sábado, 28 de julio de 2012

Dieta Mediterranea


Si hay algo que no me gusta en una película es encontrar que el autor decide probar forzar un rizo para mostrar lo bueno que es sin conseguirlo. La propuesta es osada, pero el resultado es francamente mejorable.

La película nos cuenta la historia de Sofía, nacida en una peluquería pero asombrosamente dotada para los fogones. Es una artista de la cocina de vanguardia que se debate durante toda su vida por el amor de dos hermanos: Frank, un vivales con grandes ideas que sueña con abrir el mejor restaurante del mundo, y Leo, un gran vendedor que sólo quiere ser feliz con Sofía. Después de muchos tejemanejes, tomarán una decisión que puede arreglar sus vidas tanto sentimentalmente como profesionalmente, aunque no tiene porque ser del gusto de todos…

Nos encontramos con una película culinaria, con “provocadores” toques eróticos y un intento de buscar un humor pretendidamente más sofisticado e inteligente que la comedia grosera habitual. De estas cosas, lo único que funciona es la parte que sucede en la cocina. Naufraga gravemente en el resto.

ACTORES: El guión es un despropósito y los personajes no tienen ningún sentido, así que los actores no se afanan en otra cosa que en desnudarse con gracia (bueno, eso sí lo hacen bien). La excepción se encuentra en Paco León, que decide hacer de serio en la película (si, de verdad) y da un plus de credibilidad muy sorprendente a su personaje. No sirve para salvar al film del desastre, pero valoro positivamente su esfuerzo.

DIRECTOR: La película intenta diferenciarse de las comedias típicas presentando un desarrollo más complejo, combinado con unos toques de sexo con más “clase” del habitual. El problema es que el director naufraga al intentar hacer una película más complicada que las comedias ligeras que acostumbra a realizar. La película no tiene ningún ritmo ni hay apenas una historia que contar. Los gags están exageradamente forzados y el dibujo de los personajes brilla por su ausencia. Abundan las escenas de cama y se percibe cierta intención de provocar con ellas, ya que la manera de resolver el triángulo amoroso es inusual. Sin embargo, están muy forzadas y no tienen la más mínima gracia en la endeble historia. Además, resulta curioso comprobar que, mientras la historia avanza unos veinte años en el tiempo durante su metraje, en ningún momento -desde los 16 hasta los 36 aprox.- ninguno de los personajes cambia de peinado o estilo al vestir y, evidentemente, no envejece. El director tiene cierta experiencia en hacer comedias simples y ligeras, pero aquí parece haber querido innovar y demostrar su gracia al hacer algo más elaborado, pero el resultado es bastante catastrófico.
No obstante, hay que reconocer que, a pesar de las bastantes escenas inconexas y mal introducidas, hay un par de momentos muy bien conseguidos, especialmente las escenas de cocina. Consigue que se te haga la boca agua en algunos momentos.

GUIÓN: Dejando de lado el despropósito planteado en la historia, los personajes tan poco esbozados y la gran cantidad de incoherencias y momentos extraños que hay a lo largo de la película, hay que reconocer que tiene un par de buenas frases y, sobretodo, un único chiste brillante y desternillante. Es bueno hacer cabriolas narrativas cuando te salen bien, pero cuando no sabes hacerlas, suele ser mejor no intentarlas.  Creo sinceramente que si hubiera simplificado un poquito el argumento le hubiera quedado una comedia aceptable con unos personajes luchadores y que a algún espectador le hubiera agradado o se hubiera sentido identificado.

La película parece un capítulo de serie Serranil alargada, con unos personajes que no saben muy bien que hacen por allí y se despelotan de vez en cuando. La complicación gratuita que propone el director en plan “mira que bueno que soy” fracasa completamente y hace que la sensación que deje sea aún peor. Una de las peores películas que he visto últimamente.

Nota: 2 (le subo un punto por el sorprendente esfuerzo de Paco León y las escenas gastronómicas, pero la peli es de las malas malas)
Nota filmaffinity: 5.2

viernes, 27 de julio de 2012

El ángel más tonto del mundo (Christopher Moore)

Título: El ángel más tonto del mundo
Autor: Christopher Moore
Título original: The dumbest angel

“Falta una semana para Navidad, pero no todo el mundo es feliz en el pueblecito de Pine Cove (California). El pequeño Joshua Baker necesita con urgencia un milagro navideño. Y no es que esté moribundo, ni que su perro se haya escapado de casa: es que Josh ha visto cómo a Santa Claus le abrían la cabeza con una pala. Ahora solo anhela una cosa: que el viejo barbudo regrese de los muertos. Lo que no puede imaginar es que alguien esté escuchando sus plegarias… Aunque no destaque por ser, precisamente, el más listo de los ángeles.”

Christopher Moore ha surgido de entre los autores noveles yanquis como el mejor seguidor del absurdo estilo Pratchettiano. Sus libros están ambientados en los EEUU actuales, pero tanto sus tramas como el carácter de sus personajes es descacharrantemente excéntrico -aunque lógico, a su modo-. En sus novelas, Ankh-Morpork se sustituye por el californiano pueblecito de Pine Cove, dónde todos sus habitantes tienen sus "pequeñas" manías y -casi- cualquier cosa es posible. En ningún momento tienen la genialidad de Pratchett, pero están muy pasadas de vueltas y son ideales para pasar unos buenos ratos divertidos -es difícil contenerse en el metro, a veces-.

Para esta novela decide juntar a unos cuantos personajes de otros libros, que quieren celebrar la Navidad conjuntamente en Pine Cove. No es necesario haberse leido los otros libros para disfrutar de éste, indudablemente, con un sheriff porrero, una ex-actriz de cine de serie Z que no distingue muy bien entre realidad y ficción, un biólogo que cura su soledad aplicándose electrodos en los testículos, un piloto de helicópteros que vive con un murciélago que lleva Rayban y tiene acento hispano… Hay material para pasarlo bien.
La historia es bastante coral y predecible. No hay personajes principales, ya que es más bien un pupurrí de personajes celebrando -a su modo- la Navidad. Para añadir un poco de picante a la cosa, tenemos al ángel más torpe del mundo, que ha sido expulsado del cielo por su incompetencia. Decidido a recuperar sus alas a base de milagros, ayuda a Joshua, que ha visto como un Santa Claus ha sido salvajemente asesinado y que quiere que vuelva a la vida y así tener regalos. A nuestro entrañablemente metepatas ángel no se le ocurre otra cosa mejor que resucitarlo como zombie y, bueno, a partir de allí la fiesta de Navidad se complica “un poquito”, sin perder en ningún momento gracia y dicharachería.

