lunes, 30 de marzo de 2020

La LEGO película 2


¡¡TODO ES FABULOSO!!! La LEGO película fue una sorpresa para muchos. Fresca, divertida y con canciones que se te clavaban en el alma, formaba un entretenimiento lleno de buen rollo que nadie se esperaba. Como tontos no son, ampliaron el universo con la película de Batman LEGO y la de NINJAGO. Con los años llegó el turno de recordar que ¡¡TODO ES FABULOSO!!


Bueno, la verdad es que no todo es fabuloso. Después de triunfar ante la adversidad, los héroes se encontraron con la invasión de los DUPLO (LEGOs para los más pequeños de la casa) provenientes de otro planeta. Los años han pasado y ahora el mundo LEGO se ha transformado en un erial a lo Mad Max en el que o matas o mueres. Menos Emmet, que sigue siendo el mismo entusiasta ciudadano de siempre. Cuando un misterioso personaje proveniente de la “Galaxia Hermana”, llena de purpurina y cosas pastelosas, secuestre a sus amigos, Emmet emprenderá un viaje improbable con la ayuda de Rex Dangervest, un misterioso mercenario de dudosas intenciones. Y luego ya todo se desmadra y cualquier cosa es posible, sólo limitada por la imaginación.

Lo mejor de toda la película es el exagerado bombardeo de chistes al que se somete al espectador. Los gags afloran por doquier (esto ya es marca de la casa), con muchas ganas de ser iconoclasta y meterse en jardines donde no suele uno introducirse. Especialmente brillante es la cantidad de guiños comiqueros y otros metachistes destinados al público más curtido. No sé si es que están pensando en los padres o es que no acaban de cuadrar el público objetivo ^^. Como siempre Batman es todo un hallazgo y sigue siendo el mejor personaje de toda la película.

La LEGO película 2 no pierde ninguno de los factores que convirtieron a la primera en una propuesta muy simpática. Todo es muy característico de lo que había: Acción para todos los públicos, canciones MUY pegadizas y chistes divertidos. Le falta, principalmente, el factor sorpresa que sí tenía la primera parte, pero bueno, todavía funciona.



Sin embargo, la película no acaba de fluir tan naturalmente como antes. Mike Mitchell y Trisha Gum demuestran estar algo menos inspirados que sus predecesores. El ritmo de la trama pierde un poco de empaque, con coreografías de acción divertidas pero sin ese salvajismo inconsciente de antes (o quizás porque ahora son más conscientes de lo que hacen). Todo el aparataje visual presenta muy buenas ideas que no acaban de estar del todo desarrolladas en pantalla, dando un resultado menos impactante (también es verdad que ya hemos visto 4 películas sobre ello, claro).

Las canciones sí que es un detalle a felicitar, aquí están mejor que nunca. Desde el inspirado “Todono es fabuloso” hasta la delirante canción de “Soy no-mala”, pasando por la horriblemente  efectiva “canción pegadiza”, cada una de ellas son perfectos himnos bien introducidos dentro del film, que se te clavan en el inconsciente y te sorprendes cantando alegremente durante toda la semana siguiente.

El hallazago del término “Chalecolega” por parte de traducción es brillantísimo. Un abrazo de mi parte.



El argumento realiza una delirante reflexión sobre el sexismo juvenil, convirtiéndolo en un juego metacinematográfico (nunca mejor dicho) entre realidad y ficción. El nihilismo de Mad Max tiene su origen en la adolescencia del hermano y la rebelión contra el mundo típica de la época; los invasores de purpurina vienen de la hermana pequeña, que vive en la habitación de arriba, mientras que el apocalipsis predicho viene de la madre de estos, que les obligará a recoger todos los muñecos si no dejan de pelearse entre ellos. Me encanta como el mundo que crea la hermana desprende total ingenuidad (ese soy NO-mala o las letales estrellas-super-cuquis) y el cacao típico de ser la Reina-SOY-LO-QUE-QUIERA-SER, muy reconocible a partir de los tópicos de los juegos “para chicas” mezclado con toques feministas (que tiene nueve años, normal tener un bonito cacao). Al final, unos comprenden que la purpurina no tiene nada de malo ni de indispensable, mientras que otros se dan cuenta de que enfadarse contra el mundo no es la solución. Al final, se habla de dejar atrás tus diferencias con los que te quieren y colaborar con ellos para vivir y jugar felices. Se trata la dificultad de madurar, la aceptación de dejar de ser un niño, pero que el amor, el cariño y el poder de la imaginación no deberían faltar. 


El tratamiento del tema es brillante, a pesar de la cantidad de trampas (pero de verdad) que se realizan para que todo cuadre. El mensaje del mundo real se despliega con corrección a costa de la trama LEGO, en la que acaba por dar la impresión de que todo vale, perdiendo bastante gracia. A fin de cuentas, ¿quién juega con quién? ¿Acaso lo que vemos reside en la (imperfecta) imaginación de los niños? ¿Lo viven los muñecos de verdad, o a lo Toy Story? Después de todo, se permite generar paradojas temporales, incoherencias dentro de su universo interno… Seguro que esto se podría habar cuadrado mejor con un poco más de trabajo.



