Título: Los juegos del Hambre
Autor: Suzanne Collins
Título Original: The Hunger Games
“Un pasado de guerras
ha dejado los 12 distritos que dividen Panem bajo el poder tiránico del
Capitolio. Sin libertad y en la pobreza, nadie puede sobrepasar los límites de
su distrito. Sólo una chica de 16 años, Katniss Everdeen, osa desafiar las
normas para conseguir comida. Sus principios se pondrán a prueba con Los juegos del Hambre, espectáculo televisado que el Capitolio
organiza para humillar a la población”.
Esta distopía de aventuras te sitúa en una Norteamérica
asolada por la guerra civil, en proceso de recomposición tras la victoria de
unos tiranos. El inicio es ciertamente desolador y consigue ponerte el corazón
en un puño. El planteamiento distópico está muy bien conseguido y el
planteamiento de los Juegos del Hambre no hace más que clavar la puñalada final
-sólo puede volver uno-.
Las reglas de los Juegos son simples: Cada año, dos
miembros de entre 12 y 18 años de cada Distrito son escogidos por sorteo para
participar. Después de unos días de entrenamientos, se les deja en un coliseo /
jungla / isla / cualquier sitio aislado y peligroso. Sus órdenes son sencillas,
deben matarse unos a otros y el último que quede vivo vuelve a casa -casi ná-. Una vez
van quedando pocos, se les “invita” a juntarse por medio de explosiones o la
aparición de bestias peligrosas, para así dar más espectáculo. Al ganador se le
colmará de honores y su distrito recibirá un extra de comida para evitar que,
durante ese año, su gente pase hambre. De esta manera, el Capitolio mantiene
asustados, humillados y enfrentados a la gente de los diferentes Distritos,
quedando de esta manera bajo control.
El punto de partida es perfecto para desarrollar una
historia de denuncia social, con los mass media y la deshumanización de la audiencia
por medio, pero no. Una vez empiezan los Juegos, la autora decide pasar de todo
esto que había planteado y convierte el libro en una vertiginosa novela de
aventuras “para todos los públicos”, con un ritmo endiabladamente vivo y
adictivo -que también está muy bien-.
La particularidad de la novela radica en que está contada
desde el punto de vista de Katniss, que te retransmite en presente todo lo que
ve, piensa o hace. Esto provoca una gran sensación de cercanía y viveza. Todo
sucede de una manera muy directa e impactante. Al empezar los Juegos, esto es
aún más acuciado, ya que podemos apreciar toda la tensión y el sufrimiento en
todos los momentos del “espectáculo”, que se retransmite en directo, mientras
nos enteramos de todas las tácticas y los motivos que mueven a Katniss a hacer
unas cosas u otras. Por ello, no hay un “narrador”. Únicamente nos enteramos de
aquello que Katniss ve, oye, hace, siente o piensa. Debemos ser capaces de ir
deduciendo qué está ocurre en off,
allí dónde ella no está. Esto a veces provoca una falta de información que puede
dejar con las ganas. Se echa en falta un punto de vista múltiple para poder
entender de una manera más profunda las motivaciones de cada personaje y
profundizar en el pervertido código de valores que provoca la situación
planteada. Esto también habría provocado que la novela fuera mucho más larga y
de un ritmo más pausado. En cambio, la autora decide centrarse exclusivamente
en Katniss, dando lugar a una estupenda novela de aventuras. Puro
entretenimiento que consigue que las páginas pasen como nada.
Como ya he comentado, la protagonista es Katniss, una chica
huérfana que desde pequeña ha tenido que arreglárselas para conseguir comida y
alimentar a su familia. Es alguien de recursos, sabe cazar, negociar y tiene un
férreo código de valores. Indudablemente, su participación en los Juegos pondrá
a prueba todas sus aptitudes, sorprendiéndose de cuánto es capaz de hacer si la
situación lo requiere. A pesar de ser una persona de recursos, en ningún
momento da la sensación de sabihonda, más bien, la autora consigue llevártela
al límite y mantenerla ahí, cada vez un poco más allá -muy bien conseguido-.
La distopía planteada en la novela es sorprendentemente
despiadada y los Juegos no son precisamente un paseo por el parque, por ello,
resulta inesperado que la autora busque mantener un tono juvenil y casi “para
todos los públicos” durante todo el libro, incluso en momentos que son
auténticos baños de sangre. Es probable que esta ligereza con que se tratan las
situaciones escabrosas sea debidas al punto de vista de Katniss, que,
mentalmente, evita abusar de las descripciones gráficas.
La trama es fácil de seguir y, aunque es obvio saber que los buenos ganan y Katniss va a ser la vencedora de los juegos, hay mucha emoción en la retransmisión de los juegos y en descubrir que va a pasar a continuación. El mayor pero que le encuentro es que toda “retransmisión
deportiva” de los Juegos del Hambre se parecen DEMASIADO a un Batlle
Royale un poco más light, y claro, la cosa no acaba de saber tan bien.
Es la primera parte de una trilogía y es de suponer que posteriormente se te den mas detalles del Universo en el que se sitúa. Ahora, cómo sólo te enteras de lo que Katniss te explica, hay un vacío de información enorme. Sin embargo, hay suficientes indicios para suponer que algo más se cuece. Espero que el resto de libros siga siendo tan viciante y que pasar páginas cueste tan poco como en este estupendo entretenimiento. Es una adictiva y entretenida novela de aventuras. Ligera, amena y fácil de devorar con mucha ansia.
Nota: 6
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