La trama es casi mínima, pero el libro se lee con una sonrisa en la boca, disfrutando de la química que hay entre sus extravagantes personajes; especialmente entre Theo, el sheriff de pupilas dilatadas y Molly, la Nena Guerrera de Allende la Frontera, que comparten bastantes momentos ciertamente graciosos. No obstante, los gags más lúcidos y descacharrantes se producen una vez los muertos se levantan de sus tumbas. Después de todo, todos sabemos que “lo que mas le gusta a los muertos después de comerse los sesos de los vivos es el mobiliario sueco prefabricado asequible”.

El libro es una chorrada enorme como un piano, ideal para leer en Navidades -y yo lo leo en Julio. Ante todo, con un par-. Ideal para pasar unas risas muy sanas, que goza de capítulos con títulos tan profundos como “Las armas de tu insignificante dios gusano son inútiles contra mi superior kung-fu navideño” -¡y encima semejante frase tiene lógica en la historia!- Por si se estuviera quedando corto, el autor se permite un interludio a mitad de la historia para repasar postales navideñas y, para rematar, el apoteósico capítulo 16:

Título: Y así fue…

Capítulo: … que se jodió la cosa. (Fin del capítulo).

Es un libro que hay que leer con la simple idea de pasar un buen rato y echarte unas risas. Sirve bien para ello  y se devora en nada. Si encima tuviera una buena historia sería muy bueno, pero igualmente funciona como pasatiempo navideño divertido.

Nota: 6

domingo, 22 de julio de 2012

La leyenda renace


Como es habitual en este director, cada vez que Nolan prepara algún trabajito nuevo se generan muchas expectativas. Mucha gente quiere ver lo que hace este grandilocuente director, y más si es el punto final a la trilogía de Batman, claro.

Han pasado ocho años después de los hechos de El Caballero Oscuro. Batman cargó con la culpa de haber asesinado a Hearvey Dent, que se convirtió en un símbolo de la integridad y la honestidad. Gracias a este símbolo, el pueblo se unió y luchó unido contra el crimen organizado. Por fin éste parece haber sido erradicado, pero la repentina aparición de un mercenario anarquista, Bane, pondrá fin a este pequeño período de paz. Mientras tanto, Batman ha permanecido encerrado en su mansión, incapaz de soportar la pérdida de su amada. Ya entrado en años, es una sombra de lo que fue pero la aparición de Bane obliga a su regreso. Sin embargo, Bane parece ser la horma de su zapato. Joven, sanguinario y dispuesto a sembrar el caos, es sorprendentemente astuto y organizado. Este torturado y decadente Batman no parece estar a la altura del desafío cuando Bane pone una bomba atómica en Gotham City. Para derrotar a Bane, Bruce Wayne deberá encontrar esa voluntad interior que te da alas para luchar, cuando las fuerzas ves marchar. Los habitantes de Gotham City tampoco se rinden y, en medio del caos, buscan organizarse para sostener una última y seguramente fútil resistencia.

Tan espectacular, denso y potente como siempre. Nolan nos enchufa con casi tres horas de metraje enrevesado y brutal. Es la película filosóficamente menos profunda de las tres películas de Batman y, quizás, la película menos complicada narrativamente que ha realizado hasta ahora. Igualmente, sigue siendo brillante y espectacular como pocas.

ACTORES: Christian Bale hace el mejor Bruce Wayne de la saga. Su personaje está desquiciado, torturado y ha perdido las ganas de vivir y, al volver a enfundarse el traje, se produce la transformación y recupera la voluntad de luchar, de no rendirse jamás y darlo todo por su objetivo. Luego con el traje de Batman tiene la misma cara de palo de siempre, pero es justo lo que se espera del murciélago. En los secundarios tenemos a unos magníficos Oldman, Freeman y Caine. Aunque no tiene mérito, éstos son tan buenos que te hacen una paella con dos tablones y un cazo. El camaleón Oldman consigue que parezca que si Gordon existiera sería él y sólo él. Caine nos llega al corazón en más de una escena, con su experiencia, su madurez y su gran compasión como Alfred. Y Freeman… bueno, es Dios. Hardy se esfuerza por componer un malvado que parece diseñado para luchar contra Batman. Es notable el esfuerzo por conseguir que un personaje tan inverosímil parezca incluso realista por momentos. 
En cambio, el elenco femenino no está tan bien. La actuación de Hathaway no está nada mal, pero "eso" no es Catwoman. El personaje está bastante desdibujado, no tiene nada de “gatonil” y las ganas que pone la actriz no da para sostenerlo -y más con los monstruos que tiene al lado-. Cotillard, bueno…nunca me ha gustado y aquí no me demuestra lo contrario.

DIRECTOR: Que Nolan es un director con mucho talento lo sabe todo el mundo. Que tiene la manía de complicarse la vida, buscar el más difícil todavía de manera gratuita y hacer tragar al espectador un apabullante y -muchas veces- desconcertante espectáculo, también.
La dirección está realizada con mucha fuerza. Todas las escenas desprenden mucha consistencia y la recreación de New Yo… ejem… Gotham City es potentemente realista. Las escenas de acción son electrizantes e intensas, toda una buena muestra del saber hacer de Nolan delante de la cámara. El diseño de cada escena, repleto hasta la extenuación de detalles perfectamente estructurados, es prodigioso. Nolan sabe que es el mejor arquitecto del Caos desatado y se dedica a demostrarlo. La película empieza con mucha fuerza -y mucha calma- para ir conduciendo a un deslumbrante y delirante desarrollo para desembocar en un alucinante crescendo ensordecedor, marca de la casa. Destaca -para mal- la muerte del malo maloso, sorprendentemente torpe en medio de tanta calidad.
La música -Zimmer- es tan brutalmente espectacular como se podría esperar y los efectos especiales perfectamente introducidos ayudan a comprobar como se pueden gastar BIEN 250 millones de dólares.