Por otro lado, con tanto guiño, chiste y cabriola, es fácil perder el hilo de lo que está ocurriendo y seguro que un espectador despistado (o un niño flipado) salga de la película y no vea más que lucecitas y saltitos aquí y allá. Es demasiado fácil perderse diálogos o acciones importantes.

Pero la LEGO película 2 sigue proporcionando diversión por los cuatro costados. Lo que pierde en frescura y trama, lo gana en calidad y cantidad de chistes. Es algo menos impactante visualmente, con unos errores algo gordotes que conforman un conjunto irregular, pero eso no impide que me tengan comprado para una (segura) tercera parte. Emmet es adorable y las risas las he tenido a lo grande.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 5.8

sábado, 28 de marzo de 2020

Noches Europeas (Migyel Lourenço Pereira, Joao Nuno Coelho)


Este libro es un regalo de mi hermanito, sabedor de cómo me gustan los compendios de anécdotas deportivas. Siempre he disfrutado perdiendo horas y horas dentro de estas cositas llenas de datos, estadísticas e historias dentro de la historia, especialmente en cuestiones deportivas. Al tratarse de un ensayo basante denso, se fue leyendo con cierta calm , presto a aprender un montón de datos nuevos sobre la cosa más importante de aquellas que no tienen ninguna importancia: El fútbol y la historia de las competiciones Europeas.

Título: Noches Europeas
Autor: Miguel Lourenço Pereira, João Nuno Coelho

“Noches europeas narra la maravillosa historia de las competiciones europeas de clubes. Una historia con más de cien años, nunca analizada hasta la fecha desde sus orígenes más remotos hasta el presente. Un relato de los protagonistas, los pioneros, los momentos y el contexto de como las competiciones europeas cambiaron para siempre la historia del fútbol. De los parques de la Viena imperial a los estadios modernos en las noches de Champions. De las tácticas ingenuamente ofensivas a la complejidad de los partidos de hoy decididos por pequeños detalles. De los futbolistas que representaban a las clases obreras del siglo XX a las estrellas multimillonarias de hoy. De los torneos regionales a las competiciones dominadas por la élite continental. Una historia narrada con el objetivo de entender como los contextos sociales, políticos, económicos y culturales marcaron y fueron influenciados por la evolución del fútbol europeo y sus competiciones.”

No sé si tiene su origen en una tesis doctoral posteriormente publicada, pero el bombardeo de datos al que se te somete desde un primer momento hace patente que se trata de un libro a leer con calma. Hay mucha tela que cortar, con una documentación (bibliografía al final del libro) profusamente trabajada y cierta densidad en su lectura, que obliga a estar atento a todos los detalles que se desglosan en el libro.



Y es que no se parece en nada a lo que yo esperaba. Inicialmente, yo imaginaba que se iba a tratar de un compendio de historias al estilo de las memorias en blanco y negro, centrándose en aquellas noches cumbre que forjaron las leyendas que recordamos hoy en día cada vez que suena la música de los campeones. Sin embargo, lo que contiene el libro es un resumen pormenorizado de TODOS los torneos europeos más o menos oficiales que ha habido, con sus ganadores y sus perdedores, sin otorgar una importancia demasiado especial a las noches más famosas. El compendio es brutalmente exhaustivo, notándose un gran esfuerzo para ser concienzudo y no dejarse ningún detalle en el tintero. Abandonad, pues, cualquier esperanza de una lectura ligera. Éste es un libro a estudiar, no un libro a leer ^^.

A fin de organizar un poco todo el tinglado, la cronología se halla dividida en varias partes:

Primero tenemos toda la época romántica antes de la IGM, en la que el futbol internacional nace en el Imperio Austro-húngaro, como un medio para unir y dar un trasfondo común a todas las naciones que forjan el Imperio. Justo después, el mismo efecto se produce en Gran Bretaña y el resto de países del norte de Europa.

Luego viene el período de entreguerras, donde se reconstruye un continente, intentando dar una pátina de normalidad a unos años muy movidos en el que los nacionalismos hacen de las suyas tanto dentro y fuera del campo.

Después de la llegada de la Guerra Fría, las competiciones se establecen como tales, tomando ya formas reconocibles. Se crea la Copa de Europa basada en el éxito económico y se da carpetazo a las vetustas competiciones románticas basadas en el honor.



Este período concluye con la llegada de la Ley Bosman, que permite a los equipos fichar (casi) sin límite, lo que cambia para siempre el panorama de la competición, impidiendo definitivamente a los modestos competir por los grandes títulos.

