Últimamente parece que las colecciono, pero
¡otra película de venganzas! Eso sí, nada que ver. Ésta es una película que si
no fuera porque el protagonista es Nicholas Cage y es famosete que si no se
habría ido directamente al mercado en vídeo con toda justicia.
Nicholas Cage es un exmafioso retirado (¡)
que ha prosperado como empresario de éxito (¡!), se ha convertido en un
personaje respetado por la sociedad (¡!!) y vive feliz con su familia. Una
noche, su hija es secuestrada por unos encapuchados, apareciendo muerta poco
después. Aunque la policía parece estar haciendo su trabajo, Cage vive
consumido por la rabia y decide unir a su antigua banda para hacer justicia por
su cuenta. Entrando como un elefante en una cacharrería, arrasará con todo lo
que encuentre para castigar a los asesinos de su hija.
A pesar de lo forzado de su planteamiento, lo
único salvable de la película es su guión. Sí, visita todos los tópicos del
género y goza de una buena cantidad de diálogos puerilmente chulescos, pero se
desarrolla sin errores de bulto y consigue cerrar la película con un desenlace
lógico, sin incoherencias. Sigue la norma bronsiana con esmero, se revientan
bastantes cabezas y contiene la suficiente cantidad de lugares comunes para
convertirse en trivialmente previsible. Podría ser mejor (mucho), pero por lo menos no es
catastrófico.
La sensación que deja es que la película
discurriría inadvertidamente por los videoclubs y las películas de domingo
tarde de Antena3 sino fuera porque su protagonista aumenta su notoriedad. No
obstante, habría que preguntarse para que se necesita que Cage (a lo Steven
Seagal pero con peor peinado) haga una actuación histriónica candidata y
favorita a los Razzies de este año. De la misma manera, el resto del elenco no
se queda atrás y queda a gusto con papeles que parecen sacados de una película
porno. No sé si es que el director no sabe sacarles nada, o es que ellos se
esfuerzan tan poco por la película que deja un resultado muy pasotista. Decir
planos es ser generosos con ellos.
Pero es que la dirección no es mejor. Es
difícil con qué quedarse. Se agradece que el ritmo con el que se reparten goles
sin ton ni son sea movido, pero la combinación de cámara lenta con baile de San
Vito y música pseudo-sentimental no queda bien en las escenas de acción. La
banda sonora destaca por lo mal escogida que está, los puñetazos pasan a más de
un palmo de las caras, las puñaladas se hacen sin rastro de sangre y algunos
mensajes se lanzan con una obviedad que asusta (la manera tan sutil de decirnos
que el malo es ruso es verdaderamente de traca). Además, las sosas coreografías de tiros vienen
acompañadas por errores de continuidad de bulto, con unas cuantas
teleportaciones a lo largo de la escena.
De lo peor que he visto en los últimos meses,
con bastante diferencia. Porque las concesiones ''badass'' no cunden como
debieran, porque el desarrollo de la historia aburre y no calibra nada bien un
impacto emocional que se queda igualmente en chiste, el peinado de Nicholas no
se salva de ninguna manera...Si vas al cine, oye, seguro que hay opciones
mejores.
Nota: 1
Nota filmaffinity: 4.1
Crítica publicada previamente en Cinéfagos
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