GUIÓN: La realización de esta película se enfrenta a un gran problema ¿superar el personaje de Heath Ledger como el Joker en "El caballero Oscuro"? ¿superar la trama terrorista de un film donde se pone en jaque los conceptos de justicia, del amor, de la amistad, del crimen, del egoísmo o del capitalismo mismo? Partir de un guión bien estructurado y trabajado es lo primero. Y, aunque no llega a la perfección de su predecesora, el resultado es muy bueno. Es curioso comprobar que el guión está articulado como una de esas atracciones hechas con fichas de dominó, donde al empujar la primera se comienza con una acción que va tirando las siguientes fichas hasta componer figuras, dibujos o acciones que al principio no sabíamos que se iban a producir. Y es lo que hace "El Caballero oscuro: la leyenda renace". Todas y cada una de las claves más importantes en la mitología del hombre murciélago se van desentrañando como una bien estudiada maraña de hilo, que vislumbramos con una lógica aplastante en el desenlace final de esta trilogía.
A pesar de su aparatosidad, es la menos filosóficamente profunda y narrativamente compleja de las tres películas. Esto no se traduce en “simpleza” sino en un apabullante espectáculo con unos personajes muy bien trazados -los femeninos menos- y algunos diálogos magistrales -las discusiones Fred//Wayne no tienen precio-.

La primera parte de la saga que finaliza con este film habla de la necesidad de los héroes, esos líderes que pueden surgir de cualquier sitio. Todo el mundo puede serlo -¿todos deben intentar serlo?- y, con su guía, el pueblo puede unirse y buscar la paz y el bien común. Con ella, Nolan nos sorprendió a todos al reinterpretar magníficamente al héroe oscuro y atormentado, que lucha contra el mal con sus mismas armas, al que no le importa mancharse las manos. En la segunda parte, Nolan nos deleita con la mejor adaptación de un héroe que se ha hecho, consiguiendo incluso dejar a Batman en un segundo plano, dónde importa más el duelo “Caballero Blanco / Caos” (Dent/Joker) que la propia presencia necesaria del Caballero Oscuro -si no la habéis visto, visionadla, que acepta muchas revisiones focalizando diversos aspectos-. En esta tercera parte, te plantea el papel del héroe que ha llevado a la catársis al pueblo y ha contribuido a la llegada de la paz. ¿Qué debe hacer el héroe ahora? No tiene razón de existir. Debe desaparecer. Y es lo que hace Batman, hasta que se le necesita de nuevo y se ve obligado a volver a existir. La misma gente que lo olvidó y lo vilipendió en tiempos de paz vuelve a pedir su ayuda y Batman, aunque sabe lo mal tratado que ha sido, cumple con lo que él considera su deber, aún queda algo que dar a la ciudad -aunque la ciudad le odie-. Aquí no se produce una reflexión tan profunda o clara como en las otras películas, más bien se trata de acabar de hilvanar los temas tratados anteriormente y de ofrecernos un desenlace y una conclusión para lo ya desarrollado. Para siempre quedará una historia que ha ido más allá de lo narrado para buscar el paralelismo constante con una época en la que el mundo en un principio se vio inundado por el miedo, para a continuación encontrar en el caos unas fuertes dosis de brutalidad. Nolan ha hecho de la trilogía de Batman, un mosaico de nuestra historia actual donde Gotham es el retrato de la sociedad occidental y su estructura social difícilmente sostenible. Al final, el mensaje es claro: la esperanza es un bien colectivo que debe servir de cemento para fraguar nuestro futuro. Al fin y al cabo... "la noche es más oscura justo antes del amanecer".

No, la película no es una muestra de perfección. Es más simple e inferior a las anteriores entregas. “Sólo” es un espectáculo apabullante y vibrante. Casi tres horas de una trama magnífica que entusiasma, asombra y deja atónito por la contundencia y la perfección de su arquitectura. Está claro que es una película de la que disfrutar y gozar. Es evidente que va a provocar decepciones, pues no es tan buena como su predecesora y no va a conseguir la cantidad de orgasmos que dejó El Caballero Oscuro, pero es una película BUENA con todas las letras. No es una película para pasar a la historia, simplemente, el maestro ha hecho una obra menor y nosotros no podemos hacer otra cosa que admirar el trabajo. Ya les gustaría a muchos poder hacer “obras menores” como ésta.

Nota: 8
Nota filmaffinity: 8.0 (al ser nueva, está variando continuamente, en mi opinión se estabilizará en un siete largo). 

sábado, 21 de julio de 2012

Los juegos del Hambre (Suzanne Collins)


Título: Los juegos del Hambre
Autor: Suzanne Collins
Título Original: The Hunger Games

“Un pasado de guerras ha dejado los 12 distritos que dividen Panem bajo el poder tiránico del Capitolio. Sin libertad y en la pobreza, nadie puede sobrepasar los límites de su distrito. Sólo una chica de 16 años, Katniss Everdeen, osa desafiar las normas para conseguir comida. Sus principios se pondrán a prueba con Los juegos del Hambre, espectáculo televisado que el Capitolio organiza para humillar a la población”.


Esta distopía de aventuras te sitúa en una Norteamérica asolada por la guerra civil, en proceso de recomposición tras la victoria de unos tiranos. El inicio es ciertamente desolador y consigue ponerte el corazón en un puño. El planteamiento distópico está muy bien conseguido y el planteamiento de los Juegos del Hambre no hace más que clavar la puñalada final -sólo puede volver uno-.

Las reglas de los Juegos son simples: Cada año, dos miembros de entre 12 y 18 años de cada Distrito son escogidos por sorteo para participar. Después de unos días de entrenamientos, se les deja en un coliseo / jungla / isla / cualquier sitio aislado y peligroso. Sus órdenes son sencillas, deben matarse unos a otros y el último que quede vivo vuelve a casa -casi ná-. Una vez van quedando pocos, se les “invita” a juntarse por medio de explosiones o la aparición de bestias peligrosas, para así dar más espectáculo. Al ganador se le colmará de honores y su distrito recibirá un extra de comida para evitar que, durante ese año, su gente pase hambre. De esta manera, el Capitolio mantiene asustados, humillados y enfrentados a la gente de los diferentes Distritos, quedando de esta manera bajo control.

El punto de partida es perfecto para desarrollar una historia de denuncia social, con los mass media y la deshumanización de la audiencia por medio, pero no. Una vez empiezan los Juegos, la autora decide pasar de todo esto que había planteado y convierte el libro en una vertiginosa novela de aventuras “para todos los públicos”, con un ritmo endiabladamente vivo y adictivo -que también está muy bien-.

