domingo, 23 de agosto de 2020

Fugitiva y Reina (Violaine Huissman)

Después del enormérrimo trabajo de casi dos mil páginas de El vizconde de Bragelonne, lleno de bello lirismo y parsimonia, el cuerpo me pedía una novela más corta y visceral. Una cosa con enjundia que me removiera las entrañas con brío en un ambiente muy alejado de la corte francesa del XVII. Este BookRing (gracias Monalisa) vino que ni pintado para ello, aunque no llegara a servirme para abandonar Francia :p.

Título: Fugitiva y reina

Autor: Violaine Huisman

Título original: Fugitive parce que reine

Traducción: Irene Aragón

“Parisina y burguesa de adopción, maníaco depresiva, bailarina a pesar de su cogera, esposalibertina de marino aún más disoluto, Catherine Cremnitz fue, antes que nada, madre. Un verdadero Madre-Moto arrollador para sus dos hijas, Elsa y Violaine, a quienes quiso con una ferocidad extrema, la misma con la que amó y trató de enderezar su vida tantas veces.

Ambientada en el Paris más chic de los años ochenta y noventa, Fugitiva y reina es un homenaje póstumo de una de sus hijas a su madre. Un texto crudo y hermoso, salpicado de humor negro, para exorcizar demonios y sobrellevar una culpa infantil y profunda: La de no haber logrado mantener a su madre con vida.”

El libro descoloca desde un primer momento. Desafía las expectativas que puedas traer leyendo la contraportada mediante una narración extraña e inusual. En vez de seguir un orden cronológico, se narra desde un futuro en que alguien recuerda su pasado. Sin embargo, no lo realiza a la perfección, como si de un diario o un relato reposado se tratara.  La narración es espontánea, la que esperaríamos de una persona que se sumerge en sus recuerdos y te cuenta lo que pasó más o menos en orden pero, de vez en cuando, se olvida algún detalle y entonces vuelve atrás a ponerlo en contexto, o te adelanta hechos que están por ocurrir empieza a explicarlos y luego decido volver por donde estaba, también omite datos que “se da por supuesto” que conoces, cuyos huecos debes rellenar. Además, no encontramos en él casi ningún diálogo, con párrafos eternos y temas que se enlazan con pasmosa fluidez,  la narración sufre cambios de registro muy bestias, como si “hubiéramos cambiado de día” en las explicaciones… Realmente, todo un desafío para el lector. Puede que sea un libro pequeño (apenas 200 paginitas, una nimiedad), pero requiere entrar en él con paciencia y sacar pico y pala para escarbar todo lo que ofrece.


Está dividido en tres partes bien diferenciadas. La primera es narrada por una Violaine (la hija menor) ya casi treintaañera que recuerda su infancia (8-12 años) y lo que ella pensaba en relación a su madre. Así, conocemos a una tímida niña que lo único que quiere es agradar a su madre, pero ésta es una verdadera fuerza de la naturaleza imposible de adorar, con una personalidad volcánica que hace imposible una experiencia “normal”. No importa tanto el carácter de la pequeña Violaine, sino como ésta ve a su madre, cómo evoluciona su relación con ella. La ama con todas sus fuerzas, pero la intuye diferente, inestable y terrible. Momentos de pánico se entrelazan con arrebatos de amor desmesurado en el que las tres integrantes de la familia hacen lo que pueden por cuidarse. Sorprende como no intenta justificarla. No es un “a mi madre la volvieron loca”, ni “estos son los traumas que me ha causado mi madre”. Simplemente, ella es así y hay que quererla como es, un fuego brillante, lleno de desafío con el que cada día es una lucha continua para lo bueno y para lo malo. A pesar de todo, a pesar de ciertos rencores que se arrastran, cada página es una oda de amor y la pequeña culpa de no haber conseguido que su madre fuera más feliz de lo que acabó siendo.

La segunda parte cambia totalmente de tercio, siendo narrada por una Catherine (la madre de la familia) que se sabe ya anciana. Hace balance y nos cuenta, recordando todo lo que ha sido su vida desde que abandonó el nido hasta que nació su segunda hija. El estilo de narración cambia, y no encontramos en sus páginas la tierna adoración de una niña hacia su madre, sino la bilis que acompaña a una vida llena de dificultades y disgustos. Los hechos se nos narran con sequedad, sin detenerse en detalles y motivaciones. Se perciben las ganas de disfrutar de la vida, el miedo terrible a perder la capacidad de decidir, unido con un carácter siempre a punto de estallar ante cualquier destello de condescendencia o intento de atacar su inmenso orgullo. Catherine quiere vivir todo lo que la vida le ofrece, se asfixia ante la rutina y la previsibilidad, mostrándose incapaz de tener tacto, trasmitiendo cada sentimiento con sincera visceralidad, sin pensar en el daño que pueden causar sus palabras. Cada una de sus páginas es un “esto es lo que hay” lleno de desprecio que, no obstante, nos permite conocer muy a fondo la fascinante personalidad de la protagonista.

