viernes, 30 de septiembre de 2011

Bob Esponja: La película


A ver, ¿quién no conoce a este personajillo? El dibujo de moda en los últimos años entre los niños pequeños hace el salto a la gran pantalla a lo grande. En esta película Bob Esponja está impaciente debido a la inauguración del Cangrejo Burger 2. La espera con ansia porque espera ser convertido en el nuevo manager de la tienda. Mientras tanto, el malvado Plancton roba la Corona al Rey y nuestro “querido” amigo no tendrá otro remedio que poner en peligro su vida para recuperarla.

Para todo aquel que ya sea habitual de la serie, no se encontrará con ninguna sorpresa. Es un capítulo que dura 80 minutos en vez de 20. Bob Esponja está plagado de un humor muy absurdo, sobrepasando todo el rato la fina línea que hay entre la estupidez y la genialidad con continuos giros a un lado y otro. Es evidente que es una película para niños y como tal hay que entenderla. Teniendo en cuenta ese factor, mi impresión es que se trata de una película buena.
La historia es simple, pero suficiente para conseguir una película de 80 minutos sin notar que se estire en exceso. Evidentemente, como en toda película para niños, se destacan los valores del desinterés, la valentía a pesar de las inseguridades, el espíritu inclaudicable de querer vencer las injusticias, etc.
Además, tenemos una batería inacabable de gags que se suceden a una velocidad vertiginosa -demasiada, en algunos momentos-. Algunos son realmente buenos, geniales; otros son muy infantiloides y abundan también aquellos que son tan chorras que sobrepasan la estupidez en mucho. Hay momentos grotescamente psicodélicos, lo que puede echar para atrás a muchos adultos. -Aunque el chiste del Hasselhorf o la borrachera de azúcar son memorables-.

No obstante, tenemos una historia que funciona muy bien para un niño. No es para ponerse a juzgar la abundancia de incongruencias y licencias que hay en la cinta, que es una película para niños y son permisibles. Definitivamente para los pequeños es una película para ser vivida intensamente por el entretenimiento, el colorido, el humor inocente y un ritmo frenético que no decae en ningún momento.

La animación es correcta. No es precisamente espectacular, pero es obvio que no es mejor a causa de la incompetencia sino porque no se han querido molestar más en mejorarla, ya que así ya les va bien. La mezcla de imágenes reales con animación es algo cutre, pero sigue las mismas razones: ya les sirve para lo que quieren. Aparte, un niño no es tan exigente en estas cosas.

La banda sonora está muy bien escogida, con mucho brío y energía. Además la canción final  es una sorpresa espectacular. ¡Que hay que educar a los niños en la buena música y ponerles rock desde pequeños!

Nadie que vea la película podrá quejarse de aburrimiento -vale que alguno puede ofenderse de lo absurdo del humor-. Esta cinta es muy divertida a su modo y tiene el acierto de introducir una moraleja y a la vez reírse de ella, sin quedar ni muy cínica ni demasiado sensiblera (¡que aprenda Dreamworks!). Es de lo más parecido a una película de humor absurdo en la línea de los Looney Tunes que se haya hecho últimamente, una corriente desgraciadamente poco extendida en animación, donde siempre se piensa que hay que incluir mensajes "disneyanos" para educar a la chavalería.

No llego a dudar en absoluto que los niños más pequeños disfrutarán mucho de esta película, y es recomendable pero con reservas de la edad y la etapa evolutiva por supuesto. En definitiva, una película estimulante para los más pequeños, quienes pueden aprovechar esta oportunidad para pasar un buen rato bien acompañados por una cinta llena de las emociones más simples de la vida. Una chorrada estimulante y divertida, pero una chorrada al fin y al cabo.

Nota: 5 (para niños, es una gran película. Para un padre… tiene algunos chistes).
Nota Filmaffinity: 6.3

martes, 27 de septiembre de 2011

Ilión: El asedio (Dan Simmons)


Título: Ilión I: el asedio
Autor: Dan Simmons
Título original: Ilium

“Asistimos al desarrollo del asedio de Troya guiados de la mano del erudito Thomas Hockenberry. Se trata de un personaje misteriosamente revivido y presente en este Marte del futuro, cuyo Monte Olimpo se ha convertido en la morada de los posthumanos, quienes, con nombres como Zeus, Palas Atenea, Ares y otros ya conocidos, se comportan como los dioses de la saga homérica. Hockenberry tiene como misión contar si lo que ocurre ante las murallas de Troya se ajusta precisamente a lo narrado por Homero y, desde el distanciamiento del estudioso, nos proporciona además, una sugerente lectura comentada de la Ilíada.

Con esta contraportada tan sugerente, es evidente que el libro tiene su gracia. Y tiene más porqué ésta es solamente una de las tres tramas que conforman la novela.
La primera es la ya descrita: una guerra de Troya escenificada en el planeta Marte en la que los Dioses no son más que seres tecnológicamente más avanzados que “juegan” a la guerra con los humanos, siendo lo que siempre han sido los dioses griegos: Niños malcriados con mucho poder. Las armas mágicas son simplemente de una tecnología más avanzada, y los “toques divinos” son chutes en forma de nanomáquinas de combate que convierten al Diomedes de turno en un Terminator. Para explicarnos la historia tenemos a los escólicos: estudiosos de la Ilíada de nuestra era que han sido resucitados debido a que su conocimiento sobre los hechos que han de ocurrir los hacen de vital importancia para el juego de los Dioses. Contemplamos los hechos desde el punto de vista de Hockenberry, que nos narra las cosas al mas puro estilo de comentarista deportivo, añadiendo una interpretación desde un punto de vista “actual” y entreteniéndose en explicar las imágenes de la Ilíada y las polémicas en torno a la obra, como si fuera una lectura comentada, pero que luego se puede cotejar con la “realidad”.

La segunda trama es la de los Moravecs -aficionados a la robótica, atentos-, que son unos seres semiorgánicos, sentientes y autónomos, originalmente humanos pero que han evolucionado por separado en las lunas de Júpiter. El gobierno local ha detectado una serie de radiaciones cuánticas provenientes de Marte y deciden enviar una misión de “exploración” para investigar que ocurre. Los cuatro integrantes de la operación saben de su peligrosidad y son conscientes de que es poco probable que vuelvan a casa. No obstante, harán lo que puedan por llevar a cabo la misión con éxito.

Finalmente, la tercera trama ocurre en la Tierra aproximadamente en el año 15.000. Los humanos viven una existencia parecida a la del “Mundo Feliz”, pero con menos sustancia aún. Han perdido cualquier interés por cualquier cosa que no sea pasárselo bien y dependen de los servidores robóticas para todo. Ignorantes del mundo que los rodea, viven su corta existencia de manera plácida en sus hogares. Pero un grupo de ellos se vuelve consciente e intenta investigar porqué el mundo es como es. Poco a poco empiezan a darse cuenta de que la realidad en la que viven ha sido puesta ante sus ojos y la vida fuera de sus ciudades no tiene nada que ver con lo que les habían explicado.

Al principio del libro, cada una de estas tramas es totalmente independiente y no hay la más mínima relación entre ellas. Sin embargo, a medida que avanza la novela, se empiezan a ver indicios de una cierta interconexión, pudiéndose atisbar apenas la madeja que ha tejido Simmons para hilar las tres historias. Debo reconocer que inicialmente la trama más floja es la de los humanos, un tanto insulsa en sus primeros capítulos en comparación con la guerra de Troya en Marte o los preparativos y desventuras de la expedición de los moravecs (y sus discusiones literarias). No obstante, luego la trama coge más fuerza y gana mucho interés.

