sábado, 30 de julio de 2011

Terminator 3: La rebelión de las máquinas

Años después de destruir Cyberdine y evitar el Día del Juicio Final, John Connor sigue siendo un fugitivo. Ante la imposibilidad de encontrarlo, SkyNet envía un nuevo terminator mucho más evolucionado que los anteriores al pasado para encontrar y asesinar a los que serán sus lugartenientes en la futura resistencia. Un anticuado T-101 volverá para ayudarle en la misión.


La vuelta de tuerca que tienen que meterle al argumento para forzar la existencia de una tercera parte sirve de ejemplo de lo innecesaria que es esta secuela. A pesar del despropósito argumental, la película se sostiene mediante una abundancia de homenajes y escenas comunes –provenientes de las anteriores partes- y un montón de escenas de acción suficientemente bien escogidas para evitar que puedas reflexionar sobre lo vacía que es la película.

ACTORES: Si partimos del hecho que Schwarzennegger –hala, escrito a correctamente a la primera y sin mirar wikipedia – se convierte en el personaje más expresivo de la película, pues hay algo que falla. Ni Stahl ni Dales hacen un papel mínimamente creíble y bastante tienen con huir del montón de explosiones que hay a su alrededor. Que un cyborg “inexpresivo” sea capaz de transmitir más sentimientos que los personajes humanos es síntoma de su gran trabajo. Loken, con todo el respeto, se dedica a lucir su cara bonita, que es para lo que le han pagado.

DIRECTOR: Mostow ha dirigido pocas películas, pero todos sus trabajos son sólidos films de acción. En este caso, coge un guión que no tiene nada y construye a su alrededor una serie de escenas de acción muy resultonas. A pesar de rodar con medios actuales, consigue darle un delicioso sabor añejo y artesanal que no es habitual en las películas de acción del género. Una buena coreografía de fuegos artificiales, un trabajo continuista con la imaginería y un buen aprovechamiento de los efectos especiales ayudan a armar esta efectiva película.

GUIÓN: La historia ya había quedado atada y bien atada en la anterior entrega. Por tanto, es difícil añadir una parte adicional, cosa que han hecho y les ha salido como les ha salido. Aparte de un motivo sacado de la manga para que los dos terminator viajen al pasado y empiecen las tortas, no hay ningún tipo de trama ni podemos ver que “pase” nada durante la película. Aparecen los robots, tiros, más tiros, fantasmada final y se acaba la película. El guión no sabe que hay algo que se llama ritmo, pero la robustez de las escenas de acción salva la papeleta, ya que no te deja respirar el tiempo necesario como para que te des cuenta de lo malo que es el guión.

Después del listón tan alto que había dejado “Terminator 2”, el realizar una tercera parte es toda una temeridad y, evidentemente, es muy inferior a las anteriores partes. Sin embargo, el director consigue construir una sólida sucesión de escenas de acción bien desarrolladas. De esta manera conforma un buen armazón que impide que la película se desmonte, a pesar del pasotismo de los actores –menos Schwarzennagger, que le debe mucho a su personaje- y el horror de guión. Hay que reconocer que es lo que quiere ser: aprovechándose de la fama de la franquicia, es una película de buena acción que no se molesta en intentar explicar los despropósitos filosóficos espacio-temporales que crea. Entretiene y tiene los guiños suficientes para divertir al fan.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.6

miércoles, 27 de julio de 2011

Paul

Reconozco que cuando fui a ver la película, apenas había echado un vistazo a los trailers e iba con la idea de ver un engendro algo grotesco. Cuando empieza el film y veo a los personajes de “Zombies Party” la cosa mejoraba…

Nos situamos en la convención de ciencia-ficción más importante de EEUU, la Comic-Con de San Francisco. A ella han llegado dos geeks integrales procedentes de Londres –y con un acentazo british que tumba de espaldas-. Después de sentirse como en casa, preparan una ruta por todos los puntos de avistamiento de OVNIs en el país. Lo que menos esperan es que se encontrarán con Paul, un alien de verdad que se encuentra en un apuro y necesita toda la ayuda que estos geeks inadaptados puedan darle.

La gracia de la película es que Paul no es un alien tontito y bueno estilo ET, sino un alien bastante grosero y humano, con una forma de ser no demasiado diferente de la de los geeks que le ayudan. El bicho da mucho juego y es relativamente entretenido ver como intentan llevarlo de un lado a otro, intentando pasar desapercibidos mientras Paul va soltando sus divertidas puyas aquí y allá. Además, encontramos un buen grupo de secundarios idos de olla relativamente simpáticos que ayudan a que la película pase mejor. Hay que inscribirla dentro de los trabajos de Pegg&Frost, que ya llevan unas cuantas películas descacharrantes a sus espaldas. Quizás la mas floja que han hecho, pero igualmente divertida.

ACTORES: Ninguno destacará por su gran actuación, aunque no creo que nadie esperara lo contrario. Los actores llevan varias películas trabajando juntos y saben como mantener la química y crear gags graciosos con apenas unas miradas. Realmente cachondos.

DIRECTOR: La película puede ser cutre y estar hecha con cuatro chavos, pero hay que destacar dos cosas. La primera es que el trabajo para crear a Paul (totalmente ordenador) está muy bien conseguido ya que su inserción dentro de todas las escenas de la película es correcta; aunque sabes que está añadido, no lo parece en absoluto. La segunda cosa a destacar es el ritmo de la película, que sin ser una sucesión de gags sin sentido, desliza agradablemente escenas y chistes. En ningún momento se pierde el ritmo y hay momentos que no sabes por donde te lo van a colar.

GUIÓN: Hay que reconocerlo. El guión está muy trabajado y se nota quel os autores tenían muchas ganas de hacer una buena comedia de geeks. La cantidad de referencias reconocibles es grandiosa, realmente no se dejan nada – Encuentros en la tercera fase, ET; Mi amigo Mac, Orson Scott Card, Spielberg, Lucas y nos podríamos pasar todo el día-, todos los aspectos quedan bien reflejados, con cariño. Y es que es necesaraio reconocer que para los fans del género, la película no deja de ser un delicioso bocadito.
Pegg&Frost vuelven a hacer un gran trabajo al recrear el ambiente geek y su forma de pensar –que ellos también lo son, y mucho-. Los dialogos contienen unos cuantos chistes idiomáticos bien conseguidos, unidos a una buena cantidad de chistes verdes –no grotescos- y una buena dosis de humor absurdo bastante divertido. No llega a los momentos delirantes de “Zombies Party” o “Arma Fatal”, pero hace reír bien.

En resumen, es una película tonta y simplona, pero entretenida, irreverente y a ratos bastante descojonante. Le falta ese punto delirante que la hace memorable, quedándose en simplemente divertida. Todo el frikismo que destila la hace más tierna.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.0

PD: Se que me repito. Hay que verla en VOS. Seth Rogen es un Paul estupendo, y Pegg&Frost son realmente adorables. Además de que se pierden todos los chistes idiomáticos BritishvsAmerican, Santi Millán da bastante grimilla como Paul en castellano!

martes, 26 de julio de 2011

Red de mentiras

Ridley Scott se aventura con el problema del terrorismo islámico a traves de los entresijos de la CIA en Oriente Medio. Con el agente especial Ferris en el campo, la CIA prepara trampas, busca contactos e impide atentados. Ningún civil es importante en esta guerra contra el terror. Sin embargo, la pérdida de mejor amigo y confidente de Farris, unido a la indiferencia de su superior en Washington, le llevará a reconsiderar sus ideas sobre lo innecesariamente despiadada que es esa guerra con el pueblo. Mientras tanto, deberá tramar una última red de mentiras sobre mentiras que permita atrapar al terrorista mas peligroso de Oriente Medio y así poder retirarse.


