Yujuju ! Después de
ver « Una nueva esperanza » se me abrió un poco el gusanillo y algo
me dice que voy a ir repasando poco a poco toda la saga para preparar el
Episodio VII de Abrams. Así pues, voy a por la mejor película de todas las
hechas: El imperio contraataca.
El primer punto
importante a destacar: No es una continuación
al uso. Lucas decidió separarse del “más de lo mismo” y aleja las dos
partes. Hace que pasen unos años entre una y otra, usando las imponentes y
archiconocidas letras iniciales para ponernos al día de lo que ocurre
entremedias. La acción empieza in media
res, en el devenir de otra historia donde el Imperio –que se ha recuperado
del golpe dado por la Alianza Rebelde en la primera película- ha localizado una
de las principales bases rebeldes y se dispone a destruirla; un esquema similar
al que se usaría luego para “El templo maldito”, aprovechando para desarrollar
al mejor malvado del cine, un Darth Vader implacable dando órdenes y marcando
cada segundo que aparece en pantalla.
A partir de ahí, la
trama se subdivide, con Luke comprendiendo que debe entrenarse para llegar a
ser el Caballero Jedi que la Luz necesita y el resto de sus compañeros buscando
la manera de sobrevivir y escapar de la cruel bota del Imperio.
Es El Imperio contraataca porque el verdadero protagonista de la
historia es el Imperio. Oímos la Marcha Imperial por primera vez y no nos
cansamos de oírla cada vez que Darth Vader hace su trabajo como líder de las
tropas imperiales. Su característica respiración es la que goza de más minutos
en pantalla, mientras “los buenos” de la historia se dedican a huir aterrados
ante su presencia, con la épica de cada escena reforzada con la fuerza de las
mejores notas del mítico John Williams, que pone la carne de gallina en cada
nota.
Nos hallamos ante la
mejor película, no sólo por tener la osadía de dar protagonismo al antagonista
de la historia, sino también por ser la que tiene un mayor y un mejor
desarrollo de personajes: Luke, Han, Leia, incluso C3PO evolucionan y cambian.
Los hechos que suceden les transforman, provocan cambios que son presentados
con acierto. El ritmo de la película es vivísimo, convirtiéndose en la película
con más escenas impactantes y espectaculares de la trilogía. Todo está más que
bien introducido, evitando caer en los fuegos artificiales vacíos o saturar con
exotismo gratuito. No es una película que vaya de algo y conduzca a un punto
culminante (bueno, sí) sino que constituye una serie de sucesos, con muchos
clímax sucesivos. Es la película en la que pasan más cosas, con diferencia.
Y luego están los
efectos especiales. En Star Wars, ILM
acaba de crearse y sus técnicos inventan in
situ la mayoría de efectos que necesitan. Dos años después, los efectos
especiales se hayan mucho más maduros y están preparados para ofrecerse para
integrarse a la perfección al servicio de la película. No hay más que ver a ese
estupendo Yoda, creado sin asomo de ordenador, tarea que sería casi imposible
hoy día. La escenografía está perfectamente escogida, consiguiendo llegar a
lugares fascinantes sin por ello volverse maniquea, Hoth se convierte en la
definición de mundo Helado de la Ciencia-ficción posterior, La ciudad de las
Nubes bebe con acierto de las mejores distopías y Dagobah –y su excéntrico
habitante- tiene un halo mágico que convierte un Universo más bien tecnológico
en caldo de cultivo para misticismos y Fuerzas más allá de nuestra comprensión.
En cuanto a los actores,
en su línea. Mark Hamill, con sus limitaciones, es Luke Skaywalker. Y punto. No
ha valido nunca para nada más, pero es algo que se le da a la perfección.
Carrie Fisher demuestra mucha más calidad al interpretar una Leia que
evoluciona y pasa por multitud de sentimientos. Alec Guiness demuestra el
pedazo de actor que es en los dos minutos cortos que se le dan. Y finalmente,
Harrison Ford, que goza del personaje interpretable más complejo y mejor
constuido, roba cada escena en la que aparece y borda a un personaje que guarda
un puñado de frases inmortales (aunque no LA frase de la saga :p) que ya están
en nuestro inconsciente.
Aunque sea una cuestión
menor, también se produce la aparición de Boba Fett, en aquel momento un
anónimo cazarrecompensas que apenas hace nada en la película. No puedo negar lo
extraño que resulta la fama y la reputación que alcanzó con apenas dos minutos
de aparición entre las tres películas. Es EL cazarrecompensas. Cayó bien y se
convirtió en el “puto amo” en el Universo Expandido. Es sorprendente a veces
por dónde puede llegar a reaccionar la gente.
Otra cosa que me
gustaría destacar es que no recordaba lo condenadamente desnivelado que está el
combate final contra Darth Vader. No sé por qué creía que era mucho más parejo,
pero la paliza es da aúpa. Veo con agrado lo bien que funcionan las
coreografías de kendo y lo diferentes que son las luchas respecto a las mil
acrobacias que pueblan los episodios I-III. Lo dicho, un despliegue de
sobriedad y tensión magnífico a pesar de la diferencia de nivel entre los
contendientes.
Cuando era pequeño, vi
las tres películas con una diferencia de una semana. Cada sábado tocaba una. No
dormí durante seis días pensando en lo que había pasado y cómo mis queridos
héroes podrían salir de ésta. No quiero ni pensar lo que tuvo que ser esperar
dos años para conocer el último capítulo. La historia está llevada con una
gracia descomunal y el desenlace es simplemente mítico (Y la frase, y la
frase).
En "El Imperio
contraataca" tenemos el mejor ejemplo de que no hace falta ser el mejor ni
tener a los mejores si lo que se tiene es un buen sentido de la dirección de
cine, del espectáculo, y algo de respeto por el fan de este tipo de films. Sí
que hay sentido de la aventura, cariño por hacer las cosas bien y toneladas de
imaginación –y buen equilibrio en la dirección etc-. Oscura, retorcida y
enjundiosa, ni siquiera termina bien. Tiene sus incoherencias, pero no me
importan lo más mínimo. Mola y me lleva como ninguna a una galaxia muy, muy
lejana.
Nota: 10
Nota filmaffinity: 8.1
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