Finamente, la tercera parte nos muestra a una Elsa (la hermana mayor) ya en los treintaytantos que cierra la historia. Se produce otro cambio de tono en esta conclusión, que rememora parte de los hechos contados por Violaine y añade más cosas que su hermana no podía saber. Al ser la mayor, percibe todas las excentricidades de su madre desde otro prisma. Transmite un desbordante amor por su madre, pero al mismo tiempo no encontramos rastro de la resignación y la aceptación incondicional que transmitía su hermana. En Elsa tenemos un tono rebelde e inconformista, claramente descontenta con la situación, aportando un nuevo punto de vista que cambia por completo lo que conocíamos de la familia. Este colofón es un auténtico tsunami de emociones que no dejará indiferente al lector que haya conseguido llegar hasta aquí.

Como podemos ver, todo gira sobre una madre con una personalidad única, tan presta a estallidos de destrucción descontrolada como arrebatos de amor desmedido. Excavar en su fascinante personalidad es una tarea que no se puede acometer con expectativas previas, debe uno dejarse sorprender ante una personalidad tan bellamente esculpida, con todos los dobleces, defectos, bondades y aciertos que un huracán andante trae consigo.

Se trata de un libro áspero, es difícil entrar en él y sus páginas no son precisamente disfrutables. La vida de esta familia es bruta, desagradable, se nos narra con sequedad, sin paños calientes, siendo testigo de las vicisitudes de las tres y los satélites masculinos que pasan por allí sin poder (ni querer) comprender una personalidad tan particular como la de Catherine. Hasta que le coges el tono, las primeras cincuenta páginas son especialmente agrestes y es fácil mandar el libro a tomar viento. Sorprende, pues, como un libro tan difícil de atacar sea capaz de agarrar tus entrañas con tanta fuerza, removiendo tus emociones con energía y tirarte a una montaña rusa sin frenos en su última parte. Todo ello sin perder el peculiar estilo narrativo que caracteriza el libro.

Aunque compartir nombre con uno de los personajes es una significativa, no debe sorprendernos que se trate de un libro con muchos toques autobiográficos. Se trata del libro debut de la joven Violaine Huissman, en el que aprovecha para exorcizar muchos recuerdos del pasado, explicarnos lo que es vivir con la presión de ser hija de un famoso intelectual y tener una madre tan extravagantemente autodestructiva. Publicado en 2018, arrasó en los premios para jóvenes autoras francesas, lo que permitió su publicación internacional y la lanzó a la fama, permitiendo a la autora abandonar su trabajo de traductora para dedicarse plenamente a la creación literaria.

Requiere un esfuerzo consciente para avanzar, se hace difícil de disfrutar y el inicio da muchas ganas de abandonar pero luego es un pozo de sorpresas. Realmente, transcurridas 20 páginas, no esperaba que este libro me fuera a gustar tanto, por no decir que me estaba cansando. Sin embargo, a medida que la novela avanzaba, me sentía cada vez más apegado a esta madre singular, comprendía cada vez más a esta mujer que no podía evitar liarla por donde pasaba. El remate final desde el otro punto de vista me clavó la puntilla final para emocionarme y hacer que el conjunto me haya gustado todavía más.

Un bello descubrimiento.

 

Nota : 8

Nota goodreads : 3.78/5


4 comentarios:

  1. Cómo me ha gustado. Entre que es corto y que tuve viajes más largos al trabajo, lo devoré, a pesar de las dificultades para la lectura que comentas. Me ha recordado muchísimo a El club de los mentirosos. Me pregunto si Violaine Huisman lo habrá leído y si le habrá servido de inspiración.

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    1. No lo he leído. ¿Recomendable?

      Mt

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    2. Ostras! Nunca te respondí. Lo siento. En aquel momento no podía recibir notificaciones de Blogger. El club de los mentirosos es absolutamente recomendable. Si en algún momento te apetece, te lo presto sin problema. Solo avísame.

      He caído otra vez por aquí porque leí tu entrada en Goodreads. Al ver la entrada me di cuenta de que ya la había leído, pero ha sido fantástico volver a ella. Dan ganas de leer el libro otra vez.

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    3. Buuu! jeje.

      Yo encantado de leer buenos libros.
      Si quieres pasarme "El club de los Mentirosos" vía burrín, encantado.

      Mt

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