Como todas las películas de Scott, que le pueden salir mejores o peores, nunca puedes decir que están mal hechas. Una ligera crítica (sin poner mucho mordiente) al mostrar lo que es capaz la CIA (es decir EEUU) por ganar su “guerra”. Un buen ejemplo del cine de espías –que no de acción- por un director de calidad. Lo que quizás acongoja de esta película es sobretodo su realismo. Aunque sabes que estás viendo una película, se consigue dar un aire de verosimilitud que sorprende (e incluso, aterra). El tramo final de la película se vuelve algo más fantasioso, pero su inicio desprende un aura de veracidad muy bien conseguida. La sensación de que la vida de un civil, un agente o un terrorista no vale nada en esta guerra absurda es abrumadora.

Eso sí, no espereis un Rambo o un James Bond, la película no es de acción ni lo intenta. Es mas bien un retrato despojado de épica o glamour sobre el trabajo de espía y la relación con los que tienen a su alrededor, especialmente con aquellos que no saben nada, el pueblo llano, recordando en mucho a “El espía que surgió del frío” en versión desértica.

ACTORES: El protagonista absoluto del film es DiCaprio. De un tiempo a esta parte se está dedicando a hacer una serie de films de gran presupuesto pero con cierta leve denuncia social. Éste es otro de ellos, en el que nos deja una buena actuación con un personaje bien construido. Crowe, en un papel muy alejado de su habitual tío duro, no resulta creíble en ningún momento. Aunque su personaje es perfectamente posible, no parece esforzarse gran cosa en hacerlo verosímil. En cuanto a los secundarios, Mark Strong hace un sorprendente buen papel como capo mafioso –o lo que sea- jordano, mientras que la obligada pareja femenina de diCaprio no hace gran cosa en un papel que no daba para más.

DIRECTOR: Ridley siempre ha sido el más grandilocuente y arriesgado de los dos hermanos. El que ha intentado hacer cosas más raras y el que se ha estrellado más veces. Aquí nos deleita con una buena película. Como en todas sus películas, la parte técnica está cuidadísima. La fotografía y la recreación del desierto son espectaculares. El uso de la cámara es magnífico, genial, consiguiendo un montaje frenético y vibrante en todas las escenas del desierto. Las escenas situadas en EEUU, en cambio, son un contrapunto lento, frío y pausado. A veces quizás en exceso, rompiendo demasiado el ritmo de la película. Lo que más se le puede achacar es que, siendo una crítica al modus operandi yanqui, Scott no le haya metido un poco más de mordiente. Aunque bueno, conociendo al autor de obras tan patriotas como “La teniente O’neal” o “Black Hawk, derribado” no esperaría mucha acidez. Esto no quita que sea un trabajo magnífico -como siempre- de un director tan sólido y eficaz como es Ridley Scott. 

GUIÓN: Con 4 personajes sólidos, una historia que contar y un puñado de actores decentes, a la que el guión sea sólido saldrá una película maja. A pesar de los parones en el ritmo que suponen las escenas en Washington, el desarrollo de la trama es correcto y lógico. Fantasean un poco con según que aspectos tecnológicos, lo cual desluce un poco toda la segunda parte de la película. No obstante, de acuerdo con la lógica planteada en la película, se cuida de que no haya ninguna escena sobrante ni ningún diálogo sin justificar debidamente. Sin hacer unos aspavientos espectaculares, es un guión bien hecho y trabajado.
Lo que está más logrado es la implicación de diCaprio –bueno, su personaje- en la vida de los civiles iraníes. Una vez despierta y se da cuenta de las barbaridades que se ordenan desde un sofá, a miles de kilómetros de allí, intenta seguir haciendo su trabajo, pero manteniendo siempre un ojo en las personas inocentes, que bastante tienen con levantarse cada día para ir a trabajar y traer comida a sus familias. Son principalmente los indeseables –de uno y otro bando- que dan órdenes interesadas y contraproducentes desde sus confortables despachos, centrados en la burocracia y que cuadren las cosas, alejados de la realidad y de lo que la gente de la calle necesita, aquellos que convierten las disputas en luchas enconadas, donde sufren todos, especialmente los que menos tienen.

En resumen, es una buena película de espías, que bebe bastante de los clásicos del género adaptándolos a las nuevas realidades de nuestro tiempo. Desprende un aroma de realidad descorazonador en su parte inicial, volviéndose algo más inverosímil en su desenlace. Una película que, sin ser una obra maestra, está muy por encima de la media y entretendrá sin duda al espectador.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 6.6

sábado, 23 de julio de 2011

La madre de él

El título de esta película recuerda levemente a cierta saga de Ben Stiller (por cierto, puse reseña de una de las partes hace poco). Pues el film no tiene nada que ver con ella. A los distribuidores les debió hacer ilusión poner un título parecido para ver si así algún pardillo caía y por analogía decidía ver este engendro.

En esta ¿película? tenemos a una familia un tanto estúpida con un fisioterapeuta en paro y una mujer profesora que tienen una forma curiosa –y patética- de resolver sus problemas. Como aderezo encontramos a un primo okupa que se ha instalado en su casa para escribir un guión de una película que mezcla aliens, Vietnam y zombies. Y cómo guinda final, pues la madre de él. Es una neurótica infantiloide, exageradamente dominante que viene con cinco perros extras. Nuestro fisioterapeuta deberá encontrar un nuevo trabajo mientras soporta todo el tinglado y su mujer le presiona para tener un niño.

El argumento ya nos da la idea de que es todo un despropósito. Estos engendros suelen ir de la mano de un humor absurdo o histriónico sumamente divertido debido a lo mucho que se les va la cabeza al hacer los chistes. Sin embargo, en ningún momento tiene gracia. La actuación es sumamente patética y más que hacer gracia, lo que provocan es ganas de atizarles. Sorpende que unos actores medianamente decentes (Diane Keaton o Liv Tyler) hagan un trabajo tan horrible. Las escenas están mal hechas, la película no tiene el más mínimo sentido del ritmo ni tampoco podemos encontrar ningún gag destacable. No hay ninguna escena salvable ni ninguna actuación mínimamente digna.

En resumen, una de estas películas infumables que se recomienda no ver. Si aún así queréis intentarlo… poneos “Los padres de ella” que está mejor.

Nota: 1
Nota filmaffinity: 3.4

viernes, 22 de julio de 2011

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (parte II)

Al final llegó el final, se acabó la saga. Han sido 13 años desde que leí el primer libro y ahora acaba la última película.

La película empieza justo dónde acabó la primera parte, en la que todo parece perdido. Indudablemente, encuentran la manera de continuar y show must go on…


Como final de la saga, es una película espectacular. Junto con su hermana, las mejores potterianas. Habíamos visto cómo pasaban muchas cosas y que apenas quedaba el desenlace, pero qué desenlace. Bebiendo mucho de la escuela del Abismo de Helm, Yates se saca de la manga un asedio a Hogwarts de casi dos horas con grandes dosis de espectacularidad y apenas alguna de respiro. Muy divertido.