La particularidad de la novela radica en que está contada desde el punto de vista de Katniss, que te retransmite en presente todo lo que ve, piensa o hace. Esto provoca una gran sensación de cercanía y viveza. Todo sucede de una manera muy directa e impactante. Al empezar los Juegos, esto es aún más acuciado, ya que podemos apreciar toda la tensión y el sufrimiento en todos los momentos del “espectáculo”, que se retransmite en directo, mientras nos enteramos de todas las tácticas y los motivos que mueven a Katniss a hacer unas cosas u otras. Por ello, no hay un “narrador”. Únicamente nos enteramos de aquello que Katniss ve, oye, hace, siente o piensa. Debemos ser capaces de ir deduciendo qué está ocurre en off, allí dónde ella no está. Esto a veces provoca una falta de información que puede dejar con las ganas. Se echa en falta un punto de vista múltiple para poder entender de una manera más profunda las motivaciones de cada personaje y profundizar en el pervertido código de valores que provoca la situación planteada. Esto también habría provocado que la novela fuera mucho más larga y de un ritmo más pausado. En cambio, la autora decide centrarse exclusivamente en Katniss, dando lugar a una estupenda novela de aventuras. Puro entretenimiento que consigue que las páginas pasen como nada.

Como ya he comentado, la protagonista es Katniss, una chica huérfana que desde pequeña ha tenido que arreglárselas para conseguir comida y alimentar a su familia. Es alguien de recursos, sabe cazar, negociar y tiene un férreo código de valores. Indudablemente, su participación en los Juegos pondrá a prueba todas sus aptitudes, sorprendiéndose de cuánto es capaz de hacer si la situación lo requiere. A pesar de ser una persona de recursos, en ningún momento da la sensación de sabihonda, más bien, la autora consigue llevártela al límite y mantenerla ahí, cada vez un poco más allá -muy bien conseguido-.

La distopía planteada en la novela es sorprendentemente despiadada y los Juegos no son precisamente un paseo por el parque, por ello, resulta inesperado que la autora busque mantener un tono juvenil y casi “para todos los públicos” durante todo el libro, incluso en momentos que son auténticos baños de sangre. Es probable que esta ligereza con que se tratan las situaciones escabrosas sea debidas al punto de vista de Katniss, que, mentalmente, evita abusar de las descripciones gráficas.

La trama es fácil de seguir y, aunque es obvio saber que los buenos ganan y Katniss va a ser la vencedora de los juegos, hay mucha emoción en la retransmisión de los juegos y en descubrir que va a pasar a continuación. El mayor pero que le encuentro es que toda “retransmisión deportiva” de los Juegos del Hambre se parecen DEMASIADO a un Batlle Royale un poco más light, y claro, la cosa no acaba de saber tan bien.

Es la primera parte de una trilogía y es de suponer que posteriormente se te den mas detalles del Universo en el que se sitúa. Ahora, cómo sólo te enteras de lo que Katniss te explica, hay un vacío de información enorme. Sin embargo, hay suficientes indicios para suponer que algo más se cuece. Espero que el resto de libros siga siendo tan viciante y que pasar páginas cueste tan poco como en este estupendo entretenimiento. Es una adictiva y entretenida novela de aventuras. Ligera, amena y fácil de devorar con mucha ansia.

Nota: 6

miércoles, 18 de julio de 2012

Atlas de geografía humana


De nuevo una adaptación de una novela de Almudena Grandes, la vida de mujeres corrientes, con vidas de lo mas normales, a las que se le cruza, el amor, el desamor, los problemas familiares, todas ellas con el vínculo común de ser compañeras de trabajo y amigas.

Atlas de geografía humana es el título de un Atlas en fascículos que se está preparando desde una editorial anónima. El equipo que prepara el Atlas está compuesto por cuatro mujeres, cuatro amigas que proceden de diversos estratos sociales y tienen distintas aspiraciones en la vida. Sin embargo, todas comparten un hecho común, a pesar de su optimismo y su alegría, ninguna de ellas es feliz y, mientras intentan llevar el Atlas a buen puerto, harán balance de sus vidas, buscando aquello que les falta para llegar a la felicidad, que bien pudiera estar esperando a su lado…

ACTORES: más bien habría que decir actrices, ya que la acción corre casi en exclusiva a cargo de cuatro mujeres. Si bien sus actuaciones no pasarán a la historia del cine, realizan sus papeles con anodina corrección, destacando por la sinceridad y verosimilitud que transmiten, como si fueran personas que te pudieras encontrar cualquier día.

DIRECTOR: Otra vez, a cargo de una mujer. No hay mucho que destacar, ya que no difiere mucho del tratamiento que uno esperaría en una serie de televisión. Le falta algo de conexión en algunos momentos, con saltos de tiempo inesperados y, aunque se muestra cercana y realista, le falta cierta capacidad para emocionar a quién no se sienta plenamente identificado con la situación de los personajes. Por otro lado, la directora consigue explicar el tema sin caer en tópicos ni en golpes de efecto gratuitos. Todo es lógico y discurre por su senda sin ninguna estridencia ni excentricidad.

GUIÓN: Basado en el libro de Almudena Grandes de mismo título, se hace un retrato bastante acertado de la vida de un grupo de mujeres insatisfechas con su vida: la tendencia a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, la tontería de un amor tardío, que supone una ruptura de la soledad o de la rutina que ha impuesto la vida, los agobios por aguantar a los hijos frente a la desdicha por no tenerlos, la peligrosa línea que separa el consejo de amiga del comentario resentido y el sentido del riesgo al aceptar abrir tu corazón a un extraño al que apenas empiezas a conocer. La historia sigue punto por punto -quizás demasiado fielmente- la novela. Por ello, la trama está muy bien desarrollada, aunque puede pecar de lenta.

Es un trabajo sencillo, sin pretensiones y muy discreto. Correcto, pero que no deja el más mínimo poso excepto si te es fácil identificarte con los personajes.

Sólo destacaría la última frase de la película, un pequeño canto a la esperanza: “A veces las cosas cambian, parece imposible, parece increíble, pero a veces pasa”.

