Pues mira, hacía bastante que no leía nada del Universo
Wh40k (bah, apenas tres meses) y ya puestos que se puso por delante, decidí
acabar con una de las sagas más particulares dentro de la franquicia, la de los
Caballeros Grises.
Autor: Ben Counter
Título original: Hammer of Daemons
“Después de
que las fuerzas imperiales sufrieran una aplastante derrota a manos del Caos,
Alaric, el caballero gris, es capturado y llevado a un mundo demoníaco en el
Ojo del Terror. Desprovisto de su armadura y de sus armas, se ve obligado a
luchar como gladiador para sus señores, quienes adoran al dios Khorne. Sólo
podrá escapar si encuentra un arma legendaria con el poder suficiente como para
destruir a las fuerzas del Caos que lo mantienen prisionero. Obligado a
someterse a la voluntad del Dios de la Sangre y a convertirse en un verdadero
monstruo, deberá combatir mutantes, xenos, guerreros del Caos y al terrible
Duque Venalitor para poder liberarse del yugo de sus captores. Finaliza la saga
de Los Caballeros Grises.”
Después de lo más parecido a una novela negra y a una
novela de terror gótico que ha habido en el cuadragésimo primer milenio,
cambiamos otra vez los esquemas. Esta vez la novela no tiene como protagonista
a la Inquisición, sino al Caos. No en vano, Alaric no es más que una excusa
para mostrarnos un mundo dedicado por completo al culto de Khorne, el dios de
la muerte y la sangre, aprovechando así para generar una novela de acción pura
con un sinfín de guerras, matanzas y otros espectáculos hemoglobínicos varios.
A diferencia de lo que ocurrió en los dos libros
anteriores, Ben Counter abandona cualquier pretensión de contar una historia
concreta. Como si estuviera imitando al Conan hibório o al Espartaco de los
Starz, las páginas son un continuo de luchas y bravuconadas con escenario
variable. Está protagonizada por el juez
Alaric que se supone que conocemos de otras aventuras, pero podría ser
cualquier Marine, cualquier atisbo de personalidad que pudiera tener porque ha
desaparecido, más allá del propio tópico del Adeptus Astartes. Del resto de
seres que pululan por las páginas tampoco podemos decir mucho, pues la mayoría
no pasan de ser nombres intercambiables que van a morir o matar.
Asimismo, la historia se emburulla extrañamente y se hace
dificil encontrar un sentido a lo que está ocurriendo. Cuesta comprender las
razones (ejem) que mueven a los personajes, conduciendo hacia un desenlace
final porque patata al llegar a las últimas cinco páginas del libro. Sin
carisma ni profundidad, podría parecer que la novela es aburrida, pero la
verdad es que no. Contiene tanta acción descerebrada tan bien coreografíada que
divierte con ganas como entretenimiento vacuo. La calidad de Counter a la hora
de pintar escenas sigue vigente, sin dejar un momento de respiro que pueda
evitar que pases páginas sin parar.
Quizás es que Ben Counter quería escribir un libro
dedicado a los malos y no le dejaron, o iba a estar protagonizado por otro
personaje y luego las decisiones editoriales forzaron a meterlo de la saga de
los Caballeros Grises, pero no acabo
de entender tanta diferencia respecto a sus dos novelas precedentes. Han
desaparecido las historias complejas, los personajes con aristas y el carisma
de la Inquisición Imperial y quedan las toñas, los tiros y los
desmembramientos.
Podríamos decir que se distingue del cánon habitual en la
franquicia por la gratuidad de la acción (que ya es decir). De la misma manera,
también debemos reconocer que los juegos y las matanzas son presentados con habilidad,
las páginas pasan con ritmo y, aunque no se sepa muy bien hacia dónde va, el
viaje es divertido.
Nota: 5
Nota goodreads: 3.9/5
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