ACTORES: En la anterior habíamos visto que los actores se lo curraban y hacían papeles decentes por primera vez en la saga. En esta segunda parte, la calidad continúa por un estilo, aunque el guión no le pide apenas a ninguno que trabaje lo más mínimo. Solamente Snape tiene que hacer las cosas bien y, en efecto, cumple con lo que se le pide. El mayor pero es Voldemort, especialmente su voz en castellano, ciertamente ridícula.

DIRECTOR: Se puede enlazar con la primera parte. Yates hace un gran trabajo de adaptación –ya que puede tomarse las cosas con más calma-, a pesar de la influencia obvia de LOTR y el Abismo de Helm en casi toda la película. Se consigue dotar a todo el asedio de un cierto toque épico muy logrado a pesar de que el hecho de llevar simples varitas como armas no es que le haga subir muchos puntos en epicness. El trabajo artístico sigue tan genial como siempre y la destrucción paulatina de Hogwarts está muy bien lograda. Hay algunas escenas muy bien logradas, como son el despertar del ejército de piedra o la forja del escudo de energía o las batallas del asedio. Pero también hay algunas de fanboy que chirrían un poco: algunos romances un tanto forzados dentro de la película, el despertar guerrero de Neville, y sobre todo, el duelo final con Voldemort, en el que te quedas con una sensación de “¿Ya está?” Los efectos especiales, tan bonitos y espectaculares como siempre –A falta de las películas que quedan… algo rascará en este aspecto en los Oscar, seguro-.

GUIÓN: La solidez de la primera parte se mantiene. El guión se toma las cosas con calma para poner todo lo que quiere poner sin apiñar las cosas –Ventajas de tomarse 5h para el libro-. Se deja de sutilezas y explica las cosas claritas, cerrando los pocos enigmas que quedaban en la saga, como el doble juego de Snape. La película está llena de escenas de acción que llevan el peso de la misma. Las coreografías de fuegos artificiales son más que correctas y dan diversión a raudales. La película es con mucho la más dura de todas, con muchas escenas "fuertes" para la saga y muertes de personajes a los que tienes cariño. No obstante, al ser una película para niños, no te las enseñan en primer plano ni se regodean de ello.

En resumen, un final de saga bien divertido y espectacular. Indudablemente, debes haber leído o visto las anteriores entregas, pues no pierden un segundo en explicaciones. La película va a fondo y te enchufa escenas de acción sin respiro. En ese sentido, cumple sobradamente al dar entretenimiento durante las dos horas largas que dura. Un punto álgido de épica para el final de una saga bien larga. Algunas escenas romanticonas muy forzadas junto con un final y un epílogo un tanto cutrillo lastran un poco el resultado. No obstante, es una película que agradará (y mucho) a cualquier fan de la saga.

Harry Potter ha acabado y lo ha hecho a lo grande. Así da gusto ver estas películas.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.5 (sorprendentemente alta. Por la novedad, supongo, acabará bajando…)

jueves, 21 de julio de 2011

Cars 2

Ante todo, debo reconocer que ésta es una película en la que me cuesta ser objetivo. A pesar de sus errores y sus fallos, me ha encantado.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no es una película de carreras protagonizada por McQueen (a diferencia de la primera), es una comedia de espías protagonizada por Mate.

Durante la celebración de un Torneo Mundial para decidir quién es el mejor coche de carreras del mundo, Mate es confundido con un espía americano y se ve envuelto en una trama JamesBondiana (es que McMissile es Bond, se nota) de espías que quiere hundir las energías alternativas. El tema carreras aparece, pero está un poco de fondo.

Lo primero que hay que destacar es que esta no es una obra maestra. Por primera vez, Pixar no ha querido deslumbrar con una historia que llega a la médula y te emociona. A ver, cómo lo digo:  ¿Es Cars 2 una obra maestra? No. ¿Es la peor película de Pixar? Sí ¿Decepciona? Posiblemente. ¿Es una película recomendable? Rotundamente sí. ¿Es injusto cebarse con Lasseter y compañía? Pues en realidad no, pero es lo que tiene hacer siempre obras maestras y presentar una nueva película que no lo es.
Ser el mejor también tiene sus inconvenientes.

En resumen, ¿qué tenemos? Una historia de “espía por accidente” que ya hemos visto muchas veces, con la gracia de estar protagonizada por ese desastre que es Mate. El guión es suficiente redondo cómo para hacer disfrutar a todos con una buena mezcla de acción y comedia. Por otro lado, sigue siendo Pixar: gráficamente es soberbia, magistral… Quizás sabiendo que tenían una historia inferior a lo habitual, han echado el resto en los gráficos. Las recreaciones de las ciudades -Tokio, Roma (Mónaco), Paris y Londres- son perfectas. Ahí demuestra Pixar que está MUY por delante de cualquier otra compañía de animación, es simplemente magnífico. Por una vez considero que el 3D puede ser recomendable: todas las escenas de carreras son espectaculares para ver con profundidad, y las escenas de acción a cargo de los espías atravesando Londres o París piden a gritos ser vistas a lo bestia en 3D. El nivel de definición y detalle es tan perfecto, está tan cuidado y alcanza tales cotas de creatividad que a uno se le cae la baba.

Como ya he dicho, la recreación de las ciudades es fabulosa. Ver Tokio tan perfectamente cocheficada es algo que deja maravillado. Es el verdadero Japón puesto en versión auto. La magnífica y opulenta Roma (Mónaco!!) es grandiosa. No dicen que es Mónaco… pero se reconoce la subida a la curva del Casino, las horquillas de antes del túnel…(ejem!). Aparte del hecho que la recreación de pueblo sorrentino es inesperadamente perfecta, Londres está también perfectamente recreado (¡ese Big Ben-tley!). Es simplemente fabuloso 

Y sobretodo, es una película hecho por y para gente que le gustan los coches: cada coche que sale es un guiño recreado de autos reales, son todos reconocibles, introduciendo algún chiste en ello.
Si es que están por todos lados:
El espía británico veterano (McMissile) es un Aston Martin antiguo de James Bond. La ayudante Holly es un Tuscan (británico también) nuevecito. El magnate ecologista es un Land Rover Freelander, los soldados de la Reina de Inglaterra (que es un Rolls, como no) son Land Rovers militares (británicos). Los agentes americanos son un Mustang y un Camaro (yanquis). Cuando vamos a Japón, vemos cientos de Mitsubishis, Nissans y Mazdas hibridos y pequeñitos… (y un Civic que pasa por allí). En Italia todo son Fiats, Alfas o Ferraris "de pueblo" (además de representar magistralmente el carácter típico de los personajes de las películas italianas)… Si te paras a mirar en los corredores del GP mundial, Francesco es un Ferrari Fórmula 1 (o no), el japonés es un Toyota GT-ONE, El francés es un Peugeot 206 de Rallyes (me encanta ^^), el inglés es un Mclaren (negro, con voz puesta por Lewis Hamilton)… Y así se puede seguir con cada escena. Para aquellos apasionados de los coches, esta película es un paraíso ya que en cada escena se puede disfrutar de un cameo de algún coche o similar (¡es un no parar!). ¡Como puede no gustarme y parecerme buena, si parece que la han hecho para mí!

