Sigo
avanzando dentro de los libros de la Cesta’13, en este caso, el libro Nº39.
Otro al que no creo que me hubiera acercado en condiciones normales.
Título:
El país de las mujeres
Autor:
Gioconda Belli
“El Partido de la Izquierda
Erótica (PIE) ha ganado las elecciones en Faguas, una pequeña nación latinoamericana:
es hora de que ellas gobiernen para que haya un verdadero y perdurable cambio.
Viviana Sansón y sus ministras tendrán que emplearse a fondo para expulsar de
la administración a todos los hombres.
Pronto llegan los enemigos – y
acérrimas enemigas- y en una de sus presentaciones públicas, la presidenta
Sansón es víctima de un atentado. ¿Quién dispara y qué intereses esconde?
¿Logrará el PIE sobrellevar los ataques de sus adversarios? ¿Será Faguas,
después de su administración, un país mejor?
El país de las mujeres
se enmarca dentro del género del realismo mágico, al que le pasa un filtro
feminista muy bien llevado, con más ganas de chascarrillo que de escandalizar
al bien pensante. A raíz de una serie de casualidades, el irreverente y
minoritario partido del PIE ganó las elecciones, lo que puso en alerta máxima a
los poderes fácticos que velan por “la decencia” y “las buenas costumbres”.
¿Cómo unas mujerzuelas advenedizas se atrevían a tomar el mando del país? El
libro empieza un año después del triunfo electoral durante el cual parece que
las cosas han “ido bien”. Sin embargo, se produce el intento de magnicidio, lo
que da lugar a dos tramas que se van entrelazando. Por un lado tenemos la
curiosa investigación policial para conocer quién se esconde detrás del
atentado; por el otro, tenemos una serie de flashbacks en la que se nos explica
cómo hemos llegado hasta aquí, el origen del PIE, su triunfo electoral y la
gestión del primer año de gobierno. Belli equilibra con gracia ambas tramas
para dotarles de la importancia que merecen, sin que en ningún momento ninguna
pase por encima de la otra.
Aunque
sus personajes son principalmente funcionales y no llegan a tener una
personalidad claramente definida (el peor detalle del libro), su protagonista Viviana Sansón
sí se siente real. Tiene una personalidad definida y conocemos sus razones para
cuidar y querer a su país, no tanto para acabar con el patriarcado (que
también) sino para cambiar una manera de gobernar que está claro que no
funciona. Conoces sus miedos, sus ansias, sus inseguridades… Una presidenta
como nos gustaría tener a todos.
El
libro se lee con facilidad, como si una amiga te estuviera contando una
historia interesante. Así pues, Gioconda Belli le aporta un tono curioso, con
un deje irreverente muy gracioso, como si no te lo pudieras tomar del todo en
serio, pero al mismo tiempo sin dejar de tener la sensación de que el tema
tiene su importancia. Así el libro cae simpático, igual que sus protagonistas,
a las que sigues con la intención de ver qué ingeniosa idea se les ocurre
ahora. Además, la propia autora se autoincluye dentro de la misma novela,
haciendo que a sus personajes les gusten sus pasadas novelas e incluyendo citas
de las mismas dentro de este libro. Un guiñito que me ha resultado muy
gracioso.
Como
las ideas a presentar pasan por delante de la historia, El país de las mujeres adolece de poca enjundia argumental. Todo
pasa demasiado convenientemente para dar lugar al desenlace deseado. Por lo
menos, el método usado es el chascarrillo, por lo que no se vuelve ni sesudo ni
aburrido.
Se
le puede achacar que presenta (pese a estar escrito recientemente) una posición
feminista típica de los ochenta, muy diferente a la que estoy acostumbrado a
encontrar. Hay temas que a mi alrededor (y diría que en gran parte de la
sociedad) parecen superados que aquí siguen bien presentes y otras veces ofrece
soluciones tan ingeniosas como brutas a problemas que no me había planteado,
con miga suficiente como para provocar un debate post-lectura. No obstante, se
percibe desde un primer momento que su intención no es la de sentar cátedra,
sino la de entretener mientras el lector (quizás) aprende algo.
Si
eres susceptible a según qué planteamientos del feminismo, es posible que te
piques “un poquito” cuando Belli exprese sus ideas. Puede volverse muy
irritante cuando le da la vuelta a los tropos clásicos de los géneros,
usándolos a su conveniencia como y cuando quiere. Mezcla así escenas
desternillantes y ofensivas con otras en la que se echa de menos un poco más de
mordiente, de mala idea, en las que a uno le gustaría que fuera mucho más a
fondo (y nunca, nunca hace).
El país de las mujeres proporciona
un entretenimiento ligero, puede percibirse como una novela fácilmente
olvidable, pero si quieres rascar tiene más poso del que parece y, sobretodo,
demuestra cierta gracia en su escritura, con una narración divertida y
original. ¿Un libro feminista? Claro, ¿y muy latinoamericano? También. Un poco
más de enjundia y de desarrollo de los personajes le hubiera venido bien, pero
eso no la convierte en una mala lectura.
Nota:
6
Nota
goodreads: 3.69/5
Me
encanta el manifiesto del PIE:
“Prometemos
limpiar este país, barrerlo, trapearlo, sacudirlo y lavarle el lodo hasta que
brille en todo su esplendor. Prometemos dejarlo reluciente y oloroso a ropa
planchada.”
Y
lo cumplen, a su modo ^^.
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