Dentro de la megacesta de Navidad’13, este libro ocupa el
Nº 34 (gracias Vanlat), priorizado por formar parte de la CLO del bimestre
(culpa de Estigma). No tenía ni idea de qué iba, pero por lo menos era delgado
y no iba a tardar mucho en acabarlo.
Título: Mejillones para cenar
Autor: Birgit Vanderbeke
Título original: Das Muschelessen
“Esta obra,
ganadora en 1990 del Premio Ingeborg Bachmann, el más prestigioso en lengua
alemana, contiene algo muy especial: una parte de nosotros mismos. Birgit Vanderbeke
ha conseguido, en pocas páginas, aclarar algo que casi todo el mundo se
pregunta de niño: ¿por qué tiene que existir la autoridad paterna? El carácter
coercitivo de la familia, uno de los pilares más sólidos de la cultura
burguesa, se tambalea, y el sueño de la familia feliz, con sus ilusiones de
protección y seguridad, sufre una brutal metamorfosis cuando un padre, ausente
en un viaje de trabajo, es sometido a un riguroso examen. Madre e hijos se
sientan a la mesa, festivamente preparada, y ante una montaña de mejillones
aguardan el regreso del jefe de familia. Pero el padre no llega…”
Desde un primer momento, Birgit Vanderbeke atrae al
lector hacia una especie de misterio, sumergiéndolo en una extraña atmósfera
en torno a la mesa del comedor e introduciéndonos a una familia aparentemente
feliz, sojuzgada por la ominosa presencia de un horror oculto. Novela
explicada desde el punto de vista de la hija, la narrative cambia de tono e
intención a medida que la noche prograsa y la Madre se preocupa más y más ante
la ausencia del Padre. Los hijos parecen estar aprovechando este inesperado
período de libertad, sin el estricto control de su progenitor durante una noche
adicional. Realmente, a ninguno de ellos le gustan los mejillones...

Este libro está pensado para ser leído de una sentada (la
propia editorial está especializada en este tipo de novelas) y sus exiguos
trece párrafos se leen en un suspiro. No diré agradablemente porque no es un
libro que se disfrute. Sin llegar a caer en ningún momento en la pornografía emocial,
cada girar de páginas y cada nueva anécdota es un nuevo puñetazo en el estómago,
que te indigna al mismo tiempo que te impide dejar de leer. Me he encontrado
con la necesidad de parar para coger aire un par de veces, porque no quería
dejarlo pero si quería respirar un poco. Un mínimo de alivio cómico habría
ayudado a que pasara mejor.

No es una novela como tal, más bien un relato alargado en
que, por una noche se rompe el orden establecido en un hogar, saliendo a flote
todos los años de sufrimiento y las frustraciones acumuladas. Es un libro muy
recomendable, pero no es un libro que se disfrute, es un pequeño sufrimiento
para alertar de cómo funcionaban las cosas y recordar que debemos despertar y
estar atentos para evitar según que abusos.
Nota: 8
Nota goodreads: 3.51
No hay comentarios:
Publicar un comentario