domingo, 30 de diciembre de 2012

EL Hobbit - Un viaje inesperado


¡Y por fín he podido ver esta película! Ya llevaba tiempo esperándola y le tenía muchas ganas. A pesar de todas las cosas que se han dicho de ella, que si marea, que si los personajes se mueven como Benny Hill, que si está alargada y estirada hasta límites imposibles, que si Jackson se ha quedado sin cosas que contar… Pues lo que tenemos entre manos es una película de aventuras pura y dura, entretenida y con unos efectos especiales realizados a la perfección.



Bilbo Bolsón es un hobbit muy hogareño, que no busca otra cosa que tener una tarde tranquila y una despensa llena. La aparición de un grupo de enanos y un mago cambiará su relajada vida y se lo llevarán de aventuras, a recuperar el tesoro de un dragón. Durante el viaje descubrirá muchas cosas de sí mismo y encontrará peligros que nunca hubiera esperado y objetos de importancia inimaginable.

Si se quisiera contar bien la historia de la Tierra Media y del Anillo, se debería empezar por El Hobbit. No obstante, habría sido imposible conseguir el espectacular éxito que sí consiguió la épica El Señor de los Anillos, y el resto de películas nunca hubiera visto la luz. Ahora, al albor del éxito, Jackson vuelve a la historia inicial y nos cuenta la pequeña gran aventura con la que empezó todo.

ACTORES: La gran sorpresa de la película está en Martin Freeman, que se despega de Sherlock  para mostrarnos a un perfecto hobbit hogareño, tan british como entrañablemente fuera de lugar en compañía de unos rudos guerreros enanos. Ian McKellan, que parece haber nacido para ser Gandalf (y Magneto y…) se mantiene en su sólida línea. Por otro lado, los enanos, con un exceso de maquillaje y pocas líneas no tienen cancha para hacer nada además de cumplir con la papeleta.

DIRECTOR: No se puede negar que a Jackson le va la Tierra Media, y se nota que tenía ganas de volver a fliparse recreándola. La esperada grandilocuencia de Jackson se ve reflejada en una abrumadora cantidad de detalles y de guiños dispuestos para los fans enciclopédicos de la saga que se pueden encontrar en la exagerada y grandilocuente puesta en escena del film. Como parece que se quiere contar absolutamente todo, sin dejar la más mínima coma y añadiendo además los apuntes dejados por Tolkien para una posterior ampliación -no publicada originalmente- de la historia, hay momentos en que el ritmo se resiente, lo que para el espectador que no está ávido de trasfondo puede resultar tedioso.
Las escenas de acción -hay menos- tienen la solidez típica de Jackson y los efectos especiales son tan perfectos como siempre. Mención especial para Gollum, que gana en capacidad de movimiento y expresividad, dando la impresión de estar realmente vivo. Maquillajes, escenarios, recreación “histórica”… tan espectacular como se podría esperar -Oscars casi adjudicados-. La escena de los gigantes de piedra es sorprendente y brutal, nunca creí que la iban a representar TAN literalmente, así como la huida de la guarida de los trasgos, interminablemente entretenida. El rey de los Trasgos, o Azog el Orco blanco tienen un carisma inesperado y me ha encantado el hecho de que la escena de los acertijos con Gollum sea exactamente como me imaginé leyendo la novela.
La polémica de hacer tres películas viene “explicada” porque Jackson quería hacer dos de cerca de 4h y la productora le obligó a que fueran tres de dos horas largas -a lo que Jackson no se negó demasiado-. En cuanto al 3D y los 48fps, yo fui a ver la película a un cine full equip y el 3D es precioso. Es tal como considero que debía ser, las cosas no sobresalen sino que tienen profundidad -tal como veíamos en Avatar- y, dados los espléndidos panoramas y la fantástica recreación, pues queda muy, pero que muy chulo. Los 48fps no los he notado, aunque he leído por ahí que si el cine no está preparado para ellos, el efecto de forzar a 24fps puede quedar muy raro.