Finalmente, se hace un desglose último para el llamado período moderno de la Champions League, en el que los grandes trasnatlánticos hacen y deshacen mientras la sombra de una Súper-Liga acecha en el futuro…

Lo que se me ha hecho más interesante del libro radica en los períodos en que se producen los cambios de formato. En ellos, el libro se entretiene hábilmente en darles una explicación dede todos los ámbitos posibles. Se trata la influencia política del momento, las necesidades económicas de los clubes, los cambios de la sociedad y en los hábitos de consumo… Me ha hecho mucha gracia conocer las rivalidades generadas dentro del Imperio Austro-Húngaro, el origen de la Copa de Ferias como modo de publicitar el comercio local, el contraataque de Bernabeu para crear la Copa de Europa o una reflexión pormenorizada de las consecuencias de la Ley Bosman.



Es en estos momentos en que el libro se detiene a explicar con calma cuando se vuelve realmente interesante. Cuando los años simplemente “pasan”, el libro pierde algo de gracia, limitándose a hacer un pequeño resumen (bien hecho no lo negaremos) de qué va ocurriendo en los torneos año a año. Muchas veces me he encontrado tirando de Youtube o Wikipedia para dedicar más tiempo a repasar determinados partidos y eliminatorias, volviéndose especialmente entrañable cuando además puedo ponerme a revisar mis recuerdos, sorprendiéndome al encontrar según qué equipos muy adelante, o cuando los éxitos de una época se relacionan con otras glorias de tiempos pretéritos.

Yo puedo decir que se trata de un libro que me ha encantado, pero también es verdad que adoro estas cositas raras. Lo que para mí es un placer, asumo que para la mayoría se tratará de un mamotreto aburrido e innecesario.

Nota: 8
Nota goodreads: 4/5

jueves, 26 de marzo de 2020

Infiltrados en el KKKlan


¡Todos tenemos ganas de reencontrarnos con Spike Lee en sus días buenos! Sabiendo lo que es capaz de realizar, sus propuestas tienden a dejar un poso de decepción con lo que podría haber sido pero no acaba de ser. Con este Infiltrados en el KKKlan nacido de la urgencia, de la imperiosa necesidad por devolver golpe a golpe el discurso del Presidente Trump  y su racismo sin complejos que parece haber resucitado (¿Acaso estaba muerto?), Spike Lee, militante incansable de la causa afroamericana, vuelve a los orígenes de su cine: mitad entretenimiento, mitad denuncia airada, un cine que impacta, tonto y combativo. Y esta vez hay que reconocer que sabe indignar. Esta comedia social con muy mala idea, escrita con hilo fino, se viste de thriller político, entrelazando la reconstrucción histórica con la actualidad más candente, todo ello envuelto dentro de un entusiasta homenaje a la blaxplotation de los años 70. Y por último, ¿cuál es el remate final? Darse cuenta que este inverosímil argumento, detrás de todas sus imposibilidades, ¡sucedió en realidad, perfectamente documentado!

Situémonos, estamos en 1978, Colorado Springs, un bucólico pueblecito en un lugar idílico del centro de EEUU. Hablamos, entonces, de la América profunda, quizás no es el lugar más progresista de la galaxia, principalmente en materia de mezcla de razas. El Acta de los Derechos Civiles, que prohíbe toda forma de discriminación, se votó en 1964, pero en este lugar –como muchos otros sitios en casa de Tío Sam – los movimientos de supremacistas blancos, el Ku Klux Klan en cabeza, siguen vigentes. Pero incluso fuera de estas sociedades más o menos secretas con pútridas ideologías, cuesta cambiar la mentalidad de la gente. La realidad se halla lejos de la igualdad teórica marcada por la ley, pues los afroamericanos siguen por debajo en derechos, en trato y en consideración.

Por ejemplo, en el puesto de policía de Colorado Springs se ha incorporado el primer oficial negro. Se llama Ron Stallworthy, para muchos de sus colegas, se hace dificil imaginar que un descendiente de esclavos pueda tener la mínima competencia en el cumplimiento del deber. Considerado por muchos como un daño colateral, una concesión política para quedar bien, una lacra para el uniforme, se le encierra en los archivos, con la principal tarea de resistir sin rechistar las burlas racistas de sus colegas. Pero la habilidad de Ron Stallworth reside en investigar, infiltrarse, simular, comprender y desmantelar. Llevar adelante un caso como Dios manda. La ocasión – un pequeño anuncio en el periódico local para engrosar las listas del tristemente célebre Ku Klux Klan – hace al ladrón. Haciéndose pasar por un extremista, Ron contacta al grupúsculo de supremacistas blancos, se adhiere, se infiltra y sube rápidamente en el escalafón, viendóse rápidamente en la situación de integrar la Guardia Pretoriana del condado, llegando a entrar en contacto incluso con el mandamás del Klan. Todo ello, obviamente, por teléfono y por escrito, pues no es cuestión de que le vean el pelo. Ahí llega en su ayuda Flip Zimmerman, uno de esos pocos colegas evolucionados de Stallworth, que se hace pasar por Ron en todas las citas con los demás miembros del grupo. Allí se entera de que un asalto mortal se prepara y juntos, Stallworth y Zimmerman, el negro y el judío, harán equipo para neutralizar al Klan.



