Libro leído como parte de la Cesta’13, en este caso el Nº52, otro de muchos a los que no me habría acercado sino formara parte de la misma. Los dramitas no suelen ser mi cosa.
Título:
Los niños de Elisabeth
Autor:
Hélène Legrais
Título
original: Les enfants d’Élisabeth
Traducción:
Belén Gala Valencia
“En una maternidad del sudeste de Francia, Elisabeth Eidenbenz da refugio a mujeres embarazadas perseguidas por el franquismo y el nazismo. Allí, el llanto de cada recién nacido significa una vida salvada: un rayo de esperanza que alumbra los años más oscuros y trágicos de la reciente historia de España y Europa.”
El
libro es uno más de estas propuestas-testimonio de los horrores de una guerra
despiadada y de cómo algunos hacen maravillas para intentar salvar todas las
vidas posibles. Esta Lista de Schindler (permitidme que la use de referencia)
transcurre en una maternidad cerca de la frontera con España, donde llegan
embarazadas que huyen de la Guerra Civil Española (primero) y de la Segunda
Guerra Mundial (después). Allí, pueden refugiarse de los horrores de la guerra
y pasar unos meses tan importantes con un mínimo de sosiego.
No
llega a haber un argumento como tal, sino una especie de crónica de las mujeres
que van llegando y van marchando, se suceden nacimientos, llegan los
pequeñuelos y, de alguna manera, se intenta mejorar la vida de las madres y sus
familias. Lo más logrado del libro está en la ternura con la que se representa
el proceso de maternidad, la camaradería que se forma entre todas las internas
y de cómo, a pesar de todos los horrores, se intenta aportar un poco de alegría
al día a día de todas las personas. Así, tenemos un puñado de pequeñas
historias de 4-5 páginas donde se te explica de donde viene cada una, cómo fue
su estancia en la maternidad y qué fue de ellos luego.
Como
modo de articular el libro, se utiliza a Teresa,
único personaje inventado, una libertaria que llega embaraza a la maternidad,
quedándose después como empleada. Al principio arisca y poco maternal, empieza
rechazando con cinismo el concepto de la propia institución, pero va poco a
poco aceptando su nueva situación, acogiendo el consuelo que aporta a los demás
y luchando a su modo por hacer mejor la vida de las afortunadas que entran en
sus paredes.
Su sempiterno pesimismo contrasta con la optimista abnegación de Elisabeth Eidenbenz, la mandamás del lugar. Esta mujer es retratada como un ejemplo de bondad, siempre alegre, siempre serena, invulnerable ante la adversidad… A veces un poco idealizada de más, pero hasta cierto punto es justo lo que busca esta propuesta.
Después
de todo, no se trata de una novela al uso, sino una reconstrucción novelada de
lo que fue, como si fuera un documental al que se le ha dado un argumento.
Tiene su origen en un niño que nació justamente en la maternidad de Elisabeth,
el cual creció y prosperó en la vida, consiguiendo suficiente dinero para poder
financiar una investigación sobre las circunstancias en las que vino al mundo.
En la nota que se ve al final, se percibe el agradecimiento ante las circunstancias,
sobre cómo su madre fue ayudada (salvada) sin pedir nada a cambio, por pura
generosidad. Inicialmente concebido como un ensayo documental, este libro
surgió para dar testimonio y devolver el cariño que les fue dado. Durante la
gestación del proyecto, se vio que esta novelización propiciaría una mejor
divulgación, lo que ha llevado a tener el libro del que hablamos.
Obviamente, se trata de una propuesta menor tanto en sus valores literarios como en el entretenimiento que proporciona. No es lo que busca ni pretende. Sirve como tierno testimonio de que hay gente buena incluso en los peores momentos, dedicando un buen homenaje a una persona llena de generosidad que salvó la vida de un puñado de víctimas de la guerra.
Nota:
5
Nota goodreads: 3.89/5
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