GUIÓN: Quizás el mayor error que comete la gente al ver El Hobbit es esperar otro LOTR. Pero es que las dos novelas son tan diferentes a nivel de historia y epicidad que no deben compararse en ese aspecto, pues El Hobbit no es un libro que contenga una historia épica en la que está en juego el destino del mundo -bueno, sí, pero eso es harina de otro costal-, es un libro de aventuras. Simple y moliente. Un grupo de enanos y un hobbit desubicado que se van a matar a un dragón. ¡Coñe, que es el epítome de lo que es una aventura! ¡Si casi el género de la fantasía épica se inventa con este libro! El guión le da una ligera carga épica para dar trascendencia -la escena de la pérdida de Erebor es tan espectacular como se hubiera deseado, mostrando a los sucios y rastreros elfos como los cobardes que son- y luego contiene la cantidad de anécdotas suficiente para entretener y divertir. Es obvio que se toma su tiempo al empezar, pero no se puede olvidar que es un único libro dividido en tres partes, por lo que el planteamiento será, obviamente, largo.
La adaptación es profusamente literal, quizás demasiado, lo que provoca que algunos momentos puedan hacerse extraños -ese Radagast fumado,  por ejemplo, que no extrañará al que se haya leído el libro, pero si al inexperto-, y es que Jackson no ha tenido la más mínima piedad para el profano. Todos los diálogos son extraídos literalmente de los libros y tienen su importancia, incluso los chascarrillos sueltos.
Sí, se podría haber hecho más ágil y saltarse algunas cosas para dar más ritmo y no dar la impresión de estar tan gratuitamente alargada, pero Jackson ha preferido -normal en él- dar rienda suelta a su imaginación y hacer una recreación lo más detallista posible de la Tierra Media, como si lo que viéramos fuera directamente la versión extendida de la película.

Mientras El Señor de los Anillos es una novela de grandes batallas épicas, El Hobbit es un cuento de aventuras con un tono mucho más infantil y menos serio. Y esto hay que tenerlo claro cuando se va a ver la peli porque el que no conozca la obra de Tolkien y espere ver las escenas de acción y las batallas del Señor de los Anillos se va a estrellar contra un muro de piedra. 
El Hobbit, un viaje inesperado es una estupenda historia de aventuras con un ritmo un poco lento y una imaginería preciosa. Es una muy buena primera parte de una trilogía que, estoy seguro, dará mucho más de sí.
En mi opinión, Jackson está haciendo la recreación más fiel y correcta que Tolkien hubiera podido desear. Sí, también se ha hartado de ganar dinero, pero mientras me haga vibrar de esta manera, que lo siga haciendo.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 7.0

La escena de saqueo de las cuevas de los Trolls es D&D total, casi sacada de una partida de rol palabra a palabra. Me ha encantado xD.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los miserables


No tenía previsto ver esta película, pero en una de esas tardes tontas que hay el día de Navidad que no hay mucho que hacer... se acabó decidiendo ir a verla. Después de que este musical haya estado años y años en los teatros más prestigiosos y haya triunfado en las taquillas de todo el mundo, ha llegado a nuestros cines la adaptación en cine, dispuesta a reventar todas las taquillas. Hay que tener en cuenta que este film no es la adaptación de la novela, sino la versión para cines del afamado mundial.

El musical se centra en la vida de Jean Valjean, un expresidiario perseguido por Javert, un despiadado policía. Al estar su vida en juego, no puede establecerse mucho tiempo en ningún lugar ni llevar una vida normal, pero todo ello cambiará cuando la pequeña Cosette entre en su vida, ya que a partir de entonces tendrá una vida que depende de él.

La versión es totalmente inmisericorde. Nos enfrentamos a 3 horas de canciones prácticamente sin interrupción. Incluso los pequeños diálogos entre ellas se hacen declamando, para mantener la musicalidad de la obra. No obstante, la calidad del musical es palpable y la historia tiene la suficiente enjundia como para mantenerte atento durante su dilatada duración. La película es el musical, puro y duro. Han cogido las mismas escenas y las han pasado a la pantalla plana con un abultadísimo presupuesto muy, pero que muy bien aprovechado.

ACTORES: Exceptuando los cuatro actores famosos, se ha escogido -directamente- al elenco que lleva más de 7 años interpretando el musical en Broadway. Por ello, podemos disfrutar de unas voces de gran calidad y unas interpretaciones muy sólidas, emotivas y cuidadas. De los actores conocidos habría que destacar sin duda a Anne Hathaway, que sorprende con una Fantine vibrante y desgarradora, toda una sorpresa. Al resto hay que agradecerles el esfuerzo que hacen por berrear lo mínimo y transmitir las emociones pertinentes mientras cantan a pleno pulmón. No son cantantes y se nota, pero ponen todo su empeño en hacer un buen papel y el director sabe aprovechar todo lo que sacan.