Como un tren que va, desbocado, al infierno, el thriller de Spike Lee te coge por las tripas, mientras te ilustra un poco de historia del Movimiento por los Derechos Civiles en EEUU. Con un puñado de alusiones (poco) veladas a la actualidad de Trump, e hilando fino sobre los últimos años de EEUU, Spike Lee firma un mangnífico planflero que merece su premio en Cannes y sus nominaciones a los Oscar. Gozando del mejor guión que ha tenido en años  (¡Oscar!), la película está plagada de diálogos ingeniosos, situaciones desternillantes y escenas de punzante absurdez, como las reuniones entre los policías infiltrados y los surrealistas miembros del Ku Klux Klan. El tema que toca es de obvia actualidad, ¿hemos mejorado a través de los años? La respuesta sería un SI. Con un PERO gigantesco, claro.

Destacan en sus papeles los dos protagonistas, el hijo de Denzel Washington, John David Washington, se queda muy a gusto con su papel de pícaro policía, con una mezcla de morro, indignación y carisma muy bien encontrado, haciendo creíble lo increíble. Sin embargo, es Adam Driver quien borda el papel de buena persona no-racista pero tampoco  muy implicada con estas cosas que, poco a poco, va reaccionando con creciente asco a la compañía de la gente del Klan, especialmente a lo que concierne a su judaísmo, que le afecta a pesar de su poco fervor con las costumbres tradicionales.



Uno de los puntos más destacables es, como hemos comentado antes, el deje de comedia con toneladas de mala leche que no abandona ningún momento del metraje. Sorprende como es capaz de abufonar todo lo abufonable para sorprender luego con la veracidad (aunque inverosímil) de la historia.

La película tiene sus momentos. Se mezclan escenas gloriosas con otras que se pasan de obvias. Entre unos chistes y otras denuncias, de vez en cuando para la película para llevarte de la manita a un “esto es lo que pasa para que lo veas” y te lanza unos hechos a la cara cuando ser un poco más sutil habría dado probablemente un mejor resultado. Este aspecto es especialmente sangrante en su desenlace, que se convierte casi en un documental de unas revueltas en el que se pierde la importancia de una trama que venía circulando hasta entonces, desinflando el conjunto. Pareciera que en vez de concluir el thriller que ha venido contando hasta entonces, Lee decide centrarse exclusivamente en los movimientos antirracismo de los años setenta. Si la película hubiera acabado quince minutos antes, habría dejado la misma indignación y un sabor de boca mucho mejor.

Por otro lado, el epílogo con los incidentes de Charlottesville es tan gratuito como punzante, recordando que los tiempos en que los racistas campaban alegremente por las calles no son TAN lejanos (como que pasan hoy en día). Si no hubiera estado tan fuera de la película como estaba en ese momento, lo habría apreciado mucho más.


A pesar de su irregularidad, la película está muy bien llevada a cabo, consiguiendo nominaciones a Mejor Película, director, actor de Reparto (el mencionado Adam Driver), montaje y banda sonora, además de llevarse el premio al mejor Guión adaptado.

Como suele decirse en estos casos, Infiltrados en el KKKlan es una comedia que no debería ser necesaria pero que justo por ello debe existir. Sabe conjugar durante casi todo su metraje un mensaje de denuncia muy bien tirado con una comedia llena de mala idea, ilustrándonos de un hecho tan imposible que parece mentira que fuera real. A su favor trabajan dos actores que realizan estupendos papeles (a lo tonto, la de buenos trabajos que empieza a tener Adam Driver), un guión estupendamente trabajado y un ritmo que sabe enganchar durante casi todo su metraje. En su contra tiene una desmesura machacona a la hora de mostrar su mensaje y un desenlace que se relaciona poco con lo visto hasta entonces, desluciendo el conjunto. No obstante, perfectamente recomendable, tanto por su gracia como por su concepción.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 6.4

martes, 24 de marzo de 2020

Del amor y otros demonios (Gabriel García-Márquez)


Seguimos con otro libro de la Cesta 2013, el Nº31, una propuesta muy diferente, sin nada que ver con la seca ciencia-ficción que acabamos de pasar.

Título: Del amor y otros demonios
Autor: Gabriel García Márquez

“En 1949 el reportero Gabriel García Márquez cubrió el derribo del antiguo convento de Santa Clara. Durante el vaciado de las criptas funerarias, la sorpresa saltó al destapar la tercera hornacina del altar mayor: se desparramó una cabellera de color cobre, de veintidós metros y once centímetros de largo, perteneciente a una niña. <<Mi abuela me contaba de niño la leyenda de una marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como una cola de novia, que había muerto del mal de rabia por el mordisco de un perro, y era venerada en los pueblos del Caribe por sus muchos milagros. La idea de que esa tumba pudiera ser la suya fue mi noticia de aquel día y el origen de este libro.>>”

La historia gira alrededor de Sierva María quien luego de ser mordida por un perro es sospechada de haber contraído la rabia y de ahí, luego de las peores sospechas de creerse que está poseída por demonios. A partir de allí y de la reclusión en el convento por imposición de su padre el marqués se desarrollará la trama del libro hasta el final.