Supongo que ya os habréis dado cuenta, he disfrutado como un niño pequeño de esta película. La calidad gráfica es apabullante, todos los coches (muchos) representados me hacen disfrutar al poder jugar a reconocer todos y cada uno de ellos y poder ver el chiste o guiño representado en el mismo. Además, al ser una historia bien hilvanada y ágil (de McQueen tampoco se podía sacar mas jugo, así que considero que aciertan al dar protagonismo a Mate), unido a la cantidad y calidad de chistes acorde con lo que se esperaría de Pixar, la película divierte y entretiene que, por una vez, es lo que parece haber buscado la compañía.

No obstante, a pesar de habérmelo pasado en grande (y mucho), reconozco que es con diferencia la menos buena de las películas de Pixar. No emociona, no llega al alma. "Sólo" divierte, y mucho. La sensación que me deja es que si hubiera sido de Dreamworks, estaríamos hablando de quizás su mejor película –la colocaría a la altura de Shrek- y todos la considerarían como buena y graciosa, pero claro, uno espera algo más de Pixar. Si es que estamos muy malacostumbrados…

Nota: 7
Nota filmaffinity: 6.0

miércoles, 20 de julio de 2011

Batalla por el Abismo (Ben Counter)

Título: Batalla por el Abismo
Autor: Ben Counter
Título original: Battle for the Abyss

“La traición de Horus ya es conocida por todos, y ha llegado el momento de que todos sean puestos a prueba. Cuando el Señor de la Guerra despliega abiertamente sus fuerzas, llega a conocimiento de los Astartes leales que los Portadores de la Palabra han enviado una flota contra Ultramar, el hogar de los Ultramarines. A menos que logren interceptarla y destruirla, es muy posible que los Ultramarines sufran un daño del que jamás sean capaces de recuperarse.”

Bueno, esto es lo que nos dice la contraportada sobre el argumento del libro. Parecido con la realidad: ninguno. Los personajes no tienen noticias de la traición de Horus. De hecho hay Marines de las legiones traidoras entre los buenos que, como no saben que son traidores, sirven al Emperador “a su modo”. Los Astartes como tal no se enteran de los planes: de manera algo peregrina una escuadra de Ultramarines se entera de que hay algo raro en la galaxia y, porque sí, reunen a unos amiguetes y se marchan a la aventura a por los Portadores de la Palabra, que son los malos malosos. La “flota” que envían es del tipo Estrella de la Muerte, es decir, una mega-nave… Vamos que el resumen está clavadito.

Éste es el octavo libro de la saga de la Herejía de Horus y es probablemente el más flojillo y fuera de lugar. Además, si uno conoce el trasfondo, viendo que es PortadoresvsUltramarines, uno esperaría que te vayan a narrar la batalla de Calth, en la que el mundo jardín se transformó en una roca yerma. Pues no. El libro nos cuenta la historia de una mega-nave que han construido los herejes para destruir todo el sistema de Ultramar. No te dan muchas explicaciones de cómo, sólo que lo hará. Luego, de alguna manera que yo no he acabado de entender –si alguien descubre como, que me lo diga- un capitán marine se entera de que hay una nave maligna por el espacio, decide que hay que detenerla y reúne a unos amiguetes para ello.

De Ben Counter ya había leído “Galaxia en Llamas”, que está divertido y la diferente “Los Caballeros Grises” que era bastante heterogénea dentro de la franquicia. Ambas bastante mejores que esta, pues aquí no está excesivamente inspirado.

Por si fuera poco, los personajes son muy planos y tópicos: El Devorador de Mundos sólo piensa en arrancar cabezas (pero en nombre del Emperador), los Ultramarines mas tiesos que un palo (y con la misma imaginación también), los malos son de tebeo… Lo único destacable es el pique entre el Lobo Espacial y el Marine de los Mil Hijos, que mantienen un tira y afloja bastante divertido durante el libro y que da indicios de lo que pasará en Próspero.

En resumen, el argumento es bastante cutre, inferior a todo lo visto en la saga de Horus y malo incluso para los cánones de la franquicia; los personajes son planos con ganas, pero bueno, cumplen su función, aunque no tengan idea de qué están haciendo. Por si fuera poco, el final es ciertamente obvio y predecible.
Pero… ¿la novela es aburrida? No demasiado. Prácticamente toda la primera mitad del libro es una serie de batallas navales muy divertida y inhabitual en la franquicia y toda la segunda parte es un mata-mata sin mucho sentido –vale, ninguno- pero bastante divertido y entretenido.
Esto es quizás lo que salva la novela, ya que, a pesar de perder bastante los papeles, no llega a aburrir como novela de acción descabezada. Dentro de la franquicia da lo que promete, tiros y épica sin preocuparse mucho de la lógica. No obstante, de una saga tan buena como la de Horus se espera algo más.

La próxima de Ben Counter la cogeré con más cuidado, a ver que tal.

Nota friki: 4 (me lo he pasado bien y se lee fácil, pero la cantidad de despropósitos que tiene es bien grande).
Nota: 1 (si no eres fan de la franquicia y de las novelas de acción, no es tu libro).
Nota Amazon: 5.71

lunes, 18 de julio de 2011

Morning Glory

"Morning Glory" no es una gran comedia con la que el espectador vaya a sorprenderse. No ofrece situaciones inesperadas, diálogos ingeniosos ni una sátira arriesgada. Los chistes están vistos mil veces, pero mantienen una cierta gracia con la que entretenerte la horita cuarenta que dura.

Becky es una periodista que sueña con triunfar dirigiendo un programa de televisión. La oportunidad de su vida le llega cuando le contratan para dirigir “Daybreak”, un programa matinal en decadencia. Allí tendrá que lidiar con dos presentadores egocéntricos, un equipo pasota y un hombre del tiempo algo excéntrico. Mientras lucha por aumentar la audiencia del programa, la relación romántica de rigor entrará en escena, complicando aún mas las cosas.

El argumento y el desarrollo recuerdan en muchos momentos a “El diablo viste de Prada”, y no es extraño, pues comparten guionista (y mucho equipo técnico). Siguiendo el mismo esquema de desarrollo y sin ser nada del otro mundo, el argumento cumple para rellenar sin forzar toda la película.

ACTORES: Siguiendo la estela de “El diablo viste de Prada” McAdams no es Hathaway, pero cumple con su papel. No resulta cargante y lleva el peso de la película aceptablemente. Keaton y Ford, en dos personajes bastante paródicos demuestran que son mucho mejores actores que McAdams y sin esforzarse mucho (o nada) roban cada escena en la que aparecen. Muy simpáticos ambos, especialmente Ford, que se aleja de sus papeles habituales.

DIRECTOR: Si repasamos la filmografía de Robert Michell no encontraremos ninguna gran película, pero tampoco ninguna que podamos considerar como aburrida. Dentro de una cierta corrección, siempre hace películas para pasar el rato que no insultan demasiado al espectador. Aquí tenemos otro ejemplo de solvencia. No se complica la vida en ningún momento ni comete errores de bulto para darnos una película simple, sin pretensiones y que funciona como pasatiempo.