DIRECTOR: De Tom Hooper ya sabemos que podemos esperar una dirección sólidisima y académica. Absolutamente impecable en la forma y en la puesta en escena, la película disfruta de su abultado presupuesto con un vestuario magnífico y una fotografía abrumadora y cuidadísima. Hooper siempre ha mimado a sus actores y aquí les da mucha cancha, con abundantes momentos para lucirse y hacernos disfrutar de su calidad. Además, las escenas corales son exageradamente complejas y la complicadísima puesta en escena está brillantemente realizada. Por el otro lado, la historia es bastante densa y Hooper no se molesta en hacerla más digerible. Las tres horas de musical tienen un ritmo nulo que es adecuado para el teatro pero puede hacerse pesado para ver en una pantalla de cine.

GUIÓN: Podríamos decir que no tiene ningún mérito y que lo tiene todo. Se ha cogido el magnífico guión del musical -probado y revisado miles de veces- y se ha usado punto por punto para realizar la película. No hay el más mínimo cambio. Esto provoca que el ritmo de la película se resienta, pero en cambio tenemos unas canciones desgarradoras y emotivas y unos diálogos sobrecogedores, con una honda carga dramática. Siendo fanáticamente fiel al libreto original, el guión se lanza de lleno en potenciar la épica emocional en lugar de promocionar la fuerza -grandiosa- de la historia original. El resultado es emotivo, sin duda, permitido por suerte por la calidad de las actuaciones y lo impecable de su factura técnica.
  
En resumen, de Los miserables de Hooper no queda la heroicidad de unos desgraciados que luchan por sus sueños y se sublevan ante una realidad que les oprime, sino que queda la tremenda conmoción que provoca la imagen de Anne Hathaway sollozando el famoso “I dreamed a dream” rota de dolor y tristeza. Que ya es mucho. En estas fechas tan típicamente festivas podéis aprovechar y disfrutar a un precio "asequible" del musical de Víctor Hugo, que tanto éxito -merecido- ha cosechado.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.7

La factura del film es de una calidad impresionante. Espero un buen montón de nominaciones a los Oscar en el apartado técnico, ya que vestuario, escenografía, fotografía y banda sonora son fantásticos. Sería incluso normal que cayeran unas cuantas estatuillas No me extrañaría que Hathaway y Hooper se llevaran también correspondiente nominación, pero en estos casos si me resultaría sorprendente que se llevaran algo más.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Outlander


¿Se puede mezclar un planteamiento de ciencia-ficción con las aventuras medievales más tópicas imaginables? Es evidente que si, como demuestra esta película.

Un astronauta está en apuros y se ve obligado a realizar un aterrizaje forzoso. Pero no viene solo, pues con él ha llegado un monstruo voraz y sanguinario. El planeta donde se estrella resulta ser la Tierra en plena época de los vikingos, por lo que nuestro astronauta se verá obligado a encontrar ayuda de los primitivos guerreros. Aunque le reciben con recelo, su belicosa naturaleza les llevará aceptar el desafío que supone la caza de la bestia.

Y es que a los vikingos no les hace falta muchas razones para ponerse a arrear hachazos, y si hay un monstruo peligroso y letal al que matar, mejor. Hay que reconocer que el inicio descoloca lo suyo, ya que lo que empieza como una película futurista se transforma de pronto en una peli medieval con unos paisajes muy chulos. El “cambio de ambiente” es muy chocante.

ACTORES: El uniregistro Caviezel protagoniza esta musculosa película de acción. Ni él, ni ninguno del resto del elenco se molesta en dotar a sus personajes de la más mínima expresividad, pero cumplen con su faena. El guión no les exige apenas y ellos no destacan negativamente en ningún momento. Simple corrección con lo que se les pide.

DIRECTOR: Hace falta tener mucho valor para mezclar aliens, viajeros del espacio y vikingos sin caer en el ridículo ni en el esperpento… Y no se cae en ningún momento. Obviamente, la película no destaca por su profundidad ni por sus enseñanzas de ética, pero el director nos obsequia con una fotografía muy lograda, una puesta en escena muy digna para los medios disponibles y unos efectos especiales sencillos pero eficaces. El bicho está bien creado y rebaña a diestro y siniestro. Las escenas de acción están realizadas con solvencia y se agradece que el cámara no tenga el baile de San Vito. Esto se completa con un ritmo bien llevado, que permite que sus cien minutos de duración pasen agradablemente.