Después de leer este dulcecito, pues, qué bueno es este hombre escribiendo, qué descripciones y qué personajes.  Más allá de la propia trama, parece que puedas llegar a sentir el aroma abotargado del trópico, como se pega la ropa a la piel sudorosa y cómo todo se descompone afectado por la podredumbre ambiental. García-Márquez me transporta a un puerto tropical, a la inmisericorde jungla, o a los claustrofóbicos muros de un convento del siglo XVIII. La escritura está llena de lirismo narrando sin prisa alguna unos hechos que seguro no nos dejarán indiferentes. Este autor colombiano es uno de esos escritores bendecidos por el arte de narrar historias como los dioses.

La obvia tragedia que sobrevuela cada página tiene como base el amor prohibido, que se torna rápidamente destructivo. La novedad que lo hace todavía más interesante es el tratamiento del mismo como si fuera originado por una posesión demoníaca. García Márquez critica así a la ceguera religiosa, a los prejuicios sin sentido que ven en la posesión (algo en lo que los religiosos del libro creen con fervor) como una explicación plausible y rápida para los hechos que están ocurriendo. Su erróneo diagnóstico provocará que los prelados tomen las decisiones equivocadas, desencadenando una serie de catastróficas consecuencias que podrían haberse evitado reflexionando con menos devoción desnortada.

La protagonista sobre la que gira el libro, el objetivo del amor desbocado, es Sierva María. Se trata de una pequeña de unos 10-11 años, hija del marqués que hace las veces de cacique del lugar. Criada con todos los lujos imaginables, consentida hasta límites insospechados, ha crecido haciendo lo que le daba la gana. Esta libertad ha mezclado el catolicismo con el que le ha criado su familia con las creencias religiosas de los esclavos negros con los que ha convivido toda su vida. La ignorancia de los religiosos blancos a sus particularidades es el punto de partida a toda la cadena de equívocos que trastocará su vida y la de todos a su alrededor. A fin de cuentas, ella no tiene interés en amar o ser amada, ni tiene delirios de grandeza. Se trata de una simple niña que desea que la dejen en paz para poder divertirse con tranquilidad.

El torturado enamorado es el bibliotecario Cayetano Delarúa. Al principio se nos presenta como un hombre docto, obcecado por sus estudios, que ha sido destinado muy a su pesar a tierras caribeñas. Al principio sólo quiere estudiar para poder ganar una plaza que le permita volver a la Santa Sede. Se sorprende aterrado cuando no puede evitar sentirse atraído por la pequeña Sierva María. Incapaz de aceptar que la niña le pone más caliente que el palo de un churrero, acaba llegando a la (obvia) conclusión de que el demonio debe estar implicado, pues él es un hombre (casi) santo, por encima de estas pasiones mundanas (jé).


El tercer personaje en importancia es el Marqués de Casalduero, Ygnacio Alfaro y Dueñas, a la sazón padre de Sierva María. Noble venido a menos, ha aceptado la gobernación de la ciudad como una oportunidad para relajarse y disfrutar de la vida. Se considera un gran hombre por el respetuoso trato que da a sus esclavos negros (tampoco nos pasemos) y el amor que profesa a su hija, casi la única razón que tiene para vivir. Asiste consternado a los cambios que se producen ante la intervención de la Iglesia y la posible posesión de Sierva María. Como alguien de mundo, no le cuadra la explicación que ofrecen los sacerdotes, pero al mismo tiempo, su deber católico le compele a obedecer y aceptar, sumiéndole en un mar de dudas.

Con estos personajes, García-Márquez nos lanza a un mundo en el que los estándares, la moralidad y la interpretación de lo correcto no tienen tanta importancia. En ese sentido, es encantador. Se trata de un realismo mágico realizado con brillantez. Es como un efímero tapiz de belleza sobrecogedora, mecido de colores ruidosos. A medida que avanzas por las páginas de esta pequeña gema, te adentras más y más a través de un plano de realidad alternativo en el que algunas cosas absurdas tienen un sentido empedrable y los asuntos cotidianos del día a día parecen perder cualquier sentido.



Más un relato largo que una novela corta, se trata de un libro que sabe emocionar, con un desarrollo lleno de sorpresas que se hace difícil de predecir. Aunque se ventila en un par de tardes, cada segundo está poblado de una prosa prolija, de extrema belleza, en la que los hechos descritos se clavan bien en el corazón, llevando al lector a través de senderos escabrosos sin asomo de piedad para su alma. Deja un profundo sentimiento de desesperanza, con la comprensión de que el final es el que debe ser, sin rastro de paños calientes, obligándote casi a buscar un abrazo de alguien cercano o de ponerse a llorar a moco tendido. Una joyita que pasa mucho más desapercibida de lo que debiera.

