martes, 22 de agosto de 2023

La princesa del Sol (Antoine B. Daniel)

Con la idea de leer algo de novela histórica, que hace demasiado que no cae, empiezo una trilogía que gira en torno a la conquista española del Perú. 

Título: La princesa del sol

Autor: Antoine B. Daniel

Título original: Princess du Soleil

Traducción: Mar Vidal

“Un arrebatador relato de esplendor y salvajismo que desvela como la ancestral civilización Inca está maldita por los presagios, agitada por la guerra civil, devastada por la conquista Europea... y transformada a través del amor definitivo.

Anamaya ha vivido siempre como una cautiva, esperando conocer cuándo y cómo será ofrecida como sacrificio a los dioses. Pero cuando el moribundo emperador, Huayna Capac, la convoca, obtiene un destino manifiesto, no la muerte. Sus ojos, tan azules como las aguas sagradas del Lago Titicaca, son una señal inequívoca de haber sido enviada por Quilla, la Diosa de la Luna, para garantizar el viaje del Emperador hacia el Mundo del Otro Lado. Así, es confiada con las últimas palabras del Emperador: los secretos del pasado y el futuro del Imperio Inca.

El nuevo rol de Anamaya como guardiana del Emperador-Doble la arroja al torbellino de las intrigas políticas más peligrosas, a la guerra más despiadada.. y a la pasión del bello noble Español Gabriel de Montelucar y Flores, un extranjero marcado con el símbolo del Puma, representación de espiritualidad y poder. Viajando con el Conquistador Don Francisco Pizarro, Gabriel está ávido de grandes aventuras, maravillas exóticas, grandes riquezas. No es consciente de que su destino se entrelazará con el de Anamaya, cambiando los mundos de ambos para siempre."

El inicio del libro es el que pudiéramos esperar en una novela histórica a partir del resumen de la contraportada. Tenemos dos tramas separadas que nos explican la vida de los protagonistas antes de encontrarse, explicándonos los motivos que les llevan a ir a Cuzco justo en aquel momento. No parecen tener nada que ver, pero acabarán colisionando en una historia de amor imposible que pretende captar nuestro interés para que nos emocionemos todavía más con el resto de la historia. Partiendo del hecho que se trata del InstaLove más bestia que he visto en un buen puñado de años, no es fácil que te enganche especialmente este aspecto. Sin embargo, el desarrollo de las dos tramas principales se hace con corrección (y con total previsibilidad), por lo que no se hace pesado de leer en ningún momento.

No puedo sino destacar la cantidad de tiempo que dedica al libro a poner en contexto cómo se encuentra el pueblo Inca antes de la llegada de los Conquistadores: Se parte de una guerra civil muy sangrienta que se cierra en falso, en la que las inquinas y las ganas de revancha no se han aquietado. Entonces, empiezan a oírse rumores de que unos extranjeros muy raros han llegado en barcos gigantes. Rumores que al principio son descartados por fantásticos y, poco a poco, van tomando forma y transformándose en una invasión, pues la presencia de los españoles en cualquier bando del campo de batalla hace decantar el resultado de la contienda. De mercenarios de prestigio pasan a tomar las riendas de las decisiones, con miles de Incas bajo su mando y de ahí el resto es historia.

Por parte de los Conquistadores, se hace especial hincapié no sólo en los motivos que tiene Gabriel para hacer las Américas, sino también qué mueve a los hermanos Pizarro, artífices de la expedición. Cada uno de ellos de un carácter bien diferenciado y con diferentes objetivos a conseguir. Me gusta mucho cómo consigue transmitir el sentimiento de maravilla ante un nuevo mundo que se abre ante los ojos de los protagonistas, al más puro estilo de las novelas clásicas de Julio Verne. Posteriormente ya se mete en berenjenales políticos más convencionales, pero en ningún momento se hace pesado de leer.

Evidentemente, los protagonistas nombrados en la contraportada son los que más páginas gozan para lucirse. Gabriel es el prototípico héroe de novela de aventuras. Noble y apocado, siempre dispuesto a ayudar a sus compañeros, con el destino de su lado para salir airoso de cualquier entuerto que el destino le depara. Me recuerda mucho al D'artagan de los Mosqueteros: él siempre tiene dispuesto un ardid con el que engañar a sus enemigos, pero él es bueno, no como los otros que son muy malos y nunca dicen la verdad.