El mayor problema que he tenido con el libro es que está partido por la mitad. Ilión: el asedio es la mitad del libro escrito por Simmons que la editorial española decidió publicar en dos partes -porqué sale más rentable-. Todas las tramas quedan cortadas en seco al acabarse el libro. No hay el más mínimo tipo de conclusión o de dejarte las cosas en el aire. Simplemente, el libro se acaba a mitad de historia, dejando todo colgado, por lo que me tocará coger la segunda parte para ver como sigue la cosa.

Hay un par de cosas a destacar:
Sus personajes son realmente sólidos. Están fantásticamente esculpidos, con personalidades muy bien conseguidas, amplias dosis de matices y evoluciones muy trabajadas sin incoherencias.
En cuanto cogen ritmo, las tramas son espectaculares, no dejándote apenas un momento de respiro. Las tres tramas son completamente diferentes en cuanto a estilo, pero todas tienen una dosis de carisma y épica que hacía tiempo que no veía -vale, hace un mes, pero llevo una muy buena racha-.

Los estilos de las tramas están muy bien reflejados, pues a su modo, son novelas “casi” independientes -no lo serán en un futuro, supongo, pero por ahora lo son-.
La guerra de Troya es una novela bélica con un narrador muy cachondo, en la que los Dioses y los Griegos le añaden un punto de carisma impagable.
La expedición moravec es una novela de aventuras de ciencia ficción clásica, con una ambientación futurista que contrasta con las dudas existenciales de los protagonistas, con frecuentes digresiones filosóficas bien entrelazadas con la historia.
La tierra humana recuerda en muchas cosas a algunas novelas de ética y sociedad situadas en un momento futuro, estilo La máquina del tiempo o Un mundo feliz en que se describe largamente cómo está organizada la sociedad y cual es el sentido de la existencia (42, siempre) de los humanos. Es la más descriptiva y ello provoca que al principio tenga poco fuelle respecto a las otras historias.

En cuanto a los personajes, dividámoslos por tramas:

Troya

Thomas Hockenberry: Profesor universitario, relativamente entradito en años que ha sido resucitado para ser testigo de aquello que ha sido su obsesión durante toda su vida. Lo que en un principio le llena de excitación -poder ser testigo de la guerra- poco a poco empieza a hastiarle. Retransmite las batallas tal como se haría con un partido de fútbol y se permite entretenerse en añadir comentarios que son como las anotaciones que tiene todo libro comentado. En todo momento te va relacionando lo que ve con imágenes actuales, mientras explica lo que ve. Además, sus comentarios pasadísimos de vueltas contienen unas dosis de retranca bien metida y, cuando su situación se vuelve desesperada, es capaz de evolucionar y actuar a pesar de estar “manchando sus calzones” (sic).

Aquiles: Siendo uno de los mayores responsables de la Guerra, es evidente que va a tener mucha importancia. Sus habilidades en combate lo convierten en una picadora de carne si los dioses no están cerca. Adorado y temido, es de los pocos con voluntad de desafiar a los dioses si la situación lo requiere. Es una montaña de músculos sin mucho cerebro, pero con unas dosis de inconsciencia apoteósicas. “un Schwarzenneger revivido” (sic).

Helena de Troya: Es el botín de la guerra. Martirizada continuamente porque su belleza es la causante de toda la matanza, no desea otra cosa que la paz entre los dos pueblos. No obstante, no olvida que teniendo una belleza “mas allá de toda mi capacidad literaria, tanto es que los hombres eyaculan a su paso” (sic) es muy capaz de mandar sobre la voluntad de los hombres, si la ocasión lo requiere.

Dioses griegos: aquellos que saben un poco de mitología clásica ya los conocerán. Son unos adolescentes salidos con unas maquinitas muy chulas. Maniáticos, obscenamente orgullosos, borrachos de poder… son descritos en todo momento como seres con un aura de poder tan grande que provocan adoración. Cuando Zeus, Atenea, Afrodita o Ares están interviniendo, hablando o luchando, la sensación de arrogancia divina que desprenden es de una rotundidad impresionantemente bien conseguida. Imponen. “Al aparecer Ares, el mundo se detuvo. Estaba hablando un DIOS” (sic)

Moravecs

Mahmut de Europa: Es el piloto de la expedición, un avezado piloto de los mares submarinos de la luna congelada de Europa que, en su tiempo libre se dedica a analizar la obra de Shakespeare con una dedicación que sobrepasa en mucho la obsesión. A través de sus análisis, intenta descubrir que es lo que significa ser Humano y, a partir de ello intentar ser mejor “organismo” sin por ello dejar de lado su misión. Generoso y de buen corazón, tendrá problemas de conciencia al enterarse de que la operación es militar.

OrPhu de Io: Un moravec proveniente de un ambiente extremadamente hostil como es Io. Es el mecánico de la expedición a pesar de ser grande y torpe. Siempre alegre y optimista, con un chascarrillo a punto en todo momento, actúa a modo de voz de la conciencia del grupo. A diferencia de Mahmut, no está obsesionado con Shakespeare, sino con En busca del tiempo perdido de Proust por las mismas razones que Mahmut, con lo que tiene material para discutir y divagar, incluso en los momentos más inoportunos.

Tierra

Herman: Quizás el único humano vivo con capacidad de leer y, sobretodo, con ganas de aprender porqué la sociedad ha sido diseñada tal como es. Científico obsesivo, empieza a desarrollar sentimientos tales como la amistad y la cooperación al verse obligado a colaborar con un grupo de gente para descubrir la verdad

Daeman: es un joven seductor encantado de llevarse a todo lo que pasa por delante a la cama. Orgulloso de su ignorancia, se ve atrapado en una aventura en la que tendrá que dar todo de sí para poder sobrevivir y desentrañar la verdad escondida en su mundo. Al principio es odioso, pero poco a poco va cogiendo gracia.

Ada: Una chica joven e ingenua, pero que es consciente de que hay algo que no funciona tal como debería, aunque no sabe que es. Se debate entre un amor más físico y otro más intelectual con los dos anteriores personajes. Valiente y decidida como pocas, es quién mantiene el grupo unido.


Indudablemente, estos no son más que los principales personajes. El libro tiene una gran cantidad de secundarios, todos ellos con personalidad propia, sin necesidad de recurrir a clichés. No los pongo todos porque si me paro a explicar la personalidad de cada uno lleno páginas y páginas y se me os morís de asco. Baste decir que están muy bien pensados y escritos.

Una vez situadas las tramas -que es más o menos la mitad del libro-, empiezan a pasar cosas en serio. En Troya, poco a poco los sucesos se van separando de los hechos descritos en la Ilíada (Hockenberry mediante, o no, ¡metepatas!) y a medida que avanza, la cosa se va saliendo de madre -y más que lo hará-. Con los moravec, el detonante se produce al llegar a Marte y ver como está el percal -sin acercarse al Monte Olimpo, ojo-. Y luego en la Tierra, una vez dejan de discutir lo que saben de cómo está hecho el mundo y empiezan a investigar, la cosa pasa de ser interesante a ser espectacular.

