Por estos lares ya se pasó El resplandor en su momento, también hemos leído el libro del Doctor Sueño con estupendas impresiones. Aprovechando que se había hecho la adaptación a película, quizás era momento también de ponerse con ella, ¿no?
Estamos un buen
puñado de años después de los hechos que Kubrick relató en El resplandor. Danny ha crecido traumatizado por lo acaecido en el
Hotel Overlook y malvive entre alcohol y remordimientos mientras repudia sus
poderes. Las circunstancias le permiten encontrar trabajo en un hospital de
enfermos terminales donde parece estar a gusto. Allí entra en contacto con
Abra, una niña que resplandece como él. Las cosas parecen ir muy bien hasta que
empiezan a ir muy mal, cuando ambos entran en contacto con un grupo de vampiros
psíquicos que se alimentan de resplandores. Liderados por la temible Rose la
Chistera, éstos emprenderán una cacería con la idea de acabar con nuestros
protagonistas, aparentemente los más sabrosos que han encontrado en años.
Lo primero a considerar con esta película es que se trata de una adaptación del LIBRO de Doctor Sueño, que continúa los hechos del LIBRO de El Resplandor. Por ello, cambian aspectos importantes del desenlace (ay, Kubrick y sus adaptaciones libres) respecto a la película, lo que puede desconcentrar a muchos. Sin embargo, los creadores son bien conscientes del calado del Jack Torrance de Nicholson, por lo que varían suficientemente la trama para incluir un par de momentazos sacados de los cines, que sorprenderán (bah) a los que sólo se hayan leído el libro. Así que al final tenemos un batiburrillo que resume el libro, pero tiene un puñado de guiñitos del otro lado (Ya dije que el Overlook era un lugar a visitar en sus dos versiones, ¿no?).
De la misma manera que ocurría en el libro, Doctor Sueño cambia el ambiente opresivo del hotel por un bucólico pueblo de la montaña. No es una secuela típica, no es un “debemos volver a la mansión”. Simplemente, el tiempo ha pasado, los personajes que conocidos han crecido y la vida sigue. Y, como de otra manera no tendríamos historia, se meten en nuevos líos para nuestro disfrute (o no). No es, ni busca ser, un Resplandor 2.
De Flanagan tuvimos
una de las series más importantes de 2018, La Maldición de Hill
House, con lo que se le “premió”
con este proyecto para que siguiera creando sus atmósferas malsanas llenas de
malrollo. Doctor Sueño está plagado de estos momentos inquietantes, en los que
no ocurre nada, pero se hace patente que hay algo que no cuadra, creando
sensación de desazón. La fotografía despide elegancia, especialmente cuando se
dedica a copiar con gran literalidad a Kubrick en una delirante visita
fantasmal al Hotel Overlook, aprovechando para incluir un puñado de guiños que
harán las delicias de los fans de la película de los ochenta.
No obstante, la película peca de tener un ritmo cansino, especialmente en un inicio que languidece mientras el argumento no acaba de empezar. Se hace demasiado fácil salir de la película en la primera hora y querer dedicarse a otros temas. Además, al ser una adaptación fiel al libro, tan alejada del tono original de Kubrick en gran parte del metraje, se aleja de las expectativas que muchos querrían encontrar, con lo que las posibilidades de decepción aumentan. No ayuda su excesiva longitud ni el confuso desarrollo de personajes que no deja claras sus motivaciones. Por otro lado, se vuelve al Hotel sólo para poder filmar en él, ¿no?
Esto no provoca que
la película sea mala, en absoluto. Tanto Ewan McGregor como Rebecca Ferguson
están bien metidos dentro de sus papeles, aprovechando lo poco que el guión les
da para componer personajes medianamente sólidos. El resto de secundarios no
desentonan en absoluto, completando así un elenco bastante aceptable. Además,
la gran banda sonora que acompaña al metraje (perfectamente escuchable por sí
sola) ayuda a rematar una atmósfera ominosa que le viene muy bien a la
película.
Además, se atreve a
matar a un niño en escena y bastante a lo bruto. Esto no se ve todos los días y
siempre se agradecen estos detalles.
Doctor Sueño es un notable thriller sobrenatural que tiene un gran problema: Existe El Resplandor y es MUCHO mejor. Atreverse a adaptar este libro es un proyecto con muy mala idea, casi condenado al fracaso, pues continuar a Kubrick y a King a la vez no es moco de pavo y Flanagan no ha salido mal del brete. Inquieta, deja sus escenas de mal rollo, se sabe fiel a la obra que adapta y es una digna sucesora de una obra maestra. Adolece de un ritmo cansino y un guión no del todo rematado, pero a grandes rasgos se consigue una propuesta satisfactoria con la que pasar 150 minutos con el culo pegado al asiento.
Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.2
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