Nota: 3
Nota filmaffinity: 5.0

domingo, 15 de julio de 2012

Mechanicum (Graham McNeill)


Título (igual en el original): Mechanicum
Autor: Graham McNeill

“Las llamas de la traición se extienden por todo el Imperio. Horus moviliza a todas las fuerzas que le son leales y planea sublevar o destruir a todas aquellas que se atrevan a enfrentarse a él. Se está librando una batalla por el corazón y el alma de todas las fuerzas imperiales: los Astartes, el Ejército Imperial, las legiones de titanes, y muchas más. En esta obra épica se narra el relato de la guerra civil que se libró en Marte y la génesis del Mechanicum Oscuro.”

Y ya llegamos al libro IX de la saga de la Herejía de Horus. Esta parte nos sitúa justo después de la batalla de Istvaan, dónde la rebelión ya es pública y nos cuenta todos los sucesos que ocurrieron en Marte durante la guerra. Como ya sabrán los asiduos de la franquicia, en Marte es dónde se encuentra el Mechanicum, la organización encargada de toda la investigación científica de la galaxia.

En este Universo, la obsesión por la ciencia y la investigación ha dado lugar a una secta de religiosos fanáticos con multitud de implantes mecánicos dónde se desdeña y se repudia a la débil carne viva. Siendo como es uno de los planetas más importantes de la Galaxia -está al lado de la Tierra, es la principal fábrica de suministros y el foco principal de las mejoras técnicas de los ejércitos imperiales-, su importancia estratégica es máxima. Es por ello que Horus ha posado sus ojos en él y llama a los sacerdotes del Mechanicum a la rebelión bajo la promesa de avances tecnológicos inimaginables con la ayuda de la disformidad -que permite moldear las reglas de la física-.
Marte se divide rápidamente en dos bandos -los fieles y los herejes- que no tardan en enfrentarse violentamente. Si normalmente las batallas en el universo de Warhammer ya son bestias y pasadas de vueltas de por sí, podemos imaginar fácilmente que en el planeta más avanzado y desbordante de recursos estas batallas pasarán a un nivel absurda y exageradamente brutal y espectacular. Para orquestar toda la parafernalia está Graham McNeill, que no es el mejor contando historias sutiles y llenas de conspiraciones, pero que no tiene rival a la hora de ponerse bestia y exagerado, y en esta novela lo hace a conciencia. Las batallas de titanes que ocurren en el libro son de lo más coherentemente salvaje y espectacular de la franquicia -sólo Tormenta de Hierro del mismo autor estaría por encima-.

En el libro, encontramos dos tramas separadas. En la primera seguimos a Dalia Cythera y su investigación científica de lo que acabará siendo la capucha psíquica y el Trono Dorado. Ignorante de toda la guerra que ocurre a su alrededor, descubre que hay un secreto oculto en Marte -el Dragón- y superará sus miedos, arriesgando su vida, para desenmascarar todas las mentiras en las que vive la humanidad. En la segunda, contemplamos la rebelión del Mechanicum Oscuro y cómo los líderes leales hacen esfuerzos para, primero, comprender lo que ocurre y, posteriormente, hacer todo lo posible por evitar que Marte caiga y salvar toda la tecnología posible.

Como sabemos a través de la imaginería, dentro del Mechanicum existen multitud de creencias, sectas y corrientes con diferentes puntos de vista sobre la ciencia. Esto queda bien reflejado en la historia, ya que encontramos factorías que siguen un método científico para investigar mientras que otras son fervientes creyentes de la “magia” que hace funcionar las cosas por efecto de la fe y varios puntos intermedios. Los personajes están muy bien desarrollados y son una buena muestra de ello:

Dalia Cythera: Firme defensora de un punto de vista racional de la ciencia, hasta que descubre que tiene la capacidad de entender “mágicamente” el funcionamiento de las máquinas y así diseñar nuevos y mejorados dispositivos. Es “invitada” a acudir a Marte desde la Tierra, dónde colaborará, quiera o no, con la Adepta Koriel en la invención de unos dispositivos que podrían revolucionar la galaxia. Ella es una joven entusiasta que no desea otra cosa que colaborar en el progreso de la ciencia para hacer del mundo un lugar mejor, pero pronto descubrirá que los intereses de los que mandan no siempre coinciden con “el bien común”.

Adepta Koriel Zeth: El mayor exponente de la racionalidad científica, para la que la “magia” -los poderes psíquicos- son una variable más a estudiar y controlar para el progreso científico. Su obsesión por la investigación tiene por objetivo el avance por el puro avance, sin una aplicación directa, pero siempre abriendo nuevos caminos. Firme defensora de la humanidad y del Emperador, será la cabecilla de las fuerzas leales gracias a su punto de vista abierto y justo.

Fabricador Kelbor-Hal: Líder de los investigadores de Marte. Orgulloso y vanidoso, investiga con el objetivo de demostrar su superioridad y acaparar todo el poder posible. Sus esfuerzos no tienen otro objetivo que inflar su propio ego y se dejará corromper fácilmente bajo la promesa de un progreso rápido y fácil.

Señor de la Tormenta Indas Cavaleiro: Líder de la Legio Tempestus, la principal legión de titanes de Marte y dirigente de los ejércitos leales. Justo y obcecado, es el principal baluarte de la moral de las tropas. Luchador incansable, busca en todo momento un gramo de ventaja sobre la cual superar a sus enemigos. Las mejores escenas épicas corren a su cargo y derrocha carisma, incluso encerrado en una cápsula de mantenimiento vital y conectado a una máquina.

Como vemos, hay Adeptos que luchan a favor del Emperador y otros en su contra. Esto no nos puede hacer olvidar que TODOS están obsesionados con el progreso tecnológico. Ambos bandos desprecian bastante a la especie humana, a la que consideran inferior y “poco mecanizada”. Este desprecio queda fielmente reflejado en el poco valor que se da a la vida humana y la facilidad con que los líderes usan a miles de humanos como conejillos de indias.

