Del
chillón de libros de la Herejía de Horus quedan un buen puñado por acabarse.
Entre el libro XVIII y no sé ya si los leo en orden o no. Sólo sé que entran
con muchas ganas.
Título:
El asedio de Deliverance
Autor:
Gav Thorpe
Título
original: Deliverance Lost (La pérdida de Deliverance)
Traducción:
Juan Pascual Martínez
“Corax y los pocos guerreros
supervivientes de la Guardia del Cuervo escapan de la matanza de Isstvan V
mientras la Herejía de Horus divide al Imperio. Los castigados Marines
Espaciales se recuperan de sus heridas y se esfuerzan por volver al combate
cuanto antes. Corax regresa destrozado a Terra en busca de la ayuda de su
padre, el Emperador de la Humanidad. Éste le revela un antiguo secreto, y así
Corax comienza la reconstrucción de la Guardia del Cuervo y planea la venganza
contra sus traicioneros hermanos primarcas. Pero la misteriosa Legión Alfa ha
conseguido infiltrarse entre los supervivientes y pretende destruir la Guardia
del Cuervo antes de que pueda recuperarse y amenazar los planes de Horus.”
A
ver, esta vez nos vamos a centrar en la Guardia del Cuervo. Una legión
especializada en incursiones destinadas a acabar con los líderes enemigos
mientras someten a sus soldados al terror de lo que se esconde entre las
sombras. Después de la masacre de Isstvan V, la Legión ha sufrido unas bajas
inimaginables, lo que pone en cuestión su futuro. Corax, su primarca, se debate
entre sí rendirse ante Horus, lanzar lo poco que queda de sus hombres hacia las
Legiones Traidoras para matar todos los que pasen por delante o simplemente
dejar que pasen los días lamiéndose las heridas. Consigue ponerse en contacto
con el Emperador de la Humanidad, lo que le ofrece una nueva oportunidad.
Ha
ganado acceso a los laboratorios genéticos del Proyecto Primarca, lo que le
dota la capacidad de crear Marines Espaciales en apenas unas semanas (en vez de
los años habituales). Por ello, puede reconstruir la Legión en un tiempo récord
y volver a golpear a los enemigos del Emperador.
El
planteamiento es ciertamente sugerente. Un poder capaz de crear nuevas Legiones
casi de la nada, la capacidad de tener ejércitos casi infinitos, aderezado con
los remordimientos de no haber podido hacer lo que se debía hacer en su
momento. Sin embargo, la novela padece de un mal inesperado: Es ABURRIDA. Se le
ha dado a la Guardia del Cuervo de un poder para cambiar el rumbo de la guerra,
pero en todo momento tenemos la sensación de que les va a salir todo mal, sin
espacio para la emoción. Desde un primer momento está por ahí la Legión Alfa haciendo
sus puñeterías, pero es que casi que no habría hecho falta, ya se bastaban los
Cuervos para cagarla sin ayuda.
El
libro está dividido en tres partes bien diferencias.
La
primera (y casi que mejor) es la que narra los hechos que suceden a la derrota
de Istvaan, en la que la Guardia del Cuervo debe digerir algo tan improbable
como la traición de sus hermanos, mientras se lamen las heridas y planean cuál
es su futuro. Ahí entra lo único interesante del libro, planteándose si hubiera
sido mejor aceptar la oferta de Horus o no, con ciertos remordimientos ante las
decisiones que traen desgracias, mientras se analizan los siguientes pasos a
dar.
En
la segunda parte se nos cuenta el Regalo del Emperador, haciéndonos partícipes
de las opciones que ofrece y la decisión de Corax de tener un ejército en
condiciones cuanto antes. Ésta es la parte más aburrida, con descripciones muy
genéricas de lugares y sucesos, sólo aderezadas por los intentos de sabotaje a
cargo de la Legión Alfa.
Finalmente,
tenemos una tercera parte en que la Guardia del Cuervo vuelve a estar
operativa, lanzando un ataque precipitado y casi suicida contra Deliverance,
protegida por los Hijos del Emperador. Estos últimos se ven primero abrumados
por el efecto sorpresa, pero luego los Marines leales sufrirán las
consecuencias de hacer las cosas con prisas. El lector avezado comprobará
rápidamente que es un ataque condenado al fracaso que atraviesa todos los
detalles comunes de este tipo de batallas. A pesar de los grandes nombres que
se mueven, completamente anodina e indistinguible de las muchas batallas que ya
hemos leído.
Los
personajes en su mayoría son bastante olvidables fuera de los Primarcas, los
únicos con algo de personalidad. El único bien desarrollado es el Primarca Corax.
Éste se nos presenta como un ser de gran inteligencia, pero moralmente
inestable hasta que se le enseña la ética necesaria para hacer de este mundo un
lugar mejor. El asesino intensito está siempre depre, pero transita de ser un
animal sediento de venganza a sopesar cuidadosamente sus acciones. En ese
sentido, es un contraste con Konrad Curze, de los Amos de la Noche, criado en
unas circunstancias semejantes, pero que nunca se vio en la necesidad de
reflexionar sobre la idioneidad de sus impulsos. Corax teme y odia al Cazador
Nocturno, reconociendo que podría haber tenido un destino similar si las
circunstancias hubieran sido algo diferentes: un terrorista sanguinario en vez
de un líder revolucionario.
El
otro personaje con desarrollo es Omegon,
al que ya conocíamos del intenso libro de Dan Abnett Legión.
Allí se nos mostraba a un ser brillante, lleno de soluciones y mucha
inventiva para desarrollar líneas de pensamiento inesperadas. Realmente se
hacía interesante. Sin embargo, aquí se rebaja simplemente a ser el espía
perfecto, siempre sobrado y un paso por delante incluso de sí mismo. A mi
parecer una oportunidad perdida de explorar lo que es capaz de sí la Legión
Alfa.
Me resulta curioso comprobar que se trata de un libro de Gav Thorpe, el gestor oficial del trasfondo dentro de la franquicia. No solo se trata del mayor conocedor de todo lo que ocurre, sino que sus libros estaban plagados de revelaciones inesperadas, toneladas de emoción y ritmo, junto con unas escenas de acción que te impedían dejar de leer. Algo que aquí no ocurre. El libro no cuenta nada especialmente interesante ni tiene un ritmo demasiado vivo. Tampoco se hace desagradable, ojo. Simplemente… insulso.
Grita
a los cuatro vientos lo molón que es sin que realmente llegue a molar. Además,
cualquiera versado en el trasfondo sabrá que su misión está condenada al
fracaso, con lo que se ve en cada línea la futilidad de los esfuerzos
realizados. Se puede discutir que este conocimiento de los grandes hechos es
algo de lo que sufren casi todos los libros de la franquicia, sin embargo, ésta
es la primera vez que ha supuesto un problema. Más aprovechable como una manera
de conocer el trasfondo de la Guardia del Cuervo que como una experiencia
emocionante, constituye uno de los libros más mediocres de la franquicia.
Sin
llegar a ser un libro flojo como El
descenso de los ángeles o Los
muertos exiliados, se empieza a notar que llevamos un buen puñado de
libros de la Herejía y hay que rellenar el cupo aunque no haya muchas cosas que
contar. Suerte que la franquicia nos sigue brindando otros ejemplares de
primera, porque si las propuestas como ésta van a empezar a abundar, va a
costar acabar con la colección.
Nota:
2
Nota
goodreads: 3.84/5
No hay comentarios:
Publicar un comentario