Por su parte, Anamaya hace las veces de punto de vista del lector para que "se nos enseñe" el mundo Inca. Como ella es una extranjera que ha sido instalada en un sitio de privilegio de la sociedad, es necesario explicarle todo el funcionamiento de la misma y así nos enteremos de todo lo que debemos. Lástima que en cuanto al desarrollo de su carácter no hace el mismo esfuerzo, limitándose a ser un espejo asustadizo que ve cómo los demás actúan a su alrededor sin realizar ninguna acción. Por lo menos, cuando se enamora de Gabriel a los tres segundos de conocerle, empieza a reaccionar, aunque sea movido por sus humedades interiores (sic) para buscar un futuro en que ambos puedan estar juntos.



Más trabajo hay en que conozcamos a los hermanos Pizarro y sus motivos para entrar con todo en el Imperio Inca. El famoso Francisco Pizarro es el líder carismático sobre el que orbita toda la expedición. Ante todo, es alguien tocado por el ansia del explorador. Ávido de estar allí donde nadie (europeo) haya estado jamás, hollar una costa nueva y conocer un atardecer distinto cada día. Se trata de un ser inquieto incapaz de estarse quieto, pero al mismo tiempo es un disciplinado caballero español al que sus reyes le han encomendado tomar posesión de los tesoros disponibles. Con el pragmatismo que caracteriza este tipo de personas, es capaz de matar con la misma ligereza con la que respira, sin desplegar con ello una crueldad innecesaria (Si se puede hacer pacíficamente, mejor, pero si no... bueno, es lo que hay, él no va a achantarse). Lo que más le caracteriza también es el amor que profesa hacia sus hermanos y los muchos desmanes que les tolera, porque, después de todo, son familia y todos tienen sus defectillos.

De sus hermanos, el más reseñable es Gonzalo Pizarro, un auténtico malnacido que se ha unido a la expedición porque le ofrece la oportunidad de satisfacer sus más oscuros deseos: matar, violar y destruir. Al principio, su hermano le utiliza de perro de presa con una correa bien prieta, que libera cuando es necesario ser especialmente expeditivo. Con el tiempo su ardor guerrero y su valía en el campo de batalla le dotan del liderazgo suficiente para rodearse de soldados con sus mismas prioridades que Francisco no es capaz (ni quiere excesivamente) de controlar.


Está siempre ayudado por su hermano Juan Pizarro. Su carácter refinado le aleja de la animalidad que desprende Gonzalo, lo que podría hacer pensar que es alguien más decente, pero nada más lejos de la realidad. Esconde un carácter depravado que disfruta torturando y humillando, siempre presto a encontrar un nuevo inca del que abusar. Ha venido a enriquecerse y pasará por delante de quien sea para conseguir su objetivo. Por si fuera poco, se encapricha de Anamaya, por lo que se convertirá en el antagonista ideal para el futuro de Gabriel, con el que entablará una "bonita" enemistad desde casi el primer momento.

Pero no todos los hermanos son unos malvados. Tenemos también a Hernando Pizarro, el mayor de todos ellos y el que menos ganas tiene de estar ahí. Ha vivido siempre a la sombra de su hermano Francisco, sin su arrollador carisma ni sus sueños de grandeza, se conforma con gestionar los proyectos de su hermano, organizando las expediciones, contratando soldados y ordenando los cofres provenientes de los saqueos. No se siente especialmente cómodo ante las matanzas e intenta hacer todo lo posible por ignorarlas, pues dice ser el único en mantener un mínimo de dignidad en esta invasión. En un primer momento, el mayor protector de Gabriel, pero pronto se ve incapaz de proteger al díscolo aventurero,

Con mucho menos protagonismo tenemos a la flor y nata de la corte Inca: Huayna Capac, Huáscar, Manco... Sin mucho desarrollo. El único que destaca es el líder Atahualpa, ganador de una guerra civil que no quería librar, al que le pesan los años y los remordimientos de las matanzas innecesarias. El alcoholismo y la depresión han hecho estragos en su persona y cuando aparecen los españoles, al principio los desdeña, usándolos de aliados de conveniencia, pero luego se muestra incapaz de comprender sus capacidades, comportándose como un necio en los hechos que dan lugar al "cambio de poderes".



