Aunque El Capitán América nunca ha sido santo de mi
devoción, es posible que su adaptación pre-Los
Vengadores pudiera estar bien, ¿no? Vamos a ello.
Steve Rogers es un bienintencionado joven que quiere ayudar
a su país en la IIGM. Sin embargo, al ser flacucho y enclenque no puede
alistarse en el ejército. Su desesperación le lleva a participar en un programa
experimental de potenciación física que le convertirá en un “Súper-soldado”.
Una vez convertido en el Capitán América, deberá trabajar duro para conseguir
que los líderes de la guerra confíen en él y lo valoren como soldado. La
aparición de un coronel Nazi con acceso a armas avanzadísimas obligará a las
autoridades a permitir el despliegue del Capitán con un grupo de élite.
La película nos muestra -como siempre en las introductorias
de un superhéroe- los inicios del personaje y cómo obtiene sus poderes. A
partir de allí, se produce la lucha contra su malo más carismático en un
pim-pam de acción con sus chascarrillos y sus buenos efectos especiales. Ideal
para no romperse la cabeza y entretenerse sin exigencias. Comparando este film
con otros, estaría en un cómodo término medio. No es una basura infecta como
pudiera ser Green Lantern o Los 4 Fantásticos, pero tampoco llega al
nivel de entretenimiento que consigue Iron
Man. La extraña combinación de cine bélico y de acción de súperhéroes da
lugar a una mezcla irregular, pero entretenida.
ACTORES: Se agradece que tanto Evans como Weaving se tomen
en serio su papel y se esfuercen en conseguir que nos impliquemos un poco en lo
que ocurre, haciendo más que recitar sus frases. El resto de secundarios
destaca por su planaridad y su falta de chispa, pero bueno, en una película que
se basa en efectos especiales, no les vamos a exigir mucho. Como apunte,
Weaving da más cague sin máscara que “transformado”.
DIRECTOR: Hay que reconocer que el director se esfuerza en
dar un producto con sustancia. Aunque sea carne de block-buster, intenta hacer
las cosas bien y el resultado es aceptable. Las escenas de acción están bien
creadas y el pesado trabajo de imaginería está bien conseguido. Los efectos
especiales están bien introducidos y las coreografías de acción son correctas.
Lamentablemente, no todo es tan correcto. La película tiene
dos partes diferenciadas: la creación del héroe y su primera aventura. La
introducción es larga y exhaustiva provocando momentos de tedio. Se realiza un gran
esfuerzo para explicar con pelos y señales su origen, pero se descuida el
ritmo, lo que hace que durante muchos minutos no haya muestras de que la película
avance. En su segunda parte, se vuelve a los esquemas clásicos de acción y la
película funciona más agradablemente.
Me ha hecho mucha gracia el convertir la IIGM en un
espectáculo casi de steam-punk, añadiendo naves espaciales, rayos láser y demás
parafernalia a la imaginería nazi. Es curioso y le añade un punto absurdo que a
mí me ha hecho bastante gracia.
GUIÓN: Como se puede esperar, el guión sigue punto por
punto los ya predecibles esquemas del género: la típica historia del personaje
blandengue que sin esperarlo tiene un gran poder, una chica y enemigo a la
altura de las circunstancias. Vamos, lo de siempre. Sin embargo, en
"Capitán América" no encuentro los graves defectos que hay en otras
películas de este tipo: El guión vacío y el humor estúpido. Aquí el humor no da vergüenza
ajena y las escenas de relleno (que no deja de haberlas, pues como suele ser
habitual con los superhéroes la acción es intensa pero breve) no aburren como
en otros casos. Hay un cierto esfuerzo en desarrollar mínimamente la trama y
los flashbacks están correctamente cerrados. No destaca por su profundidad de
diálogo, pero hay menos estupideces vacías que en otras propuestas similares.
Siendo quién es el protagonista, esperaba una apología de
patriotismo yanqui, pero los autores se dejan de historias patrioteras, parecen
esquivar la pujanza de la nación y se centran en crear un héroe de los antes,
en una peli de las de antes, en las que los buenos son muy buenos y los malos
son muy malos, las peleas no necesitan crueldad ni sangre y el humor no
necesita ser retorcido ni sexual para hacer gracia. En la que el héroe no es
alcóholico, ni un playboy, ni un tío atormentado, sino un "canijo"
con personalidad y sin miedo.
Ocupando un nivel medio entre las películas de superhéroes,
busca y logra hacer que el espectador pase un rato agradable sin grabarse en la
memoria ni sacudir conciencias. Básicamente, es lo que se buscaría en un
blockbuster. Se le puede achacar que su primera hora bastante lenta y que el
héroe que puede provocar cierto desapego al no-yanqui.
Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.6
La escena final y la que encontramos al final de las letras
son una perfecta y graciosa introducción para el bombazo blockbuster que ha acabado
siendo Los Vengadores.
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