GUIÓN: Como cualquier película de monstruos medieval, la historia es más simple que el mecanismo de un botijo. Es previsible y con unas cuantas dosis de incoherencias, pero en ningún momento da la sensación de estar alargada ni de presentar escenas innecesarias. Los diálogos son simples, pero no son estúpidos ni atentan contra el buen gusto. La historia de amor -obligada- no es más empalagosa de lo debido y el final es inesperadamente acorde con la película. Se deja ver con facilidad, no pierde el tiempo, no desvaría más de lo necesario y mantiene la tensión sin agobiar.

Si, el planteamiento es un despropósito, pero a diferencia de otras cosas que he visto recientemente -pongamos Abraham Lincoln, Cazador de vampiros y Templario-, está realizado con dignidad y con un agradable regusto a serie B. Si las anteriores son ejemplos de cómo no gastar el dinero para hacer una película, ésta es un buen ejemplo de cómo hacer una película entretenida sin un duro. Aunque el planteamiento puede asustar a más de uno, estamos ante un film de acción medieval, con hostias, mamporros, miembros amputados, un monstruo y un triángulo amoroso. Como los de toda la vida, y por ello, cumple.
La película no engaña a nadie ni intenta ser más de lo que es. Está pensada para pasar una tarde de domingo con palomitas y una mantita y cumple bien con su función.

Nota: 4
Nota Filmaffinity: 5.0

sábado, 15 de diciembre de 2012

Ojo de dragón (Andy Oakes)


De la CLO suelo sacar buenos libros, muy diferentes a los que suelo leer. Eso sí, no siempre acabo acertando (Gracias igualmente Kuma)

Título: Ojo de dragón
Autor: Andy Oakes
Título original: Dragon’s Eye


Ojo de dragón es un Gorky Park chino. Una inquietante y arrolladora novela de intriga que describe con la precisión incisiva de un bisturí el ambiente del moderno Shanghai: sus puestos callejeros de comida, sus garitos, sus locales de espectáculos y sus lúgubre callejones por los que transita un peculiar y atípico policía, el investigador jefe Sun Piao, famoso por su dureza y su inteligencia, cuyas normas morales le enfrentan al mundo en el que vive. Sun Piao se va a ver envuelto en un caso que ninguno de sus compañeros se querría hacer cargo. Ocho cuerpos, horriblemente mutilados hasta ser irreconocibles, aparecen encadenados en los lodos del río Huangpu. Por la precisión de las heridas y la brutalidad de los crímenes, todo parece indicar que los asesinos no son delincuentes comunes.
A la hora de investigar el caso, todo son obstáculos administrativos, no extentos de intimidaciones. Piao sabe que debería abandonar el caso, pero ya ha tenido que dejar demasiadas cosas y con demasiada frecuencia en su vida, por lo que, junta a su fiel, inquieto y malhablado ayudante, Yaobang, decide proseguir la investigación por sus propios medios, ignorando que se verán envueltos en una trama compleja, sorprendente y peligrosa, un caso estremecedor cuyo esclarecimiento puede sacudir las estructuras del Partido y del nuevo poder establecido en China.”

El inicio, con un narrador enfermizo y ominoso que describe la situación sin usar apenas verbos, tal como hemos “oído” en Sin City por ejemplo, es impactante. La presentación del caso es brutal, de las que dejan sin aliento. La incómoda y rota narración, el fatalismo existencial del inspector Sun Piao y el rechazo visceral de las autoridades a cualquier investigación llama la atención y te pide seguir leyendo.

El problema en el libro sucede cuando el narrador sigue usando el mismo estilo incómodo y arrítmico durante cien páginas más, no hay apenas un diálogo y, aunque la trama no está mal, tienes ganas de mandar el libro a tomar viento de lo tremendamente cansino que es.
Para salvar un poco el papel, la enfermiza atmósfera y el corrupto Shanghai están muy bien ambientados, con una sensación de fatalidad inveitable bien conseguida. Además, cuando empiezan a aparecer otros personajes -y hay algún diálogo que agiliza la lectura-, la trama mejora en ritmo, la narración se vuelve algo más ágil y se lee con más agrado. Son los mejores momentos del libro, con algunas escenas impactantes, muy logradas -las visitas a la morgue, el paseo por la cárcel o la universidad-, que contrastan muy agradablemente con lo soporífero de las páginas anteriores.
Además, los tres personajes principales -y casi únicos- están muy bien perfilados, y tienen un carácter y una forma de hablar característica y diferenciada.

Sun Piao recuerda a un Harry el Sucio entrado en años. Cínico y amargado, toma el caso como una causa personal, sin ser muy consciente de porqué. Traumatizado por la pérdida de su mujer, no tiene ya nada que perder y parece haber decido hacer justicia de verdad por una vez, porque los ocho cadáveres así lo requieren. Es muy curioso como espera siempre lo peor de aquellos que le rodean y casi siempre acierta.

