sábado, 2 de febrero de 2019

Retrato en sepia (Isabel Allende)


Desde la CLO (gracias Alies86) me mandan a leer uno de los libros que tengo pendientes de la Cesta’13 (ya van quedando menos, jeje). Como no puede ser de otra manera (van a 3-4 al año), otro libro de Isabel Allende, ¡que no falte el vicio!

Título: Retrato en sepia
Autor: Isabel Allende
“Narrada en la voz de una joven mujer, ésta es una magnífica novela histórica, situada a finales del siglo XIX en Chile, y una portentosa saga familiar en la que reencontramos algunos personajes de Hija de la fortuna y La casa de los espíritus, novelas cumbres en la obra de Isabel Allende. El tema principal es la memoria y los secretos de familia. La protagonista, Aurora del Valle, sufre un trauma brutal que determina su carácter y borra de su mente los primeros cinco años de su vida. Criada por su ambiciosa abuela, Paulina del Valle, crece en un ambiente privilegiado, libre de muchas de las limitaciones que oprimen a las mujeres de su época, pero atormentada por horribles pesadillas. Cuando debe afrontar la traición del hombre que ama y la soledad, decide explorar el misterio de su pasado. Una obra de extraordinaria dimensión humana que leva la narrativa de la autora a cotas de perfección literaria.”

No podéis imaginar mi sorpresa cuando me enteré de que este libro juntaba (a su modo), los clanes familiares de La hija de la fortuna y de Lacasa de los espíritus. Dos libros que disfruté mucho en mi adolescencia que, quizás, debería revisitar en algún momento. Retrato en Sepia cubre el gap de años que hay entre las dos novelas, entrelazando ambos trasfondos para delicia de los que disfrutamos con las dos novelas previas. Así pues, sirve de vehículo para generar una trilogía de libros, sin que por ello dejen de funcionar como stand alone.

El personaje principal sobre el que se articula toda la acción es la joven Aurora del Valle, una chiquilla inquieta que tiene la suerte de criarse en una familia relativamente acomodada, en el San Francisco de finales del XIX. Su ansia de aprender se combina con sus ganas de vivir una gran aventura amorosa, pero queda lastrada por un trauma del que no conoceremos su causa hasta bien entrada la novela. Este enigma es uno de los principales motores del libro y hacen de Aurora un personaje interesante.

Sin embargo, mi personaje favorito es la imponente matriarca de la familia, Paulina del Valle. Es una auténtica Big Mamma que ha conseguido vivir como le ha dado la gana, derribando cualquier barrera que la vida le ha impuesto. Su último sueño se hace realidad cuando acoge bajo su manto a su sobrina Aurora, a la que cuida y protege como una hija, guiando su vida para conseguir la máxima felicidad. Es un auténtico carácter que se hace querer a pesar de su arrogancia y coquetería, con un deje feminista inconsciente (el feminismo como tal todavía no se ha inventado) para su vida, pues es claramente consciente de que ningún hombre va a determinar qué debe hacer ella con su vida. Me resulta especialmente curioso que esa mentalidad cuadre (y lo hace) con el esfuerzo que realiza para convertir a Aurora en una casadera deseable a la que incluso hace desfilar en busca de candidatos, pues considera que lo mejor para su ahijada es conseguir un buen partido que le permita tener “un cuarto propio” para sus inquietudes, aspecto harto difícil en la sociedad de finales del XIX. Con el tiempo su familia se une tangencialmente con los Del Valle de La casa de los espíritus, de los que Paulina es una antecesora que se recuerda con cariño.

Los fans de Hija de la fortuna no quedarán defraudados cuando vean aparecer tanto a Eliza Sommers como a Tao Chi’en, abnegados héroes de la novela previa. Gracias a los conocimientos médicos de este último, la ahora madura pareja sobrevive en el Chinatown de San Francisco, dónde se mezcla su reputación de curandero con las miradas de desaprobación que provoca la presencia de Eliza en el barrio. Evidentemente, el racismo de la sociedad  se traduce en un tratamiento similar en las zonas de mayoría blanca, lo que hace difícil la vida de esta pareja mestiza.  Los diferentes sucesos impiden que puedan cuidar de su nieta Aurora del Valle, lo que acaba provocando que ésta acabe bajo la férrea tutela de Paulina.