Si normalmente la literatura de la franquicia está influida en mayor o menor medida por el Cyberpunk, en este caso podemos hablar de una novela definitivamente dentro del género. La exagerada tecnificación del mundo sirve para dar lugar a un ambiente sombrío y desagradable para el ser humano, que hace lo que puede para sobrevivir. La influencia de otros autores y referencias informáticas es fácilmente reconocible - Hal (2001), Los moravec y la noosfera (Ilión), la cámara de Todo el Saber (Neuromante), la rebelión de la Red (Terminator), entre muchos otros- lo que le añade mucha gracia a la ya propia espectacularidad de la historia. El único pero que le encontraría a la ambientación se encuentra en la aparición de tecnología informática “actual” dentro de la historia. El Adeptus Mechanicum siempre se había caracterizado por una aplicación tosca y mecánica de la ciencia, con mucha menos informática y mucha más fuerza bruta.

Es una de las novelas más espectaculares de la saga, con unas dosis de acción deslumbrantes y una ambientación muy carismática y lograda. La trama de Dalia es un poco más floja comparada con la de la rebelión, lo que lastra un poco el resultado, pero no impide que nos lo pasemos en grande mientras nos enteramos de todos los entresijos de la guerra en Marte. Brutal y espectacular a lo bestia, hará las delicias de todos los fans de la acción de la franquicia. Por otro lado, no es una novela que aconsejaría para un profano en la franquicia, ya que los tecnicismos abundan por doquier y el autor no se molesta lo más mínimo en intentar explicarlos -se supone que ya los conoces-, por lo que el novato se perderá muy fácilmente y no podrá captar muchos de los detalles de esta estupenda novela.

Nota: 8

sábado, 14 de julio de 2012

The Amazing Spiderman


Apenas unos años después de que Raimi acabara su trilogía, Sony decide abusar un poco de la gallina de los huevos de oro y empezar de nuevo la historia de su personaje fetiche. Para ello, en vez de basarse en el cómic clásico, utiliza como punto de partida El asombroso Spiderman, una de las muchass sagas que se han hecho del hombre araña.

En esta ocasión, Peter Parker es uno de los empollones del instituto y un apasionado de la fotografía. No es alguien dado a hacer amigos, ya que vive traumatizado por la desaparición de sus padres. Un descuido de su tío permite que se entere de que sus padres eran grandes científicos. Entonces, Peter acude a ver al Dr. Connors, antiguo colega de su padre, al que ayudará en sus investigaciones, pero no podrá evitar ser picado por una araña radioactiva, obteniendo así sus poderes. La aparición de un lagarto gigante sembrará de terror la ciudad y Spiderman deberá encargarse de él.

Teniendo la anterior trilogía tan reciente, es inevitable caer en una serie de comparaciones para ver cuál es mejor o peor. Por otro lado, al estar basadas en sagas diferentes del cómic, no podemos hablar de un remake al uso, si no de versiones muy distintas de la misma historia, con un tratamiento de la acción, de los personajes y de la imaginería similar, pero definitivamente desigual. De la misma manera que con las Batman de Burton y Nolan, las dos Spiderman son dos películas de una calidad similar, inconfundiblemente diferentes y que buscan lo mismo: ser un entretenimiento veraniego ligero.

ACTORES: Andrew Garfield es mucho mejor actor de lo que será Tobey McGuire y su personaje está mucho mejor trabajado. Su Spiderman es mucho más creíble y resulta mucho menos estúpido que el de Raimi. Emma Stone (Stacy) es algo más sosilla, pero hay que destacar que el resto de secundarios se esfuerzan en hacer unos papeles dignos. La química entre la pareja protagonista es prácticamente inexistente, pero tampoco molesta especialmente. Eso sí, es mayor que la de McGuire-Dunst.

DIRECTOR: Para dirigir esta nueva versión de Spiderman se ha elegido y contratado a un director con talento y un cierto toque personal que se nota en la película. Sabe ser muy diferente a lo anterior y propone una creación del superhéroe mucho más detallista y emocional de lo que habíamos visto hasta ahora. Sin embargo, esto no impide que el inicio de la película se parezca más de lo debido a la Raimi. Después de todo, deben contar lo mismo.
Por otro lado, se ha borrado del film todo rastro del humor autoparódico que encontrabamos en la película de Raimi. No hay chistes facilotes ni estupideces y Parker es un personaje mucho más creíble. La película se basa menos en los efectos especiales y la acción y más en las motivaciones de los personajes. El tratamiento que se da a las imágenes también se aleja de la estética cómic e intenta ser más sombría y realista -no comparemos con El caballero oscuro, tampoco es que intente parecerse-. El malo de la historia no es para tirar cohetes, después de todo, Lizard nunca ha sido uno de los pesos pesados en la historia de Spiderman, y las escenas de acción que protagoniza no son nada del otro mundo, aunque cumplen con la función de entretener. Los efectos especiales son muy buenos, como se esperaría de su abultado presupuesto, y están muy bien introducidos en la película, lo que siempre se convierte en un espectáculo disfrutable.

GUIÓN: Como ya se ha comentado anteriormente, el inicio es casi una fotocopia del visto anteriormente (la picada, la muerte de Ben…). Se nota un esfuerzo por dar una versión diferente, mucho más elaborada, aunque no se puede evitar la sensación de dejá vu. Posteriormente, se desencadena la acción y aparece el súpermalvado de turno. Se puede intenta hacer de Lizard un malo con carisma -aunque no tenga apenas- y se le da una historia con cierta consistencia para desarrollar las escenas de acción -inesperadamente pocas-. A pesar de un par de giros de guión extraños -la escena de las grúas es un poco…-, la historia transcurre aceptablemente sobre unos raíles ya conocidos, es ligera y entretenida, y desemboca en un climax correcto. Los diálogos no son tan ridículos como en las películas de Raimi y se mantiene un cierto tono de seriedad inesperada.

La refundación de la franquicia es totalmente innecesaria y tiene un objetivo puramente taquillero, pero ello no nos impide disfrutar de una película fresca y entretenida. El resultado es un blockbuster veraniego eficaz y olvidable para pasar un par de horas entretenido. Efectos especiales, un poquito de acción y amor, héroe carismático, pocas ganas de complicarse la vida y una historia simple y divertida. Se junta todo, se mete en una coctelera y ¡ale-hop! se obtiene esta película.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.4

domingo, 8 de julio de 2012

Ice Age 4: La formación de los continentes


¡Y parece mentira, pero llegamos a la cuarta parte de esta entrañable saga! En la reseña de la 3º parte comenté que me parecía difícil encontrar la excusa argumental para realizar una cuarta película, pero parece que se han inventado algo con suficiente consistencia.