Finalmente, de fondo tenemos, a modo de voz de la conciencia, a Fray Bartolomé de las Casas, una de las primeras voces importantes que clamaron contra los desmanes que los españoles hacían contra los indios. Aquí es un monje maduro que busca almas a las que convertir. A medida que es testigo de más y más abusos, pronto olvida su propósito inicial y busca ayudar al que lo necesita, intentando pacificar cualquier situación. No tiene especial protagonismo, pero es bueno contemplar que alguno de los personajes es capaz de racionar un poco.

La princesa del Sol es una novela estupendamente descriptiva. Entre la ignorancia de Anamaya por los usos y costumbres de unos y otros y los descubrimientos que los conquistadores van realizando, nos enteramos de la mitología, los ropajes y las tradiciones de ambos bandos, sirviendo de ilustración de una época que no suele ser recordara. Resulta curioso ver como unos mismos hechos son relatados desde ambos puntos de vista (inca/conquistador) y, muchas veces, lo que a uno le parece lógico, al otro le parece una barbaridad.

La ligereza de la trama y la poca trascendencia de sus personajes permiten pasar páginas sin esfuerzo. Es de especial destacar que Daniel evita la narración de las batallas. Un buen número de veces vemos cómo marchan a la guerra y en la página siguiente, simplemente, vemos cómo vuelven (los que vuelven) y nos enteramos de las consecuencias de la disputa.  Además, me hace especial gracia que ambas religiones son "ciertas", pues todos los Dioses tienen poder, sus monjes pueden entender sus mensajes y reaccionar en torno a ello. No se hace hincapié en el pagano vs cristiano, sino que son dos culturas y dos maneras de entender el mundo "válidas" que se enfrentan entre ellas.

Uno de los problemas que uno se encuentra con el libro es que su argumento es voluntariamente deudor de la realidad histórica. Va realizando saltos temporales y de lugar en función de los hechos conocidos, sin atender a los ritmos y a los desarrollos habituales de una trama. Esto puede llevar a cierta confusión, especialmente porque no hace un especial esfuerzo en situarte, obligando al lector a estar atento a cualquier cambio en el contexto. Además, a lo largo del libro se relatan hechos bastante increíbles, que uno diría que no tienen sentido y parecen una auténtica patillada - si sabéis algo de historia, sabréis a qué me refiero - pero que luego resultan ser verídicos de acuerdo con las crónicas. A veces es sorprendente las cosas que fueron y no nos creeríamos.

A ratos novela romántica, en otros momentos, histórica y en gran parte de intriga política, La princesa del Sol es una novela ligera con la que entretenerse en momentos de poca exigencia. Ideal para llevarse a la playita y leer al sol sin exigir mucho al cerebro. Goza de una ambientación inusual, que desarrolla con respeto, lo que ayuda a paliar sus defectos y su poca trascendencia.

 

Nota: 5

Nota goodreads: 3.53/5 

domingo, 20 de agosto de 2023

Blackwood

Y hete aquí que Rodrigo Cortés y el guionista Chris Sparling se habían hecho amigos mientras rodaban Buried. Así que cuando Sparling se vio en la necesidad de encontrar (y rapidito) un director para que sacara adelante el proyecto que tenía entre manos, recurrió a su antiguo amigo para ello. A pesar de que llevaba bastante tiempo sin ponerse tras la cámara, nuestro todopoderoso director fue el escogido por los productores para transportar el guión de Sparling a la gran pantalla.

Blackwood es un instituto / escuela especial de Charles Xavier para jovenes talentos, destinada para que gente escogida pueda desarrollar sus habilidades ocultas y maravillar al mundo. Nuestra protagonista, que siempre ha notado que hay algo que no encaja en su vida, es enviada allí. Pronto se dará cuenta de que hay algo que no encaja con la realidad, pues el tenebroso edificio oculta secretos que más vale no sacar a la luz...

Esta película es la adaptación a la gran pantalla de Down a Dark Hall, una novela de terror adolescente, ya casi clásico dentro del mundo anglosajón, donde cosechó gran éxito a lo largo de diversas generaciones desde su publicación a mediados de los 70. Escrito por Lois Duncan, veterana en este tipo de propuestas al más puro estilo R. L. Stine, siendo su libro más famoso Se lo que hicisteis el último verano. A alguien se le ocurrió rodar una película de bajo presupuesto aprovechando uno de sus libros referencia y así nació este Blackwood que tenemos hoy en pantalla.