Nota: 9
Nota goodreads: 3.98/5

domingo, 22 de marzo de 2020

La tercera esposa


Ésta es una película que no es habitual en mi estilo. ¿Cómo es que fui a verla y al cine, encima? Pues porque formaba parte de la Muestra de Cine Oriental del cine de mi barrio, un cine cooperativa sin ánimo de lucro (sí, existen estas cosas). Por ello, intento ir a ese cine en concreto si se puede y, cuando hay ciclos especiales, hago el esfuerzo de ir al menos a una de sus películas (aunque a priori no me interese en exceso). Conociendo cuál era mi disponibilidad horaria y a qué películas podía ir, ésta acabó siendo la más interesante de las pocas posibles. Así pues, me dispuse a conocer a La tercera Esposa.

Vietnam, finales del siglo XIX. La historia gira en torno a una pequeña de 14 años que se ha convertido en la tercera esposa de un importante terrateniente. Apenas sabe nada de la vida, un mes antes tuvo su primera menstruación y su primer contacto con la sexualidad se realiza en la noche de bodas. ¿Qué va a ser de su vida? ¿Qué sorpresas le espera en el camino? ¿Podrá conocer el amor en un matrimonio pactado con un hombre que le triplica en edad? El embarazo es pronto inevitable y es consciente de que su única oportunidad para medrar en el ambiente es ser capaz de dar a su marido un hijo varón. Así se convertirá en la esposa favorita, con todo lo que ello conlleva.

A base de miradas, silencios y momentos de intimidad, la directora Ash Mayfair nos hace partícipes de la vida cotidiana de la sociedad vietnamita de la época. Somos así conocedores de sus costumbres, de las tradiciones y de los ritos religiosos que marcan la vida de la gente. Mayfair no sólo muestra la rígida vida a la que es sometida una esposa secundaria (y por extensión, del papel de las niñas/mujeres) en el Vietnam del XIX, sino que nos muestra la vida de toda la familia, con especial hincapié en el imperante sentido del deberá para con tu clan familiar, con el honor siempre por encima del libre albedrío o cualquier atisbo de iniciativa fuera de lo esperado.

Tenemos pues, a la primera esposa, ya entrada en la madurez, consciente de que no es capaz de ofrecer a su marido lo que el resto de jóvenes y vigorosas esposas pueden proporcionar. Sin embargo, se sabe amada por su marido y ha llegado a un punto en que, más o menos, está a gusto con la vida que tiene, es consciente de que ha tenido suerte, que las cosas podrían ser mucho peores. Por ello, siempre busca hacer frente común con el resto de mujeres, ya que tienen bastante con lo que tienen, y no es cuestión de hacerse la vida todavía más difícil.



La segunda esposa está rondando la veintena y ya tiene un puñado de hijas a su cargo. Está harta de ser una paridora, no soporta a su marido y sólo quiere disfrutar con su amante (hijo de la primera esposa). Es consciente de que su vida fuera del matrimonio no tiene futuro, por lo que intenta buscar un compromiso entre las ganas de disfrutar de la vida y la seguridad de tener un techo confortable y una buena comida.
La tercera esposa acaba de aterrizar en una familia que desconoce, apenas una niña que no sabe nada del sexo (ni de la reproducción ni de ningún tipo de manera de disfrutarlo). Tampoco conoce a su marido, ni las complejas reglas que rigen la familia. Apenas es consciente de que va a tener un bebé y que si nace niña, es probable que sea repudiada.

El único hijo varón de la familia está enamorado de la segunda esposa. No gusta del negocio familiar ni del comercio y sólo desea vivir con su poesía y ser cabalgado por su amada. Sus problemas empezarán de verdad cuando su padre concierte un matrimonio con la jovencísima hija de un comerciante rival. Él, atrapado en un matrimonio que no desea, y ella, incapaz de cumplir la única tarea que tiene sentido para la vida de una mujer en la sociedad (del momento).



La película muestra todas estas relaciones siempre desde el punto de vista de las mujeres, manteniendo un tono costumbrista muy contemplativo, casi cercano al documental. Los conflictos no se muestran abiertamente, sino que debes inferirlos de acuerdo con los desvíos de la rutina, los cambios en las reacciones y las tensiones dramáticas. Mayfair tiene un especial cuidado en no demonizar a los hombres ni en presentar a las mujeres como víctimas inocentes, especialmente con niñas tan jóvenes como la protagonista. Todos los personajes son emocionalmente complejos, conocemos sus vínculos, sus expectativas y su rol dentro de la sociedad. A su manera, todos tienen cierta buena intención (incluso el pusilánime del hijo) e intentan vivir felizmente en familia (ejem ejem).

También se hace patente cómo cambia la vida de la mujer en el hogar una vez se confirma el embarazo, un momento en que se te convierte en un ser mimado al que cuidar, en vez de la persona que debe sacar adelante un hogar.

La parte más polémica de toda la película reside en la extrema juventud de la protagonista, a la sazón de 12-13 años en el momento del rodaje. No sólo deja muy mal cuerpo verla embarazada, sino que a lo largo de la película protagoniza algunas escenas subidas de todo (la noche de bodas, su autodescubrimiento de la sexualidad o algunos besos dados con muchas ganas). Sin embargo, las escenas están realizadas con respeto, sin gratuidades sórdidas o denigrantes. La  actriz realiza un gran trabajo, reflejando la transformación emocional que uno atraviesa durante la adolescencia. Al principio ingenua de su poder real y de los desafíos de la adultez, pronto se hace consciente de la precaria situación en la que vive, la poca libertad de la que dispone y el futuro que le espera (quiera ella o no).




