martes, 29 de enero de 2019

Las dos Torres


Evidentemente, después de rememorar el cariño que profeso con La comunidad del anillo, Continuamos nuestra “miniserie” tolkeniana y la semana siguiente a asistir a la disolución de la Comunidad, nos ocupamos de los hechos acaecidos en Las dos Torres.

Ahora ya conocemos a los personajes y sus vicisitudes. Nos lanzamos, pues, a conocer el Reino de Rohan, tierra de caballos y guerreros de renombre. Por su parte, Frodo, Sam y Gollum transitan desde el Emyn Muil hasta las tierras de Mordor.

Allá por 2002, un zagal como yo no podía quedarse sin ver esta película. No obstante, el día de marras llegué con Berta (un saludo, ¡espero que todo te vaya bonito!) unos 5-10 minutos tarde al inicio del metraje, incluso después de los trailers. Me perdí, por tanto, la batalla de Gandalf contra el Balrog, de la que no tuve noticia hasta tres años después, cuando maratoneé toda la saga. No veáis el subidón cuando recuperé esos espectaculares minutos de película.

Si hablaba el otro día de lo bien que le sienta a la saga esta división de capítulos de 45 minutos, el resultado es todavía mejor en la película más falta de ritmo de las tres. Vuelvo a recomendar encarecidamente este acercamiento para el paciente espectador. Tres temporadas de 4-6 capítulos que entran finísimos. No os podéis imaginar lo que es ponerte a cenar y degustar “un capítulo” enteramente dedicado al Abismo de Helm. Es una auténtica pasada.

Parándome a recordar lo que el libro supone para mí, se encuentra divido en dos partes completamente diferenciadas. Primero tenemos 400 páginas sobre todas las aventuras de Aragorn y compañía por las tierras de Rohan y Fangorn, que quizás mi parte favorita de toda la saga, para luego hacer otras 400 páginas con Frodo y los demás en su ruta hacia Mordor, lo que es quizás la parte que se me hace más pesada de la misma (me ralla mucho todo lo de Gollum). A la hora de adaptar la obra a la gran pantalla, Peter Jackson hace un buen puñado de retoques, unos buenos (todo lo de los wargos mola) y otro no (¡ay esos Ents!), pero el conjunto es magnífico.


Lo primero que me gustaría destacar es la mayor presencia de Christopher Lee como Saruman. Ya me había gustado su papel como villano, pero aquí se supera, dándonos escenas como el discurso de conquista ante sus tropas. Acojonante es poco ^^.

Y luego está Gollum. Si bien en el libro es de lo más cargante, la criatura creada por Andy Serkin se palpa como la prueba real de la malignidad del anillo, debatiéndose sobre si es mejor el FIFA o el Pro cómo conseguir apoderarse del anillo, en plena lucha interna por la servidumbre y la ambición despiadada.

Como secuela, Las dos torres puede constituir como una de los primeros ejemplos que no se molesta en recordarte los principales elementos argumentales de su inmediato predecesor. El plan es tan simple como lanzarnos directos a la acción. Continuista en todos sus elementos, todo aquello que fascinaba anteriormente, sigue siendo magnífico.


El momento que todo el mundo recuerda de esta película es El Abismo de Helm. Lo que consigue Jackson con este fragmento es todavía más impresionante que las persecuciones por Moria; pues provee a todas las escenas militares de un empaque adicional. Su fascinante estilo de acción es tan excitante como dramático; cuando las vastas huestes del ejército de Saruman chocan contra la fortaleza del rey, uno podría estar viendo una versión de las Campanadas de medianoche de Orson Wells, pero dirigida por George A. Romero (trasncendencia shakespeareana con vísceras de puro exploitation). Todos sabemos que los exultantes escalofríos del terror gore constituyen una de las marcas de la casa de Peter Jackson, pero en Helm exagera en términos majestuosamente épicos, consiguiendo una grandeza asombrosa, tal como he dicho antes, por ejemplo, en la escena en que los Urik-Hai cargan contra las murallas del Abismo, cuya puesta en escena se realiza mediante un travelling desde el cielo, con sus escudos moviéndose como si fueran las alas de un insecto peculiarmente hipnótico y fatal.

Asimismo, no puedo sino adorar el nuevo tema musical que se utiliza para los jinetes de Rohan. Es escucharlo y sentir la necesidad de ensillar mi caballo, coger mi lanza e ir pos de una batalla de incierto destino.

Por otro lado, al tratarse de una película de transición, la trama se enfrenta a un desarrollo más pausado y reflexivo que la anterior (y la siguiente), con lo que se puede hacer algo lenta, especialmente en su versión extendida. Ésta añade un puñado de escenas de gran belleza (más de 15 minutos) que harán las delicias del fan devoto, pero que enlentecen todavía más el avance de la trama para tortura del esforzado profano al universo.


El mayor pero que le puedo poner es también el mayor cambio de carácter de toda la trilogía: la decisión de los Ents respecto a Isengard. Ni he entendido nunca porque Jackson hace que inicialmente no se muestren interesados en tomar la fortaleza de Saruman, ni me gusta el repentino cambio de actitud que se produce poco después. Pero bueno, luego la batalla es otra pasada.

Como he dicho, esta película puede hacerse algo lenta para el profano, pero luego la majestuosidad del Abismo es más que capaz de comprar cualquier voluntad. Yo me declaro enamorado de casi todos los planos aéreos del film. Además de sentirme cautivado por el Gollum de Andy Serkin, esencial para que las andanzas de Frodo sean más activas e interesantes, además de preparar el terreno para que todo encaje. Las dos Torres desborda tanta épica y espectacularidad que uno sólo debe desear dejarse llevar a este universo mítico para disfrutar durante tres horas de la mejor fantasía. Qué grande que es Tolkien y qué bien le salió a Jackson

Nota: 9
Nota filmaffinity: 8.0

Pasada quizás la sorpresa inicial que supuso el desembarco en la Tierra Media, Las Dos Torres se conformó con seis nominaciones a los Oscar (Película, montaje, diseño de producción, sonido, efectos sonoros y efectos visuales), quedándose con los dos últimos, lo que demuestra una vez más el virtuosismo técnico con que la película está realizada.

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