Así, tenemos la enésima academia victoriana para enderezar caracteres problemáticos que, obviamente, tiene los secretos paranormales de rigor, un poco de esclavización de almas, algún ritual satánico y portales al más allá. Mucho más importante en el libro y aquí apenas esbozado, tenemos una pequeña vuelta de tuerca sobre el papel del talento en la vida de las personas, sobre si aquellas que brillan más se apagan antes y los sacrificios que tenemos que hacer para llegar al éxito. Vendida como película de terror, se acerca mucho más a propuestas de thriller sobrenatural, jugando más con las atmósferas malsanas que con los sustos gratuitos.

Lo más destacable de la película es su brillante (jé) puesta en escena. A pesar de contar con un presupuesto ridículo, Cortés hace su trabajo con pulcritud y recrea unos escenarios barrocos y sombríos. Juega con las iluminaciones y los colores para transmitirnos con intensidad (quizás demasiada) que hay algo que no cuadra en la Academia Blackwood y, cuando la cosa se sale de madre, mantiene una imaginería muy resultona. Hay que perdonarle un par de gazapos gordos de montaje y se nota que faltan cuartos por todos lados, pero sirve como escenario para una buena historia de terror gótico. Podríamos pasarlo incluso como una versión de baratillo de La Cumbre Escarlata, incluso, con sus mismas virtudes y mismos defectos.

Defectos que, en el caso de Blackwood, no son pocos. Además de su falta de presupuesto, adolece de tener un guión bastante flojete que no brinda a sus personajes de carácter ni de diálogos que valgan la pena. Después de un inicio al ralentí, el ritmo mejora agradablemente al llegar a la academia, llegando a rematar la función con un mínimo de gracia. Sin embargo, no es capaz de tener algo distintivo que la permita separarse de la miriada de propuestas similares que existen sobre el mismo tema, olvidándose tan pronto como se ve.

Conscientes del proyecto en el que están, el elenco actoral no hace gran cosa por levantar el tinglado. A diferencia de Luces Rojas, el tener aquí algunos nombre conocidos no sirve para levantar el proyecto. Se debe destacar a una inexplicable Uma Thurman, que apostaría que ha rodado todas sus escenas el mismo día para irse a su casa con el cheque y olvidar que ha trabajado aquí. Lo mismo ocurre con AnnaSophia Robb, antaño estrella infantil que al hacerse adulta ha sufrido una carrera más que irregular. Ni ellas dos ni el resto de actores llegan siquiera al aprobado, sufriendo también lo poco que el guión les ofrece.


Blackwood está bien realizada desde el punto de vista técnico. La fotografía es buena y los decorados resultones. El montaje provee de un ritmo decente que se complementa con la música sin estridencias. Sin embargo, el flojísimo guión no es capaz de tener nada mínimamente memorable, los diálogos son pobres y la trama peca de genérica y previsible, sin tener nada que la haga destacar dentro del sub-género de "Academia maligna". Si además lo complementamos con unas actrices principales que trabajan con el automático puesto durante todo el metraje, tenemos una propuesta que puede servir para pasar una tarde agradable, pero que no deja el más mínimo poso en la memoria.

 

nota: 3

Nota filmaffinity: 4.6

viernes, 11 de agosto de 2023

Buried (Enterrado)

Sigo con el maratón de Rodrigo Cortés. Hoy toca la más famosa de sus películas, por la que casi todos le conocen y le hizo saltar a la fama.

Un mechero encendiéndose nos muestra a un hombre encerrado en una caja de madera. Pronto nos enteraremos de que se trata de un contratista de EEUU que ha sido secuestrado durante la guerra de Irak para cobrar un rescate. El límite al mismo lo pone el oxígeno que contiene el ataúd donde está enterrado. Empieza así una carrera desesperada por la supervivencia con un teléfono móvil como única conexión con el exterior y un aire que se agotará de un momento a otro.