GUIÓN: A diferencia de “Prada”, que tenía mucho veneno, la representación que vemos aquí de una productora de televisión es menos cruel. El retrato no es benevolente, pero sin hincar mucho el diente. El desarrollo de la trama es correcto y ligero, no tiene errores de coherencia ni altibajos. La comedia es agradable y hay un par de gags muy bien encontrados. La parte más discutible es la manera que tiene la protagonista de salvar el programa: renuncia a la calidad para dar telebasura y así subir la audiencia. No obstante, no es que se autoproclame como portadora de la verdad –ni mucho menos-, con lo que se le puede perdonar. Además, dentro del tono simpático general de la película, la basura está metida con cierta gracia.

No es una buena película, pero por lo menos es una cinta entretenida, que transmite el optimismo y la relajación que toda comedia debe transmitir (gracias a alegres y acertadas canciones, una fotografía colorista, un guión ligero pero inofensivo y unas actuaciones simpaticonas). Es cierto que el film no hace reír tanto como se hubiera podido esperar, pero al menos hace pasar un rato agradable.

Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.5

miércoles, 13 de julio de 2011

El tren de las 3.10

Estamos en el viejo oeste, el veterano de guerra Evans intenta sobrevivir en su rancho. Consigue lo justo para ir tirando, siempre con el miedo de que su familia caiga en la miseria. Justo cuando las cosas están peor, encuentra una oportunidad de ganar mucho dinero: debe escoltar al peligroso forajido Wade hasta el tren-prisión que va a Yuma. Sin embargo, su banda quiere rescatarlo, con lo que no será una empresa fácil…


Es un remake de una película de 1957 que se basaba sobretodo en las motivaciones de los personajes. Esta nueva versión añade un punto de acción, pero se basa mayormente en un gran duelo interpretativo entre los dos protagonistas. Como retorno al western –que hacía tiempo que no se veía uno decente- es más que correcto. Su argumento es ligeramente diferente al habitual, pues no hay que matar al malo, sino protegerlo y llevarle dónde interesa. Además, Wade no es un forajido sin más… Culto, burlón y cínico, es todo un corruptor de mentes, siempre dispuesto a encontrar a alguien a quien usar en su beneficio. 

ACTORES: Lo que aguanta la película es el pedazo duelo actoral que hay entre Rusell Crowe y Christian Bale. Crowe interpreta a un forajido brutal y salvaje. Consigue que su personaje despliegue un poder de seducción tal, que a pesar de que sabes perfectamente que es un asesino, le seguirías a dónde fuera. Magníficamente construido, da una agradable vuelta de tuerca al “antihéroe”, al plantearte los motivos por los cuales ha elegido ser un forajido en el mundo del salvaje oeste. Enfrente encontramos a Bale que, en su papel del ex-soldado Evans, no busca otra cosa que dar de comer a su familia. Hará todo lo que sea necesario para ello, manteniendo un férreo sentido del honor y de la honestidad que le impide caer en la maldad. No tiene nada contra Wade pero está desesperado. Necesita el dinero para dar de comer a su familia y no puede permitirse ningún tipo de duda o rendición.
Una vez avanza la película, los dos personajes se van conociendo y van comprobando que son muy parecidos, que tienen muchas cosas en común. A pesar de ello, hay una brecha que los separa, pues hay líneas que algunos no están dispuestos a sobrepasar…Los dos conforman un precioso duelo interpretativo, con miradas significativas, diálogos con sentido (y buenas dosis de puñaladas) en el medio de un Oeste inmisericorde y descarnado. El resto de actores quedan algo deslucidos ante estas dos grandes actuaciones, pero mantienen el tipo y hacen buenos sus papeles.

DIRECTOR: El siempre irregular Mangold hace un buen trabajo en está película. Nos presenta un Oeste sucio, viejo y despiadado. La acción es brutal y salvaje pero en ningún momento gratuita o excesiva. Los paisajes están reflejados con gran belleza y las escenas aparecen cargadas de tensión. Sabe que tiene a un buen par de actores y los aprovecha bien, consiguiendo una química formidable y creíble, entendiéndolos a la perfección ya que, a pesar de ser de bandos muy opuestos, se complementan muy bien: el uno mostrando una honestidad increíble (Bale) y el otro haciendo denotar un cinísmo espectacular (Crowe). No obstante, la película no acaba de estar del todo redonda. Ha buscado ser una mezcla de western de acción y de película psicológica de diálogos y lo consigue, a medias. Peca de buscar algunos momentos de trascendencia máxima que, al no conseguirse correctamente, hacen que la película chirríe en algunos momentos.

GUIÓN: Hay un gran trabajo en la construcción del guión. Todos los personajes tienen sus motivaciones y su carácter está muy bien definido. Los diálogos tratan muchos temas con cierto sentido. La película habla de la familia, las relaciones padre/hijo, el amor de padre, el ejemplo paternal como fuente de aprendizaje, la dignidad personal, la desesperación como móvil y explicación de la acción humana, la ambigüedad de las motivaciones de las personas, las coincidencias y paralelismos del héroes y villanos, la codicia y su influencia en el destino, los deseos de trascendencia… Trata muchas cosas y lo hace bien. Con todo, el ritmo se resiente bastante a pesar de tener bastante acción para darle vidilla. Hay bastantes altibajos y no siempre se consigue alternar correctamente la acción y los diálogos, habiendo algún que otro momento algo pesado. La película discurre con un regusto de realismo y verosimilitud -delicioso- que provoca que el final esté un tanto fuera de lugar teniendo en cuenta como es la película.

Es una buena película, con dos grandes actores haciendo bien su trabajo. Recupera ese sabor añejo del western violento y descarnado pre-Leone, contiene además una multitud de buenos diálogos. Su fotografía estupenda y un retrato en tono muy realista del Oeste la hacen considerablemente atractiva. Sin embargo, sus altibajos de ritmo provocan que se pueda hacer algo lenta, no siendo siempre fácil estar atento durante las dos horas bien buenas que dura.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 6.9

SPOILER: En cuanto al final, pregunto por si alguien la ha visto. Entiendo que Wade sube al tren a manera de redención –para ayudar a la familia de Evans- pero cuando lo hace, no tiene intención de ir al cadalso, ya que su intención es la de escaparse posteriormente. ¿Me equivoco? He tenido algun debate sobre ello y no me acaba de quedar claro.
FIN DEL SPOILER

lunes, 11 de julio de 2011

Esperadme en el cielo (Maruja Torres)

Título: Esperadme en el cielo
Autor: Maruja Torres

“La narradora y protagonista ser reúne en el Más Allá con sus amigos Terenci y Manolo. Juntos pueden volver al pasado y revisitar los escenarios de su educación sentimental, así como desplazarse instantáneamente a cualquier punto que deseen. De los portales del Raval barcelonés de la posguerra a las alfombras mágicas de Sabú y el Gran Visir; del parque del Retiro madrileño a los sueños dorados de Hollywood, pasando por Alejandría y nunca demasiado lejos de los cines de barrio. Todo adquiere una atmósfera mágica, y los tres amigos viven una aventura en la que la protagonista tan pronto es Wendy como Alicia, pero llega asimismo la hora dramática de afrontar un gran dilema moral. Aunque las ventajas del estado en que se encuentran son muchas, no les es dado poder influir sobre la conducta de los vivos, y sin embargo no tendrán más remedio que unir fuerzas en un decisivo empeño común.”

El argumento –el viaje al más allá- sirve de excusa para que la autora pueda romper un poco las reglas de la realidad y dejar ir la creatividad a dónde le de la gana, consiguiendo algunos momentos ciertamente curiosos y logrados. No obstante, la trama como tal es bastante insignificante y medianamente previsible en su desarrollo. Se puede decir que "no tiene nada".