Aparte de su talento a la hora de construir personajes y contar historias, hay algo en lo que Simmons es muy bueno: crear momentazos épicos. A lo largo del libro se van viendo momentos en los que el autor se queda realmente muy a gusto, y uno, como lector, puede disfrutar de sus idas de olla. Sobradas entre dioses, actuaciones bélicas un tanto pasadas de vueltas, personajes que se quedan con todos… Para muestra: hay un momento en que Ulises pregunta qué hay de comer. Como el menú es la misma comida de siempre, decide irse de caza para buscar Aves Terroríficas (unas macrauchenia, no, no preguntéis que hacen dinosaurios por ahí). ¿Qué necesidad había de ello, aparte de que Simmons quería quedarse a gusto viendo como Ulises se luce matando avestruces prehistóricas? Lo mejor es que no es una de las sobradas más espectaculares, que las hay para todos los gustos.
Además, en la Tierra del futuro, Simmons se divierte mucho describiendo lugares sin decirte qué son, pues sus habitantes lo han olvidado, así el lector avispado puede entender que está hablando de Notre-Dame, el Golden Gate y monumentos similares. En algunos momentos te mete unos goles muy bien metidos.

Simmons es un autor largamente aclamado tanto por la crítica como por el éxito en las ventas. Pero no recomiendo el libro por ello. Lo recomiendo sobretodo por su eclecticismo; por su falta de pudor a la hora de meter en la coctelera todo lo que se le viene a la mente y conseguir un buen resultado; por mezclar con maestría géneros y subgéneros como la space-ópera, el cyberpunk y la ética futurista; por beber de las fuentes mitológicas y religiosas; por ser tan extremadamente original siendo tan conservador; por crear personajes entrañables, mundos espectaculares, sociedades increíbles…

Ilión: el asedio ha sido un delicioso trago refrescante absolutamente adictivo. Una novela muy diferente y agradablemente absorbente, con unos momentazos espectaculares. A ver, ¿a quién se le ocurriría poner a dos robots discutir sobre ética humana en la literatura de Proust y Shakespear y hacerlo de forma amena y creíble? ¿Y qué tiene eso que ver con el asedio a Ilión y los humanos de un Mundo Feliz? Nada, y avanzando el libro, tampoco mucho, pero poco a poco las piezas van encajando magníficamente, al menos hasta donde el mutilado libro permite.

Nota: 9
Nota amazon: 4.29/5

Mi recomendación -a la espera de conseguir la segunda parte- es que cojáis las dos y os las leáis del tirón, que quedarme cortado así ha sentado muy mal.

martes, 20 de septiembre de 2011

Ice Age 3: El origen de los dinosaurios


Tercera parte de esta divertida saga de animales en la edad de hielo. La extraña manada formada (ahora) por 2 mamuts, 2 comadrejas, un tigre dientes de sable y un perezoso sigue sus aventuras en el valle. Mannie y Ellie están nerviosos, ya que esperan un bebé en breve. Mientras tanto, Diego se siente mayor y quiere marcharse, y Syd tiene envidia de los mamuts y quiere tener pequeños también. Mientras vaga por la nieve, encuentra unos huevos de dinosaurio que curiosamente dan lugar a unos pequeños T-Rex. Los problemas vendrán cuando mamá Rex quiera recuperar a sus crías, secuestrando a Syd de paso. Sus amigos no tendrán más remedio que adentrarse en el peligroso mundo perdido de los dinosaurios para rescatarlo. Mientras tanto, Scratch sigue con sus desventuras bellotiles, aunque ahora se le une una ardilla sexy que le hará replantearse sus prioridades “a su manera”.

La película dura en su totalidad 80 minutos, siendo la más corta de toda la saga. A decir verdad, incluye dos historias completamente paralelas que se van entrelazando, cambiando de una a otra según convenga.

Por un lado tenemos las aventuras de Syd y su cuadrilla, que transcurre por un registro de cine de aventuras con una buena dosis de chistes divertidos. El recurso de añadir dinosaurios al juego constituye un tópico bastante manido y es una buena muestra del agotamiento de la saga, aunque la historia es inferior a las anteriores partes -tampoco es que fueran nunca grandes historias- sirve de excusa para una buena sucesión de gags absurdos que siguen funcionando. Algunos ya están repetidos de otras películas, pero hacen gracia igualmente. Una buena sucesión de guiños bien metidos y chistes varios hacen que los cuarenta minutos de desventuras de Syd y compañía pasen rápido.

Por otro lado, están los verdaderos protagonistas de la película: Scratch y su bellota. En la Fox se han dado cuenta de la gracia que hace la ardillita desventurada y le han dado cancha a lo bestia, acumulando una buena cantidad de minutos. Y vaya si los aprovecha. Su historia contiene los mejores gags de la película, estirados hasta lo imposible para disfrute de los fans, consiguiendo momentos absolutamente descacharrantes.

La fórmula empieza mostrar signos de agotamiento, ya que ha sido necesario forzar la mezcla de dos cortos para que la película llegue a la duración necesaria. La historia es casi inexistente en ambos cortos ya que la inclusión de los dinosaurios es una mera excusa para alargar la historia y Scratch no tiene historia como tal. No obstante, los chistes siguen funcionando y continúa haciendo reír mucho. Un defecto añadido es el hecho de que la trama de Scratch es mucho más divertida, provocando que a veces estés más rato esperando que vuelva a salir antes que disfrutando de las desventuras de Syd y compañía.

Técnicamente, se nota mucho el paso del tiempo y la película es muy superior gráficamente a las anteriores partes -especialmente a  la primera, a la cual ya se le notan los años -. La sustitución del hielo por la jungla permite la inclusión de gran cantidad de detalles y guiños por toda la pantalla, que se agradecen y hacen la película mucho más agradable.

No deja de ser lo que intenta ser: una película cortita para reir a mandíbula batiente un rato, con un entretenimiento intrascendente. La historia -como en anteriores partes- es casi inexistente y en muchas ocasiones recurre a escenas de películas anteriores pero nos deja mucha diversión, humor en la tradición de la Warner, muchas caídas y diálogos ágiles, con un nivel técnico más que notable, eso sí, sin llegar a sorprender. Pero bueno, Scratch sigue haciendo de las suyas, y eso puede llegar a ser suficiente.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.5

Me resulta difícil buscar la excusa argumental para realizar una cuarta película -que está en producción-, pero mientras los chistes sean igual de buenos, servirá para mantener el listón. Sólo espero que no se convierta en una saga agonizante como Shrek.  

Si alguien puede entender a qué viene el título, que me lo diga. Yo no lo entiendo.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Terciopelo azul


Es un día soleado, calmado y casi idílico. Todo parece armoniosamente en calma. Pero ¡ay! un ataque al corazón golpea a un simple ferretero, llevándolo al borde de la muerte. Su hijo, Jeffrey Beaumont, va a visitarlo al hospital. Al volver hacia casa, encuentra una oreja humana en el suelo. La lleva a la policía, que le recomienda que se olvide de ello. Pero Jeffrey quiere saber de dónde viene esa oreja y empieza a investigar por su cuenta, adentrándose en un mundo extraño y sórdido, muy parecido al suyo, pero perversamente malvado.