Su ayudante Yaobang es un contrapunto muy optimista y malhablado. Es un tragón incansable de mente práctica y mucha habilidad para corromper voluntades y enterarse de lo que no debe. Gusta de describir sus comidas de una manera tan gráfica que puede hacerse desagradable en algunos momentos, pero no deja de añadir un punto humano y falible a la historia.

Finalmente está Bárbara Hayes, una diplomática estadounidense y madre de uno de los asesinados. Al principio parece una mujer asustada que está desconsolada por la pérdida de su hijo. Poco a poco vamos descubriendo que es una mujer calculadora que esconde muchos secretos y mentiras, ya que su actividad en la embajada oculta actos muy, pero que muy poco claros.

Tal como he dicho, una vez aparecen los diálogos y la trama despega, la investigación se despliega con mucha fuerza, con gran número de giros y trampas intrigantes. Su enjundia permite olvidar al cansino narrador durante muchas páginas, que se leen sin especial esfuerzo, sumergiéndote en un ambiente sórdido y corrupto, dónde la vida no tiene apenas valor y todo está en venta.

Durante un rato el libro se vuelve muy aprovechable, pero el autor decide terminar la investigación con un giro final demasiado casual e incoherente que no queda nada bien. Además, una vez finalizada la trama, aún quedan ochenta páginas. Oakes le intenta dar una vuelta trascendental, mostrando lo profundamente importante y vital que es el caso para el Partido (Chino). Este crescendo final es un estropicio, totalmente vacuo e innecesario. Sobra de todas las maneras. El libro ha acabado, pero el autor hace agonizar eternamente la historia con una serie de quiebros finales que destrozan lo impactante que había tenido la trama.

Esta propuesta de novela negra tiene un inicio impactante y una historia muy buena entre manos, pero la decisión de usar un narrador tan enfermizo provoca que sea muy pesada de leer. Aunque tiene algunos momentos muy logrados y conseguidos, las trampas e incoherencias gratuitas de las últimas cien páginas provocan que esta muy irregular novela deje un poso bastante decepcionante.

Nota: 3
Nota anobii: 2/5

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Chicken Run (Evasión en la granja)


Recordando a los divertidísimos Wallace&Gromit decidí ver una de sus últimas películas, que tenía pendiente de hacía mucho tiempo. Bastante divertida, no cabe duda.

Ginger es una gallina cuya existencia en la granja está limitada a comer y poner huevos. Cansada de ver cómo los Tweedy roban sus huevos y se los comen, ha planeado numerosos planes infructuosos de fuga. Cuando parece desesperada y sin opciones, la llegada de un nuevo gallo al corral cambiará todas las cosas.

Acostumbrado a ver las nuevas películas de animación donde se hace un alarde casi obsceno de las capacidades cada vez más sorprendentes del CG, sorprende ver una película realizada con plastilina, moldeando cada escena, fotograma a fotograma. Sólo por el trabajo realizado para hacer la película, y que no se note ningún defecto en la superficie de la plastilina, esta película merece un reconocimiento.

La recreación que se hace de un campo de concentración en versión gallinil es magnífica, muy lograda. Todo el film es un homenaje a todas las películas de fugas del cine, con especial foco en la magnífica La gran Evasión. Toda la imaginería de la IIGM está muy trabajada, con guiños continuos y divertidos. La animación es maravillosamente fluida y la cantidad de objetos en pantalla no hace sino aumentar el mérito que tiene haber rodado esta película.

Como aderezo para todos estos guiños tenemos un buen puñado de gags basante divertidos y bien hilvanados con una historia simple e infantil, pero que mantiene coherentemente la película y la imaginería creada. No destacará por unos personajes profundos ni por una trama vibrante, pero cumple en su función de entretener.

Simplemente pasa ochenta minutos entretenidos y déjate sorprender con lo que se puede hacer con mucha plastilina y muchíiiiiisima paciencia.

Nota: 5
Nota filmaffinity: 6.5

viernes, 7 de diciembre de 2012

Desafío Total


Cuando vi el remake de Total Recall protagonizado por Colin Farrell me “pusieron de deberes” volver a ver el Desafío Total original. Encantado de tener un motivo para volver a disfrutar con la película, me puse a ello, como no.