En sí, el libro está dividido en tres partes muy diferenciadas, casi como tres mini-novelitas que tienen la casualidad de estar protagonizadas por los mismos personajes. El dulce savoir-faire de Allende está bien presente, imbrincando la novela con la historia de Chile o San Francisco. Me encanta el tratamiento que se da a las historias más grandes que la vida que suele realizar, mostrándonos los sueños y las pasiones de los protagonistas, contadas a través de la memoria, después de pasar por el filtro de la nostalgia, todo con el objetivo de encontrar lo que constituye la felicidad. Siempre de fondo está el tema de los derechos de las mujeres, presente en todo momento sin que la novela vaya de ello en ningún momento. La prosa de Allende no deja de encantarme, especialmente sus descripciones repletas de detalles sensoriales, pues parece que podemos oler la brisa del mar, sentir la calidad de los tejidos delicados, sufrir el calor tropical, oír la cacofonía de un bullicioso mercada, y probar las hierbas o especias de la cocina china o chilena.

El conjunto de la trama de Retrato en Sepia empieza cuando Aurora tiene cinco años, y Eliza Sommers, viuda reciente, la entrega a Paulina del Valle para que la críe. Paulina acepta extasiada el tener una pequeña a la que mimar, accediendo con la condición de que Eliza no intente contactar con la pequeña. Al poco tiempo, algo ocurre con Aurora y los Del Valle marchan a Santiago de Chile para superar el trauma que ha provocado un casi total borrado de las memorias de Aurora.

Paulina malcría más que cría a Aurora, concediéndole todos los caprichos, rodeándola de inquietudes culturales sin fin, atendida por profesores particulares sin contacto con la escuela. A los trece años entra como aprendiz de un fotógrafo profesional, al que rápidamente sobrepasa. Una vez Aurora se acerca a la edad casadera, Paulina entiende que tanto amor por la fotografía puede dañar sus perspectivas matrimoniales, por lo que la embarca en un viaje de dos años a través de Europa, con el doble objetivo de mejorar la salud de Paulina y encontrar un buen partido para Aurora.

La tercera parte focaliza en el matrimonio de Aurora con Diego Domínguez, con todas las vicisitudes que ello implica. De fondo, nos sitúa como Paulina instala a Severo y Nívea del Valle en una empresa vinícola poco antes de morir, justo como los encontramos en La casa de los espíritus. Finalmente, como suele ser habitual en Allende, tenemos un giro final que provee de un momento de revelación y explica todos los secretos que permanecían ocultos hasta ahora.

La característica más distintiva de la obra se halla en el amor de Aurora por la fotografía, que no abandona en ningún momento del libro. A través de él, Allende se permite retratar el mundo que rodea a los protagonsitas y profundizar en las dificultades de una sociedad que cambia continuamente pero que siempre mantiene a las mismas personas sufriendo. Allende realiza un gran esfuerzo para transmitirnos todo lo que significa cada foto, yendo más allá de los “retratos en sepia” de las vidas que Aurora fotografía, un detalle muy logrado.

Una vez leído, el lío con las familias puede ser considerable, especialmente si no acabas tener frescos los libros que rodean a Retrato en sepia. Echo de menos no haber tenido un árbol genealógico con el que guiarme.

Al final, se trata de un libro canónico de Allende: la historia vibrante de una dinastía familiar como bien sabe hacer esta autora. Su identidad de libro entre historias le quita consistencia por sí mismo, perdiendo argumento en favor de añadir trasfondo a las novelas precedentes, lo que fácilmente sabe a poco. A pesar de ser predecible es agradable de leer, pero no deja de ser un libro del que dices “está bien, y ya”. Puede interesar a completistas de la autora, o a gente que quiera saber más de las familias que habitan los libros más importantes que la rodean.

Nota: 6
Nota goodreads: 3.94

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