lunes, 28 de noviembre de 2011

Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio


Se habían realizado muchas adaptaciones de la vida del reportero más famoso de Bélgica, incluyendo unos cuantos horrores de películas y una más que aceptable serie de dibujos. Sin embargo, ninguna adaptación hacía justicia al dibujo tan particular de Hergé, los actores no llegaban a adaptar (como mucho a caricaturizar) a los personajes y las versiones en dibujos quedaban relativamente pobres para los tiempos actuales.

Tuvo que llegar Peter Jackson, que, buscando un nuevo vehículo para lucir la técnica inventada por su productora para realizar a Gollum, se fijó en el intrépido reportero. Adaptar el cómic en la mezcla de imagen real-animación que consigue hacer Jackson podía ser justo lo que necesitaba Tintín para saltar a la gran pantalla con estilo. Sin embargo, cuando empezó a trabajar en el proyecto se encontró que los derechos de adaptación al cine pertenecían a Spielberg, que quizás no estuviera muy por la labor de facilitar la tarea. Por suerte para todos, nada más lejos de la realidad, Spielberg se mostró entusiasmado por el tema y participó activamente en la adaptación, llegando incluso a dirigir el montaje final de la misma. No obstante, después del último intento de cine de aventuras que había sido Indiana Jones 4, se podía temer que Spielberg o Jackson no estuvieran a la altura.

Y vaya si este par de genios han hecho un buen trabajo! Con una excelente fotografía, llena de una gama de colores y tonos perfecta, el filme adecua con maestría su poderío visual con un guión bien construido, con intriga y suspense y secuencias de acción completamente adrenalíticas y que beben, con gusto, no sólo de los cómics sino de la trilogía original de "Indiana Jones" del propio Spielberg. Tanto es, que se podría cambiar la profesión del protagonista, añadirle un látigo y no se notaría mucho la diferencia.

Después de unos adorables (para cualquier tintinólogo) títulos de crédito, las viñetas del cómic se empiezan a mover y te empiezan a contar la historia. Como adaptación, la cantidad de detalles para el fan es abrumadora (sí, el apartado técnico es una maravilla, pero es que además se usa con un fin artístico), la aventura es interesante y no deja momento para el reposo. Escenas como la huida de Bagghar, con un plano secuencia que quita el hipo y una batalla naval de estilo Piratas del Caribe en plena historia de Tintín son perfectas muestras de lo que es capaz de hacer Spielberg, que por algo es uno de los grandes.
Teniendo en cuenta que estás “leyendo” un cómic, con todos los defectos y licencias que ello conlleva, la historia está bien desarrollada y nos sumerge en una montaña rusa con una calidad técnica espectacular, habiendo sido la captura de movimiento la mejor elección posible. La mezcla entre animación por ordenador y acción real le sienta de auténtico lujo. Los personajes tienen unos unos rasgos caricaturescos, inconfundibles, calcados a los del cómic, cuyas las localizaciones están realmente bien realizadas. Un gran trabajo de Weta Digital. No obstante, esto no sería nada sin los actores debajo de ese maquillaje digital. Todos cumplen bien su función, pero el que se lleva la palma es Andy Serkis, que interpreta al Capitán Haddock. Es, sin duda, el mejor personaje de toda la película gracias a su expresiva interpretación (ya nos estamos acostumbrando a que, detrás de cada gran personaje digital, este hombre esté detrás) y a la estrambótica personalidad del personaje. Además, como la película es una sucesión de escenas de acción perfectamente coreografiadas, se convierte un no-parar espectacular y divertido, moderno pero con un punto añejo al más puro estilo de las buenas películas de nuestro arqueólogo favorito.

La animación en 3D está muy bien conseguida, con una sensación de volumen bien realizada, especialmente dentro del Karaboudjan, donde por momentos parece que estés viendo todo desde uno de los pasillos. A pesar de algunas escenas obvias y gratuitas para aprovechar el efecto (esos bastones que salen por que sí), hay escenas donde el juego con el 3D se consigue muy bien (la pelea en el Unicornio, con el reguero de pólvora, o la huída del pueblo marroquí), lo cual, unido a la espectacularidad intrínseca de las imágenes, compone un espectáculo fabuloso. Sin embargo, recomendaría su visionado en 2D, ya que está rodado en un ultra-HD (no sé a que animalada de resolución debe estar rodado, pero sobrepasa, y mucho, el HD) que permite distinguir cada mota de polvo y cada pelo o poro del cuerpo de los actores (que si, que es animación, pero se ven!). Este brutalidad de definición se pierde en el 3D, aunque es igualmente espectacular.

En cuanto a fallos, se le puede achacar que se haga un poco larga, no tanto por alargar la historia sino que algunas escenas podrían haberse hecho algo más cortas, consiguiendo una duración menor de la misma. Asimismo, la música no acaba de estar a la altura pese a ser de John Williams y le echo en falta un tema estilo Indy o Superman, icónico de los momentos estrella de la película. Además, la introducción de la Castafiore… quizás un poco demasiado calzador allí, ¿no?

En resumen: es una entretenida película de aventuras con el extra de la emoción de ver al gran Tintín en movimiento, con un aspecto humano casi inmejorable. Visualmente hermosa, con momentos en los que se podía ver que el jersey de lana de Haddock tenía bolillas, bolillas! Da exactamente lo que promete: Diversión (que no es poco).

Por cierto, el retratista que hace el cuadro de Tintín al inicio, es Hergé.

Nota: 7
Notafilmaffinity: 7.2

Este año va a estar durísimo el Oscar de animación ¿Cars 2? ¿Tintín? Difícil elección (asi da gusto).

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