En una Tierra futura, Douglas Quaid vive lo que parece ser una vida agradable. Tiene un trabajo que le gusta, una mujer guapa y apasionada, no pasa apuros económicos… Pero vive atormentado por una pesadilla repetitiva que lo transporta a Marte. A pesar de las reticencias de su mujer, decide ir a Recall -una empresa que implanta recuerdos virtuales en la memoria- para que le simule un viaje a Marte y así poder calmar sus pesadillas. Lo que no esperaba es que ese implante neural provocaría el despertar de una antigua personalidad y unos antiguos recuerdos, en los que él parecía ser un espía del cruel Gobernador de Marte.

Después de uno de los títulos de crédito más horteras que recuerdo en mucho tiempo y de una banda sonora inolvidable empieza una historia que, gracias a su extraña estética retro-futurista, un actor con carisma, un guión muy bien hilvanado y un ritmo muy vivo, engendra una gran película de ciencia-ficción que además te mantiene pegado al asiento durante las dos horas bien buenas que dura.

ACTORES: Una de las principales bazas de la película se sustenta en un gran actor -malo- en el mejor momento de su carrera. El gran Schwarzennegger derrocha carisma por todos lados, tiene la clase exacta para el papel. Nadie mejor que nuestro Chuache que, incapaz de actuar como un actor normal y corriente, no sabe hacer otra cosa que poner una cara de alucinado de manera continua. Es justo lo que el papel pedía, un personaje totalmente desubicado con la realidad pero que tiene un nosequé que resulta inexplicablemente creíble. Básicamente, mola. En los papeles secundarios está la Stone, con un papel ambiguo pre-cruzada de piernas bastante destacable y unos malos malosos a la altura de lo que se espera.

DIRECTOR: Las filmografía de Paul Verhoeven peca de irregular, aunque ha parido algunos verdaderos clasicazos de la ciencia-ficción de los 80. Siempre ha demostrado ser un director con una prodigiosa imaginación y para esta película crea un Marte muy hortera y muy kitsch -especialmente visto ahora-, pero sorprendentemente realista. Con una imaginería muy cuidada, decadente y característica -las tres tetas, Pujol, el Robo-taxi…- nos lleva durante dos horas por una adaptación muy libre y lograda de una obra de Philip K. Dick. El cacao mental que Verhoeven crea en la cabeza del actor austríaco es lo suficientemente trabajado y lioso como para que nos exija estar bien atentos a lo que pasa en pantalla o nos acabaremos perdiendo. 
A pesar de su fuerza visual y su gran ritmo, la “tecnología futura” de la película es buena muestra de lo desfasado que ha quedado el film en algunos aspectos. Lo naif de algunos momentos puede resultar incluso entrañable, pero contrasta con la gran calidad de las escenas de acción, artesanas y contundentes. En su momento causó furor por sus efectos especiales, y a día de hoy, aunque se hayan visto mil veces superados, conservan un encanto especial. Se nota que se hicieron con cuidado, con ilusión y con ganas.

GUIÓN: De entrada, quiero señalar que el guión de Desafío total es muy bueno. Es un guión que juega de manera magistral con el espectador para que le sea difícil distinguir si lo que sucede es sólo un sueño o es realidad. La intriga que genera este factor, junto con otras virtudes, la convierten en un auténtico peliculón, en un clásico de la ciencia-ficción por excelencia. Y ojo que toda la trama viene aderezada con multitud de escenas de acción, un toque aventurero y un pulso narrativo trepidante, sin perder por ello un ápice de interés por la historia (cosa que no es nada fácil de conseguir). Al relato de Philip K. Dick le añaden unos personajes horteramente molones y una trama bien llevada, con una buena dosis de diálogos absurdos, sus dosis de reflexión y unas situaciones muy bien planteadas.

Pero Desafío total no es pura ciencia ficción. Ya desde que Douglas quiere ser espía nuevos clichés del género policíaco entran en juego. Las persecuciones, las peleas a pistola o a puñetazos, los malos malísimos, los secuaces, los malos que son buenos, los buenos que son malos, la “femme fatale” del cine “noir” también está presente, el acompañante-ayudante del protagonista. En definitiva, podríamos concluirla como ciencia ficción policíaca (con su toque romántico, como siempre).

Nota: 8
Nota filmaffinity: 6.7

lunes, 3 de diciembre de 2012

Por el Emperador (Sandy Mitchell)


Como me he agenciado la tercera entrega de esta saga y, aprovechando que no tenía ninguno de los libros reseñados, he decidido releerme los dos primeros y divertidísimos libros que conforman la saga más descacharrante del Wh40k. Incluso los profanos pueden disfrutar con una sonrisa de una novela muy entretenida y paródica.

