Ésta la vi hace un
porrón de años durante un viaje de tren, consiguiendo que no tuviera muchas
ganas de echarme una siesta. Estaba convencido de que la tenía reseñada, pero
ha resultado que no (esto me está pasando más a menudo de lo que me gustaría). Apareció
mientras buscaba una película amena para ver mientras se plancha, por lo que
decidí echarle un repasito.
Planet 51 nos sitúa
en lo que nosotros llamaríamos un planeta alienígena, pero sospechosamente
parecido a la sociedad yanqui de los años 50. A pesar de estar poblado por
hombrecillos verdes, pocas diferencias encontramos con una época que vivía en
constante terror ante la amenaza de un enemigo exterior (comunista o del
espacio) que atente contra el status quo del momento. Un buen día, llega un terrícola
con su nave espacial para ser recogido por un adolescente lleno de imaginación
y ganas de descubrir el Universo. Como sabe que las autoridades acabarán con el
astronauta, deberá protegerlo y ayudarlo para que pueda regresar a casa.
Y no, no estamos en
una versión de animación de ET, pero poco le falta. Planet 51 se sitúa a medio camino entre la mítica película y Shrek,
de una manera similar a como le ocurría a Monstruos contra alienígenas, jugando con todos los tópicos de las películas de
extraterrestres en un marco de película destinada a los más pequeños. A pesar
del aspecto tan decididamente similar a las propuestas de la época (2005) de
EEUU, se trata de una propuesta española, salida de los estudios Illion,
herederos de los creadores del mítico Commandos. Ya sólo por el hecho de
tratarse de una propuesta patria de animación que no de vergüenza ajena,
tenemos mucho ganado.
Tiene la gracia de
presentar el clásico esquema de invasión alienígena invertido, es decir que los
aliens son la sociedad que vive tranquila y nosotros los que venimos a
molestar. El guión, firmado por Joe Stillman (guionista de Shrek) da lugar a
alguna que otra situación ingeniosa, en la que se pervierten los referentes con
cierta gracia.
Sin embargo, el
desarrollo de la trama sigue punto por punto el manual, convirtiéndose en poco
más que un refrito de las películas estadounidenses adolescentes con unos
toquecillos aquí y allá. Se exhiben todos los tópicos esperables: sus chicos
simpáticos que saben más que el ejército, la futurible novia liberada pero sin
personalidad que sólo sirve para que el prota meta la pata continuamente, el
expertísimo que no tiene ni idea, etc. Una vez situadas las piezas en el
tablero, el desarrollo es perfectamente predecible, sin nada que sorprenda, con
el desenlace infantiloide y convencional que todos esperaríamos. Incluye además
uno de los tropos rancios que más me irritan, el de consejos (sin sentido) para
intentar ligar, que además se hace fatal.
En efecto, los
diálogos no están especialmente inspirados y el tono está destinado para los
más pequeños, lo que no impide que la película transcurra sin novedades por los
carriles marcados. A ello ayuda su reducida longitud (ni 90min), su vivo ritmo
y el enérgico bombardeo de chistes (de no excesiva calidad) al que se te
somete. Sin llegar a ser gran cosa, deja la sensación de no ser tan mala como
podría haber sido.
Por otro lado, hay
que destacar que la animación es inesperadamente buena, lo mejor de toda la
cinta. No llega al nivel de excelencia de los grandes estudios, pero sí se
sitúa en la zona media de las propuestas de su época. Despliega una imaginería
curiosa y trabajada, sus personajes se mueven con fluidez, con gestos
reconocibles alejados del valle inquietante, los escenarios presentan numerosos
detalles y las físicas están bien conseguidas. Por poner un ejemplo, en este
sentido sobrepasa a la superior (en el resto de aspectos) Tadeo Jones.
Otro de los aspectos
destacables es el chillón de referencias que esconde para cualquier aficionado
a la ciencia-ficción de extraterrestres. Cualquier friki puede pasar
completamente del argumento, diseccionando divertido todos los guiños a ET,
Wall-E, Alien, Regreso al futuro y todo el cine de terror / fantasía alienígena
de los años 60.
Planet 51 no tiene
tampoco mucho más. Funcionará para los más pequeños (un límite sobre los 8-10
años), con una propuesta que permite salir de los estándares Disney (aunque
tampoco se aleje mucho). Cualquier padre podrá soportarla sin demasiado
esfuerzo pues, aunque nada es especialmente bueno y tenemos todo visto dentro
del género, no hay ningún error de bulto ni nada que chirríe.
Dentro de nuestras
películas de animación de esa época, me quedo con las dos películas de Tadeo
Jones, pero tampoco es que me vaya a quejar mucho con Planet 51. Arrejunta
todos los tópicos posibles, pero funciona. Más o menos.
Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.8
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