¡Oh, una vuelta a Mundodisco! Después de un puñado de libros bien malos, ya
tenía ganas de volver a ponerme con algo de calidad. Realmente, necesitaba
resarcirme un poco después de cosas bastante malas (tres candidatos seguidos a
peor libro del año es algo doloroso). Así que, de cabeza a Ankh-Morpock. Lo
necesito.
Título: La verdad
Autor: Terry Pratchett
Título original: The truth
“Dicen que las mentiras pueden dar la vuelta
al mundo antes de que la verdad tenga tiempo de calzarse las botas.
A William de Worde, editor accidental del primer
periódico del Mundodisco, siempre le ha preocupado la naturaleza de la verdad.
Sabe que se esconde en lugares improbables y cuenta con sirvientes extraños.
Pero mientras la busca, no le queda más remedio que lidiar con los
tradicionales problemas de la profesión periodística, como que…
…todos creen que quieren noticias, pero lo
que realmente ansían es leer las cosas que ya saben…
…en cuanto abre el cuaderno y empuña el
lápiz, muchos se le acercan sonrientes y formales, otros enmudecen y algunos
preferirían directamente verlo muerto…
…y de alguna, de alguna forma, las hortalizas
con formas graciosas siempre terminan colándose en cada edición.
Competencia feroz. Titulares. Erratas. Cobrar
cada semana. Y para colmo, la prensa nunca deja de tener hambre: hay que llenar
espacio a toda costa. Aunque tal vez lo que se ha escrito solo sea cierto hasta
la próxima eidición. Porque si la verdad se calza las botas, correr tras las
mentiras no es lo único que puede hacer.”
Ankh-Morpock –y por extensión el Mundodisco- es una ciudad de fantasía que
vive en una extraña atemporalidad. Anclada en una Edad Media idealizada, posee
elementos de siglos posteriores como unos gremios muy bruselenses, una
Universidad muy victoriana o una nobleza marcadamente florentina, sin por ello
perder estructura, cohesion o viveza. Los elementos modernos conviven con la
magia y sus referentes arcanos en total armonía con objetos salidos de
cualquier castillo del siglo XI. Para su 25º Novela (que ya son), Pratchett
tomó por objetivo modernizar su mundo, empezando la saga de la “Revolución
Industrial”, donde se van introduciendo inventos contemporáneos y forzar a la
ciudad a cambiar, en una doble cabriola: Adapta nuestra realidad al modo
morpockiense y nos permite gozar viendo como la ciudad se revoluciona por los
cambios sufridos. La verdad es la primera novela de esta saga, centrándose ahora en
la aparición de los periódicos.
Sí, el periódico diario de Ankh-Morpock. ¿A qué nadie lo había echado en
falta? Yo siempre había dado por hecho que existía, pero parece que no. William
de Worde, su protagonista, vive de un panfleto mensual que envía a los nobles
extranjeros. A pesar de un pasado no muy agradable y un presente no muy
halagüeño, vive su día a día como puede. Un afortunado día, se encuentra con
una prensa mecánica y, sin apenas darse cuenta, acaba inventando el periódico. A
partir de aquí, Pratchett hace un trabajo magnífico mostrándote su evolución a
cámara rápida, cada párrafo y cada instante añade un cambio y un efecto a lo
anteriormente mostrado.
Además del habitual humor y de la agudeza de su autor, su prosa ágil y
llena de fantasía y su inesperada mala leche para meterse con nuestra sociedad
actual, lo mejor que tiene La verdad
es una historia consistente, más que suficiente para sostener una novela entera
sin necesidad de chascarrillos continuos. La
verdad también es una de las mejores maneras para entrar en este mundo,
pues estrena a todos los personajes principales, reservando a los que conocemos
de toda la vida como secundarios para dar profundidad, añadiendo consistencia y
personalidad a una ciudad que parece viva por sí misma.
Los personajes de Pratchett son especiales. Aunque son rematadamente
excéntricos, siempre son capaces de recordarnos que son personas. Como tú o
como yo. Bueno, siempre que no contemos a los zombies, a los vampiros, a los
enanos, a los magos… En fín, a lo que iba, la novela está protagonizada por un
impagable William de Worde, de los de
Worde de toda la vida. Noble y de gran cuna, de aquellos nacidos no para
cuestionarse si el vaso está lleno o está medio vacío, sino de aquellos nacidos
para asegurarse que el vaso es suyo y de nadie más y que si quieres usarlo,
será mejor que le pases a él la mitad que sea más interesante… A pesar de ello,
es un cobardica. No al estilo de Rincewind, sino como alguien que tiene miedo a
usar su poder, porque sabe que hará daño a los demás aunque sea sin querer. Bienintencionado y
amable, pero también tozudo y egocéntrico, incapaz de comprender que el
mundo no gira a su alrededor y que no debe meterse en todos los fregados sólo
porque pasen cerca suyo. Impresionante su metamorfosis cuando se da cuenta de
su inmensa capacidad de influir cuando se quita el gorro de noble repipi y se
pone el de periodista metomentodo. Realmente, no esperaba que tuviera la
profundidad de los grandes nombres de Mundodisco como Sam Vimes, Lord Vetinari
o Sybil Ramkin, pero vaya sorpresa. Pedazo de personaje. Un hombre que viene de
una familia rica, que no es rico en sí mismo y con una inconmensurable
necesidad de probar que vale la pena, que tiene algo que ofrecer al
mundo(disco) y hacer de él un lugar más feliz, como ¿pago? por los privilegios
que ha disfrutado.
