Después de muchos intentos por parte de Disney de hacer algo de CGI
decente, por fin consiguen dar en la diana. Con ésta adaptación del cuento de
Rapunzel, Disney ha decidido romper con muchos clichés propios de la franquicia
siguiendo la estela de Shrek, dando un buen salto de calidad en comparación con
las pobres películas a las que nos venía acostumbrando. Parece que el ser
fagocitada por Pixar le ha venido bien.
Doy por supuesto que la historia de Rapunzel (uno de los
pocos cuentos de los hermanos Grimm que Disney aún no había cogido por banda)
es bien conocida. Rapunzel es la princesa de un reino cuyo cabello tiene
propiedades mágicas, pero que si es cortado, las pierde. Es secuestrada por una
bruja que la tiene presa en lo alto de una torre, a la que sólo se puede
acceder si Rapunzel descuelga su larga melena por la ventana. Una vez Rapunzel
ha crecido, no desea otra cosa que explorar el mundo, y la aparición inesperada
de un simpático ladrón le permitirá cumplir sus sueños.
Está claro que Disney ha decidido poner toda la carne en el
asador para conseguir una película brillante y eso se nota en la animación. La
calidad de imagen, la abrumadora cantidad de detalles en pantalla y la suave y
cuidada animación es buena prueba de ello. El trabajo visual es mayúsculo, lo
cual, unido a un gran diseño artístico es una de las bazas exitosas del film.
Las películas de animación no dejan de sorprenderme (para bien) cuando
contemplo cuánto han evolucionado y cómo se pueden hacer ahora si el dinero lo
permite. La tarea de animar la melena de Rapunzel es descomunal y consiguen que
les quede fantástico. Como extra, las escenas para lucimiento del 3D están bien
integradas dentro de la película, en vez de ser pegotes de guión.
En cuanto al guión, se ve lastrado por un inicio muy
edulcorado y cargante. La historia de Rapunzel es para un público infantil de
5-6 años y, claro, el planteamiento de la historia chirría mucho. Sin
embargo, a partir del momento en que Rapunzel sale de su torre, la película se
sale de lo que serían los cánones establecidos y, durante unos 50 minutos,
destila frescura, agilidad y carisma. Una vez la película se pone a tono,
empieza una sucesión de divertidas escenas que rompen con el estilo clásico de
Disney, con ciertas dosis de parodia de los cuentos clásicos -sin ser tan
irreverente como Shrek, pero quizás con más cariño-. Escenas como la de la
presa, las sartenes, los ataques bipolares de Rapunzel o el absurdo bar de los ladrones son refrescantes momentos que recuerdan al gran Disney de
los 90 (Aladdin, Rey León, Bella y Bestia…)
y que se agradecen de ver.
Además, la presencia de unos -ésta vez si- graciosos
secundarios como son Maximus y el camaleón ayuda en gran medida a conseguir un
mayor disfrute, especialmente Maximus, muy inesperado -su lucha a espada es ciertamente
divertida-. El tener unos antagonistas inteligentes y coherentemente
construidos le añade un punto de interés extra. Debo reconocer que me gustó la construcción del
personaje malvado de Gothel, su manejo psicológico de "tu mamá sabe lo que
es bueno" y su buena habilidad para manipular y tergiversar las situaciones.
Lamentablemente, después de saber ser original y rompedora
durante el tramo central del metraje, la película desemboca en un final típico
y tópico happy-Disney bien azucarado y
meloso. Es un final algo abrupto, pero guarda coherencia con la historia y
encantará a los más pequeños de la casa -y provocará problemas de diabetes a
los más crecidos-.
Como es habitual en los clásicos Disney, las canciones
tienen un fuerte peso en la historia, aunque en ningún momento destacan
negativamente. Si acaso las primeras pueden resultar algo infantiles para la
mayoría, pero luego su inclusión es más que correcta.
Se agradece que Disney haya conseguido dar el paso y
realizar una película que guste a todo el mundo sin renunciar a su estilo
Disney tan característico. A pesar de su muy indigesto prólogo, una vez la película
empieza, es perfectamente disfrutable.
Sí, es inferior a los monumentos que hace Pixar, pero
es un salto de calidad muy divertido con respecto a lo que nos tenía acostumbrado
Disney. Espero que siga así en posteriores producciones.
Nota: 6
Nota filmaffinity: 7.0
Nominada al Oscar por sus canciones. Se lo quedó la muy
superior Toy Story 3.
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