Lo primero que es necesario tener en cuenta -y no olvidar en ningún momento- es que el director de esta película de David Lynch, uno de los mayores bichos raros del cine. El desarrollo de la película es ciertamente diferente. A Lynch siempre hay que cogerlo con ganas y estar preparado mentalmente para lo que te va a contar, que siempre es un plato de difícil digestión, denso, confuso y onírico, cercano a un sueño perverso.

ACTORES: En cuanto a los actores, reina un tanto la confusión. El guión es tan surrealista que es evidente que los actores no saben por donde cogerlo. Rossellini es la que sale mejor librada, construyendo un personaje desesperado y excentrico relativamente bien logrado. MacLachlan, que interpreta a Jeffrey, crea a un personaje enigmático, a medio camino entre la inocencia y la oscuridad, mojigato pero pervertido, muy confuso. Hopper y Dern acaban haciendo caricaturas de sus personajes, especialmente Hopper, con un personaje demasiado histriónico y exagerado como para tomar con un mínimo de seriedad, quedando a medio camino entre el ridículo y la grosería.

DIRECTOR: Lynch tiende a ser un director bastante indigesto. Nadie puede discutir su genialidad ni su gran capacidad para hacer lo imposible, pero en muchas ocasiones peca de ser deliberadamente confuso y surrealista. En esta película juega a mezclar dos mundos cercanos: un mundo “normal” donde todo es luminoso, bonito, esplendoroso… un mundo en el que dos universitarios se conocen y empiezan a cortejarse y quizás emprender un futuro en común; y un mundo “oscuro” que existe, oculto y extraño a nuestros ojos, donde se esconden todas nuestras perversiones, aquel en el que impera la violencia, el terror y la locura, pero los hombres son libres de hacer lo que desean. El autor juega a mostrarte lo juntos que están estos dos mundos, en el que el hallazgo de la oreja sirve de nexo, de puerta de entrada para que un joven inocente -o no tanto- descienda del sueño americano hacia la suciedad de los bajos fondos, que se encuentran simplemente atravesando un portal. Una vez que cruzamos el portal, pasando a través del terciopelo azul, nos adentramos en un ambiente donde la perversión se respira, a pesar de que pueda parecer que nada ha cambiado. En un momento, podemos contemplar como todo es absurdo, desquiciado, perverso y perturbador. Lynch es un maestro en el arte de la perversión. No muestra nada, apenas te permite atisbar, pero consigue dotar a toda la película de un ambiente de confusión único. Es ciertamente diferente, una locura maestra, aunque esté realizada al servicio de la nada.

GUIÓN: El inicio es ciertamente poético y, si te pilla con la disposición adecuada, poderoso. A medida que se desenvuelve la trama, las cosas empiezan a ocurrir de una manera bastante ilógica, desordenada y tendiente a la confusión. No es que esté mal hecha, es que es justamente la intención del autor: crear una película diferente, jugando en todo momento con la dualidad de los suburbios y el mundo normal. A ratos delirante, a ratos insulsa, a ratos genial, la genial estructura narrativa tiene momentos intensos y perturbadores -la violación de la cantante, o la primera visita de Jeffrey al apartamento-, con una gran calidad en la construcción de las escenas, técnicamente impecables… Al servicio de una historia con poco carisma, en la que importa mucho más el jugar con las dualidades, las sensaciones y los sueños.

¿es una película mala? Ni por asomo. Lynch construye todas las escenas a la perfección. Técnicamente es perfecto, magistral. La manera de encarar cada escena es magnífica. En cada letra del texto, en cada escenario, en cada gesto hay un mensaje escondido, una invitación a entrar en el extraño y confuso mundo de Lynch. ¿es  una película buena? Es difícil decirlo. Lynch es diferente, especial. En sus películas, todo está calculado hasta el más ínfimo detalle, no deja absolutamente nada al azar. Es único, pero está como una cabra. Prácticamente nadie es capaz de hacer películas como él, aunque ello no significa que la película pueda gustar. En su mundo, es sorprendente con qué poco es capaz de tanta perversión. Sus desvaríos te llevan a pensar, indefectiblemente: “Qué mal está este hombre”.  No son extrañas, a veces, las ganas de tirar sus películas a la basura.
En este caso, es necesario aclarar para aquellos que teman que esta película sea un insoportable desvarío más del director, que el filme no es tan enrevesado ni tan simbolista como otros que de su autoría. Ello es ya un aliciente, pues la película tiene un ritmo saludable y ejerce una magnética y natural atracción por desvelar el misterio que desarrolla. Claro que quedarán dudas en el tintero, pues Lynch no es un director que te brinda el desenlace digerido, pero al menos la película no escapa por universos oníricos que irriten y que den ganas de “linchar” al querido David y abandonar la proyección.
La historia es bastante “convencional” por tratarse de una cinta dirigida por Lynch, para algunos ello es saludable y para otros más adeptos a lo críptico sea una tremenda decepción. Las circunstancias siguen una investigación sobre un caso oscuro donde pareciera que hay muchos secretos y personajes enigmáticos y a la vez amenazadores.
El director le imprime a su filme una atmósfera sensual y perversa, va generando un in-crescendo de la atención del espectador. Lamentablemente el desenlace no aporta muchas satisfacciones como para desahogar la tensión y el acertijo que se fue construyendo durante el metraje.

Es uno de los Lynch más asequibles para el público, pero  sigue siendo Lynch. Raro, perverso y desasosegante.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 7.5

sábado, 17 de septiembre de 2011

Sunset Park (Paul Auster)

Título: Sunset Part (en català)
Autor: Paul Auster

“Miles Heller, un joven enigmático de veintipocos años, se ha enamorado de una chica menor de edad. Hundido por el sentimiento de culpa a causa de la pérdida de su hermano, hace siete años que vive como un fugitivo y no se comunica ni con su padre -un editor independiente que intenta desesperadamente salvar su matrimonio y su negocio, además de intentar restablecer la comunicación con su hijo- ni con su madre, una reconocida actriz.
Ahora vuelve a Nueva York y, mientras espera que su amada sea mayor de edad, vive en una casa abandonada de Sunset Park, en el corazón de Brooklyn, con un grupo de jóvenes: Bing es percusionista y trabaja en el Hospital de las Cosas Rotas; Ellen es una artista melancólica que vive obsesionada por visiones eróticas y Alice, una estudiante que está a punto de acabar la tesis.”

En el texto de contraportada el libro queda bastante bien explicado. El libro cuenta exactamente eso.  Somos espectadores de un momento preciso y exacto de la vida de todos los personajes. No sabemos mucho de cómo han llegado a esta situación, pero Auster, con apenas dos líneas, nos da pistas suficientes para que deduzcamos todo lo que les ha ocurrido en el pasado y podamos intuir que ocurrirá después de los hechos acaecidos en el libro. Además, está situado en esa Nueva York tan cosmopolita, grande y pequeña a la vez, tan misteriosa y carismática que conquista a la mayoría de sus visitantes. Esa atmósfera que desprende la ciudad real está maravillosamente representada en el libro.