Su contrapartida en el periódico es la redactora Sacharissa Cripslock. Vaya si echaba de menos un personaje femenino
que no fuera una lámpara sexy. El propio Pratchett hace una pequeña parodia de
ello en el modo en que la introduce en el periódico, para luego convertirla en
la única persona racional (hablo de NUESTRA racionalidad) del negocio. Con un
talento inusitado para las noticias y para crear titulares carismáticos, es de
las pocas personas en Ankh-Morpock que sabe que los bolígrafos no son para
apuñalar las palabras y sabe poner la nota de cordura para sacar adelante un
negocio que nunca descansa, alimentando una prensa que, como una bestia
insaciable, quiere una nueva dosis de noticias cada mañana. Imaginativa y
aguda, convierte cada participación suya en un puntazo. Un detalle gracioso
respecto a su boda: me hace gracia que los personajes de Pratchett se casen
casi siempre, pero él nunca convierta el suceso en Algo Importante y las bodas
pasen desapercibidas. Siempre y cuando a ningún dragón le dé por tocar las
narices, claro.
A pesar de que los enanos han aparecido repetidas veces, formando parte
incluso de la guardia de la ciudad, ninguno ha tenido tanto protagonistmo como Gunilla Buenamontaña. Un enano decidido
y enérgico, tan ávido de riquezas como lleno de conocimientos, es de estos
capaces de convertir el plomo en oro
(quizás no cómo uno esperaría). Con él Pratchett aprovecha para profundizar en
la psique de los tapones, mezclando a los avaros y mezquinos personajes creados
por Tolkien con los borrachos nihilistas cortos de mira que han poblado las
tierras de D&D pasándolos por el filtro de Mundodisco. Aprendemos mucho
sobre su lapidaria practicidad, su amor por los picos y las palas y su
clarísima inhumanidad (lo que no es necesariamente malo).
A su alrededor, un puñado de secundarios con mucha miga: El señor Tulipán y
el señor Aguja, probablemente los malos más despreciables que han pasado por
Anhk-Morpock (sí, en serio), el entrañable abstemismo del Vampiro Otto, los
extravagantes pordioseros de debajoelpuente y el amoral abogado Mr. Slant, con
sus cientos de años de experiencia no muerta.
Y como todo ocurre en la gran ciudad y nada pasa sin que el Gobierno se
entere, aparecen un buen puñado de personajes de la Guardia y del Patriciado,
que Pratchett no se molesta en presentar porque ya los conocemos sobradamente y
molan mil en cada cosa que hacen. Las caras sin gestos de Vimes y sus momentos
de humor negro son desternillantes, igual que la casual implacabilidad de
Vetinari y la cercanía que tiene Muerte con aquellos que todavía están vivos.
El tema principal que está de fondo durante toda la novela es el rol de los
medios en la sociedad. Cubre todos los aspectos, desde los heroicos periodistas
de investigación hasta el amarillismo y su potencial para hacer daño, así
también, la reacción de la gente, dando por cierto lo que aparece en los
periódicos porque “alguien tiene que haberlo comprobado”. El escándalo
Watergate (Nixon), uno de los trabajos periodísticos más famosos, también es
ampliamente referenciado durante la novela. Hueso
profundo es una referencia obvia, pero aquí y allá aparecen muchos detalles
para aquellos conocedores de la historia (el comité de reelección, las citas en
el establo, los -idos o la grabación del des-organizador, por poner unos
ejemplos rápidos).
También se permite explorar la vida fuera de los sindicatos: ¿Qué le espera
en Ankh-Morpock a aquellos que intentan vivir fuera del sistema? Los gestores
de residuos dan mucho juego para ello ^^.
Igual empieza un poco flojo, especialmente cuando no conocemos a ningún personaje
y no sabemos muy bien qué hacen allí, pero cuando el periódico ya está activo y
la conspiración empieza actuar, el libro gana enteros página tras página: una
historia que pide continuar y un puñado de chistes a cada cual más ingenioso. De
empezar a leerlo para echar unas risas a convertirse en casi uno de mis libros
favoritos de Mundodisco: hurga con muy mala leche en la mala praxis
periodística, destila punzadas de ingenio muy bien metido y contiene una de las
historias más sólidas que puedes encontrar en Pratchett.
Una de las cosas que aprecio cada vez más cuando leo o releo alguna novela
de Mundodisco es su optimismo. Después de leer alguno de sus libros, me deja la
sensación de que el mundo es un buen lugar. Puede haber gente buena o mala,
pero si eres de los buenos, saldrás adelante si haces lo que puedes y tienes un
poco de buena suerte. Necesito sentirme así de vez en cuando.
Con este si que has de decir ¿Cómo que no te lo has leído aún?
Nota: 9
Nota goodreads: 4.23/5
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