Entre
medio de tanta película trascendente y rechulona, el cuerpo me pedía darle a un
poco de diversión sin sentido. Entre LOTR, las pelis de los Oscars 2018 y tal
estoy quedándome muy a gusto. Ahora una de diversión pura de las que hacen
historia. En ese sentido, convencido estaba que la había reseñado, pero vaya,
no era así. Aprovecho este repasito para hacer su correspondiente, que no
falte.
Y
hete aquí que Loki, hermano de Thor, viene a la Tierra para liarla parda por
algún oscuro asunto pendiente. Los súper héroes que han salido del blíster
deberán unirse para combatir el mal que amenaza la humanidad con la ayuda del
señor del Valhalla. ¡Es la hora de las tortas!
Los Vengadores
era la película que culminaba un esfuerzo de más de seis años en que Marvel
había ido desarrollando un universo entrelazado de súpers como no se había
visto hasta entonces. Recuerdo bien que en aquel momento nadie podía esperar
qué era lo que iba a ver. Habíamos visto películas de súpers, que siempre
repetían formato hasta que se exprimía la gallina correspondiente. Hasta que
llegó Iron Man y sus films allegados, nunca se había hecho un esfuerzo
consciente por hacer un proyecto conjunto, divertido y complejo. ¿Más de un
súper a la vez y sin que explote en la cara? Imposible. Pero mira sí, funcionó.
Ahora
al volverla a ver, la sensación no es tan flipante como hace unos años, al
salir del cine. Después de todo, Marvel la ha liado bastante más gorda con Infinity war (que algún día reseñaré) y
sus chorropotocientas películas entrelazadas que debes haber visto para pillar
todo lo que ocurre. La novedad ya no es tal y el mejunje de héroes no nos pilla
de sorpresa. Sin embargo, sigue siendo una película que mola por todos lados.
Los Vengadores tiene
un guión en que el argumento y los momentazos se equilibran de forma que cada
uno de los personajes funcionan por sí mismos, sin hacerse sombra, y haciendo
que el súper equipo fluya con naturalidad. Ésta es la película que mi
adolescente comiquero de catorce años hubiera soñado con ver. Puede que El soldado de invierno gane en empaque, que Deadpool sea más divertida, o que la propia Infinity War sea más trascendente (si has visto TODAS las
películas), pero ésta es en la que yo más disfruto. De pequeño imaginé una
película que juntara a todos mis ídolos de Marvel en un envoltorio brillante,
estupendo y excitante. Y aquí está. Es Transformers
con cerebro, corazón y un sentido del humor que funciona estupendamente.
Ahí
hay que destacar el papel de Josh Wedhon al crear un engendro en que personajes
que han demostrado enjundia en películas propias deben generar sinergias para
crear un espectáculo mayor sin por ello dejar de ser personajes por derecho
propio. Lo mejor es que incluso los más sosetes o menos poderosos tienen su
momento de gloria, el gustazo que les deseamos a todos. Entre estos fuegos
artificiales tan admirablemente paridos, la tensión se alivia con un torrente
de chascarrillos a cada cual más inspirados (con gags reservados a los devotos
y otros para cualquiera) y se complemente con un ritmo espectacular capaz de
entretener incluso al espectador más profano.
Debido
a lo particular de su propuesta, no podemos compararla más que con las otras
propuestas bajo el paraguas de los Vengadores del Universo Marvel. Ni siquiera
películas tan corales como la Civil War
mantienen una coralidad tan consciente como éstas. En ese sentido, La era de Ultron pecaba de ser demasiado
continuista, ofreciendo una historia casi calcada sin arriesgar lo más mínimo
(divertida con ganas, no lo negaremos). La Guerra del Infinito, por su parte, es
un más difícil todavía cuando ello parecía imposible, pero tiene el deje de que
requiere haber visto todas las películas. Para disfrutar con Los Vengadores basta con que te suene un
poco quién es quién y tengas ganas de pasar dos horas a tope.
Así
pues, me reitero, tanto en el cine como en mi casa gocé con 130 minutos de
emociones, risas y castañazos, ajeno a la simpleza real del guión y olvidando
los problemas de mi vida. Entonces, miré a la persona a mi lado y vi que estaba
sintiendo lo mismo que yo. Esto es lo que debe ser una película de acción y
fantasía. El block-buster perfecto. Gracias Marvel, gracias Stan Lee. Y gracias
Joss Whedon.
Nota:
8
Nota
filmaffinity: 6.9
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