Con unas pocas pinceladas bien realizadas, Auster te describe magníficamente a cada personaje. Todos ellos han vivido y por tanto, tienen heridas provocadas por el simple hecho de estar vivos: el trauma de perder a tu hermano, los remordimientos de no haber podido cuidar de tu hijo como hubieras deseado, el dedicar todo tu tiempo a una investigación sin saber si servirá para algo… Sus situaciones, sus diálogos -a la manera de Auster- son próximos, reales y vívidos. Por todo el libro hay una serie de imágenes que nos recuerdan que estamos vivos, que estos son los mejores años de nuestras vidas -todos aquellos en los que estamos vivos- por malos que sean los momentos que estemos pasando, por mal que vaya el país, estamos vivos y eso es ya motivo de alegría. El tema de tesis de Alice, la obra que prepara la madre de Miles, la crisis matrimonial del padre… están plagados de bellas metáforas que aderezan la narración y convierten su lectura en un delicioso placer, como ese pastel de bizcocho de chocolate, recubierto de chocolate negro el cual, al morderlo, descubres que guarda en su interior una sabrosa sorpresa en forma de chocolate fundido…

Realmente me gusta este autor. Sabe dotar de una cierta aura de magia que impregna cada uno de todos los momentos cotidianos que nos describe. No sé muy bien cómo lo hace, pero sus pequeñas historias, contadas como las cuenta, me llegan a emocionar. Es como escuchar una composición musical con muchos interprétes, perfectamente orquestada, donde hay ciertas melodías y motivos que se van repitiendo con deliciosas variantes agradablemente elaboradas y escogidas.

Su narración fracturada, contada secuencialmente en puntos de vista de tercera persona (no se a que autor de Poniente me recuerda…) envuelve y entrelaza varios elementos: la recesión económica, los problemas de encontrar piso, anécdotas deportivas (béisbol, que incluye muchos detalles sobre la importancia del destino en nuestras vidas), el clásico de Wyler Los mejores años de nuestras vidas, la desaparición de las editoriales pequeñas al no poder competir contra los gigantes, Matar a un Ruiseñor, y el Hospital de las Cosas Rotas, que repara aparatos de un mundo que fue y ya no es. Por otra parte, los temas que Auster siempre explora siguen estando presentes: la suerte y el azar del destino, la posibilidad de superar las tragedias del pasado, el arte, la soledad, la rebelión y el arrepentimiento, la capacidad de decidir tu propio destino… Siguen estando ahí, para reflexionar y disfrutar.

Es un autor con el que no puedo ser muy objetivo. Me encanta.

Nota amazon: 3.56/5

martes, 13 de septiembre de 2011

Reflejos


Kiefer Sutherland, el incansable personaje de 24, interpreta a un expolicía venido a menos que se ve obligado a trabajar de guardia nocturno en un viejo centro comercial incendiado. En la primera noche que baja a los subterráneos descubre que allí los espejos no son normales. Están manchados de huellas extrañas, se rajan y se recomponen espontáneamente y, sobretodo, los reflejos parecen tener vida propia.
A partir de ese momento, una serie de sucesos inquietantes empezarán a ocurrir a nuestro héroe y sus conocidos. Los reflejos están furiosos por algo, y quieren sangre…

Para los que no lo sepan, es un remake de una película surcoreana títulada Geoul sokeuro que según google translator significa algo así como Al otro lado del espejo. Así pues, es fácil imaginar que nos encontramos ante una versión -siempre espectaculares, ejem- de una película de terror asiática. En este caso, el autor la traslada a Nueva York y le añade un cierto toque de casquería gore que no pega demasiado con el ambiente de tensión que reina en la película.

ACTORES: A pesar de tener un personaje de lo más absurdo entre manos, Sutherland hace lo posible por hacer que su personaje sea creíble y, sorprendentemente, lo consigue en algunos momentos. El resto del elenco oscila entre lo patético y lo lamentable, sin hacer el más mínimo esfuerzo más allá de recitar sus diálogos.

DIRECTOR: Alexandre Aja se ha labrado una cierta reputación entre los aficionados al cine de terror -con dos películas gore y un remake relativamente decente-. Al menos por lo que se ve en esta película, ese prestigio es totalmente inmerecido. La película intenta crear climas de tensión (sin conseguirlo demasiado) por medio de subidas de volumen y gente que aparece de repente. A pesar de ello, los efectos son más bien bastante chusqueros y cutres, dando más pena que otra cosa. Además, las tres escenas totalmente gratuitas de casquería (la inicial, la del baño y la del sótano) destacan para mal en el tono general de la película siendo gratuitamente grotescas y desagradables en un film  relativamente suave. La escena del baño es de las cosas más estúpidamente patéticas que he visto en bastante tiempo y toda la lucha en el sótano es cuanto menos, extraña. Vaya con la super-abuela-demoníaca…

GUIÓN: En una película de terror sobrenatural, es de  esperar que haya ciertas licencias en cuanto a la realidad y se impongan una serie de normas “fantasmales” que expliquen lo que ocurre. El problema de esta película es que, una vez mostradas, el director se las salta a la torera para intentar alargar una película que no hay por donde cogerla (a partir de la inundación del piso, es un despropósito detrás de otro). La película intenta seguir el clásico esquema de la casa embrujada situándo los hechos en unos grandes almacenes destruidos -que no entiendo porqué hay que custodiar-, luego deriva en una especie de investigación criminal que no tiene el más mínimo interés y, cuando la trama está tan forzada que no da más de sí, manda todo a tomar viento y se dedica a hacer sustos continuamente hasta acabar en un WTF!? en toda regla.

Dentro de lo que es una película de terror, es de lo peorcito que he visto en bastante tiempo -y mira que el terror no suele entusiasmarme-. La trama es muy incoherente y desordenada, hay bastantes escenas que sobran y no aportan nada. No consigue transmitir la más mínima tensión y en bastantes momentos no provoca otra cosa que indiferencia. No es precisamente la mejor película de Aja -Las colinas tienen ojos es mínimamente decente-, aunque se agradece el esfuerzo de Kiefer Sutherland por al menos intentar hacer bien su trabajo.  

Nota: 2 (no le pongo un 1 porque Sutherland se lo curra y hay que valorarlo).
Nota filmaffinity: 5.4

sábado, 10 de septiembre de 2011

Noche en el museo


En Nueva York, el soñador, bienintencionado y desastroso padre de familia Larry -jo, últimamente todos los protas son así- se encuentra ante su última oportunidad. Debe conservar su recién conseguido trabajo como guardia nocturno en el imponente Museo de Historia Natural si quiere seguir viendo a su hijo. El trabajo que toma como un suplicio se torna pronto una delirante tortura al comprobar que por la noche todas las estatuas de cera del museo cobran vida y empiezan a hacer trastadas entre los muros del museo. ¿Qué es lo que ocasiona este divertido caos?

La premisa inicial de esta comedia es ciertamente imaginativa. Su planteamiento inicial hará las delicias de los pequeños y los no tan  pequeños. A diferencia de muchas comedias actuales de humor socarrón y de mal gusto, la película derrocha simpatía. Humor fácil, simple e idóneo para pasar un rato sin exigencias.

ACTORES: Ben Stiller es el amo de toda la acción. El personaje a interpretar es tan histriónico como siempre, con su arsenal inacabable de pantomimas y en esta delirante aventura hace su papel tan entretenido como siempre. Sin embargo, el resto del prometedor elenco (Robin Williams, Gervais, Owen Wilson…) realiza papeles bastante pasables. Con algo más de implicación o un director que los aproveche mínimamente, la cosa habría quedado mejor.