Tal como indica el título, con Buried estaremos 90 minutos encerrados en un ataúd. Sin salir en ningún momento de la caja (tamaño desafío), tendremos un thriller vibrante como el mejor. Te hace ser uno más en ese “encierro” y te sorprende continuamente con cada nueva vicisitud que le acontece al protagonista.


A pesar de una propuesta tan reducida, un guión (a cargo de un brillante Chris Sparling) brillante e imaginativo se las arregla para tenerte hora y media bien pegado al asiento. Las situaciones que se plantean son inesperadamente diversas, las condiciones del encierro varían cada dos por tres y sorprende en muchos aspectos. La película empieza con mucha fuerza, y durante los 30 primero minutos te ves metido en el papel de un hombre que juega contrarreloj para salvar su vida. Luego, ya tienes tiempo de indignarte ante la pasividad de unos y el pitorreo de otros ante una situación desesperada, para al final angustiarte con lo que parece un final inevitable.

Para que todo el percal sea mínimamente digerible, se hace necesario un gran trabajo de planificación y una puesta en escena mucho más compleja de lo que pudiera parecer. La intención es, en todo momento, buscar una manera distinta de enseñar la situación. Además como Cortés siempre tiene que gustarse a sí mismo con algún que otro plano imposible que te obliga a pensar cómo se ha rodado (buscadlo, que la sacada de chorra tiene su gracia). Esta variedad contribuye a aumentar el ritmo de una trama que tiene más giros de los esperables. Además, para aquellos con un buen equipo de sonido, podrán apreciar todo el juego de sonidos que llegan de fondo, los ecos de la caja, las llamadas de teléfono y los ansiosos mensajes que se intuyen antes que oírse.

Lo más curioso es conocer cómo has liado a un actor conocido en Hollywood para hacer de protagonista en una obra independiente de capital español. Vale que todavía no había hecho Deadpool, pero Ryan Reynolds tampoco era un cualquiera y tenías que convencerle bien. Con todo el interés puesto en el proyecto, lo da todo para hacer un personaje creíble y achuchable, sin escamotear ningún esfuerzo para sacar la película adelante. Cualquiera que vea el “cómo se hizo” (segunda vez que lo recomiendo) comprobará lo implicado del actor y cómo se tiró más de dos meses rodando en una caja con una cámara a menos de un palmo de su cara.

Y bueno, el final. ¿Qué ocurre? Si le preguntas a Cortés, te dará una respuesta diferente según le apetezca (ya le he oído tres diferentes). Si me preguntas a mí, yo creo que SPOILER Al final le rescatan. Hecho una mierda y habiendo tragado una buena cantidad de arena, pero sí llegan a tiempo. Si bien en el teléfono le dicen que han encontrado la caja de otro desparecido, es el nombre que él había escrito en la tabla que acaban de retirar y en ningún momento dicen que han encontrado un cadáver. Así que deduzco que le han encontrado, pero al leer el nombre, creen que están ante otro "enterrado". Un pequeño consuelo, o no.  FIN DEL SPOILER

Buried dura apenas 90 minutos, pero es hora y media que te va a mantener con el culo pegado al asiento como pocos saben hacer. Una puesta en escena inesperadamente compleja, un guión bien hilvanado y un Ryan Reynolds muy implicado complementan el buen hacer de Cortés con el thriller. El argumento te propone la claustrofobia de un tío encerrado en un ataúd mientras lucha por su vida y es lo que te da.  Muy recomendable.

 

Nota: 8

Nota filmaffinity: 6.8 

miércoles, 9 de agosto de 2023

Luces Rojas

Continuamos en el resumen de las diferentes películas de Rodrigo Cortés para el especial de Cinéfagos. Así, seguirán pasándose por aquí algunas de sus películas y no siempre en orden cronológico. Le llega el turno a Luces Rojas.

Aquí le seguimos la pista a un equipo de expertos en lo paranormal que se dedica a desenmascarar a todos aquellos farsantes que viven de la credulidad de la gente. A pesar de que no hacen sino mostrar todas las trampas y argucias que los artistas del engaño ponen ante sus ojos, se nota que desearían, por una vez, estar equivocados y encontrar alguien con poderes de verdad. Un día, ese sueño se puede hacer realidad, pues un antiguo mago vuelve del retiro y es capaz de superar cualquier reto que los científicos le proponen.