Han pasado unos añitos desde la última película y Melocotón ya se ha convertido en una jovencita mamut que trae de cabeza a Manfred. Las perrerías de Scrat en el núcleo de la Tierra provocarán una serie de terremotos, derivando en la formación de los continentes. Los consecuentes desastres resultan en la separación de nuestro variopinto grupo de héroes, que deberán colaborar para volver a reunirse y salir vivos del apuro.

Como ya hemos visto en sagas como Shrek o Piratas del Caribe, las sagas alargadas en demasía agonizan en una serie de malas películas francamente decadentes. Sin embargo, como ya comenté en su tercera parte (Ice Age 3), la falta de trascendencia de las historias, la sucesión de gags de humor slapstick y la propia ligereza de las películas hacen que esta decadencia sea menos palpable. La calidad de la franquicia se mantiene en una especie de meseta, como si fueran capítulos de una serie de TV estrenados en pantalla gigante. Siendo más de lo mismo, sigue siendo divertido y entretenido.

El film es bastante corto, pero no da la sensación de estar alargado ni comprimido. La duración es la correcta para asegurar un entretenimiento con un ritmo vivo y ágil, desarrollando la “historia” que sirve de armazón para el montón de chistes con los que nos bombardean. La película funciona a base de escenas con los protagonistas de siempre, con el añadido de la abuela de Syd (impagable) y con cierta pérdida de importancia de los secundarios (las zarigüeyas apenas salen, por ejemplo). Entre escena y escena hay un pequeño interludio con las desventuras de Scrat y su bellota -más salvajes que nunca- que ayuda a desconectar y dar agilidad a la película. Salvo el pequeño hilo argumental amoroso de Melocotón -que no aporta nada y apenas dura cinco minutos- y una canción que no viene a cuento, la película es una vertiginosa sucesión de caídas, golpes, tortas y demás desventuras tan desternillantes como siempre. Si el humor de la franquicia te gusta, el entretenimiento está asegurado.

Resulta sorprendente ver como la calidad gráfica ha mejorado con los años. Comparando con la primera parte, el incremento en el detalle de los paisajes y la definición de las expresivas muecas de los personajes es abrumador. No llega al nivel de los monstruos de Pixar, pero es sobradamente efectivo.

No deja de ser lo que intenta ser: una película cortita para reir a mandíbula batiente un rato, con un entretenimiento intrascendente. La historia -como en anteriores partes- es casi inexistente y en muchas ocasiones recurre a escenas de películas anteriores pero nos deja mucha diversión, humor en la tradición de la Warner, muchas caídas y diálogos ágiles, con un nivel técnico más que notable, eso sí, sin llegar a sorprender. Pero bueno, Scratch sigue haciendo de las suyas, y eso puede llegar a ser suficiente.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.2

Viendo como está funcionando en taquilla, la 5º parte está asegurada, ¡esperemos que siga manteniendo el tipo!

Al menos en el cine donde estuve, la película viene precedida de un corto protagonizado por Maggie Simpson. Tan divertido como siempre.

viernes, 6 de julio de 2012

Tetro


Reconozco que esta película empieza descolocándome un poquito… Está dirigida por un “monstruo” como es Coppola, sale la Verdú, está rodada en Argentina y en castellano. La mezcla es… rara.



Bennie es un joven camarero que vuelve a su hogar tras unos años de ausencia con la intención de reencontrarse con Angelo, su hermano mayor. Al llegar, encuentra que Angelo ha cambiado su nombre a Tetro y vive en una espiral de decadencia autocomplaciente y destructiva. Intentando entender porqué Angelo se alejó de su familia y de su famoso padre, Bennie deberá introducirse en el decadente mundo de los teatros de Buenos Aires. Sin poder evitar sentir la influencia del ambiente, intentará desentrañar los misterios y los secretos familiares que han llevado a Tetro a la locura.

Quizás lo más importante es el hecho de que no es una propuesta comercial. La película no está hecha con la intención de entretener al público. Es extraña y personal. Coppola se dedica a “jugar” mezclando géneros, tergiversando los diálogos y enredando con el modo en qué se cuenta una historia. Es trabajo del espectador estar atento a todos las sutiles variaciones y las indicaciones que marcan los “cambios” de momento.

ACTORES: Vincent Gallo se enfrenta a un personaje arriesgado y extraño, difícil de realizar de una manera verosímil y sale airoso del lance. Su actuación puede no ser memorable, pero salir vivo del brete es digno de mérito. La Verdú hace lo que puede por mantener el tipo y consigue salir decorosamente. Ehrenreich compone acertadamente un papel inocente, de un joven que aterriza en medio de la tempestad de una familia en crisis e intenta llegar vivo a puerto, entendiendo qué ha desencadenado la tormenta, mientras intenta mantener la cordura.

DIRECTOR:  El director de dos o tres de las mejores películas de la historia del séptimo arte se enfrenta en Tetro a una historia de rencillas familiares, encuentros y desencuentros sin gángsters ni mafiosos de por medio y elige, sorprendentemente, la forma más enrevesada, teatral y folletinesca que podía haber escogido. Desde la fotografía en blanco y negro (acorde con la fisonomía porteña, cambiando su textura en función de los sucesos de la obra) hasta la música (onírica y autóctona), cada encuadre está pensado al milímetro y obedece a una cuidada y meticulosa lógica interna. Una vez estás en la película, encuentras que de pronto el ritmo, las emociones en los personajes, la luz… cambian de una manera notable, como si de repente, se estuviera viendo otra película. Esta sensación sucede más de una vez. Coppola nos deleita con escenas hipnóticas e impactantes, que se quedan grabadas en el alma mientras juega con los colores y los géneros; pero lo une a algunas escenas que no provocan otra cosa que ganas de atizarle para que se centre, cuente algo y se deje de sombras, espejos, flashbacks y secuencias oníricas.

GUIÓN: La historia está desarrollada en una mezcla de extraños flashbacks en color mientras la historia principal es contada en blanco y negro, mostrándonos una radiografía perfecta de la desintegración familiar, el egoísmo y la frustración de los sueños personales. La acrobacia narrativa que propone Coppola es ardua y francamente notable, pero exige al espectador un esfuerzo excesivo y en ningún momento consigue (o intenta) provocar al espectador para que lo realice. El juego de diálogos y las variaciones que se van produciendo en los tonos están formidablemente conseguidos. No obstante, si no se consigue atractivo, por muy bien que te cuenten las cosas, rápidamente se provocará hastío y aburrimiento. El personaje de Vincent Gallo merece capítulo aparte; Tetro es él. Él es quién ha decidido ser. Desconocemos su pasado, pero la niebla se va disipando mientras se va desarrollando la cinta. Hacía tiempo que no veía una caracterización de un personaje tan trabajada, aunque no provoque otra cosa que indiferencia.

