Recuerdo pasar un
rato estupendísimo con esta película cuando tenía unos 15 años, en una de estas
jornadas matinales veraniegas que las televisiones programaban para distraer a
los más pequeños. Estabamos buscando una película ligera con la que reírnos y
avergonzarnos un poco y esta película vino a mi mente.
El planeta Krull es
un mundo de fantasía épica medieval que es atacado por extraterrestres. Por
estas cosas que pasan, la princesa es raptada y el príncipe encantador deberá
encontrar un arma mítica, vencer a monstruos tenebrosos y poner fin a la
invasión para poder recuperar a su amada.
El planteamiento es
un tópico andante, pero el desarrollo es de lo más delirante. Dejando de lado
el sospechoso parecido de los invasores extraterrestres con los Storm Troopers,
la coherencia brilla por su ausencia y los giros de trama sobrepasan cualquier
tipo de medida en su osadía. Pocas películas son capaces de mantener tan bien
el concepto de que cualquier cosa es posible, dejando ojiplático a un
espectador que debe hacer esfuerzos para no salir volando de la película.
Krull tiene su
origen en el torrente de películas sacadas al rebufo de Conan. La mayoría de
estas imitaciones (XXX) eran de una calidad bastante cuestionable, pero de vez
en cuando había alguna que estaba incluso bien, supliendo la falta de recursos
por imaginación y buenas intenciones, dando lugar a películas de Serie B que
disfrutar sin pretensiones.
Mi memoria situaba a
esta película en el saco de los films tan malos que te tienes que reír con
ello. Sin embargo, mis recuerdos me habían engañado, pues la película se
sostiene mucho mejor de lo que recordaba.
La historia es un
delirio, pero está poblada de personajes con sustancia (para los cánones del
género) que la película se entretiene a presentar, dando personalidad con la
que diferenciar a la docena de personajes con nombre que encontramos en el
metraje. Además, sabe mantener muy bien el ritmo, con unos cambios de ambiente
que la hacen muy variada, provocando tu interés, para que algunas bajas incluso
duelan (nunca lo hubiera esperado).
Quizás es porque un
hay un director serio detrás (Peter Yates), pero la película está equilibrada y
entretiene. No sé qué hace este experto en cine negro metiéndose en estos
follones, pero el dinero es dinero y hay quien es profesional hasta en los
encargos más peregrinos.
Por ello, todo el
elenco actoral se lo toma en serio, componiendo con acierto la variopinta banda
de personajes a partir de la cancha que el guión les aporta. Entre ellos
destacan unos por entonces desconocidísimos Robbie Coltrane y Liam Neeson en
unos de sus primeros papeles (qué sorpresa al ver a Qui-gon Jin por ahí).
Los efectos especiales
adolecen de una falta de presupuesto bastante sangrante, pero están diseñados
con acierto, cumpliendo con la estética cutre pero “creíble” de la fantasía
ochentera. Con aspectos muy bien resueltos estéticamente, como el castillo y
sus rayos en VGA o la creación del nido de la araña, demuestra que hay alguien
con criterio a los mandos. Ahora bien, cuando te das cuenta de que El retorno del Jedi es del mismo año,
aprecias los efectos de tener un presupuesto ridículo.
Entre tanta cutrez
(que puede echar un poco para atrás), sorprende encontrarse ante una banda
sonora de las de quitarse el sombrero. Una de las mejores obras de un Horner
(por entones, relativamente primerizo). Ensalza la épica tal como ocurría con
las portadas de los videojuegos de los ochenta, alimentando la fascinación que.
por momentos, te hace pensar que estás ante una obra de mucho más calado que lo
que acabas viendo en pantalla. Un magnífico trabajo muy escuchable fuera del
film, que contrasta con la pedestre puesta en escena.
El final es
puramente lisérgico: El uso de la espada de siete puntas, la lucha contra la
bestia infernal, la derrota del malo maloso, el amor como fuerza universal…
Inolvidable ^^.
Concebida como
película de explotation, es una película de aventuras futuristas con rayos
láser, espada y brujería, amor verdadero, cíclopes y Robin Hoods. Es un
conjunto muy (muy) ido de olla pero que, de alguna manera, se las arregla para
funcionar. Con unos amiguetes y unas birras, seguro que te lo pasas bien, sino,
seguro que no te deja indiferente.
Sale muy escaldada
si la comparas con Willow, La princesa prometida o El retorno del Jedi, que son propuestas
relacionadas de la misma época. Sin embargo, ¿cómo no querer a este engendro?
Nota: 5
Nota filmaffinity: 5.5
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