentes casos que ocupan un par de números sobre las andanzas de una súper-abogada que se dedica a lidiar en casos “muy especiales”. Tan pronto está dedicado a llevar una demanda de propiedad intelectual contra Tony Stark como se dedica a luchar contra matabots en un caso de inmigración muy particular.

Los autores tuvieron la ventaja de tener una gran libertad de acción con el personaje a lo largo de los dos tomos que duró su serie (Desorden en la sala y Ley y desorden) creando un puñado de historias frescas y amenas que se leen con facilidad. Además, Soule es abogado de formación, con lo que se esfuerza en introducir toda la terminología legal y respetar el funcionamiento real de un juzgado de los EEUU.

Tal como nos encontramos en Ace Attorney, los casos no tienen desperdicio. A los ya mencionados se añade la desaparición del Hombre Hormiga en un jardín, una demanda contra el Capitán América (con Matt Murdock como rival), y la colaboración de Shocker como soplón en un caso de herencias muy loco.

El guión goza de un continuo tropel de hallazgos brillantes que sorprenden a cada página, y no puedo sino destacar la clasificación que hace Shocker de los súpers y cuando conviente (o no) luchar contra ellos. Además, aplicar con rigidez la lógica de la abogacía (ejem) al mundo superheroico da lugar a momentos bastante lisérgicos, lo que complementa la apuesta decidida que se hace por la comedia, consiguiendo algunos gags descacharrantes.

El dibujo corre principalmente a cargo de Javier Pulido, con un estilo muy particular que no gustará a todo el mundo (pero que a mí me encanta). Funciona brillantemente para reforzar la ligereza de la propuesta, con unas portadas estupendas y unas páginas muy fáciles de seguir. Al final del primer tomo es sustituido durante unos números por parte de Ron Wimberly, cuyo resultado me gusta bastante menos. No sólo me parece un dibujo bastante más feo sino que también es inconsistente con el aspecto de los personajes de una página a otra. Por suerte no está mucho rato.

La crítica acogió con agrado esta vuelta de tuerca a la abogada soltera de Marvel, obteniendo cierta respetabilidad también por parte de los fans, que recuerdan esta etapa con bastante cariño. Las ventas fueran correctas, pero no espectaculares, por lo que se decidió cerrar esta etapa aunque todavía había bastantes cosas por contar. La poca atención que dedicó la editorial a la serie permitió a Soule jugar a hacer cositas diferentes (que se agradece mucho) pero justo por ello, no se le dio ni una trama larga ni una historia trascendente, convirtiendo el cómic en un puñado de casos entretenidos con los que sacar una sonrisita.

 En resumen, la etapa de Hulka de Charles Soule y Javier Pulido es una comedia de abogados con historias tontorronas muy divertidas y rápidas de leer. Deja en buen lugar al personaje con dos tomitos que se ventilan rápido y proporcionan un buen entretenimiento entre cositas más densas. Parece que la serie de Marvel que tendremos próximamente se basa justo en estas historias, con lo que podríamos tener unas buenas dosis de risas.

 

Nota: 7 

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