Lo principal a tener en cuenta es que este libro no hay que tomárselo como una novela al uso, sino como un pequeño divertimento / homenaje a dos amigos de la autora, desaparecidos años antes. Todo el cuerpo de la obra es un cierto retorno a lugares comunes, diversos puntos de afinidad entre los tres conocidos escritores (Torres, Moix, Vázquez-Montalbán), grandes amigos en la vida real. Ahí reside el mayor problema, pues para poder apreciarla correctamente es necesario saber bastante de su vida y obra, ya que muchos diálogos y muchas referencias están sacadas directamente de los libros escritos por ellos. Además, gran parte de las cosas pasan en Barcelona, con lo que conocerla bastante bien ayuda para situarte en dónde pasan las cosas, ya que puedes saber qué están contemplando o de qué hablan.

En mi caso, siendo Barcelona mi ciudad natal, pues una parte ya la tengo arreglada. Además, los libros de Vázquez-Montalbán y los de Terenci Moix han gustado desde siempre en casa, por lo que he leído muchas de sus obras -¡Gracias papá, gracias mamá!-, lo que me permite reconocer muchas situaciones y citas de las mismas, disfrutando así más del libro.

Está escrito en un lenguaje fácil y ameno, con una creatividad muy fresca. Además, cuando hablan los otros escritores su estilo es perfectamente apreciable, está muy bien imitado. Como homenaje a los amigos perdidos es una pequeña preciosidad.  El conocer muy bien todas las referencias sirve de ayuda para poder apreciar en mayor medida el gran amor de la autora por sus amigos. No obstante, en el caso de no saber muchos detalles lo normal es que te los pierdas. Entonces, las posibilidades de que el libro parezca excesivamente tonto o sin sentido son grandes, ya que en sí, en el libro no pasa nada interesante.

En resumen, una novelita corta y tonta que se lee fácil y rápidamente. Un pequeño homenaje muy tierno que bien puede no gustar a muchos, pero que, conociendo todos los detallitos que pueblan la obra, se coge con mas gusto.

Nota: 5 (aunque la obra es flojilla se lo pongo por cariño, que Moix y Montalbán siempre me han gustado mucho).

domingo, 10 de julio de 2011

Ahora los padres son ellos

Los padres de ella y Los padres de él son comedias más que aceptables. Realmente esperaba que la tercera parte fuera a ser mínimamente digna, pero no podía imaginar que iba a ver una cutrada tan grande.

Han pasado unos años y los Fockers (Follen) ya han formado una familia. Con motivo del 5º aniversario de sus hijos, invitan otra vez a los abuelos a realizar una “agradable” visita familiar.

Éste es el planteamiento de la película. Tal como se ve alrededor del minuto 10-15 de la misma… El argumento es lo de menos. Simplemente buscan una excusa totalmente peregrina para que Gaylord Focker (Follen) y Jack Byrnes se vuelvan a juntar y tengan unas cuantas escenas ¿graciosas? que no tienen el más mínimo sentido con la historia, añadiendo una trama totalmente gratuita de infidelidades varias porque sí.

ACTORES: Simplemente horrendos. Hacía tiempo que no veía una química tan nula entre el reparto. Stiller y deNiro totalmente pasotas, Teri Polo realizando una de las más penosas actuaciones que recuerdo, Wilson más fumado que de costumbre y el resto, bastante patéticos.

DIRECTOR: Si uno se detuviera a observar la larga carrera del director, podría esperar que el autor de obras de tanta profundidad intelectual como American Pie 4 o De vuelta a la Tierra fuera a deslumbrarnos con un ejemplo de incompetencia, escenas grotescas y de un guión estúpido. Efectivamente, así es. Los actores pasan de actuar y el guión es muy malo, pero es que la dirección es horrible. Ni siquiera es capaz de copiar correctamente chistes de anteriores entregas.

GUIÓN: El guión parece querer tener una mínima historia durante los primeros diez minutos. Luego uno puede comprobar que se manda la trama a tomar viento y la película se convierte en una sucesión de chistes grotescos sin la más mínima gracia. No hay el más mínimo intento de plantear algo parecido a un esquema de “planteamiento, nudo y desenlace”. Además de gags vomitivos que no guardan mucho sentido respecto a lo que se supone que está contando la película, también hay multitud de escenas “serias” incongruentes que tampoco aportan nada a la misma –es que, directamente, ¡no tienen nada que ver!-. Es decir, un guión que no tiene ni pies ni cabeza y que estropea aún mas la película.

Personalmente, hacía muchísimo tiempo que no me aburría tantísimo con una comedia. Dos han sido los momentos que han esbozado, al menos, una sonrisa en mi rostro: la piscina de bolas (con correcta y tolerable parodia de "Tiburón") y el momento viagra de De Niro. Es decir, tres o cuatro minutos decentes en hora y media de metraje. Éste es uno de los mejores ejemplos de cómo NO hacer las cosas, especialmente teniendo en cuenta la cantidad de medios de los que se disponía.

Nota: 1
Nota filmaffinitty: 5.0

martes, 5 de julio de 2011

El hacedor de Fantasmas (Dan Abnett)

Título: El hacedor de Fantasmas
Autor: Dan Abnett
Título original: Ghostmaker

Hacía más de dos horas que se habían internado en los bosques sombríos de las ciénagas de Voltemand. Los camiones rezumaban fango maloliente y el rugido de los motores resonaba en las malsanas frondas que los cubrían. Fue entonces que el coronel Ortiz vio a la muerte. Iba vestida de rojo y estaba entre los árboles, a la derecha de la pista, inmóvil y al descubierto, observando a la columna de Basilisk. La ausencia total de movimiento fue lo que dejó helado a Ortiz. Doblaba casi en estatura a un hombre y resultaba aterradora con su armadura rojo sangre oxidada rematada por una curva cornamenta de bronce. Demonio. Devorador de Mundos.”

Y hete aquí que nos encontramos con la segunda parte de la saga de Tanith. Tan bueno como el primer libro (casi). Ha pasado un año y medio de los hechos acaecidos en la primera parte y los Fantasmas de Gaunt se hayan bajo el mando del Alto General Sturm, desplegados en el planeta pantanoso de Monthax.
Sturm proviene del regimiento de los Volpone, un ejército famoso y reputado, al estilo de los Jantianos del primer libro. Orgullosos y arrogantes, desprecian a los Fantasmas por su tendencia a “arrastrarse por los suelos” y, aunque bastante despreciables, son fieles al Emperador y conscientes de su deber.
El inicio se sitúa en el peor momento para un soldado: la tensa espera antes de la batalla. Los Fantasmas están preparando su próxima batalla, nerviosos y casi frenéticos. El Comisario Gaunt debe ir recorriendo las filas para tranquilizar a las tropas y darles ánimos para la próxima confrontación. Mientras tanto, se dedica a recordar momentos del pasado, importantes para el ejército.