DIRECTOR: Recién casados, Doce en casa, La pantera rosa (la nueva con Steve Martin)... Son algunos de los títulos dirigidos por el realizador que nos ocupa, Shawn Levy. Noche en el museo también lleva su firma, y lo mejor que se puede decir de ella es que es divertida, no aburre demasiado y retoma el espíritu fantástico de las comedias de antaño, donde todo lo inimaginable podía suceder. Los efectos especiales están bien hechos y están al servicio de la película (y no al revés), lo cual es de agradecer. Después de un inicio ñoño y tonto, las escenas iniciales del museo donde las cosas empiezan a animarse están muy bien conseguidas. Los quince minutos en que un Stiller alucinado empieza a ver como todas las estatuas cobran vida son divertidamente delirantes. Lamentablemente, al pasar de ahí decae la cosa y se transforma en una serie de chistes más o menos engarzados con poco sentido. Hay historias que aparecen un poco porque sí, escenas que parecen inacabadas y una serie de comediantes de talento muy desperdiciados. La aparición del faraón y el posterior desenlace de la película es un cúmulo de tópicos más o menos manidos que podrían estar bastante mejor hechos. Pero Stiller sigue haciendo gracias y no se puede olvidar que es una película que simplemente busca entretener.

GUIÓN: Aparte de tener un director con poco talento, es en el guión donde la película tiene su mayor fallo. Una vez planteada la situación inicial (bastante bien, por cierto), la película no acierta a tener un argumento mínimamente sólido que explique o sirva de excusa para todo lo que va a venir luego (y queda 1h de peli). El ritmo desaparece, la película se llena de incoherencias y se dedica más tiempo a repetir gags -que siguen siendo graciosos- que a crear nuevos.
Como película, me recuerda mucho a “Jumanji”, que es una de esas fantásticas comedias fantásticas con un planteamiento original y espectacular, que sirven de delicioso camino a la fantasía y te hacen estar un par de horas riendo delante de la pantalla. El conjunto es muy inferior, la historia es casi inexistente y la dirección es pobre en el mejor de los casos. Se ven los mimbres de un tierno canto a la imaginación, con un brillante inicio pero con un guión que se queda en el planteamiento, la incompetencia del director le impide pasar de ahí, dando la sensación de que se podría haber hecho mucho mejor.
  
Sin embargo, la factura visual de la película, la originalidad del planteamiento y unos cuantos buenos gags descacharrantes hacen que la película inesperadamente funcione. En el caso de tener una tarde tonta con ganas de apagar el cerebro, es un perfecto medio para pasar una hora y media echando unas risas fáciles.

Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.3

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Homenaje a Cataluña (George Orwell)


Debo reconocer que me sorprendí mucho al ver que Orwell había escrito un libro titulado Homenaje a Cataluña. Habiendo leído los geniales 1984 Rebelión en la granja, me encontré intrigado por lo que este libro me iba a deparar. Se trata de un libro muy simple, pero del que se pueden comentar muchas, demasiadas cosas. Estoy seguro que dejaré muchos brillantes aspectos en el tintero y otros no los contaré tan bien como me gustaría. Debo decir que es un libro que me ha sorprendido mucho tanto en lo que cuenta como en cómo lo cuenta

Título: Homenaje a Cataluña
Autor: George Orwell
Título: Homage to Catalonia

“Cuando en julio de 1936 se produce el levantamiento armado fascista contra la República española, George Orwell decide viajar a España para trabajar inicialmente como periodista; pero las circunstancias le llevarán a enrolarse en las milicias del POUM. Como miliciano luchará en el frente de Aragón y será gravemente herido en la garganta, toma parte en los sucesos de Mayo del 38 en Barcelona; y, como sus compañeros del POUM, sufrirá persecución por parte de los estalinistas del PSUC y se verá obligado a huir de España, atravesando la frontera como un simple turista. En 1938, cuando aún no había llegado a su fin la guerra civil, escribe Homenaje a Cataluña, donde relata sus experiencias en la Revolución española.

En el argumento se puede leer lo que principalmente es el cuerpo del libro (creo que a nadie le chafo el final si le digo quién ganó la Guerra Civil, ¿no?). La obra está dividida en dos partes claramente diferenciadas:

-          En la primera, Orwell nos explica sus experiencias en el frente. Se ha unido a los socialistas y no quiere otra cosa que una oportunidad de destruir a los fascistas. Sin embargo, las tropas del POUM (y todas las del bando republicano) están muy pobremente armadas y la campaña se transforma en una dura lucha por la supervivencia. El enemigo no son los fascistas, sino las inclemencias del tiempo (que un invierno en Huesca, durmiendo al raso… es frío). Después de un invierno gélido, es herido en una escaramuza y devuelto a Barcelona.
-          En la segunda, Orwell regresa a Barcelona y allí es testigo de cómo los comunistas realizan una gran campaña de difamación en contra de los socialistas del POUM, concluyendo en una serie de disturbios que acaban con la ilegalización del partido tras los sucesos de Mayo del 37. Orwell, indignado con la interminable serie de manipulaciones tejidas por los comunistas hace un amago de protesta, pero al ver que su pellejo está en peligro, se ve obligado a huir del país y regresar a Inglaterra.

La primera parte sirve de perfecto testimonio de lo que es una guerra de trincheras, sin armas ni medios, pero con muchas ganas de ayudar. No hay heroísmos ni gloria, sólo cenizas,  barro y frío, mucho frío. También somos testigos del ambiente que hay en el bando republicano al inicio de la guerra. La revolución ha comenzado, se han eliminado las clases y el ejército libertario funciona como un todo aunque pueda parecer imposible.
Orwell va siendo testigo de lo peor que le puede pasar a un ejército: cómo, poco a poco, los políticos se van inmiscuyendo con el ejército, no dejando a los generales hacer su trabajo -ganar la guerra- y empezando a tomar decisiones políticas decididamente poco prácticas por no decir directamente estúpidas.

En la segunda, el análisis es mas despiadado. Orwell ha sufrido durante la guerra y al volver se encuentra un ambiente muy enrarecido. La revolución ha retrocedido a medida que los comunistas van cogiendo el poder. Empiezan las campañas de difamación, los espías, las conjuras, las conspiraciones… Orwell, que lo ha dado todo y ha visto como morían muchos jóvenes que habían renunciado a sus vidas para impedir el triunfo de los fascistas, contempla asqueado como todo lo hecho no ha servido para nada: La revolución ha sido detenida por los comunistas y además, él y sus compañeros son considerados traidores fascistas, son perseguidos y ejecutados -a pesar de todo lo luchado y perdido- simplemente porque su visión del gobierno del pueblo no coincide con la comunista.

A medida que se lee la primera parte, se puede ver cómo lo que más indigna a Orwell es la ineptitud militar de unos políticos que nunca han tomado un rifle, que están a cientos de km de las trincheras, bien tranquilitos en Valencia y que no toman una decisión correcta mientras los soldados luchan y mueren en el frente.
El otro caballo de batalla es la actuación de los comunistas. Dentro de la URSS ha triunfado el modo totalitarista de Stalin y, al proveer de armas y soldados especializados al ejército republicano, exigen tener el control absoluto de todas las decisiones. Para ello detienen la revolución obrera y empiezan a eliminar sistemáticamente todas aquellas opiniones libertarias que no coinciden con la suya. El problema se encuentra principalmente en las ciudades. En el frente, comunistas, socialistas y anarquistas tienen sus rifles, las trincheras y un enemigo común. No hay disturbios y las discrepancias, aunque existentes no tienen gran importancia. Sin embargo, en las ciudades hay más odios y se mira con lupa cada palabra dicha y callada, se puede respirar una mezquindad insoportable, alimentada por aquellos periodistas y aquellos políticos que piden lucha, entrega y sacrificio bien sentaditos en su sofá, lejos de las barricadas. Esto último es quizás lo que mas asquea a Orwell en la segunda parte del libro, provocando su salida del país. No obstante, yo no soy el mejor para contarlo, ya que mejor que él no lo puede hacer nadie. Así pues, si queréis ser testigos de ello, no podéis dejar de leerlo.