Título: Por el Emperador
Autor: Sandy Mitchell
Título original: For the Emperor

“El Comisario Ciaphas Cain -héroe del Imperio y famoso en todo el sector por su coraje y valentía- es enviado para ayudar a mantener el orden en un mundo en los límites del espacio Tau. Pero cuando el embajador extranjero es asesinado, Cain y su regimiento de valhallanos se ven envueltos en una guerra. Mientras la Guardia Imperial lucha por contener una insurrección civil de ámbito mundial, ¿podría el astuto Comisario identificar al verdadero villano antes de que el Imperio pierda para siempre el dominio de ese planeta?”

Lo que no explica el argumento es que el Comisario Cain no es precisamente un héroe al uso. Cain es un canalla, un bribón, un pícaro que lo único que quiere es tener un poco de tranquilidad y vivir del cuento mientras se toma un café calentito en su casa. Esto es bastante difícil teniendo en cuenta su trabajo en el Comisariado, claro. Este personaje contrasta mucho con el protagonista habitual de esta franquicia, ya que se aleja mucho de la imagen de seriedad, heroicismo y sacrificio que esperaríamos. Ante todo estamos ante un anti-héroe carismático, egocéntrico, con un sentido del humor muy cínico y con muchas ganas de escurrir el bulto, al que veremos haciendo mil cabriolas para hacer que otro cargue con la responsabilidad y los peligros mientras él puede ver el devenir de las batallas desde la retaguardia. Se las ha arreglado para hacer creer a los demás que es un héroe -el salir vivo de casi cualquier batalla siempre causa esas cosas, aunque te dediques a estar escondidito en el primer agujero confortable que aparezca- y esto tiene unos privilegios de los que disfruta, pero también ciertos inconvenientes, ya que los poderosos, en su gratitud, dan por supuesto que se sentirá honrado recibiendo las misiones más peligrosas posibles.

Para añadirle un poco más de gracia al asunto, el libro está escrito en forma de memorias, en los que un Cain ya viejo y retirado, desde la cátedra de profesor en el Comisariado, cuenta sus hazañas de juventud sin ocultar ningún detalle, desmitificando la leyenda creada en torno a su vida. Como resulta obvio, la Inquisición no puede permitir que tal leyenda resulte ser falsa y secuestra la publicación, editando una versión mucho más “correcta” y “adecuada”. Por suerte, lo que tenemos entre manos es la edición original con muchas notas al pie escritas por el Inquisidor encargado de la primera revisión. Aparte de añadir detalles interesantes para el lector -al estilo de las novelas literarias comentadas del colegio-, se las arregla para ir dejando detalles de su punto de vista sobre según qué cosas, limpiar el buen nombre de la pura, sagrada e infalible Inquisición y soltar una buena cantidad de chascarrillos y comentarios con un humor negrísimo con muy mala idea. Además, el Inquisidor añade unos cuantos fragmentos de las crónicas del momento, para que tengamos una idea más profunda y contextualizada de lo que está ocurriendo en el planeta -no incluido originalmente en las memorias de Cain-.

La  historia está bien desarrollada, tiene un ritmo muy vivo, mantiene las dosis de intriga adecuadas y funciona bastante bien como una comedia de acción con buenos chistes, al estilo de El Quinto Elemento¸ La jungla de Cristal o Arma Letal.
Como lectura, resulta inesperadamente fresca y divertida, incluso para un profano de la franquicia. Cain nos describe sus andanzas con un lenguaje muy ágil y ameno, con especial fijación en muchos detalles cotidianamente cutres que no se suelen ver en novelas de este tipo y le da un realismo muy descacharrante, describiendo el ambiente castrense de la novela con una irreverencia muy divertida. Además, nos va dejando perlitas sobre cómo debe comportarse un Comisario. Es bastante evidente que está parodiando y haciendo chistes sobre determinado Coronel-Comisario de otra saga de la franquicia -que igualmente hacen gracia aunque no te la hayas leído-.