Y es así como funciona el libro. En realidad, es un compendio de relatos cortos pertenecientes a los Fantasmas de Gaunt, publicados anteriormente a la primera novela. Debido al éxito que tuvo, se decidió recogerlos y hacer un libro con ellos. Cada relato corto (son todos de unas 20-25 páginas) tiene un pequeño texto introductorio (Gaunt paseando por las filas) que sirve de hilo conductor y le da más cohesión al conjunto. Todos los relatos pertenecen al pasado de los Fantasmas y están situados en una época anterior a los hechos acaecidos en el primer libro excepto los dos últimos, los cuales enlazan con el hilo y acaban la historia.
Los relatos están centrados cada uno en un personaje diferente, lo cual nos permite conocer (aún) más a todos los carismáticos miembros Tanith. El punto de vista desde el que se nos narra la trama es el del soldado en cuestión y Abnett consigue, al cambiar al “narrador”, introducirnos un poco más en su forma de ser y de ver las cosas. Al ser tan cortos, no hay mucho espacio para rodeos y son historias directas y viscerales. Abnett continúa con su estilo ameno de narrar, haciendo que las páginas pasen en un suspiro.

Como siempre en estos compendios de relatos, los hay mejores y peores. No obstante, al ser tan cortos, entran todos muy bien, pero que muy bien.

El hacedor de Fantasmas: El primer relato se iba a incluir originalmente en el anterior libro, pero al final se acabó quedando fuera. Narra los hechos acaecidos en la Fundación, desde que Gaunt llega al planeta Tanith hasta que las hordas del Caos invaden el planeta y obligan a los Fantasmas a huir. Leyéndolo entiendes el porqué de tanto resentimiento hacia Gaunt, pues obligó a todos a salir corriendo sin dejarles la oportunidad de defender su tierra, abandonando a todos sus seres queridos (padres, hermanos, parejas, hijos…) a una muerte segura. Seguimos por sus primeros pensamientos justo después de abandonar el planeta. Se tortura a sí mismo pensando si hizo lo correcto o si los Fantasmas se merecían al menos intentar salvar su mundo. Mientras tanto, los soldados, visiblemente enfadados, se preparan para un motín. Una vez superado este momento, nuevos nervios. Los fantasmas se enfrentan a su bautismo de fuego. Con el trauma de la pérdida tan reciente, Gaunt se pregunta, inquieto, si serán capaces de dar la talla.

Un baño de sangre: Seguimos con Gaunt, ahora ya cómo narrador. Los Fantasmas están en Voltemand, dónde, ya famosos por sus habilidades como infiltradores, deben ser capaces de abrir una brecha en la ciudad-capital. Los Volpone llevan meses fracasando en el asedio y se tomarán como una afrenta a su honor que los arrastrados Fantasmas tengan éxito allí dónde ellos fracasaron. Durante el mismo, podemos contemplar (perfectamente reflejado) el horror de hallarse bajo un bombardeo, más desagradable aún al tratarse de fuego amigo.

El sonido y la furia: Este cortísimo relato corresponde al Sargento de Exploradores Mkoll. Es el mejor en la infiltración y el silencio. Esto puede ser vital cuando estás en una selva en la que el más mínimo ruido puede suponer tu muerte. Por si fuera poco, una criatura demoníaca vaga por los caminos y Mkoll debe acabar con ella. Es corto, sin diálogos. Te encuentras solo con Mkoll y sus pensamientos, en un estado de tensión sorprendentemente alto. Abnett consigue dejarte sin respiración en las apenas 10 páginas que dura. Magnífico.

Las simas del Infierno: El coronel Corbec es el segundo al mando del regimiento. Grande, carismático, valiente y con un toque de indisciplinada irreverencia, ¿será capaz de guiar a los Fantasmas una vez que Gaunt no esté? Corbec se atormenta con esta pregunta, pero cuando el Comisario desaparece durante la conquista de la colmena de Naur, Corbec se ve obligado a tomar el mando y demostrar que, a su manera, es tan válido para guiar el destino de sus hombres como Gaunt. Mientras tanto, en el fondo de Naur, el mayor de los horrores le espera…

El ángel de Bucefalón: El primer francotirador Larkin “el Loco” es un Fantasma algo mas viejo que los demás. Antiguo cazador, es solitario, tiene un sentido de la oportunidad mas bien nefasto y una cierta tendencia a mostrar un pesimismo deliciosamente puñetero. Pero tiene un problema: está loco. Sus lacónicos comentarios se ven lastrados por su paranoia, sus problemas para permanecer en la realidad y su epilepsia manifiesta. Durante el relato, los Fantasmas están en Bucefalón y Larkin debe asesinar al líder enemigo. Sin embargo, en uno de sus accesos de locura, ha salido corriendo y se plantea desertar. A diferencia de lo habitual, éste es un relato sin acción. Larkin está solo con sus delirios mientras debate internamente sobre el cumplimiento del deber, el esfuerzo de la disciplina y el miedo al fracaso.  Un relato muy bien conseguido, en el que es imposible no coger cariño a este francotirador tan particular. Citándole: “Sólo puedo ver la realidad a través de la mirilla de mi láser. ¿por qué crees que me hice francotirador?”

Esa fuerza brutal: Aquí el protagonismo recae en el gigantón Bragg. Especialista en armas pesadas, es alto, fuerte y brutal. No es conocido precisamente por su inteligencia, aunque, a su manera, no es precisamente estúpido. A pesar de ser un soldado raso, Gaunt le obliga a comandar un convoy de transporte a través del desierto de Calígula, infestado de bandidos.

El gelisuelo: Rawne y Gaunt se han quedado aislados del resto en un mundo helado infestado de orkos. A pesar de sus rencores, deben colaborar para sobrevivir. El peso recae en Rawne, tan zafio, burdo e indeseable como siempre. Es quizás el relato más flojo del conjunto. En este relato no se consigue en ningún momento entrar en la historia, muy poco relacionada con el resto. Además, la personalidad de Rawne que había sido muy bien descrita en el primer libro, aquí no queda tan bién dibujada, siendo simplemente un tío borde.

Juramento de Sangre: Dorden es el médico jefe de los Fantasmas. Ante todo es consciente de su deber como médico, cosa que antepone a su deber como soldado. En el planeta Nacedón, justo antes del primer libro, debe hacer una evacuación de emergencia de su hospital pero la mayoría de pacientes no sobreviviría. Tozudo, decide quedarse en él, a pesar de que el ejército del Caos se acerca. Una serie de voluntarios se queda ayudándole, defendiendo el hospital hasta el contraataque de los Fantasmas. Un relato quizás algo inverosímil, pero con una acción bien divertida.

Un plan sencillo: El soldado raso Caffran es uno más de los Fantasmas. Nunca ha destacado por sus dotes de mando ni por su valentía, pero en el asedio de la fortaleza de Lord Shloak, se ve obligado por las circunstancias a ponerse al mando de la única escuadra que ha conseguido infiltrarse en la misma. ¿podrá Caffran, un simple soldado, triunfar ante la adversidad?

Una caza de brujas: Éste ya es el primer relato situado en Monthax. Brin Milo, el ayudante del comisario siempre ha sido altamente eficiente, a veces incluso demasiado, llegando a poder prever las cosas antes de que ocurran. Los rencores del regimiento Volpone provocan que este hecho sea exagerado, llamando la atención de una inquisidora. El relato nos muestra sobretodo el interrogatorio que sufre Milo. Un bonito juego de preguntas y respuestas, en la que una palabra mal dicha puede ser fatal.