El desarrollo cotidiano de la vida familiar se plasma en un continuo de escenas de gran belleza, destacando la excelencia de su apartado estético. Los terrenos familiares se hallan retratados con una excelente fotografía, unos paisajes esplendorosos y un toque de elegancia que no se abandona incluso en los momentos más escabrosos. Sorprende, pues, un apartado técnico tan deslumbrante en una propuesta con un presupuesto tan exiguo cómo ésta. De esta manera, un mensaje que no debe quedar en el olvido queda envuelto en un precioso papel de regalo, presto a maravillar y aumentar la trascendencia de lo que se muestra.

Sin embargo, lo que La tercera esposa tiene en belleza, le falta en emoción. A pesar de tener un poso con tanta enjundia, se desarrolla a través de una película fría y hermética, realizándose un producto aséptico, excesivamente calculado, ineficaz al provocar emociones al espectador no dedicado. No hay una trama que permita llamar la atención más allá del desarrollo de un embarazo, mostrándose todo con una voluntad documental que lastra el resultado. La historia avanza con parsimonia, sin nada que enganche y te pida ganas de ver qué está por venir en lo más mínimo. Además, su parecido a la mucho mejor película La linterna roja de Zhang Yimou hace que todo tenga cierto aroma a ya visto. Se hace fácilmente aburrida, sin que la belleza de sus imágenes llegue a salvar el conjunto.

Por un lado, tenemos una actuación protagónica muy destacable, un gran retrato de personajes, un tratamiento lleno de elegancia de una situación que se clava en el alma, y una realización de gran calidad que convierte cada escena en un precioso cuadro. Por el otro, tenemos una gelidez emocional en la que acaba por no importarte tanto lo que ves, un ritmo tan contemplativo que invita al bostezo y un desarrollo argumental nulo más allá del costumbrismo de la época. Un conjunto desigual que algunos comprarán y otros apagarán a los pocos minutos. Yo soy de los que han disfrutado extasiados con ella, pero comprendería sin ningún problema que otros no lo hicieran.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 6.2

viernes, 20 de marzo de 2020

Esfera (Michael Crichton)


A raíz de la CLO me toca leer este libro (¡Gracias, Estigma!), que también pasa por ser el Nº74 de la Cesta de 2013. Crichton siempre me ha gustado, aunque hacía eones que no me ponía con uno de sus libros.

Título: Esfera
Autor: Michael Crichton
Título original: Sphere
Traducción: Daniel R. Yagolkowski

“En pleno Océano Pacífico, a una gran profundidad, se descubre la presencia de una misteriosa nave espacial de grandes dimensiones. Las autoridades norteamericanas envían a un grupo de científicos para que investigue el inquietante hallazgo. ¿Procede la nave de alguna civilización extraterrestre? ¿De un universo diferente? ¿Del futuro? La respuesta desafía la imaginación y escapa a cualquier intento de explicación lógica: un extraordinario y terrible poder amenaza toda la vida existente en torno del enigmático objeto.”

Lo primero es recordar que hay una película que adapta el libro… y que no tiene nada que ver con lo que ocurre en el libro más allá de que aparezca una esfera en el fondo del océano. Es curioso cómo, sin que me parezca un libro difícil de adaptar, se puede obtener un resultado tan diferente. En fin.

El libro está dividido en dos partes diferenciadas (aunque no haya un corte específico):

La primera parte narra, desde un punto de vista de ciencia-ficción dura, cómo sería un posible encuentro con extraterrestres. A raíz del descubrimiento de la Esfera, el gobierno, los estamentos militares, la corporación científica, todos reaccionan para sacar el máximo partido para ellos, para el país, para la ciencia, para sus egos… Todo esta sección florece ante la verosimilitud de los hechos planteados, que te obliga a reflexionar sobre la naturaleza humana y cómo reaccionaríamos en las mismas situaciones.  



La segunda parte viene sin avisar, y narra todo lo que ocurre post-encuentro con la Esfera, especialmente cuando el asunto se empieza a ir de madre. Me sorprendí con ello, no estaba preparado para un cambio de género y de ambiente tan radical como éste. Crichton se mueve hacia el terror espacial, a veces con una mala idea bastante considerable (lo que puede echar atrás a muchos). Por mi parte, hay algo sobre los espacios claustrofóbicos y los grupos en peligro que me hace estremecer (y me encanta). Se trata de un punto bajo el mar, pero aquí nadie puede oír tus gritos… El uso de una “lámpara de Aladino” (ejem ejem) como detonante para toda la acción es un extra que me encanta.