Aunque Cain es quién ocupa la mayor cantidad de protagonismo -no en vano, estamos leyendo sus memorias- hay un buen elenco de secundarios con mucha chicha. Entre ellos destacan:

Jurgen: Durante años y años ha sido el asistente personal de Cain. Tiene problemas de psoriasis, olores corporales y extraños criterios estéticos, pero Cain se vale de ello para incomodar a visitas inoportunas. Además,ser muy eficiente en su trabajo, tener una gran capacidad para prever lo que necesitará el Comisario y obedecer ciegamente cualquier orden que se le dé, por rara que sea lo convierte en un activo muy útil para el comisario. De mente apocada, exageradamente práctica y con poca tendencia a pensar en consecuencias,  su incapacidad para leer segundas intenciones provoca un buen número de malentendidos. Como otros asistentes de Comisario, guarda un par de secretos curiosos…

Inquisidora Amberley May:  A diferencia de otros famosos Inquisidores que son serios, rectos y decididos, May es aparentemente una jovencita vulnerable y apocada, muy simpática, afable y amable con todos, más esforzada en conseguir que la gente se sienta a gusto a su alrededor, antes que asustarla con su cargo. Una vez vemos como empieza a trabajar, podemos comprobar cómo es tan mortal, implacable y eficiente como cualquier Inquisidor en su Sagrada Tarea. Eso sí, siempre manteniendo un punto pícaro, seductoramente cínico e intrigantemente risueño.

Por momentos exageradamente divertido, es capaz de mantener un argumento coherente, con una más que correcta historia de intriga y buenas escenas de acción. Es una de las novelas más recomendables de la franquicia, debido a lo fresco de su lectura, las risas que asegura y la originalidad de su trama. Para todos los acostumbrados a la franquicia es una estupendísima parodia, para los profanos, se convierte en una muy entretenida comedia de acción.

Nota: 8
Nota anobii: 4/5

sábado, 1 de diciembre de 2012

Brave (Indomable)


Como fan declarado de la factoría Pixar, me había fastidiado perderme su última película en los cines. Por fin la conseguí ver y he podido disfrutar de este film. Puede que no sea de la calidad esperable en Pixar, pero sigue siendo ciertamente apreciable.


La película nos cuenta la vida de la princesa Mérida, una jóven indómita e indomable, con grandes ansias de libertad. Su madre, con tanto carácter como ella, intenta en vano controlarla y adentrarla en todos los protocolos y deberes que conlleva la vida de princesa. Los desesperados intentos de Mérida de escapar de un matrimonio concertado tendrán unos caóticos resultados que obligarán a madre e hija a entenderse si quieren sobrevivir.

A diferencia de lo que nos tenía acostumbrados, Pixar no nos deleita con una historia profunda y rompedora. La película recuerda demasiado a la típica película bienintencionada de Disney, sin poseer la chispa especial de las películas de Pixar. Entretendrá sin duda a los más pequeños, pero carece del equilibrio que la hacía disfrutable para los más crecidos.

El guión es más simple e infantil, pero la historia está desarrollada con la corrección esperada y tiene una duración muy ajustada para lo que se quiere contar. Los personajes están bien dibujados -tanto Mérida como su madre son remarcadamente creíbles- y el mensaje de superación de las disputas entre padres e hijos a través de un necesario entendimiento mutuo está explicado sin asomo de paternalismo ni edulcorante. Aunque la incursión de canciones disneyanas diluye un poco la intensidad dramática, el conjunto deja una experiencia vibrante en ritmo.

Por otro lado, la calidad gráfica es simplemente abrumadora. Cada año Pixar nos asombra con una vuelta de tuerca sorprendente sobre lo que es capaz de mostrarnos en pantalla. La recreación de los Highlands escoceses es simplemente brutal -dan unas ganas de volver a Escocia que no veas…- y el espectáculo que supone el movimiento de la cabellera de Mérida es de un virtuosismo inigualable. La animación es suavísima, espectacular, y los paisajes simplemente apabullantes. Las influencias del estudio Ghibli son obvias -esa Tallista lista que parece haber salido del viaje de Chihiro…- y elevadas al delirio con la capacidad técnica de la que dispone Pixar.
Pero sigamos. Tenemos una fortaleza medieval escocesa rodeada de colinas y enmarcada en un enclave de ensueño (impecable diseño tanto del interior como del exterior del castillo), trajes ambientados de época que quitan el hipo, una historia emotiva que si bien no explota todo su potencial está por encima de la media, una banda sonora importante, un ritmo muy vivo en sus cien minutos de duración y unos personajes bien cimentados, aventajando a mi gusto los secundarios a los principales.

De acuerdo, Brave no es Los increíbles o Toy Story. ¿Y qué? Sigue siendo un entretenimiento más que correcto y -sobretodo- maravillosamente animado.

Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.6

Por ahora, nominada a los Oscars de su año y superior al menos a dos de las otras nominadas. Aunque sólo sea por su burricidad técnica, tiene muchos números de llevárselo.