Se habían realizado muchas adaptaciones de la vida del
reportero más famoso de Bélgica, incluyendo unos cuantos horrores de películas
y una más que aceptable serie de dibujos. Sin embargo, ninguna adaptación hacía
justicia al dibujo tan particular de Hergé, los actores no llegaban a adaptar
(como mucho a caricaturizar) a los personajes y las versiones en dibujos
quedaban relativamente pobres para los tiempos actuales.
Tuvo que llegar Peter Jackson, que, buscando un nuevo vehículo
para lucir la técnica inventada por su productora para realizar a Gollum, se
fijó en el intrépido reportero. Adaptar el cómic en la mezcla de imagen
real-animación que consigue hacer Jackson podía ser justo lo que necesitaba
Tintín para saltar a la gran pantalla con estilo. Sin embargo, cuando empezó a
trabajar en el proyecto se encontró que los derechos de adaptación al cine
pertenecían a Spielberg, que quizás no estuviera muy por la labor de facilitar
la tarea. Por suerte para todos, nada más lejos de la realidad, Spielberg se
mostró entusiasmado por el tema y participó activamente en la adaptación,
llegando incluso a dirigir el montaje final de la misma. No obstante, después del último intento de cine de aventuras que había sido Indiana Jones 4, se podía temer que Spielberg o Jackson no estuvieran a la altura.
Y vaya si este par de genios han hecho un buen trabajo! Con
una excelente fotografía, llena de una gama de colores y tonos perfecta, el
filme adecua con maestría su poderío visual con un guión bien construido, con
intriga y suspense y secuencias de acción completamente adrenalíticas y que
beben, con gusto, no sólo de los cómics sino de la trilogía original de "Indiana Jones" del
propio Spielberg. Tanto es, que se podría cambiar la profesión del
protagonista, añadirle un látigo y no se notaría mucho la diferencia.
Después de unos adorables (para cualquier tintinólogo) títulos
de crédito, las viñetas del cómic se empiezan a mover y te empiezan a contar la
historia. Como adaptación, la cantidad de detalles para el fan es abrumadora (sí, el apartado técnico es una maravilla, pero es que además se usa con un fin artístico), la aventura es interesante y no deja momento para el reposo. Escenas como la huida de Bagghar, con un plano secuencia que quita el hipo y una batalla naval de estilo Piratas del Caribe en plena historia de Tintín son perfectas muestras de lo que es capaz de hacer Spielberg, que por algo es uno de los grandes.
Teniendo en cuenta
que estás “leyendo” un cómic, con todos los defectos y licencias que ello conlleva, la historia está bien desarrollada y nos sumerge
en una montaña rusa con una calidad técnica espectacular, habiendo sido la
captura de movimiento la mejor elección posible. La mezcla entre animación por
ordenador y acción real le sienta de auténtico lujo. Los personajes tienen unos
unos rasgos caricaturescos, inconfundibles, calcados a los del cómic, cuyas las
localizaciones están realmente bien realizadas. Un gran trabajo de Weta
Digital. No obstante, esto no sería nada sin los actores debajo de ese maquillaje
digital. Todos cumplen bien su función, pero el que se lleva la palma es Andy
Serkis, que interpreta al Capitán Haddock. Es, sin duda, el mejor personaje de
toda la película gracias a su expresiva interpretación (ya nos estamos
acostumbrando a que, detrás de cada gran personaje digital, este hombre esté
detrás) y a la estrambótica personalidad del personaje. Además, como la película
es una sucesión de escenas de acción perfectamente coreografiadas, se convierte
un no-parar espectacular y divertido, moderno pero con un punto añejo al más
puro estilo de las buenas películas de nuestro arqueólogo favorito.
La animación en 3D está muy bien conseguida, con una
sensación de volumen bien realizada, especialmente dentro del Karaboudjan,
donde por momentos parece que estés viendo todo desde uno de los pasillos. A pesar
de algunas escenas obvias y gratuitas para aprovechar el efecto (esos bastones
que salen por que sí), hay escenas donde el juego con el 3D se consigue muy
bien (la pelea en el Unicornio, con el reguero de pólvora, o la huída del
pueblo marroquí), lo cual, unido a la espectacularidad intrínseca de las imágenes,
compone un espectáculo fabuloso. Sin embargo, recomendaría su visionado en 2D,
ya que está rodado en un ultra-HD (no sé a que animalada de resolución debe
estar rodado, pero sobrepasa, y mucho, el HD) que permite distinguir cada mota
de polvo y cada pelo o poro del cuerpo de los actores (que si, que es animación,
pero se ven!). Este brutalidad de definición se pierde en el 3D, aunque es
igualmente espectacular.
En cuanto a fallos, se le puede achacar que se haga un poco larga, no tanto por alargar la historia sino que algunas escenas podrían haberse hecho algo más cortas, consiguiendo una duración menor de la misma. Asimismo, la música no acaba de estar a la altura pese a ser de John Williams y le echo en falta un tema estilo Indy o Superman, icónico
de los momentos estrella de la película. Además, la introducción de la
Castafiore… quizás un poco demasiado calzador allí, ¿no?
En resumen: es una entretenida película de aventuras con el
extra de la emoción de ver al gran Tintín en movimiento, con un aspecto humano
casi inmejorable. Visualmente hermosa, con momentos en los que se podía ver que el
jersey de lana de Haddock tenía bolillas, bolillas! Da exactamente lo que promete: Diversión (que no es poco).
Por cierto, el retratista que hace el cuadro de Tintín al
inicio, es Hergé.
Nota: 7
Notafilmaffinity: 7.2
Este año va a estar durísimo el Oscar de animación ¿Cars 2? ¿Tintín? Difícil elección (asi
da gusto).
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