Cierto propósito, oscuro y secreto: El relato final, algo más largo. En éste, se acaba lo peor: la espera antes de la batalla. Y empieza lo peor de todo: la matanza. Finalmente, la violencia ha llegado y los Fantasmas se ven obligados a luchar por sus vidas. Mientras tanto, las tropas del Caos han encontrado un templo éldar y luchan por conquistarlo. Es más largo (unas 80 páginas) y es todo un ejemplo del buen hacer de Abnett para narrar escenas de acción. Se le puede achacar que es algo más patillero de lo normal (demasiadas cosas pasan porque sí) y que, si no sabes de la imaginería del 40k, te puedes quedar algo fuera de juego en algunos momentos. Eso sí, es tan vibrante y divertido como siempre. Acción muy bien narrada sin descanso en el estilo tan ameno y gráfico característico del autor.

En resumen, es un libro que presenta ciertas incoherencias, pues muchas cosas se escribieron antes de decidir hacer una saga. Por ello, las referencias temporales y/o de caracteres de personajes se cuidan algo menos. No obstante, su narración fragmentada nos permite conocer mucho mejor a todos los personajes de esta saga tan coral. El trabajo de presentación de los personajes está muy bien conseguido y la acción es apasionante. Abnett demuestra otra vez que es el mejor escritor de la franquicia. Exceptuando el último relato, cualquier profano a la franquicia puede leerlo y disfrutarlo.

Siendo el segundo libro de la saga, es una “continuación” más que digna, a pesar de algunos altibajos.


Dan Abnett demuestra nuevamente su buen hacer construyendo una trama sólida y narrada con notable amenidad. Las descripciones de los enfrentamientos bélicos están muy bien logradas, la atmósfera individual y colectiva de las diversas situaciones se traza con bastante acierto mediante unas pocas y eficaces descripciones que consiguen ubicar emocionalmente al lector sin aburrirle, y el ritmo general de la historia es más que aceptable en una obra de estas características. Tal vez se echa de menos algunos apuntes más sobre la raza alienígena oculta en Montax y su relación con el secreto allí escondido, información que quizás poseen los jugadores del juego de mesa, aunque no necesariamente ha de ser accesible para un lector cualquiera.

Nota: 8
Nota amazon: 7.76

domingo, 3 de julio de 2011

Camino a la Perdición


Un precioso ejemplo de cine negro. De estos que se vuelven un clásico al instante.

En plena Gran Depresión (años 30), Michael Sullivan es el asesino a sueldo de más confianza del anciano mafioso irlandés Rooney. El hijo de Rooney, Peter, es un engreído incompetente y está robando dinero a espaldas de su padre. Cuando el mayor de los niños de Sullivan es testigo de un asesinato cometido por Peter, éste decide acabar con Sullivan, matándo a toda su familia. Sin embargo, no consigue matar a Sullivan ni al niño. Éstos, obligados por las circunstancias, emprenderán un sangriento camino a la venganza, un camino a la perdición.

La historia es quizás la típica de una película de gangsters, pero es la calidad de los actores y el inmenso trabajo de dirección y de puesta en escena que recuerda a todos esos estupendos ejemplos clásicos del cine negro de antaño. Dos horas para disfrutar con esta preciosidad, con un aire de tragedia griega de los que no dejan indiferente a nadie.

ACTORES: Lo primero de todo: ¿Tom Hanks un mafioso asesino? Lo siento, pero no me pega. Un hombre que se ha dedicado por todos lados a hacer papeles de buena persona, no puede ser un asesino sin escrúpulos. Por mucho que lo intente, no consigo ver a Forrest Gump dedicarse a pegar tiros. ¿Significa acaso que haga una actuación? Ni modo. Su trabajo es estupendo, a pesar de lo extraño que se me haga verle en ese papel. Luego tenemos a Paul, Paul Newman. Todo un maestro que se despide con una portentosa actuación. Apenas aparece diez minutos en toda la película, pero su John Rooney es simplemente magnífico. Los otros dos secundarios, Jude Law y Daniel Craig nos sorprenden también con muy buenas actuaciones alejadas de sus registros habituales y nos demuestran que, si quieren, también pueden ser buenos actores (cosa muy inesperada de Craig, lo reconozco).

DIRECTOR: Sam Mendes maravilló a todo el mundo con American Beauty. Mucha gente esperaba con ansia su segunda película y sorprendió a todos con un acertado retorno al cine negro. Toda la película desprende un aire seco, de decadencia y muerte. Exceptuando los pocos momentos alegres, el resto de la película está rodado con una curiosa gama de grises que ayudan a dar ese efecto desolador. Hay multitud de escenas perfectamente construidas, los diálogos padre/hijo en el hotel, los asesinatos de Michael Sullivan, el cobro al moroso… Cosas que sólo los genios saben hacer, y Mendes es de los buenos. Estéticamente muy trabajada, consigue dar una sensación de desasosiego e intranquilidad logradísima. Solemne y seca, casi árida, es de estas películas que dejan huella.

GUIÓN: La película nos deja algunos momentos imborrables: el “me alegro que seas tú”, los acuerdos con Al Capone… Su trama, bien construida, está soportada por unos actores en estado de gracia y sabe mantener la congoja y la tensión. Sabes que va a ocurrir, pero aún así no puedes evitar el querer verlo, aunque vaya a ser incluso doloroso. El aroma a tragedia griega hace que pueda ser algo predecible, pero sigue siendo una película altamente atractiva. Sus diálogos son cortos, pero con sustancia, reflejando perfectamente las extrañas relaciones paterno-filiales. El mayor pero que se le puede poner es que el ritmo es lento, a veces casi inexistente, y en algunos momentos puede llegar a cansar.

Cada palabra tiene su importancia, cada diálogo reverbera y influye en lo que va a pasar posteriormente. Todos los personajes toman decisiones. El director consigue mostrarnos cómo cada personaje es consciente de lo que dice y hace, sabe de la importancia que tiene cada acto en su destino. Están sellando su sentencia de muerte. No lo ignoran, pero siguen adelante porque es lo que deben hacer. Podemos incluso ver cómo los personajes evolucionan y avanzan conducidos muy a su pesar hacia su inevitable destino.
Las relaciones padre-hijo son también de vital relevancia en la película, añadiendo profundidad a la misma. Michael Jr. sabe que no es el hijo favorito de su padre, pero ello no le impide idolatrarle. Su padre es el mejor y es muy bueno, aunque sea un asesino a sueldo sin escrúpulos. A veces cree que no le quiere, pero, a medida que avanza la película, es capaz de vislumbrar el amor de su padre hacia él, tan imposible de transmitir a veces. El viejo Rooney se encuentra también en una situación agónica. Sabe que su hijo es un arrogante incompetente de gatillo fácil. Sabe que no es un buen hijo, que le odia y no quiere más que verle muerto pero aún así, con todo el dolor de su corazón, no es capaz de dejar de quererle. Sigue siendo su hijo, a pesar de todos sus defectos y de lo que ello significa para su vida.

Es todo un películón que mereció quizás más gloria en los Oscars (6 nominaciones, 1 premio) de uno de los años más flojos que recuerdo. Su excesiva lentitud lo aleja de las producciones de acción y del público palomitero, pero es un buen ejemplo de saber hacer. A nivel de actuación es un portento de película, así como estéticamente (Conrad L. Hall se llevó el oscar a la mejor fotografía póstumamente, puesto que falleció en enero y la gala de entrega fue en marzo).

Nota: 8
Nota filmaffinity: 7.6