miércoles, 11 de marzo de 2020

Los juegos del Hambre (Saga de películas)




Mi relación con Los Juegos del Hambre siempre fue curiosa: Los libros me encantaron, pero nunca me sentí atraído por las películas. Ya desde las primeras imágenes lo sentí como algo muy alejado de mis intereses y no me preocupé por ellas. Acabé yendo a la segunda película de rebote, saliendo algo más contento de lo esperado. Sin embargo, esto no me animó a seguir con el resto, teniendo entonces la primera a mi alcance. Tiempo después salieron las dos terceras y la pereza pudo conmigo.  Fue tres años más tarde que vi “los Juegos del Hambre” y finalmente tarde otros dos años en ver el desenlace. Podéis imaginar el interés que le he mostrado a esta saga…

Pongamonos en situación, imagino que a estas alturas no hará falta explicar mucho sobre la historia, ¿no? Básicamente, el país en que sucede la acción está dominado por un elitista Capitolio que explota los recursos de Doce Distritos que viven aplastados bajo su bota. Entre los muchos abusos está la obligación de que dos de sus adolescentes tienen que participar en un letal concurso llamado “Los Juegos del Hambre”. Katnis Everdeen es una joven rebelde que ha sido escogida para participar este año. Como es nuestra heroína, su actuación servirá para romper el statu quo en que vive la sociedad. Obviamente, contaré los detalles de la historia que me convengan, por lo que si os molestan los spoilers, continuad a vuestro riesgo :p



El proyecto toma origen en la conocida saga de libros que (casi) inventa el género del Young-Adult (y su ejército de los clones) que lo petó bien a lo grande, vendiendo chorronadas de millones de ejemplares. Si a alguien le interesa, ya la reseñé AQUÍ, así que no me extenderé mucho.

Viendo el éxito descomunal de los libros, Hollywood compró rápidamente los derechos, por lo que las películas no se iban a hacer esperar. Sin embargo, estábamos en plena fiebre de las adaptaciones de best-sellers adolescentes, por lo que muchas veces se empaquetaba un film cuestionable, con suficientes cosas reconocibles para poner el nombre famoso en portada sin pasar mucha vergüenza y así triunfar en taquilla. No se necesitaba más en aquel momento, lo que se notaba, obviamente, en el resultado final.

En la primera parte, tenemos la participación de Katniss en los Juegos del Hambre. Sin embargo, el rodaje se vio lastrado por una significativa rebaja del presupuesto una vez se había empezado a filmar. ¿En que se tradujo esto? Escenas que deberían ser deslumbrantes, como el desfile en el Capitolio o las propias instalaciones de los Juegos, son muy, muy cutrillas. Los grandilocuentes Juegos del Hambre se convirtieron en una fiesta de costillada (o similar), en la que se toman extrañas decisiones de cámara para disimular la falta de escenarios, además de unos efectos especiales algo cuestionables. Imagino que el elenco actoral, bien consciente de lo ocurrido, pasara a actuar con poco interés por la película, excepto Jennifer Lawrence, que en aquel momento se estaba jugando sus primeros taquillazos. El guión no corre mejor suerte, pues parece adaptar páginas al azar del libro, olvidándose de mil explicaciones y provocando un buen puñado de incongruencias, que transcurren a un ritmo cansino que obliga a mirar demasiadas veces el reloj durante sus dilatadas tres horas. Esta habría sido la típica película de cuestionable calidad que concluía con una saga antes de ésta empezara, pero reventó todas las taquillas a lo bestia, por lo que se dio luz verde a la segunda parte a pesar de su cuestionable calidad.

Un año después (no hay que dejar enfriar esto), llegó En Llamas. La película es casi una fotocopia de la anterior: Katniss ha ganado los Juegos del Hambre sólo para volver a la Arena en un más difícil todavía. Tenemos pues una repetición que busca hacer valer el dicho de Mas grande, más largo y sin cortes. A raíz del taquillazo anterior, la productora cree más en su producto, por lo que le da un presupuesto más abultado. Esto se nota en toda la puesta en escena, mucho más conseguida, con unos efectos especiales resultones y una imaginería que expande lo visto con cuidado y acierto. El guión peca de tener sus extraños cambios de ritmo, pero consigue dar algo de profundidad al trasfondo ético del libro, cosa que se había obviado en la anterior entrega. Los actores tienen algo con lo que trabajar y se lo toman un poco más en serio. Por ello, la película llega a ser un espectáculo disfrutable, entretenida por sí misma pese a su exagerada duración. A pesar de que el boom literario estaba pasando, consiguió hacer unas taquillas destacables, por lo que la conclusión estaba garantizada.

Pero estamos en 2014 y aquí  a las productoras les daba por partir las películas en dos para así hacer doble taquilla (Las reliquias de la muerte, Amanecer…). Como buen taquillazo esperado, a Sinsajo le ocurrió lo mismo, teniendo una Parte 1 y una Parte 2. Aquí sabiendo que se tiene toda la pasta que necesitan y cinco horas bien buenas de tiempo, el director se lo toma con calma y explica prácticamente todo lo que ocurre en el libro, con un puñado de diálogos calcados, y sin dejarse a un solo personaje (aunque salgan sólo para decir su frase). Además, como ahora hay dinero para efectos especiales, las escenas de acción se pueden recrear en el músculo financiero del que se dispone ahora, con ostentación aparatosos efectos especiales cada vez que se puede. Sin embargo, el cambio argumental de la trama no está bien conseguido (nos movemos al género bélico después de dos películas de aventuras), fracasando también en mantener un mínimo de ritmo que consiga mantener el interés por los personajes. Después de todo, la película transita por los carrilles más convencionales a través de unos personajes encarnados por un elenco que ha puesto el automático, sabiendo que la chequera espera, sin ningún interés por que el conjunto quede bien. La imaginería, que se veía modesta pero cumplía con lo que se le pedía (más o menos), se ve sustituida aquí por una anodina fotografía de videojuego genérico totalmente intercambiable por cualquier ciudad en ruinas que nos podamos imaginar. El aburrimiento acecha a la vuelta de la esquina y acabar con este mostrenco de cerca de seis horas se torna una tarea pesada, realizada casi con la única motivación de poder decir que te has acabado todas las películas.

Así que ya acabo con los Juegos del Hambre. Estas cuatro películas conforman un conjunto irregular, claramente creado por motivos digestivos, pero consiguiendo reventar taquillas a lo ancho y largo del mundo a causa de los fans de la viciante saga literaria. A ratos pesada, a ratos entretenida, algo desconcertante, es una saga que cuesta de ver, presenta un buen puñado de errores y pide un buen cañón de garbanzos para ser más consistente en todas sus facetas. Incluso si disfrutasteis de los libros, seguro que podéis encontrar algo más provechoso que gastar casi 12h en ver estas películas.
Tal como ocurrió con los libros, el éxito de la saga cinematográfica trajo consigo un puñado de sucedáneos de éxito relativo y calidad todavía más cuestionable (DivergenteEl corredor del laberinto…). Efectos que ocurren a raíz de la llegada a mansalva de los dólares, lamentablemente.  En ese sentido, prefiero la sinceridad procedimental de los vampiros con brillantina que esta sucesión de clones sin alma ni ganas que algún día traeré (o no) a este blog.

Notas: 3, 6, 3, 3
Global: 4
Notas filmaffinity: 6.2, 6.5, 5.6, 5.6

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