La mayor sorpresa de esta película viene de su propio póster promocional. Uno no espera encontrarse con un director español casi novato dirigiendo a estrellas de primer nivel como Sigourney Weaver o Robert deNiro. ¡Si es que ellos solos te sacan adelante (casi) cualquier historia! El origen del proyecto viene a raíz del éxito de Buried en el circuito de películas independientes de EEUU. De repente, el nombre de Rodrigo Cortés pasó a ser conocido como autor de películas de intriga y alguien pensó que podría tener cierto provecho rodar una película de género en España.

Así, rodearon al director con un elenco de buenos actores. Además de los mencionados, tenemos a Cillian Murphy en un papel muy logrado y una Elizabeth Olsen que pasaba por allí. Me hace gracia encontrar también a Leonardo Sbaraglia, protagonista de Concursante, supongo que su presencia es un favor a devolver y tiene un papel de apenas cinco minutos, pero lo defiende con solidez, que siempre se agradece.

Siguiendo la estela que había caracterizado a Cortés, tenemos entre manos un thriller que busca pegarte al asiento. Aquí lo que entramos es en un juego de mentiras con fachada cientifista lleno de trampitas de guión (información que se te escamotea, montaje confuso, etc.) en el que se hace difícil saber qué va a ocurrir a continuación o cuál es el siguiente engaño que ha preparado el guionista. La película funciona con empaque durante su inicio, pero se emburulla a medida que avanza el metraje y se confunde sobre qué película quiere ser, dudando si parecerse a El sexto sentido, El truco final o a Abre los ojos. El viaje podrá valer la pena, pero el resultado final deja lugar a cierta sensación de estafa que no todo el mundo comprará, con un guionista que, quizás, ha querido pasarse de listo mordiendo más de lo que puede abarcar.

Ocurre lo mismo con la trama romántica que sobrevuela el metraje. Totalmente innecesaria, sin más motivo que ocupar minutos de película, existiendo probablemente porque el manual dicta que “tiene que haber un romance”. Podrías haber sacado a Olsen de la película y no habría cambiado nada.

Por suerte, tenemos a un Cortés que sabe bien qué quiere hacer con la cámara, distrayendo al espectador de las incoherencias de un guión no del todo redondo al mostrarse juguetón con la puesta en escena. Tal como ocurría en Concursante, hay muchos enfoques inusuales, escenas que recuerdan a grandes obras maestras y otras herramientas molonas que contribuyen a dar ritmo a una película de “gente hablando” que tampoco tiene nada muy interesante que decir. La imaginería y los escenarios se aprovechan con acierto, además de tener una atmósfera llena de intriga que funciona estupendamente. Quizás a veces se pasa de obvio (la manera en que muestra la ceguera de DeNiro) y otras veces de confuso (todo el desenlace).

La película no tuvo un éxito excesivo (más bien bastante poco) y Cortés tardó en volver a trabajar en una propuesta de este estilo, pero eso no nos impidió disfrutar del Todopoderoso con el pelo más bonito por estos lares.

Como anécdota curiosa, se debe destacar que gran parte de la película se rodó en Barcelona. La Universidad en la que Weaver ejerce es, en realidad, la Facultad de Económicas de la UB y justo la clase en la que ella imparte cátedra es en la que yo hice la Selectividad hace ya muchísimos años. Ni que decir tiene que estos detallitos me sacaron completamente de la película, pues obviamente, había pasillos movidos de sitio en su paseo y YO LO SABÍA.

Respecto al final SPOILER el giro al estilo Shyamalan tiene el problema de siempre. O lo compras o uno se siente timado. Suelo ser de los que disfruta de estos quiebros inesperados como en este caso, en el que el personaje de Cillian Murphy sea el que tiene poderes y nadie se ha dado cuenta hasta entonces. Sin embargo, esta vez no ha sido así y me ha sentado bastante mal. FIN DEL SPOILER

Luces rojas es una película de encargo que hace un poti-poti de varios thrillers de éxito no del todo bien equilibrados. El buen hacer de los protagonistas y una correcta puesta en escena sacan adelante un guión que se pasa de tramposo, cuyo polémico final enfadará a más de uno. Deja la sensación de que has visto esta película más veces, pero mejor hecha.

 

Nota: 5

Nota filmaffinity: 6.1