Respecto a esto último está escrita de un modo muy ameno y fácil de leer como es típico de las obras de Orwell. Además, al ser un tema interesante, llama aún más la atención y se vuelve más adictivo. No me precio de conocer lo real y fidedigno que es el libro -mis conocimientos de la historia de España moderna no son suficientemente profundos-, aunque debe reconocerse que parece ciertamente verosímil y sincero. Además, la reputación de Orwell tiene que servir de algo, ¿no? Para mi entender, un libro totalmente recomendable que bien puede servir para conocer una versión de los momentos más importantes de España en el siglo XX.

Una de las cosas que he aprendido en el libro es que yo sabía que Orwell había sido comunista/socialista en su juventud, pero que, sin embargo, los dos libros que más le han hecho famoso son ácidas críticas al comunismo (es necesario recordar que Orwell nunca ha sido precisamente de derechas). Ignoraba qué había ocasionado ese cambio, pero leyendo este libro es fácil darse cuenta de cómo la actitud tan zafia de los dirigentes comunistas provoca su repulsa hacia esa ideología.

El título del libro es bien explícito: El libro está escrito a modo de homenaje a una tierra donde él llega como periodista y, una vez allí se une a las milicias maravillado por lo que contempla; al ver que por primera vez una revolución auténticamente libertaria e igualitaria (a diferencia de la URSS) está a punto de imponerse. Es un sentido agradecimiento a todos aquellos que le trataron tan bien. A pesar de ser un extranjero que venía de fuera, es aceptado como uno más en una sociedad por momentos tan idílica y diferente a su Inglaterra natal que lo deja, obviamente hechizado.

Nota: 8
Nota amazon: 4.71/5

martes, 6 de septiembre de 2011

Más allá de los sueños


En un principio tenía intención de ver una película de Robin Williams de hace unos cuantos años que recordaba como bonita visualmente. Cuando empieza y veo el castillo de Disney… enarcamiento de ceja… ¿Adam Sandler? Está claro que no es la película que esperaba…

La película te cuenta la historia de Skeeter, un empleado de hotel que siempre ha creído en el poder de los cuentos y ha vivido toda su vida a medio camino entre la fantasía y la realidad, con lo que nunca ha ascendido en la vida, ya que es incapaz de seguir ningún tipo de disciplina. Justo cuando el hotel en que trabaja (fundado por su padre) va a cambiar otra vez de manos, se ve obligado a cuidar de sus sobrinos. Sin embargo, descubre que tiene el poder de hacer realidad los cuentos que cuenta a sus pequeños sobrinos. Intentará aprovecharse de ello para conseguir la dirección del hotel, pero lo que se pide no sale siempre como uno espera…

Lo primero que hay que tener en cuenta es que estamos delante de una comedieta Disney sin quinceañeras, dirigida a los pequeños de la casa. Sinceramente, tengo la impresión de que las que películas que hace Disney para los más pequeños tienen más contenido y sentido que las que hacen para los adolescentes (High School Musical por ejemplo…), me resulta curioso.
No obstante, ya se debe prever que la lógica y la realidad se encontrará modificada y dulcificada para los más pequeños. En este caso tenemos un divertido cuento con mucha fantasía por medio, siguiendo un poco la estela de Encantada pero con el cómico Sandler en el papel principal.

ACTORES: Adam Sandler es ya todo un veterano en la comedia, con lo que su manera de actuar no pillará a nadie por sorpresa. Con su catálogo de muecas habitual, hace su típico papel de atontado con buen corazón. En ésta quizás el personaje es algo más estúpido de lo debido, pero resulta simpaticote, haciendo que la película sea medianamente visible. Sorprende ver a Courtney Cox (Mónica) tan entrada en años, aunque repite su papel de Friends como madre neurótica. El resto de actores se limita a cumplir su papeleta. Se agradece que todos pongan el mínimo interés profesional y no caigan en un exceso de histrionismo ni pasotismo. No es que se lo curren mucho, pero por lo menos actúan.

DIRECTOR: Si repasamos el historial de Shankman, contemplaremos un reguero de comedias de dudosísima calidad. Parece que esta vez ha tropezado con un guión con un mínimo de empaque y firma su mejor película (lo cual no es gran cosa, pero bueno…). Concentrado más en no cagarla, cumple con su trabajo.
Se nota la mano de Disney en los efectos especiales que hay en los cuentos, añadiendo elementos de fantasía a la realidad. Sin ser gran cosa, se lo han currado suficiente para que no sean grotescos.

GUIÓN: Guioncito chorra típico de Disney. Una historia de buenismo, que cree en el poder de la imaginación y la fantasía, añadiendo un poco de vidilla y originalidad. A pesar de ser para niños, no tiene un exceso de azúcar y sirve perfectamente para entretener a los pequeños durante los noventa minutos que dura. El ritmo se mantiene durante toda la película y no cae en las incoherencias típicas de mezclar fantasía y realidad. No deja de ser una historia simple y tonta, pero contada con un mínimo de corrección.

Se trata de una comedia medianamente original para ver con los más pequeños. Estos disfrutarán con las monerías de Sandler y los ataques de fantasía de los cuentos. Dentro de lo que es una pelí para niños, es medianamente simpática y pasa rápido. Simpaticona e inofensiva, se ve fácilmente. Para apagar el cerebro y pasar el rato sin mucha más trascendencia mientras vemos como Sandler se dedica a hacer el tonto.

Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.4

Hay un juego de palabras intraducible con “you’re going to be fired” que se puede entender como que “serás despedido” o “te vas a quemar”. En castellano no se puede mantener el chiste, con lo que la cosa queda algo rara.

sábado, 3 de septiembre de 2011

El clan de los Marselleses


No siempre se acierta al elegir, esta vez ha tocado un señor engendro.

El carismático asesino Roberto regresa a Marsella después de una larga estancia en el extranjero. Su mejor amigo Xavier está encarcelado por un asesinato que no ha cometido, ya que el capo de la mafia local le tendió una trampa. Roberto se verá obligado a acabar con todos tomar el control del hampa para conseguir liberar a su amigo. Pero las cosas no son tan fáciles y acabará entrando él también en la cárcel, con el fin de fugarse los dos.

El mayor problema de este engendro es que no sabe muy bien lo que quiere ser. Empieza como película de venganza durante diez minutos, luego se transforma en una película de mafias, pasa a carcelaria, bélica, romántica… un poti-poti de cosas sin orden ni concierto que no tiene la más mínima lógica en su desarrollo.

ACTORES: Con el conocidísimo Belmondo a cargo del papel principal (un Statham de la época), con lo cual el galán se dedica a lucir cara bonita y pegar tiros, cargante a manos llenas. El resto de personajes bailan entre lo patético y lo grotesco.