El obvio desenlace (no podía hacerse de otra manera) es el mismo tiempo satisfactorio y levemente decepcionante. Me explico, SPOILER, la propia naturaleza de la Esfera permanece en el misterio. Me encanta como sabe dejarte con la intriga, proporcionando una experiencia satisfactoria sin necesidad de explicarte todo, pero dando suficientes datos para que no parezca demasiado casual. También me decepciona porque realmente quería saber si la Esfera era un Alien sentiente o una simple máquina o qué ^^. FIN DEL SPOILER



El estilo de Crichton es fácilmente reconocible, constituyendo éste lo que podríamos llamar uno de sus ejercicios más canónicos, de los que poner como ejemplo. El autor integra la ciencia dentro de la ficción tal como se debe hacer en el género. Te provee con toda naturalidad de la suficiente base científica para que suspendas la incredulidad sin problemas, haciendo así que la historia avance con fluidez, sin entorpecer la narrativa. Su acción es fácil de seguir, recuerda mucho a la que puedes encontrar en las novelas de Ian Fleming o en muchas entregas del Universo Expandido de la Guerra de las Galaxias. Fluye con la historia, encontrándose bien integrada y nunca dura en exceso, lo suficiente para que te la disfrutes sin que sature.

Sus libros funcionan casi siempre como cuentos admonitorios. Toma algún tipo de avance científico y lo hace progresar, excitado ante las posibilidades que ofrece, pero siempre mostrando los peores escenarios posibles para ello. Con ello, avisa ante el progreso sin control o el avance por puro avance, sin especial objetivo para hacer mejor la vida en la Tierra. Ejemplos de ello los podemos encontrar también en Parque Jurásico o Westworld.



El desarrollo de personajes nunca ha sido su fuerte. Normalmente son apenas nombres que hacen cosas a disposición de la trama, habitualmente a base de campos de nabos (si es que Crichton es un escritor MUY masculino, jeje). La calidad de Crichton es la que permite compensar la falta de desarrollo de personajes con la diversión que provee con su acción y la fascinación que provoca su uso de la ciencia-ficción. Norman Johnson, el protagonista es probablemente el personaje mejor desarrollado de sus libros, y aun así apenas sabemos lo suficiente para que el argumento avance sin chirriar. En este caso se trata de un psicólogo descreído con el mundo. Ya veterano, se siente más viejo de lo que debiera y no parece querer otra cosa que dejar pasar los días hasta que se acaben. Es obligado a bajar a la Esfera para estudiarla, ante la que reaccionará con un escepticismo analítico que viene que ni pintado para contrastar con el entusiasmo que desbordan todos sus compañeros.

La principal contrapartida se halla en la bióloga Beth Halpern, una de las mujeres más brillantes de su campo. A primera vista, se trata de una mujer muy echada para adelante que siempre consigue lo que quiere, pero esconde un montón de inseguridades debido a la carga de ser la representante de las mujeres en casi cualquier lugar donde se mueve. Se siente impelida a creer la maravilla de la Esfera, poniendo sus esperanzas en que este hallazgo consagrará definitivamente su carrera, callando todas las críticas que ha arrastrado toda su vida por ser quién es.

Mientras que ella desea creer que la Esfera es cierta, el físico Ted Fielding mantiene un fervor desmedido, disfrutando como un niño pequeño de la primicia de investigar el fenómeno, desdeñando cualquier evidencia científica. No concibe la posibilidad de que la Esfera no vaya a ser lo que sus sueños le indican, reaccionando con rabietas ante cualquier contratiempo. Se hace realmente irritante ^^.

Como una referencia más razonable, está el matemático Harry Adams. Se sabe el más listo del grupo y no pierde oportunidad para hacer alarde de ello, aportando todas las chapas que considere necesarias, desbordando condescendencia por todos lados. A pesar de que podría volverse fácilmente desagradable, Crichton le proporciona cierto pragmatismo que le permite saber cerrar el pico cuando la situación se sale de madre e importa más el colaborar para el grupo. Al final, se convierte en el erudito al que el grupo consulta cuando duda sobre la viabilidad científica de lo que debe hacer. 



Luego está el Coronel Barnes, representante del ejército. Como buen militar, se trata de una persona de enorme entereza, siempre presto a aprovechar cualquier cosa como un arma, como es la explotación de la Esfera. Se sabe inferior en materia científica (y más entre tanto pedante sabihondillo), con lo que reacciona airadamente ante conversaciones demasiado elevadas, al sentirse desplazado. Cuando la situación se salga de madre, reaccionará como buen militar: cogiendo un martillo y buscando clavos que aplastar sin descanso.

Y finalmente está JERRY. Pero mejor os dejo que descubráis a JERRY.


Se trata de uno de los libros más inspirados del autor. Conjuga la maravilla científica con la fascinación del descubrimiento, le aporta acción bien medida y, por una vez, unos personajes bien trazados. Aunque nunca destacará por la profundidad de su prosa, sabe imbuir de ciencia sus páginas, haciéndose muy interesante para cualquier fan del género. El cambio de género a mitad de libro puede descolocar a más de uno, pero Esfera tiene un inicio potentísimo y un final muy logrado, mientras que el viaje entre ambos es más que satisfactorio. No dejéis que la mediocre película os eche para atrás.


Nota: 9
Nota goodreads: 3.79/5