Lo que más destacaría:
-          La soberbia fotografía
-          La atrayente BSO
-          El giro final
-          Escenas magníficas como el diálogo entre Tetro y su hermano, reflejando un espejo a éste, y viéndose la sombra de Tetro por otra parte o la de Tetro presentando en sociedad a su pareja, asistiendo impotente a la lascivia que ella despierta en su padre. Es pura magia.

Es un ejercicio artístico que no puede dejar indiferente. Lástima que tanta exhuberancia y virtuosidad técnica resulta en una farragosidad agotante que provoca fácilmente tedio y desapego. El carácter intimista de la obra se mezcla con un tono operístico que pone la guinda final a un precioso pastel, pero que resta credibilidad a unos personajes en una extraña jugada que puede resultar desagradable para el espectador medio. Magistralmente realizada, pero irregular en el resultado debido a su exagerada complejidad.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 5.8



La cara de Maribel Verdú cuando le avisaron de que Coppola quería rodar una película con ella de protagonista tuvo que ser espectacular. Estoy seguro de que algo tan inverosímil la debió de dejar alucinando.

domingo, 1 de julio de 2012

El Capitán América: El primer Vengador


Aunque El Capitán América nunca ha sido santo de mi devoción, es posible que su adaptación pre-Los Vengadores pudiera estar bien, ¿no? Vamos a ello.

Steve Rogers es un bienintencionado joven que quiere ayudar a su país en la IIGM. Sin embargo, al ser flacucho y enclenque no puede alistarse en el ejército. Su desesperación le lleva a participar en un programa experimental de potenciación física que le convertirá en un “Súper-soldado”. Una vez convertido en el Capitán América, deberá trabajar duro para conseguir que los líderes de la guerra confíen en él y lo valoren como soldado. La aparición de un coronel Nazi con acceso a armas avanzadísimas obligará a las autoridades a permitir el despliegue del Capitán con un grupo de élite.

La película nos muestra -como siempre en las introductorias de un superhéroe- los inicios del personaje y cómo obtiene sus poderes. A partir de allí, se produce la lucha contra su malo más carismático en un pim-pam de acción con sus chascarrillos y sus buenos efectos especiales. Ideal para no romperse la cabeza y entretenerse sin exigencias. Comparando este film con otros, estaría en un cómodo término medio. No es una basura infecta como pudiera ser Green Lantern o Los 4 Fantásticos, pero tampoco llega al nivel de entretenimiento que consigue Iron Man. La extraña combinación de cine bélico y de acción de súperhéroes da lugar a una mezcla irregular, pero entretenida.

ACTORES: Se agradece que tanto Evans como Weaving se tomen en serio su papel y se esfuercen en conseguir que nos impliquemos un poco en lo que ocurre, haciendo más que recitar sus frases. El resto de secundarios destaca por su planaridad y su falta de chispa, pero bueno, en una película que se basa en efectos especiales, no les vamos a exigir mucho. Como apunte, Weaving da más cague sin máscara que “transformado”.

DIRECTOR: Hay que reconocer que el director se esfuerza en dar un producto con sustancia. Aunque sea carne de block-buster, intenta hacer las cosas bien y el resultado es aceptable. Las escenas de acción están bien creadas y el pesado trabajo de imaginería está bien conseguido. Los efectos especiales están bien introducidos y las coreografías de acción son correctas.
Lamentablemente, no todo es tan correcto. La película tiene dos partes diferenciadas: la creación del héroe y su primera aventura. La introducción es larga y exhaustiva provocando momentos de tedio. Se realiza un gran esfuerzo para explicar con pelos y señales su origen, pero se descuida el ritmo, lo que hace que durante muchos minutos no haya muestras de que la película avance. En su segunda parte, se vuelve a los esquemas clásicos de acción y la película funciona más agradablemente.
Me ha hecho mucha gracia el convertir la IIGM en un espectáculo casi de steam-punk, añadiendo naves espaciales, rayos láser y demás parafernalia a la imaginería nazi. Es curioso y le añade un punto absurdo que a mí me ha hecho bastante gracia.

GUIÓN: Como se puede esperar, el guión sigue punto por punto los ya predecibles esquemas del género: la típica historia del personaje blandengue que sin esperarlo tiene un gran poder, una chica y enemigo a la altura de las circunstancias. Vamos, lo de siempre. Sin embargo, en "Capitán América" no encuentro los graves defectos que hay en otras películas de este tipo: El guión vacío y el humor estúpido. Aquí el humor no da vergüenza ajena y las escenas de relleno (que no deja de haberlas, pues como suele ser habitual con los superhéroes la acción es intensa pero breve) no aburren como en otros casos. Hay un cierto esfuerzo en desarrollar mínimamente la trama y los flashbacks están correctamente cerrados. No destaca por su profundidad de diálogo, pero hay menos estupideces vacías que en otras propuestas similares.
Siendo quién es el protagonista, esperaba una apología de patriotismo yanqui, pero los autores se dejan de historias patrioteras, parecen esquivar la pujanza de la nación y se centran en crear un héroe de los antes, en una peli de las de antes, en las que los buenos son muy buenos y los malos son muy malos, las peleas no necesitan crueldad ni sangre y el humor no necesita ser retorcido ni sexual para hacer gracia. En la que el héroe no es alcóholico, ni un playboy, ni un tío atormentado, sino un "canijo" con personalidad y sin miedo. 

Ocupando un nivel medio entre las películas de superhéroes, busca y logra hacer que el espectador pase un rato agradable sin grabarse en la memoria ni sacudir conciencias. Básicamente, es lo que se buscaría en un blockbuster. Se le puede achacar que su primera hora bastante lenta y que el héroe que puede provocar cierto desapego al no-yanqui.

Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.6

La escena final y la que encontramos al final de las letras son una perfecta y graciosa introducción para el bombazo blockbuster que ha acabado siendo Los Vengadores