DIRECTOR: Giovanni versiona su propio libro porqué no le había gustado la versión que se había realizado anteriormente del mismo (Un tal laRocca) con Belmondo también de prota. No se cómo será la anterior película, pero está es bastante mala. La película funciona a golpes, va dando bandazos de un lado a otro y no se aclara demasiado, provocando desmanes cronológicos fácilmente detectables (se supone que pasan 20 años, pero ninguno de los personajes cambia lo más mínimo!). Lo mejor es que cuando alguna parte empieza a tener un mínimo de gracia (la mafiosa o la carcelaria son las mas logradas, dentro de lo malas que son), el director decide cortarla –si, literalmente cortarla- y pasar a la siguiente escena. Las coreografias de acción son algo cutrillas, pero entendible teniendo en cuenta la época, y más si el director no tiene ningún tipo de talento.

GUIÓN: Tomado como una novela, la historia guarda cierto sentido y podría no estar mal. Sin embargo, parece que han cogido capítulo a capítulo y lo han pasado a formato película sin pasar por casilla de salida. Ramplón, con personajes muy arquetípicos y una historia poco interesante, no ayuda a conseguir que la película tenga un mínimo de calidad. No obstante, hay que reconocer que dentro del despropósito, por lo menos no es TAN malo como el resto, igual la novela fusilada en el rodaje está decente y todo.

Las cuestiones estéticas y el mal gusto al vestir que encontramos en la película lo atribuiré a las modas del tiempo, que le vamos a hacer, van todos hechos unos horteras!

En mi opinión es una película de acción que ya era mala en su momento, a la que el tiempo no ha tratado -cómo no- precisamente bien.
Se me ocurren muchas cosas mejores a hacer durante las dos horas que dura.

Nota: 2
Nota filmaffinity: 6.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Juegos de Ingenio (John Katzenbach)


Título: Juegos de ingenio
Autor: John Katzenbach
Título original: State of mind

“Susan Clayton trabaja en la sección de pasatiempos y enigmas de una revista. Un día es sorprendida por una nota anónima que le espera en el buzón de su casa. Horrorizada, descifra el mensaje oculto: -Te he encontrado-. El mensaje es realmente inquietante, más aún en el mundo en que se ha convertido Estados Unidos: incapaz de frenar la escalada de la violencia, todo el mundo atesora armas para protegerse.
Sólo una comunidad ha logrado sobreponerse a este mundo de inseguridad y crímenes: a cambio de renunciar a algunos derechos y libertades, el Territorio del Oeste ofrece una zona protegida que aspira a convertirse en el estado número cincuenta y uno de la Unión.
Pero tal vez no sea tan fácil escapar del horror. Un agente del Servicio de Seguridad del nuevo territorio visita al hermano de Susan, un experto profesor universitario especializado en asesinos en serie, para requerir sus servicios. Una oleada de asesinatos está asolando el estado cincuenta y uno. El principio de la cadena parece remontarse muchos años atrás y puede que los Clayton tengan elementos para luchar contra él”



John Katzenbach vuelve a la carga con otra de sus historias de asesinatos. Famoso sobretodo por El psicoanalista y La historia del loco, sus novelas te presentan situaciones límite en la investigación de una serie de crímenes atroces. Es todo un experto en introducirte en atmósferas desasosegantes, con depravados asesinos y unos personajes (buenos y malos) siempre cercanos a la paranoia y a la locura. Tienden a ser thrillers bien construidos, con tramas incómodas y con el tema de la culpa y la locura siempre presentes.

En este libro, para rizar más el rizo, nos lleva a un mundo futuro algo más podrido. Estados Unidos está consumido por las armas: es necesario llevar guardaespaldas para ir  a trabajar; está prohibido quedarse solo en el trabajo y las violaciones y asesinatos son cosas del día a día…  Sin embargo, la presencia del estado 51, dónde no tienes derecho a la intimidad, la policía no necesita motivos para detenerte y están prohibidas las armas (entre otras cosas), sirve de faro de esperanza para la paz. ¿Está la gente dispuesta a renunciar a su libertad para vivir seguro? Esta pregunta está siempre presente y se suma a los temas habituales del autor.

La construcción de esta distopía es relativamente resultona. Es cruelmente despiadada, intuitivamente posible y guarda una cierta lógica interna bien conseguida. Sin embargo, la gran cantidad de referencias a la sociedad actual -que se supone es 100 años atrás- y el nulo progreso tecnológico le resta realismo, siendo el mayor defecto del libro.

En cuanto a los personajes, Katzenbach siempre utiliza seres de gran inteligencia, duchos en muchos temas y con mucha tendencia a los traumas infantiles no resueltos. Estos traumas conllevan ciertos desequilibrios mentales y muchas disquisiciones filosóficas sobre la maldad intrínseca del ser humano. Entre ellos destacan:

Jeoffrey Clayton: Profesor de psicología en la universidad. Experto en asesinos en serie y en las miles de formas de matar inventadas a lo largo de la historia -un angelito que duerme muy bien por las noches, vamos-. Su capacidad intuitiva es sorprendente, se autocontrola con un férreo sentido de valores que le llevan a escoger cuidadosamente todas las decisiones de su vida. Obsesionado por los recuerdos de su padre ausente, torpe en las relaciones humanas y, de un modo extraño, con una extraña fe en la capacidad de la humanidad de obrar el bien.

Susan Clayton: Hermana del anterior, experta en acertijos, códigos secretos y señales ocultas. Evidentemente, su inmensa capacidad de deducción es abrumadora. A ello debes unirle un gusto suicida por el riesgo, la acción, las metralletas y un exagerado sentido de la practicidad que le lleva a actuar con una falta de ética sorprendente.

Agente Martin: Miembro del estado 51. Un hombre de acción, experto en escalada, conducción temeraria, informática, caza… iracundo e impaciente, pero con suficiente seso como para reflexionar si dispone de tiempo para ello. Se encuentra sobrepasado por las circunstancias, está sediento de sangre y, evidentemente, tiene muchas ganas de romper todas las normas con tal de atrapar al asesino.

Los personajes pueden pecar de ser demasiado “buenos” en lo que hacen -típico del autor-, alejándose demasiado de la realidad. No obstante, el autor consigue darles la enjundia y la consistencia necesarios para soportar la historia. Son personajes sólidos y bien construidos, dotados de carácter (inverosímil, pero carácter) y actuan con coherencia durante todo el libro.

Pero lo que más destaca del libro es su atmósfera maligna. El autor es capaz de mostrarte un mundo insano e incómodo que te atrapa y no te deja respirar durante las 600 páginas que dura. Aunque el planteamiento es el de un thriller, el desarrollo es más propio de una novela de acción, con una sucesión de escenas tensas y acongojantes que no te dejan respirar en ningún momento. Empieza lentamente, pero una vez se introduce en la historia, la intensidad y la malignidad del ambiente te atrapa y el ritmo no baja hasta el final -inesperadamente sólido y posible-.

A medio camino entre el thriller y la acción, es una novela realmente entretenida que no dejará a nadie indiferente. Abstenerse corazones sensibles, que el libro va a lo bestia, y mucho.
Sin embargo, el hecho de que la acción esté situada en un mundo futuro tan poco futuro -simplemente más degenerado- provoca que la sensación -igualmente agradable- no sea tan espectacular como El Psicoanalista o La historia del Loco.  

Nota: 6
Nota amazon: 3.29/5