miércoles, 27 de marzo de 2019

La noche de Halloween


Hola a todos. Voy a hablar de asesinos en serie. Esos seres que se dedican a masacrar, apuñalar, quemar, descuartizar, degustar, desgajar, perforar, atravesar, descabezar, desmembrar y llegar hasta el corazón de los pobres que pasaban por allí durante los 100 minutos (de media) que duran las películas. Unos amigos de los niños, vaya. Evidentemente, no podíamos pasar este especial sin detenernos en La Forma, el hombre del saco. Hablamos de Michael Myers.




Aunque no es el primero de su género (por ahí está La matanza de Texas y un buen puñado de pioneros italianos), Halloween es el film que populariza el género del Slasher, en el que un asesino sin escrúpulos va matando sucesivamente al ochenta por ciento del elenco, normalmente formado por jóvenes sobrehormonados bastante estupiditos. Ya sea a base de sustos, tensión o higadillos volando por ahí, los slashers se han ganado un buen puesto dentro del terror.

Rodada en apenas tres semanas y con dos duretes (el presupuesto es ridículo), Halloween es un referente dentro del género, estableciendo en gran parte sus referentes:

- Malvado muy maloso, prácticamente invulnerable y habilidades regenerativas mutantes. Acostumbran a no saber correr.
- Jovencitos salidorros más que dispuestos a abalanzarse al matadero. Casas sin llaves, vallas que no protegen, tendencia a encerrarse con el asesino…
- Diálogos con la carga filosófica del eructo de una anchoa.
- Policias, doctores y similares solo aparecen para demostrar que son unos incompetentes.
- Tetillas descuidadas que se cuelan por el metraje.

En unos 82 minutos muy bien ajustados, Carpenter sienta cátedra y sirve de molde para los psicópatas sedientos de sangre que inundarán las pantallas y (sobretodo) los videoclubs durante la siguiente década (Viernes 13, Pesadilla en Elm Street…). Scream resucitó el género bien entrados los 90, mezclando la parodia autoconsciente con dosis todavía más grandes de sexo, sangre y sustos…

La película tiene un inicio brutal más que capaz de incomodar, en el que asistimos en primera persona como Myers se encierra en su máscara y asesina a su hermana mayor.  Cuando quince años después, escapa del manicomio para acabar con el resto de su familia, la promesa de que la sangre va a correr es bien segura. Carpenter hace a partir de aquí un carismático uso de la sinergia entre una excelente fotografía (en su modestia) con la banda sonora de sintetizadores característica del autor (muy deudora del Exorcista) para crear una atmósfera inquietante, que te pega bien el culo al asiento e impide que quites los ojos de la pantalla. Para muestra de ello, la entrada de Laurie (Jamie Lee Curtis) en la casa cuando descubre los cadáveres de sus amigas y del novio de una de ellas y asustadísima observamos la figura de Michael Myers emergiendo de las sombras detrás de ella. ESO, eso es una excelente muestra de saber hacer buen cine de terror…

Al permitir rodajes de presupuestos ridículos y actores desconocidos, el género (casi) inaugurado por Halloween dio pie a cienes y cienes de copias y secuelas. ¡Ay lo que hemos sufrido los espectadores! Pues es verdad que el slasher ha parido algunos buenos títulos, pero hay que admitir que nos ha dejado toneladas de películas clónicas, cada vez hechas con más desgana, destinada a escandalizar al público adolescente de la época. Este chorrón de películas (que no estoy seguro de llamar “de terror”) ha acabado haciéndonos olvidar las virtudes que tenían los adelantados. Incluso el espectador actual puede criticar que Halloween es algo lenta, que apenas tiene muertes ni desparrames sangrientos ¡ni sustos! Cada uno es libre de disfrutar con lo que quiera, pero a los pioneros hay que reconocerles el mérito, aun cuando su leyenda resulte menos intensa cuando se conoce de primera mano.

Como último recordatorio sobre la trascendencia de la película en el género, es en Halloween donde debuta como protagonista La reina de los gritos, una jovencísima (por entonces) Jamie Lee Curtis, cuyo papel de damisela en apuros, siempre perseguida por uno u otro psicópata, reventando los tímpanos del respetable con sus chillidos de horror le acompañó durante más de veinte años.


Para el espectador primerizo, Halloween es una película fascinante e inquietante, que muestra la imagen del asesino frío y despiadado, en la que sus muertes constituyen la base del argumento. Sonará ha visto a ojos de los veteranos, pero que nadie se confunda, esta película es la que han copiado mil veces, no al revés.

Nota: 8
Nota filmaffinity: 6.7

PD: A mi lo que de verdad me da miedo de «Halloween» es lo rápido que acaban todos los galanes en sus escarceos sexuales. Cuestión de segundos. Terrible.

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