martes, 27 de diciembre de 2016

Draco de fuego (Nick Kyme)



Ya que recuperé El Adeptus Oscuro, continúo recuperando sagas de Warhammer que se me quedaron a medias. En este caso, vuelvo a retomar la historia de los Salamandras, continuación de la primera entrega con el mismo nombre.

Título: Draco de fuego
Autor: Nick Kyme
Título original: Fire Drake

“El capellán Elysius de los Salamandra ha sido apresado por los eldars oscuros, y los Dracos de Fuego de la 1º Compañía planean una audaz misión de rescate. Lo que está en juego es mucho más que la vida del capellán. Éste posee la clave de los secretos que descanzan bajo el Monte del Fuego Letal y que podrían revelar la condenación (o la salvación) de su planeta natal. Mientras tanto, el recién nombrado bibliotecario Dak'ir acompaña a su maestro Pyriel con la misión de descubrir las intenciones de sus antiguos enemigos, los Guerreros Dragón. Su viaje los llevará ante la misma muerte, en cuyo rostro yace la visión de un futuro aún más tenebroso.”

A medida que pasaba las primeras páginas, empecé a recordar porqué la primera parte no me había entusiasmado mucho. Igual debería haber hecho como hice con los Ángeles Sangrientos y no seguir con su trilogía, pero mira, uno a veces es un rato masoca y no dejé de leer. 

Este libro nos sitúa unos 30-40 años después de su predecesor (poco para un Marine). Todos aquellos bisoños reclutas se han convertido en soldados de pleno derecho de los Salamandras, dispersándose en los diferentes estamentos de acuerdo con su carácter. Aquí y allá vamos teniendo noticias de unos y otros, a medida que su especialidad aparece dentro de la historia. Sin embargo, Kyme no parece encontrar oportuno dedicar tiempo a explicar cómo han ido a acabar allí o siquiera quien era cada uno de estos personajes. De la misma manera, tampoco es que considere demasiado oportuno diferenciarlos en demasía, con lo que cuesta distinguir quién tiene importancia en la historia y quién no. Para rematar la faena, los personajes tienen tendencia a hablar sobre sucesos acaecidos fuera de los libros, que son importantes para ellos, pero de los que no sabemos (ni tenemos modo) de conocer que ocurrió. Como consecuencia, la facilidad con la que podemos perdernos o que acabemos juntando letras sin que nos importe la suerte de los personajes que se mueven por las páginas es bastante grande. 

A ello, hay que sumar que la historia no tiene ningún tipo de sentido. Los “inesperados” giros de guión son puras incoherencias, ya sea arreando patadas a la lógica o a la continuidad de los hechos acaecidos anteriormente. Si ya los personajes pasaban por ser unos apáticos pusilánimes, la cantidad de “iluminaciones” que el autor nos esconde entre las páginas son más que suficiente para hacerte salir volando de su lectura. 

Y luego, las descripciones. ¡Qué hombre! Es dificil ser más repetitivo. No es sólo que pare un duelo a espada durante tres páginas para describirte toda la decoración de la armadura del malo maloso, no. Es que este impass está relleno de comparaciones continuas que no tienes por qué comprender. Todo es “XXX es tan YYY como ZZZ”. Una y otra vez y otra, y otra…¡Qué llega a soltártelo más de diez veces en una sola página! 

En resumen, Draco de fuego es un libro de ritmo cansino, pobremente escrito, que apuesta por la acción pero la describe mal y encima sus personajes no producen otra cosa que indiferencia. No son buenas características a encontrar en una novela, no. Kyme ya me había parecido un autor flojo, pero aquí se ha superado con creces en su medianía. No lo recomendaría ni aun para los fans de los Salamandras, que esto más que un libro es un maltrato (lo peor es que seguro que acabaré leyéndome el tercero, pero bueno…)

Nota:
1
Nota goodreads: 3.92/5

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